Este documento resume el capítulo 1 del libro "Mitología Warcraft: El Pozo". Explica que los Titanes crearon orden en el caótico universo, incluyendo el planeta Azeroth. Sin embargo, el Titán Sargeras se corrompió y decidió destruir toda la creación, formando la Legión Ardiente. Los Titanes defendieron Azeroth de los Elementales y los encadenaron junto a sus amos, los Antiguos Dioses. Los Titanes moldearon Azeroth y crearon el Pozo de la Eternidad como fuente de vida,
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El contenido que leerás a continuación está dedicado a
los “WoW LORE lovers”, que disfrutarán de este libro más
que nadie, y amarán las ilustraciones puestas.
Dedicado a los que disfrutan de la buena mitología, que
de seguro encontrarán a este impreso muy original.
Dedicado a los que leen porque si, a los que leen porque
les gusta leer, a los que buscan una nueva experiencia en
la lectura, a los que encuentran en las letras un universo
con personalidad y vida.
DEDICATORIA
6. 11
Desde hace tiempo Blizzard ha puesto en marcha una
política de diversificación de fuentes por lo que muchas de
laspartesdelahistoriaquenoseexplicanenlosvideojuegos
de World of Warcraft lo acaban siendo en novelas y cómics
que no siempre están disponibles en español. Esto hace
que exista entre mucha gente un gran desconocimiento
de algunos aspectos importantes básicos de la historia
que no pueden acceder a las fuentes oficiales porque no
existen en su idioma y tengan que recurrir a traducciones
amateurs que no siempre son las más acertadas.
Aquísemuestraunresumenbastantefieldetodoelmaterial
oficial publicado por Blizzard y sus referencias individuales.
PREFACIO
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La Historia de Warcraft, también conocido como el Universo
Warcraft,esellorecreadoporBlizzardtomandocomoreferencia
la información publicada en diversos medios oficiales. Los
escritos, que están en continuo cambio, han sufrido varias
revisiones a lo largo del tiempo debido a la interacción de
otras líneas argumentales. El lore comprende la información
facilitada en la página oficial de Warcraft, los videojuegos, las
novelas, los libros de RPG, los cómics, los E-books y fuentes
internas de Blizzard que posee un departamento específico
para desarrollar la historia de Warcraft.
PROLOGO
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LA FORMACIÓN DEL UNIVERSO
“Nadie sabe cómo comenzó
exactamente el universo. Algunos
teorizan que una explosión cósmica
catastrófica envió a los infinitos
mundos a la inmensidad de la Gran
Oscuridad; mundos que un día
serían el hogar de una maravillosa y
terrible diversidad de formas de vida.
Otros creen que una única entidad
todopoderosa creó el universo”
Aunque los orígenes exactos del
caótico universo son inciertos, es seguro que una raza de seres
poderosos se alzó para traer estabilidad a los distintos mundos y
asegurar un futuro seguro para los seres que seguirían sus huellas.
Los titanes, colosales dioses de piel metálica de los lejanos
confines del cosmos, exploraron el recién nacido universo y se
pusieron a trabajar en los mundos que encontraron.
Dieron forma a los mundos levantando grandes montañas y
excavando profundos océanos. Respiraron y dieron vida a cielos
y furiosas atmósferas. Todo fue parte de su plan insondable y a
largo plazo para crear orden a partir del caos. Llegaron incluso a
dar poder a razas primitivas para cuidar sus obras y mantener la
integridad de sus respectivos mundos. Gobernados por una secta
de élite conocida como el Panteón, los titanes pusieron orden en
cien millones de mundos repartidos a lo largo de la Gran Oscuridad
del Más Allá durante las primeras eras de la creación.
El benevolente Panteón, que buscaba salvaguardar a estos
mundos estructurados, siempre estuvo atento ante la amenaza
de los ataques de las viles entidades extradimensionales del
Vacío Abisal. El Vacío, una dimensión etérea de magias caóticas
que conecta la miríada de mundos del universo, era el hogar de
un número infinito de seres demoníacos maléficos cuyo único
deseo era destruir la vida y devorar las energías del universo vivo.
Incapaces de concebir cualquier mal o perversidad en cualquier
forma, los titanes lucharon por encontrar una forma de acabar con
la constante amenaza de los demonios.
