Daño reversible: subletal, permite el restablecimiento de la célula.La acción de una noxa sobre una célula puede producir una alteración celular o daño que puede ser compensado y provocar cambios estructurales transitorios, todas los cuales regresan una vez que cesa la acción de la noxa. 2.- Daño irreversible: causa la muerte celular.Si los mecanismos de adaptación son superados, entonces hay lesiones celulares y subcelulares permanentes,irrecuperables y letales para la célula.
3. DAÑO CELULAR
Noxa
Alteración o daño celular
Cuanto más grave es el daño
celular tanto mayor es la
probabilidad -sin llegar a la
certeza- de que la célula no
se recupere.
Daño celular subletal o reversible:
Compensado, provoca cambios
estructurales transitorios
Daño celular letal o
irreversible: Mecanismos de
adaptación son superados, lesiones
celulares y subcelulares
permanentes, irrecuperables y
letales para la célula
4. DAÑO CELULAR
No hay un marcador funcional ni morfológico que permita predecir el paso de la primera
fase a la segunda (punto sin retorno).
Las reacciones de la célula a una noxa dependen del tipo de noxa, su duración e intensidad.
El tipo, estado y adaptabilidad de la célula afectada también determinan las consecuencias
del daño. El estado nutritivo y hormonal así como las necesidades metabólicas son
importantes en respuesta al daño.
5. Daño celular
Agudo: acción muy corta
de un agente nocivo
Crónico: persistencia de
la acción
•adapta a la situación patológica
•Muerte celular
Adaptación
celular
Atrofia - hipertrofia
Metaplasia displasia,
acumulación intracelular
de diversas sustancias
7. DAÑO CELULAR REVERSIBLE
Se produce frecuentemente en el
citoplasma y se acompañan de un
trastorno del metabolismo celular.
Aparición anormal de substancias
químicas en el citoplasma (En el pasado)
• Infiltración: Penetración de una substancia desde
el exterior de la célula
• Degeneración: Transformación química del
propio citoplasma.
• Estos términos no debieran usarse por la
imposibilidad de distinguir estos mecanismos.
8. DAÑO CELULAR REVERSIBLE
Con fines didácticos
podrían clasificarse las
alteraciones asociadas a
daño celular según los
compartimientos u
organelos donde ellas
ocurren, pero la mayoría de
las veces hay participación
Fuera de este criterio
ultraestructural, se atiende
a la naturaleza química
cuando se trata de
sustancias de aparición
anormal dentro de la
célula.
Las alteraciones
morfológicas asociadas al
daño celular reversible
comprenden:
Tumefacción celular o
tumefacción turbia
Alteración hidrópica o
10. ACUMULACIÓN DE LÍPIDOS
Clasificación de lípidos
• Neutros
• que forman en el agua gotas de grasa y pueden ser transportados en medios
acuosos al agregárseles proteínas,
• Poares
• poseen en su molécula una parte hidrofílica y otra hidrofóbica y forman así en el
agua una doble capa con superficies hidrofílicas e interior hidrofóbico.
Los triglicéridos acumulados en el citoplasma aparecen como
espacios circulares ópticamente vacíos
• pequeñas -menores que el núcleo
• medianas -del tamaño del núcleo o algo mayores
• grandes, que pueden ocupar todo el citoplasma.
11. ACUMULACIÓN DE LÍPIDOS
El colesterol (o colesterina) aislado es extracelular
• se presenta en forma de cristales aciculares, no rara vez rodeados o
englobados por célulares gigantes de reacción a cuerpo extraño.
Los lípidos pueden teñirse. Para ello hay que hacer cortes
en congelación, procedimiento en que los lípidos no son
extraídos de los tejidos
13. ESTEATOSIS
Acumulación anormal de grasa
En forma de triglicéridos en el citoplasma de
células parenquimatosas
Dos tipos de esteatosis
• microvacuolar
• macrovacuolar.
14. PATOGENIA
• se produce por una oferta aumentada de triglicéridosEsteatosis saginativa
• frenación de la utilización de los triglicéridos por falta de oxígeno,Esteatosis retentiva
• consecuencia de una lesión celular, principalmente del condriomaEsteatosis regresiva
15. Formas de Esteatosis Miocárdica
Esteatosis del miocardio
• difusa
• corazón atigrado
17. ALTERACIONES DE LOS LISOSOMAS
Están relacionadas con las enzimas
contenidas en estos organelos.
