Este poema ofrece apoyo y compañía incondicional a un amigo en tiempos difíciles. Le dice que si alguna vez quiere llorar, huir o estar solo, que lo llame porque estará ahí para llorar, huir o quedarse en silencio con él. También pide que corra a su encuentro si alguna vez él no responde una llamada, porque es posible que sea él quien necesite al amigo.