RAZAS
PRIMITIVAS
ELEMENTALES
10. 18 19
LA TRAICIÓN
Con el paso del tiempo, entidades demoníacas se abrieron paso
hasta el mundo de los titanes desde el Vacío Abisal, y el Panteón
escogió a su mejor guerrero, Sargeras, para actuar como su primera
línea de defensa. Sargeras, un noble gigante de bronce fundido, realizó
esta tarea durante incontables milenios, buscando y destruyendo a
estos demonios allá donde los encontraba. Con el paso de los eones,
Sargeras se encontró con dos poderosas razas demoníacas, ambas
dedicadas a ganar poder y control sobre el universo físico.
Los Eredar, una raza insidiosa de hechiceros diabólicos, utilizaban
sus poderes de brujo para invadir y esclavizar mundos. Las razas
indígenas de esos mundos eran mutadas por los malévolos poderes
de los Eredar y convertidas en demonios. Aunque los poderes casi
ilimitados de Sargeras eran más que suficientes para derrotar a
los viles Eredar, le preocupaba mucho la corrupción y el mal que
consumía a estas criaturas. Incapaz de comprender tal depravación,
el gran Titán comenzó a sumirse en una profunda depresión.
A pesar de su creciente malestar, Sargeras liberó al universo de los
brujos atrapándolos en una esquina del Vacío Abisal.
Mientras su confusión y tristeza crecían, Sargeras se vio obligado
a luchar contra otro intento del grupo de perturbar el orden de los
titanes: los Nathrezim. Esta raza oscura de demonios vampíricos
(también conocidos como señores del terror), conquistó varios
planetas densamente poblados, poseyendo a sus habitantes y
convirtiéndolos en sombras.
Los nefastos e intrigantes señores del terror enfrentaron a todas
las naciones entre sí, manipulándolas hasta el odio irreflexivo y la
desconfianza. Sargeras derrotó a los Nathrezim fácilmente, pero
su corrupción lo afectó profundamente.
Puesto que la duda y la desesperación ensombrecieron los sentidos
de Sargeras, perdió toda la fe no solo en su misión, sino también
en la visión que los titanes tenían de un universo ordenado.
Finalmente, llegó a creer que el concepto de orden era una locura,
y que el caos y la depravación eran los valores absolutos del oscuro
y solitario universo.
Sus compañeros titanes intentaron persuadirlo de su error y
apaciguar su trastorno, pero él no creyó en las afirmaciones
optimistas de los titanes, considerándolas engaños y artimañas
interesadas. Abandonando a sus compañeros para siempre,
Sargeras partió en busca de su propio lugar en el universo.
Si bien el Panteón lamentaba su partida, los titanes no
podían imaginar hasta dónde llegaría su hermano extraviado.
Cuando la locura de Sargeras había consumido los últimos vestigios
de su valiente espíritu, llegó a creer que los propios titanes eran los
responsables del error de la creación. Finalmente, decidió cambiar
las cosas en todo el universo, creando un ejército imparable capaz
de destruir todo el universo físico.
Incluso la forma titánica de Sargeras experimentó una deformación
ocasionada por la corrupción que había poseído su noble corazón.
Sus ojos, sus cabellos y su barba desprendían fuego, y su piel color
bronce se cuarteó, revelando un manantial de furia abrasadora.
En su ira, Sargeras echó abajo las prisiones de los Eredar y los
Nathrezim, liberando a los repugnantes demonios. Estas malvadas
criaturas se inclinaban ante la inconmensurable furia del titán oscuro
y ofrecieron servirle de todas las formas posibles. Entre las filas de los
poderosos Eredar, Sargeras eligió a dos campeones para dirigir a su
demoníaco ejército de destrucción. Kil’jaeden el Impostor fue elegido
para reclutar a las razas más oscuras del universo y alistarlas en las
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filas de Sargeras. El segundo Campeón, Archimonde el Rapiñador,
fue elegido para dirigir los vastos ejércitos de Sargeras en la lucha
contra todo el que se resistiera a la voluntad del titán.
La primera medida de Kil’jaeden fue esclavizar a los vampíricos
señores del terror bajo su terrible poder. Los señores del terror
actuaban como agentes personales del titán por todo el universo,
eligiendo para su maestro razas primitivas susceptibles de ser
corrompidas y doblegadas.
