1. José Guadalupe Posada
Aguascalientes es la cuna del grabador mexicano José Guadalupe Posada, quien nació el 2 de
febrero de 1852. En aquellos años, el país sufría las convulsiones de las luchas por el poder,
producto de la guerra de Reforma, José Guadalupe se reveló pronto como un extraordinario
dibujante, muchas veces contrario a las reglas de la pintura académica mexicana, vigente hasta los
primeros años del siglo XX. Sin embargo, sus mejores habilidades estaban en el grabado y sobre
todo, en una nueva técnica más burda y vigorosa: la litografía.
Sus primeros trabajos realizados en talleres e imprentas pequeñas,
le brindan la posibilidad de desarrollar su destreza artística como
dibujante, grabador y litógrafo; por esos tiempos, realizó algunas
ilustraciones satíricas que aparecieron en la revista "El Jocote". En
1872 realizó litografías y grabados en madera que ilustraban
cajetillas de cerillos, documentos y libros.
Realizó ilustraciones y caricatura política en varias imprentas y
algunos periódicos, como el "Argos", "La Patria", "El Ahuizote" y "El Hijo del Ahuizote", para
quienes había un enemigo en común y de quien todos eran opositores: el gobierno del presidente
Porfirio Díaz.
La muestra de la obra artística de Posada permite apreciar el gran ingenio y la creatividad
plasmada en sus diferentes estilos; son de admirar las composiciones llenas de movimiento, la
intención de las líneas del grabado, la fuerza con que confiere el gesto a los personajes y escenas
que reproduce. El trazo era según el mensaje que deseaba transmitir; pudiendo ser difuminado,
suave y armonioso, sobre todo en escenas cotidianas y anuncios, o bien, duro y grueso usando
líneas encontradas, que transmiten la tensión del asunto violento y de la denuncia.
Los personajes representados en sus pinturas y grabados se muestran mezquinos, cobardes,
dignos o cómicos, según sea el caso. Es una experiencia adentrarse a las obras de Posada, ya
que inevitablemente provocan la risa, la curiosidad, el horror y la indignación, ya que reproducen
las características de una sociedad en crisis. Tomó como símbolos populares los animales
ponzoñosos, culebras y serpientes,
esqueletos, el fuego, el rayo, la
sangre, en fin.
Las críticas imágenes, evidencia de
la desigualdad e injusticia social
existente en la sociedad porfiriana,
cuestionaban su moralidad y su
culto por la modernidad. Describió
con originalidad el espíritu del
pueblo mexicano desde los asuntos
políticos, la vida cotidiana, su terror
por el fin de siglo y por el fin del
mundo, además de los desastres
naturales, las creencias religiosas y
la magia.
Por su estilo y temática empleados, José Guadalupe Posada, es considerado un artista "popular",
proveniente del pueblo, que nutrió su obra del imaginario popular mexicano y a quien se dirigió
como público.
2. Posada es un maestro del Arte Mexicano, a pesar de haber sido rechazado en su época por
algunos artistas de la Academia.
Ilustró corridos, historias de crímenes y pasiones, de aparecidos y milagros. Retrató y caricaturizó a
todo tipo de personajes: revolucionarios, políticos, fusilados, borrachos, peladitos, bandoleros,
catrines, damas elegantes, charros, toreros y obreros. Además ilustró las famosas "calaveras"
(versos con alusión a la muerte que se ilustraban con esqueletos vivos personificados) género que
Posada desarrolló de manera extraordinaria. Revistió al esqueleto en la calavera: esencia de los
pesares y alegrías del pueblo.
"La muerte, -decía Posada-, es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre,
toda la gente acaba siendo calavera".
Las calaveras de Posada son en la mayoría de los casos
asociadas con el Día de los Muertos, ya que interpretó la vida y
las actitudes sociales del pueblo mexicano, representados en
sus grabados con calaveras vestidas de gala, calaveras en
fiesta de barrios, en calles citadinas, en las casas de los ricos.
Dibujó calaveras montadas a caballos, en bicicletas, con las que
señalaba las lacras, la miseria y los errores políticos del país.
Es el caso original de "La Catrina", grabado que representa una
burla a la clase alta del Porfiriato.
No cabe duda de que la obra de Posada influyó en artistas posteriores como José Clemente
Orozco, Diego Rivera, Francisco Díaz de León, Leopoldo Méndez, entre otros. Por lo anterior es
considerado precursor del movimiento nacionalista en las Artes Plásticas, su obra continúa
presente en la cultura popular de México y del mundo.
Sus obras las conservan, entre otras instituciones, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Museo
José Guadalupe Posada en Aguascalientes, además de colecciones particulares.