Una insuficiente actividad lítica de
bacterias fagocitadas por macrófagos
Inflamaciones crónicas de la vía
urinaria, - células de Hansemann
Enfermedades hereditarias -
tesaurismosis
19. ATROFIA
Atrofia es la disminución del tamaño de un órgano por
pérdida de masa protoplasmática. Cabe precisar:
Puede darse en diversos niveles de organización
Ejemplo - atrofia cerebral
20. ATROFIA
Afecta principalmente al
parénquima de los órganos
Se produce lentamente a través
de un proceso de desequilibrio
entre anabolismo y catabolismo
No todas las atrofias son
patológicas: existen ortoatrofias
y patoatrofias.
24. NECROSIS
Muerte celular patológica reconocible por los signos
morfológicos
Citoplasma
• hipereosinofilia y pérdida de la estructura normal
Núcleo
• picnosis, cariolisis o cariorrexis
26. NECROBIOSIS, NECROFANEROSIS Y NECROLISIS
Noxa
Alteraciones morfológicas
funcionales
La célula muere en el
momento en que la
de funciones vitales es
irreversible
27. NECROBIOSIS, NECROFANEROSIS Y NECROLISIS
• Desintegración y disolución de la célula
necrótica
• En ciertas condiciones se acompaña de
infiltración de células polinucleares y
remoción de los detritus celulares por
macrófagos.
Necrolisis
• 6 horas después de la muerte celular
• Puede persistir días, semanas e incluso
meses
• En neuronas necróticas del hombre los
primeros signos de la fase siguiente, la
necrolisis, se observan en el núcleo a
5 días de ocurrida la muerte celular.
Necrofanerosis
• Proceso celular
• Entre el momento en que la célula
muere y el momento en que se
presenta la necrofanerosis.
• Dura 6 a 8 horas.
Necrobiosis
28. GENESIS CAUSAL
Los factores que pueden producir necrosis son de naturaleza tan variada como los
indicados en la etiología general.
Dos son sin embargo los que se han usado más frecuentemente para comprender la
patogenia de la necrosis: la hipoxia por isquemia y ciertos factores tóxicos como las
radiaciones ionizantes.
29. NECROSIS POR HIPOXIA
mitocondrias,
se frena la oxidación
fosforilativa
Disminuye así la
producción de ATP.
glicolisis (anaeróbica) y
detención de los procesos
activos que requieren ATP.
31. FORMAS DE NECROSIS
• Necrosis de
• Necrosis de colicuación.
Dos
formas
principales
32. NECROSIS DE COAGULACIÓN
• aparece tumefacta, amarillenta; en los infartos, carece de la
estructura normal.
• Si la necrosis es extensa, aunque no corresponda a un
infarto, puede haber destrucción de la trama fibrilar, como
sucede en las necrosis masivas del hígado.
• El proceso necrolítico se desarrolla lentamente; si la
es extensa, se produce un proceso reparativo que deja una
cicatriz. Si es pequeña y afecta sólo el parénquima, se
colapsa la trama fribilar
Zona necrótica,
34. GANGRENA
No es una forma especial de necrosis
Es una forma particular de evolución de una necrosis
Está condicionada por ciertos gérmenes.
• isquémica
• infecciosa.
Patogenéticamente hay dos formas
35. GANGRENA ISQUÉMICA
Se produce en la piel y tejidos blandos subyacentes
Extremidades - obstrucción arterioesclerótica.
La necrosis se produce por la isquemia y sobre el tejido necrótico
actúan secundariamente los gérmenes saprófitos de la piel.
Según cuáles sean las condiciones del tejido comprometido, se
produce una gangrena isquémica seca o húmeda.
36. GANGRENA ISQUÉMICA
Gangrena seca
• La evaporación del agua produce
rápidamente una desecación de la piel
comprometida
Gangrena húmeda
• Especialmente cuando hay edema o la piel
está húmeda, los gérmenes penetran en los
tejidos subyacentes, donde proliferan y dan
origen a un estado tóxico
37. GANGRENA INFECCIOSA
Producidas por gérmenes
anaeróbicos que actúan
sobre tejidos ya
desvitalizados generalmente
por una inflamación.
Es altamente tóxica, se la encuentra
como complicación de
bronconeumonías o pneumonías,
apendicitis, colecistitis, metritis y otras
inflamaciones
38. NECROSIS ORGÁNICAS FRECUENTES
Miocardio
• infartos y las necrosis electivas
parenquimatosas por hipoxia.
Encéfalo
• infartos y a necrosis electivas
parenquimatosas por hipoxia.