El primer señor del terror era Tichondrius el Ensombrecedor.
Tichondrius era el Soldado perfecto de Kil’jaeden y accedió a propagar
el mal abrasador de Sargeras por todos los rincones oscuros del
universo. Archimonde también otorgó poderes a sus propios agentes.
Congregando a los malvados señores del infierno y a su bárbaro líder
Mannoroth el Destructor, Archimonde preparó una élite de guerra
capaz de exterminar todo rastro de vida de la creación.
Cuando Sargeras vio que tenía un ejército poderoso y listo para
seguir todas sus órdenes, lo hizo rastrear todos los rincones de la
Gran Oscuridad. Llamó a su ejército la Legión Ardiente. Hasta el
momento, no se sabe cuántos planetas han sido exterminados por
este ejército en su nefasta Cruzada Ardiente por todo el universo.
EL ORDEN DE AZEROTH
Desconociendo el empeño de Sargeras en destruir sus grandes
hazañas, los titanes continuaron viajando de un planeta a otro,
ordenando y sembrando de paz los sitios a los que iban. Durante el
trayecto, hallaron un pequeño planeta cuyos habitantes llamaron Azeroth.
Mientras los titanes examinaban el paisaje originario, encontraron a
numerosos elementales hostiles. Estos elementales, que veneraban
a una raza de seres de insondable maldad conocidos como los dioses
antiguos, juraron que echarían a los titanes y protegerían su entorno
de la presencia metálica de los invasores.
El Panteón, inquieto por las inclinaciones malignas de los dioses
antiguos, declararon la guerra a los elementales y a sus maestros
oscuros. Los ejércitos de los dioses antiguos actuaban bajo las
órdenes de los tenientes elementales más poderosos: Ragnaros
el Señor de Fuego, Therazane la Madre Pétrea, Al’Akir el Señor del
Viento y Neptulon el Cazamareas.
Sus caóticas fuerzas rugieron por todo el universo y se enfrentaron
a los colosales titanes. Aunque los elementales tenían un poder
más allá de toda comprensión, sus fuerzas conjuntas no podían
detener a los poderosos titanes. Uno a uno, los señores elementales
cayeron y sus fuerzas se dispersaron.
Los miembros del Panteón arrasaron los reductos de los dioses
antiguos y encadenaron a los cinco dioses malignos en el subsuelo del
planeta. Sin el poder de los dioses antiguos para mantener sus furiosos
espíritus atados al mundo físico, los elementales fueron desterrados
a un plano Abisal, donde lucharían entre sí por toda la eternidad.
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Tras la partida de los elementales,
la naturaleza se apaciguó y en el
mundo reinó una pacífica armonía.
Al acabar con la amenaza, los
titanes se pusieron manos a la obra.
Así, otorgaron poderes a numerosas
razas para que les ayudaran a
construir un nuevo mundo. Para
ayudarles a cavar las insondables
cavernas subterráneas, los titanes
crearon a los terráneos, similares
a los enanos, utilizando mágicas
piedras vivientes. Para crear los mares y elevar la tierra por encima
del nivel del mar, los titanes crearon a los inmensos, pero gentiles
gigantes marinos. Durante varias eras, los titanes moldearon la
tierra hasta crear un continente perfecto.
En el centro del continente, los titanes crearon un lago misterioso
de energías incandescentes. El lago, llamado Pozo de la Eternidad,
constituía la fuente de la vida de todos los seres que habitaban
el planeta. Sus poderosas energías alimentaron los huesos de
todo ser viviente y sembraron de vida aquel rico suelo. Con el
tiempo, plantas, árboles, monstruos y criaturas de todas las clases
empezaron a prosperar en el continente primigenio.
En el crepúsculo del último día de sus obras de creación del mundo,
los titanes dieron al continente el nombre de Kalimdor: “tierra de
la eterna luz estelar”.
PROTECTORES
CAPITULO 2
LOS CINCO DRAGONES
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DELEGACIÓN
Satisfechos con el pequeño
universo que habían creado,
los titanes se prepararon para
abandonar Azeroth. No obstante,
antes de partir, encomendaron a las
grandes especies del planeta la tarea
de vigilar Kalimdor, para evitar que
fuerzas adversas amenazaran su
perfecta armonía. En aquella época,
existían muchas clases de dragones.
