3. Receta segura
Estudia poco o nada, y la carrera
acaba de abogado en estudiante,
vete, imberbe, a Madrid, y, petulante,
charla sin dique, estafa sin barrera.
Escribe en un periódico cualquiera;
de opiniones extremas sé el Atlante
y ensaya tu elocuencia relevante
en el café o en junta patriotera.
Primero concejal, y diputado
procura luego ser, que se consigue
tocando con destreza un buen registro;
no tengas fe ninguna, y ponte al lado
que esperanza mejor de éxito abrigue,
y pronto te verás primer ministro.
4.
5. Rima I
Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de ese himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirle, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar, que no hay cifra
capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh,
hermosa!,
si, teniendo en mis manos las tuyas,
pudiera, al oído, cantártelo a solas.
6.
7. EN LA FRONTERA
-¿ Estamos ya en la frontera ?
-El tiro de este relevo Dios me llevó mis pesares
es ya español.-¡Pues afuera! a llorar a tierra extraña;
-¿Qué va usté a hacer ? -La primera ya a través de tierra y mares
canción que a mi patria debo. mis lágrimas traigo a España
¡España !...¡te vuelvo a ver! convertidas en cantares.
Dios tan lejos me hizo ir,
que temí nunca volver. España de mis amores,
Si hoy no me mata el placer si aun mis cantares ansías,
no debo nunca morir. no quiero que por mi llores:
¡Dame tu tierra a besar; para ti tornaré en flores
y puesto en ella de hinojos, todas las lágrimas mías.
déjame dejar de brotar
las lágrimas de mis ojos ¡Dios de España, a quien jamás
y a Dios un momento orar! olvidé por donde fui,
aquí es en donde tú estás:
Deja que a pleno pulmón aquí es en donde te das
aspire voraz tu ambiente, a ver y adorar de mí!
aunque en tal aspiración
dilatádose reviente ¡Dios, que sabes con qué fe
de placer mi corazón diez años hora por hora
¡España del alma mia! la de mi vuelta esperé,
Sin orar a Dios por ti no me abandones ahora
No he pasado un solo día: que pongo en España el pie!
¿ quién sabe si todavía
te acordarás tú de mí?
8.
9. Cenicientas las aguas, los desnudos
árboles y los montes cenicientos;
parda la bruma que los vela y pardas
las nubes que atraviesan por el cielo;
triste, en la tierra, el color gris domina,
¡el color de los viejos!
De cuando en cuando de la lluvia el sordo
rumor suena, y el viento
al pasar por el bosque Yo desde mi ventana,
silba o finge lamentos que azotan los airados elementos,
tan extraños, tan hondos y dolientes regocijada y pensativa escucho
que parece que llaman por los muertos. el discorde concierto
simpático a mi alma...
Seguido del mastín, que helado tiembla, ¡Oh, mi amigo el invierno!,
el labrador, envuelto mil y mil veces bien venido seas,
en su capa de juncos, cruza el monte; mi sombrío y adusto compañero.
el campo está desierto, ¿No eres acaso el precursor
y tan sólo en los charcos que negrean dichoso
del ancho prado entre el verdor intenso del tibio mayo y del abril risueño?
posa el vuelo la blanca gaviota,
mientras graznan los cuervos. ¡Ah, si el invierno triste de la vida,
como tú de las flores y los céfiros,
también precursor fuera de la
hermosa
y eterna primavera de mis
sueños...!