Hígado
• Los infartos son muy raros. Se distinguen la
necrosis masiva, las necrosis focales y las
zonales.
Riñón
• infartos, necrosis electiva del epitelio de los
túbulos renales, necrosis papilar, y en la
necrosis cortical
40. APOPTOSIS
Forma de muerte celular
Hipereosinofilia y retracción
citoplasmáticas con fragmentación
nuclear (cariorrexis)
Desencadenada por señales celulares
controladas genéticamente.
Estas señales pueden originarse en la
célula misma o de la interacción con
otras células.
En la apoptosis las alteraciones
nucleares representan los cambios más
significativos e importantes de la célula
muerta y los organelos permanecen
inalterados incluso hasta la fase en que
aparecen los cuerpos apoptóticos.
41. Las células apoptóticas se observan como células pequeñas,
hipereosinófilas, de citoplasma redondeado u oval con o sin
material nuclear basófilo.
El citoplasma en fases más avanzadas aparece fragmentado.
La fagocitosis de los cuerpos apoptóticos no induce a los
macrófagos para que estimulen una respuesta inflamatoria.
42. APOPTOSIS
Hay ciertas enfermedades asociadas a aumento o disminución de apoptosis
Tabla 1.
ENFERMEDADES ASOCIADAS A INHIBICION DE
APOPTOSIS
(aumento de la proliferación).
1. Cancer
linfoma no Hodgkin folicular (bcl2 +)
carcinoma (p53 +)
tumores hormono-dependientes
carcinoma de mama
carcinoma de próstata
carcinoma de ovario
2. Enfermedades Autoinmunitarias
Lupus eritematoso sistémico
Glomerulonefritis autoinmunitaria
3. Infecciones Virales
virus herpes
poxvirus
adenovirus (E1B)
Tabla 2.
ENFERMEDADES ASOCIADAS A AUMENTO DE APOPTOSIS
(disminución de proliferación = aumento de muerte
1. Sida
2. Enfermedades Neurodegenerativas
Enf. de Alzheimer
Enf. de Parkinson
Esclerosis lateral amiotrófica
Retinitis pigmentosa
Degeneración cerebelosa
3. Sindrome Mielosdisplásticos
Anemia Aplástica
4. Daño Isquemico
Infarto del miocardio
Apoplejia
Da�o por reperfusi�n
5. Daño Hepatico por Alcohol
Hinweis der Redaktion
NOXA: Se le denomina Noxa a todo lo que a partir de ingresar al cuerpo humano genera un perjuicio ya sea biológico, social o psicológico.
Desde este punto de vista, el proceso que se desarrolla hasta la necrosis celular se manifiesta bajo el microscopio de luz en alteraciones que, aunque en algún momento indiquen daño celular grave, en principio son reversibles y por lo tanto no permiten predecir con certeza que sobrevendrá la fase irreversible.
Las alteraciones morfológicas del daño celular son aparentes sólo después que un sistema bioquímico crítico se ha alterado. En general, las manifestaciones del daño irreversible toman más tiempo en desarrollarse que las del daño reversible.
Por ejemplo, pequeñas dosis de una toxina o isquemia de corta duración pueden producir un daño reversible, en tanto dosis más grandes o una isquemia más prolongada pueden resultar en muerte celular o en daño irreversible que lleva a la muerte celular.
El daño agudo puede ocasionar, por ejemplo, para el caso de la isquemia, necrosis celular, pero cuando la isquemia es relativa y crónica, se produce atrofia.
Los agentes causantes de daño celular pueden corresponder, según su naturaleza, a cualquiera de los tratados en el capítulo 1, en la sección sobre etiología general. Las células y sustancia intercelular se afectan en diverso grado, desde leves perturbaciones del metabolismo celular, hasta la muerte celular con cese definitivo del proceso metabólico.
En la evolución del daño celular, la alteración de la función celular puede ser importante, pero persisten en todo caso siempre las funciones vitales como respiración y conservación de la permeabilidad selectiva de las membranas.
Constituyen una Degeneración significaba, además y en particular, la aparición de una substancia por transformación de material celular. gran parte de la patología celular.
La idea de degeneración en este sentido puede sustentarse hoy en la degeneración Walleriana en relación con las vainas de mielina y en la degeneración mixoide de la matriz extracelular. En la primera, en la fase sudanofílica aparecen triglicéridos que no son componentes de la mielina y que no se explican por la penetración desde el exterior sino por transformación de la mielina. En el segundo, los mucopolisacáridos ácidos que se acumulan en la matriz extracelular tampoco proceden del exterior, sino que se ponen de manifiesto al perder su unión con proteínas. En la práctica, sin embargo, es muy difícil saber por la sola observación de una lesión, su patogenia y la causa precisa que la ocasionó.