Sin embargo, había cinco grupos que
dominaban a sus hermanos.
Estos cinco grupos fueron elegidos por los titanes para guiar al mundo.
Los miembros más destacados del Panteón transmitieron parte de su
poder a los jefes dragones. Estos dragones majestuosos eran conocidos
como los Grandes Aspectos o los Dragones Aspectos.
Aman’Thul, Alto Padre del Panteón volcó parte de su poder cósmico sobre
el gigantesco dragón de bronce Nozdormu, para que vigilara él mismo el
transcurrir del tiempo.
Eonar,guardianadelavida,otorgópartedesupoderalagigantescaAlexstrasza,
su misión era defender a todas las criaturas vivientes del planeta.
Eonar también bendijo a la hermana menor de Alexstrasza, la ágil dragona
verde Ysera, con una porción de su influencia sobre la naturaleza. Ysera
cayó en un trance eterno, atada al Sueño de la Creación que posteriormente
tomaria el nombre de “La Soñadora”
Norgannon, titán guardián del conocimiento y mago maestro, cedió al dragón
azul Malygos parte de su vasto poder, convirtiendose en el guardián de la magia
y el arcano oculto.
Khaz’goroth, creador de titanes y forjador del mundo, confirió parte de su
extenso poder al poderoso dragón negro Neltharion, se le otorgó el dominio
de la tierra y los rincones más recónditos del orbe.
Con estos poderes, los Cinco Aspectos tenían la misión de defender al mundo
en ausencia de los titanes. Cuando los dragones ya estaban preparados
para vigilar su creación, los titanes abandonaron Azeroth para siempre.
RAZAS
PRIMITIVAS
DRAGONES
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EL POZO DE LA ETERNIDAD
El mundo de Azeroth era ya un vasto continente rodeado por mares
infinitos. Aquella masa de tierra, conocida como Kalimdor, albergaba
numerosas razas y criaturas dispares, pugnando por sobrevivir entre los
salvajes elementos del mundo naciente. En el centro del continente oscuro
había un lago misterioso de energías incandescentes.
El lago, conocido posteriormente como el Pozo de la Eternidad, fue el
corazón de la magia y de los poderes naturales del mundo: Absorbiendo
la energía de la Gran Oscuridad infinita del más allá, el Pozo actuaba
como fuente mística, lanzando sus poderosos flujos por todo el espacio,
diseminando la vida en todas sus formas, variadas y sorprendentes.
A través del tiempo, una tribu primitiva de humanoides nocturnos llegó
cautelosamente hasta los confines del fascinante lago encantado.
Los nómadas humanoides ferales, atraídos por las extrañas energías del
Pozo, fabricaron rudimentarias casas junto a sus serenas orillas.
Con el paso del tiempo, el poder cósmico del Pozo afectó a la extraña
tribu, haciéndola fuerte, sabia y prácticamente inmortal. La tribu adoptó el
nombre de kaldorei, que en su lengua significaba “hijos de las estrellas”.
Para celebrar el nacimiento de su sociedad, construyeron magníficas
estructuras y templos en la periferia del lago.
Los kaldorei, o elfos de la noche, tal como se les conoció posteriormente,
adoraban a la diosa de la luna Elune, convencidos de que, durante el día,
dormía en las refulgentes profundidades del Pozo. Los antiguos sacerdotes
y videntes de los elfos de la noche estudiaron el Pozo con insaciable
curiosidad,dedicándoseadesentrañarsusinsondablessecretosypoderes.
A medida que su sociedad prosperó, los elfos de la noche exploraron las
tierras de Kalimdor y descubrieron a sus innumerables moradores.
Las únicas criaturas que les dieron tregua fueron los antiguos y poderosos
dragones. Aunque las enormes bestias serpenteantes solían recluirse,
ayudaban en gran medida a proteger las tierras conocidas de potenciales
enemigos. Los elfos de la noche creían que los dragones se consideraban
los protectores del mundo y que era mejor dejarlos solos con sus secretos.