Este análisis de la célula enferma ha permitido identificar directamente alteraciones relacionadas con el metabolismo del agua, proteínas, lípidos, hidratos de carbono y pigmentos. Esto puede realizarse hoy día en forma bastante simple con cualquier microscopio de luz y con técnica histológica e histoquímica muy elemental. En cambio, el uso de nuevos métodos en histopatología, como el microscopio electrónico de transmisión y de barrido, procedimientos inmunohistoquímicos, etcétera, han permitido reconocer en la ultraestructura celular, alteraciones que podríamos clasificar mejor de acuerdo con los organelos o compartimientos predominantemente comprometidos.
En las preparaciones corrientes los triglicéridos acumulados en el citoplasma aparecen como espacios circulares ópticamente vacíos correspondientes a las gotas de grasa extraída en el proceso de inclusión del tejido.
Gráfico: Corte histológico de un hígado con cambio graso. Observe las vacuolas antes mencionadas.
Vacuolas grandes: En este caso los núcleos se hallan rechazados y comprimidos. Los ésteres del colesterol y los lípidos polares, exceptuando los cerebrósidos, dan al citoplasma un aspecto espumoso.
Los cerebrósidos son glucolípidos o glucoesfingolípidos, importantes componentes de la membrana celular delmúsculo y nerviosa, moléculas del sistema nervioso central y periférico, que forman parte de la vaina de mielinade los nervios.
Los lípidos pueden teñirse. Para ello hay que hacer cortes en congelación, procedimiento en que los lípidos no son extraídos de los tejidos y, por otra parte, se usa un colorante liposoluble. Los más corrientes son el Sudán IV y el Rojo Escarlata. Los ésteres del colesterol se distinguen del resto de los lípidos porque con luz polarizada producen las llamadas Cruces de Malta.
Grafico: Esteatosis hepática. Los hepatocitos tienen una gran vacuola grasa que desplaza el núcleo
En la primera se trata habitualmente de un daño celular agudo, en el que la células aparecen al microscopio de luz con múltiples vacuolas pequeñas intracitoplasmáticas sin desplazamiento del núcleo y que son positivas con tinciones para grasas; en la segunda, que traduce un daño crónico, el citoplasma está ocupado por una sola gran vacuola, que desplaza y rechaza el citoplasma y el núcleo hacia la periferia (figura 2.4).
La presencia de triglicéridos en forma de gotas citoplasmáticas visibles al microscopio es, en general, un hecho patológico, salvo en escasa cuantía y de modo transitorio en el epitelio hepático y enteral después de una comida. La aparición de gotas de grasa en la célula puede entenderse como expresión de un desequilibrio entre la oferta y utilización. Los triglicéridos se utilizan en el organismo como material energético y de estructura, para lo cual se requiere previa fosforilación. Además, se necesita oxígeno para la utilización como material energético. En la fosforilación intervienen los factores lipotrópicos, entre ellos los amino-ácidos colina y metionina.
La infiltración grasosa no debe confundirse con la lipomatosis: aumento local de tejido adiposo. La lipomatosis más frecuente se presenta como tejido de reemplazo en órganos atróficos, como ganglios linfáticos. En otros casos, como en el corazón (lipomatosis cordis) no hay una explicación clara.
Pueden distinguirse tres mecanismos de esteatosis, estudiados principalmente en el hígado.
Tanto en la esteatosis saginativa como en la retentiva, la célula conserva su estructura y actividad metabólica normal. La infiltración grasosa se produce en una célula que no muestra un daño previo.
Esteatosis regresiva; como sucede en la diversas intoxicaciones (cloroformo, tetracloruro de carbono, fósforo, toxinas bacterianas y otras). En este caso la lesión celular impide que la célula pueda utilizar las grasas.
Ambas son de gotas pequeñas.
La difusa es regresiva, ocurre por acción del alcohol, en la difteria e intoxicaciones.
El corazón atigrado corresponde a una infiltración grasosa zonal retentiva, por hipoxia. Este aspecto se debe a la forma de vascularización: los segmentos arteriales de los pequeños vasos intramiocárdicos se disponen alternando sucesivamente con los venosos. Como la hipoxia es mayor en estos últimos, la infiltración ocurre su alrededor. El aspecto atigrado se nota a través del endocardio especialmente en los músculos papilares.