Con el tiempo, la curiosidad de los elfos de la noche les condujo a conocer
y entablar amistad con diversos seres poderosos, entre los cuales estaba
Cenarius, un semidiós de los bosques primigenios. El benévolo Cenarius
simpatizaba con los inquisitivos elfos de la noche y pasaba largas horas
instruyéndolos en el conocimiento del mundo natural. Los serenos kaldorei
desarrollaron una fuerte empatía por los bosques vivientes de Kalimdor y
se deleitaban en el armonioso equilibrio de la naturaleza.
Sin embargo, con el paso del tiempo, que parecía eterno, la civilización de
los elfos de la noche se expandió territorial y culturalmente.
Sus templos, caminos y viviendas poblaban la totalidad del continente
oscuro. Azshara, la bella e inteligente reina de los elfos de la noche,
construyó un magnífico e inmenso palacio a la orilla del Pozo, en el que
habitaba su servidumbre selecta, rodeada de fastuosas riquezas.
La selecta servidumbre, llamada Quel’dorei o nobleza, estaba al servicio
de la reina y se consideraba superior al resto de sus hermanos de casta
inferior. Si bien la reina Azshara era amada por todos sus súbditos, la
nobleza era odiada en secreto por las masas envidiosas.
Azshara, que compartía con los sacerdotes la curiosidad por conocer
los secretos del Pozo de la Eternidad, ordenó a la educada nobleza que
desentrañara sus misterios y los difundieran por todas partes.
Los nobles se enfrascaron en su trabajo y estudiaron el Pozo
incansablemente. Con el tiempo, desarrollaron la habilidad de manejar y
controlar las energías cósmicas del Pozo. A medida que sus insensatos
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experimentos avanzaron, los miembros de la nobleza advirtieron que
podían usar sus nuevos poderes para crear o destruir a voluntad.
Los desafortunados nobles se tropezaron con la magia primitiva y habían
resuelto dominarla.
Si bien sabían que, si se manipulaba irresponsablemente, la magia era
inherentemente peligrosa, Azshara y sus nobles empezaron a practicar sus
hechizos con imprudente abandono. Cenarius y muchos de los viejos y
eruditos elfos de la noche advirtieron que jugar con las volátiles artes del
encantamiento solo podría traer la ruina. Pero Azshara y sus seguidores
continuaron extendiendo tenazmente sus incipientes poderes.
A medida que sus poderes crecieron, se produjo un cambio evidente en
Azshara y los nobles. Los altivos y distantes aristócratas se volvieron cada
vez más insensibles y crueles con los demás elfos de la noche. Un oscuro y
perturbador manto envolvió la otrora fascinante belleza de Azshara.
Se distanció de sus súbditos más cercanos y se negó a tratar con nadie
que no fuera sus fieles sacerdotes aristócratas.
Un joven y audaz estudiante llamado Furion Tempestira, que había dedicado
gran parte del tiempo al estudio de los efectos del Pozo, empezó a sospechar
que un terrible poder estaba corrompiendo a los nobles y a su amada reina.
Si bien consideraba inconcebible el mal que los acechaba, sabía que las vidas
de los elfos de la noche pronto cambiarían para siempre...
DESTRUCCIÓN
CAPITULO 3
LA GUERRA DE LOS ANCESTROS
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MUERTE EN LA NUEVA VIDA
El uso inconciente de la magia de
los Altonato envió energias desde el
Pozo de la Eternidad hasta la Gran
Oscuridad del universo. Las ondas de
energía fueron captadas por terribles
seres de otros mundos. Sargeras,
el enemigo de la vida y destructor
de Mundos, percibió las poderosas
ondas y se sintió atraído por su
alejado punto de origen.
Al descubrir este nuevo mundo llamado
Azeroth y las energías ilimitadas del
Pozo de la Eternidad, Sargeras esintió un apetito infinito.
El gran dios oscuro del Vacío decidió destruir este mundo y reclamar las
energías del pozo como propias.
Sargeras reunió a su Legión y emprendió viaje hacia el nuevo mundo
de Azeroth. La Legión estaba formada por un millón de demonios que
gruñian, todos venian de los lugares más lejanos del universo, hambrientos
de conquista. Los tenientes de Sargeras, Archimonde el Rapiñador y
Mannoroth el Destructor, prepararon a sus infernales para el ataque.
La reina Azshara, sumergida en el terrible vicio de la magia, fue víctima del
poder de Sargeras y aceptó a concederle la entrada en el nuevo mundo.
Sus siervos Altonato también se rindieron ante la corrupción de la magia y
adoraron a Sargeras como a su dios. Para demostrar su lealtad a la Legión,
los Altonato ayudaron a su reina Azshara para abrir un enorme portal en
del Pozo de la Eternidad.
Unavezrealizadostodolonecesarios,Sargerascomenzólaterribleinvasión
de Azeroth. Los demonios guerreros de la Legión Ardiente invadieron el
planeta a través del Pozo de la Eternidad y sitiaron las ciudades dormidas
de los elfos de la noche. Dirigidos por Archimonde y Mannoroth, la Legión
se extendió sobre las tierras de Kalimdor, dejando a su paso cenizas,
muerte, destrucción y dolor.
Los brujos invocaron malignos demonios infernales que cayeron como
mortíferos meteoros sobre las cimas de los templos de Kalimdor. Una
banda de matones sanguinarios conocidos como Guardias apocalípticos
destruyeron los campos de Kalimdor, asesinando a todo el que se cruzaba
RAZAS
ACTUALES
ORCOS/
ENANOS
17. 32 33
en su camino. Manadas de canes saquearon el campo sin encontrar
resistencia. Sin embargo, los guerreros kaldorei defendieron su antigua
tierra natal, pero poco a poco se vieron obligados a ceder terreno ante el
ataque constante de la Legión Ardiente.
Malfurion Tempestira decidió buscar ayuda para su gente.
Tempestira, cuyo propio hermano Illidan practicaba la magia de los
Altonato, estaba indignado por la creciente corrupción entre estos nobles.
Convenciendo a Illidan de que abandonara su obsesión, Malfurion buscó a
Cenarius y reunió fuerzas para iniciar la resistencia.
La joven sacerdotisa Tyrande accedió a acompañar a los hermanos
en nombre de Elune. Aunque Malfurion e Illidan amaban por igual a la
idealista sacerdotisa, el corazón de Tyrande pertenecía solo a Malfurion.
Illidan sentía celos por el romance de su hermano con Tyrande, pero sabía
que su mal de amores no era nada comparado con el dolor que le causaba
la adicción a la magia del Pozo.
Illidan, que sentía cada vez más dependencia de las poderosas energías de
la magia, combatió para controlar su deseo de volver a vaciar las energías
del Pozo. No obstante, con el apoyo de Tyrande, pudo dominarse y ayudó a
su hermano a encontrar al solitario semidiós Cenarius.
Cenarius, que vivía en los Claros de Luna sagrados del distante Monte
Hyjal, accedió a ayudar a los elfos de la noche, encontrando a los
antiguos dragones y enviándolos como ayuda. Los dragones, dirigidos
por Alexstrasza, ordenaron a sus poderosos dragones enfrentarse a los
demonios y a sus maestros.
Cenarius, invocando a los espíritus de los bosques encantados, armó un
ejército de antiguos hombres árbol y los condujeron hacia el combate
contra la Legión en un batalla terrestre. Cuando los aliados de los elfos de
la noche se reunieron en el templo de Azshara y en el Pozo de la Eternidad,
se desató la guerra total. A pesar de la fortaleza de sus nuevos aliados,
Malfurion y sus compañeros se dieron cuenta de que la Legión no podía
ser derrotada solo mediante el poder militar.
CuandolagranbatallatuvolugarentornoalacapitaldeAzshara,lareinayaestaba
esperando la llegada de Sargeras. El señor de la Legión estaba preparándose
paraatravesarelPozodelaEternidadyentrarenaquelplanetaenguerra.Cuando
susombraseacercóalasuperficiedelPozo,Azsharareunióasusmáspoderosos
seguidores Altonato. La unión de sus poderes mágicos en un solo hechizo fue
lo único capaz de crear una entrada lo suficientemente grande para permitir la
entrada a Sargeras.
RAZAS
ACTUALES
OGROS/
UNDEADS
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Cuando la batalla llenaba los campos en llamas de Kalimdor, se produjo un algo
increible. Los detalles se han perdido en el tiempo, pero se sabe que Neltharion, el
Dragón Aspecto de la Tierra, enloqueció en un combate contra la Legión Ardiente.
Empezó a desmoronarse al tiempo que las llamas y la ira brotaban de su oscura
y dura piel. Adoptando el nombre de “Alamuerte”, el dragón ardiente deliró, se
volvió en contra de sus hermanos y expulsó a las cinco bandadas de dragones
del campo de batalla.
La repentina traición de Alamuerte fue tan destructiva, que las cinco bandadas
de dragones jamás se recuperaron. Herida y conmocionada, Alexstrasza y otros
dragones se vieron obligados a abandonar a sus aliados mortales. Malfurion
y sus compañeros, ahora terriblemente diezmados, apenas sobrevivieron a la
matanza que venía a continuación.
Malfurion, completamente convencido de que el Pozo de la Eternidad era el
“cordón umbilical” de los demonios con el mundo de Azeroth, insistió en que
debía ser destruido. Sus compañeros, que sabían que el Pozo era la fuente
de su inmortalidad y sus poderes, estaban aterrorizados ello. No obstante,
Tyrande comprendió la sabia teoría de Malfurion y convenció a Cenarius y a
sus compañeros a que atacaran el templo de Azshara y encontraran la manera
de cerrar el Pozo para el bien de todos.
Estando conciente que la destrucción del Pozo le impediría volver a usar la
magia, Illidan, abandonó al grupo y se dirigió a avisar a los altonatos del plan
de Malfurion. Por culpa a la locura en la que había caído por su adicción, Illidan
no sintió remordimiento por traicionar a su hermano y unirse a Azshara. Illidan
había jurado, proteger el poder del Pozo fuese el precio que fuese. Devastado
por la ida de su hermano, Malfurion llevó a sus compañeros al centro del
templo de Azshara. Pero cuando asaltaron la sala principal, descubrieron a los
altonatos en la mitad de su invocación.
El hechizo creaba un vórtice inestable de poder dentro de las profundidades del
Pozo. Mientras la sombra de Sargeras se acercaba más y más a la superficie,
Malfurion y sus aliados se apresuraron a atacar. Azshara, al haber sido avisada
por Illidan, estaba ya preparada para su llegada. Casi todos los seguidores
de Malfurion cayeron ante el poder de la reina. Tyrande, intentando atacar a
Azshara por detrás, fue cogida desprevenida por los guardias altonatos de la
reina. Aunque los eliminó, sufrió graves heridas a sus manos.
Una vez que Malfurion vio caer a su amada, entró en una rabia asesina y se
decidió a acabar con la vida de Azshara. Mientras la batalla rugía tanto dentro
como fuera del templo, Illidan apareció de entre las sombras cerca de las
orillas del Pozo. Creando una serie de viales, Illidan se arrodilló y llenó cada
uno con las brillantes aguas del Pozo.
Seguro de que los demonios acabarian a los elfos de la noche, Illidan planeaba
robar las aguas sagradas y quedarse sus energías solo para él. La batalla entre
RAZAS
ACTUALES
NAGAS/
GOBLINS
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GLOSARIO
Altonato (Quel’dorei): Fueron la clase más alta de la primigenia
sociedad de los elfos nocturnos.
Azeroth: Es el nombre del planeta donde la mayoría de la serie
de Warcraft está basado.
Blizzard: Es una empresa desarrolladora y distribuidora de
videojuegos estadounidense.
Colossal: De gran tamaño, gigantesco.
Cosmos: Universo.
Eón (eones):En el uso habitual, un eón es un período de tiempo
indefinido e incomputable.
Elementales: Los elementales son potentes y volátiles espíritus
elementales de puro energías elementales y una vez fueron los
esbirros de los dioses antiguos (algunos aún lo son).
Nathrezim:Son demonios inteligentes que fueron descubiertos y
reclutados a los rangos de la Legión Ardiente, al mando del titán
oscuro Sargeras.
Panteón:Conjunto de todos los dioses de una religión o mitología
politeísta particular
Pugnar: Pelear, luchar, contender.
Kalimdor: Es el continente occidental del planeta Azeroth.
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CREDITOS IMAGENES
“ropa-to” usuario de Deviant
ropa-to.deviantart.com
Imagenes de las paginas: 3, 13, 14, 21, 22
“SamWise” Dibujante conceptual de Blizzard:
Imagenes de las paginas: 15, 23, 29, 31, 33