Se produce en la enfermedad de Whipple: en los macrófagos especialmente de la mucosa yeyunal se observan cuerpos baciliformes PAS positivos, que se encuentran dentro de los lisosomas.
Células de Hansemann: macrófagos con gránulos mineralizados con sales de calcio y hierro. Estos gránulos corresponden a lisosomas que no han eliminado bacterias y en que se han depositado sales minerales. En la mucosa urinaria se forman placas blanquecino amarillentas, blandas: malacoplaquia (malakós, blando; pláks, placa)
Enfermedades hereditarias, poco frecuentes, está caracterizado por deficiencias enzimáticas específicas de los lisosomas. Estos defectos enzimáticos se traducen en la acumulación de la substancia no metabolizada. De ahí que estas enfermedades se llamen enfermedades de almacenamiento o depósito o tesaurismosis (the-saurismo = almacenar, depositar, atesorar). De regla, el almacenamiento se produce dentro de los lisosomas, que se alteran, agrandan y conservan las membranas. Sin embargo, en la enfermedad de von Gierke la acumulación de glucógeno se produce en el citosol.
la células comprometidas se alteran de una manera regular. En las glucogenosis el citoplasma aparece ópticamente vacío en una preparación corriente y la célula parece delimitada por una gruesa membrana a manera de cutícula. Los epitelios, como el hepático, dan el aspecto de tejido vegetal. En las tesaurismosis por almacenamiento de lipoides, el citoplasma de las células comprometidas, en general, ofrece un aspecto espumoso. Pero en la enfermedad de Gaucher, el citoplasma aparece finamente estriado, como cabellera de mujer.
Figura 2.16.Atrofia cerebral: surcos ensanchados, circunvoluciones adelgazadas y dilatación de ventrículos.
A diferencia de la hipoplasia, en que la pequeñez del órgano se debe a una detención del desarrollo sin que el órgano alcance el tamaño normal, en la atrofia se trata de una reducción de tamaño adquirida, es decir, después que el órgano normalmente desarrollado alcanzó el tamaño normal;
La ortoatrofia se ve en las gónadas, útero y trompas después de la vida fértil y en general en diversos órganos dentro de los procesos involutivos de la senectud, así, en el bazo, en el timo, en las arterias y en diversos órganos; el corazón es uno se los pocos órganos que no sufre atrofia senil. La ortoatrofia suele acompañarse de aumento de fibras colágenas, así, en la mucosa tubaria, en el miometrio y en los vasos. En las arterias disminuyen las fibras musculares y elásticas, lo que se aprecia en la aorta en una disminución de la elasticidad.
Figura 2.18.Signos de la necrofanerosis.A la izquierda, célula normal; a la derecha, cariorrexis (arriba), picnosis nuclear (al medio) y cariólisis (abajo). Hipereosinofilia representada por mayor densidad de puntos
La picnosis es la retracción del núcleo con condensación de la cromatina; la cariolisis, la disolución del núcleo; la cariorrexis, la fragmentación del núcleo en trozos con cromatina condensada. Las alteraciones del citoplasma y núcleo son coexistentes. La picnosis, cariolisis y cariorrexis no constituyen etapas de la alteración nuclear; representan, aparentemente, formas distintas de reacción
En esta definición se destacan dos ideas: por una parte, el carácter patológico de la necrosis como la manifestación más grave de enfermedad a nivel celular; por otra, la base morfológica, dada por los signos de la necrofanerosis, en el reconocimiento de la necrosis.
La primera idea excluye de la necrosis toda muerte celular que no sea manifestación de enfermedad, es decir la apoptosis que ocurre en la muerte celular normal en los tejidos lábiles, es decir, en los que están sometidos normalmente a un recambio de células, como los eritrocitos, las células epidérmicas, las células de los epitelios respiratorio y digestivo, etcétera. Se excluye también la muerte celular dentro del proceso de remodelación de órganos en desarrollo. No abarca tampoco la muerte celular que ocurre en el organismo muerto, como fenómeno cadavérico. No comprende, por último, la muerte de células separadas del organismo y producida por la acción de líquidos fijadores, pues dicha muerte no es manifestación de enfermedad.
La segunda idea excluye de la necrosis otras formas de muerte celular patológica o apoptosis asociada a condiciones patológicas, que no se manifiestan en los signos de la necrofanerosis, así por ejemplo, la muerte celular por la que puede producirse una atrofia numérica.
Signos de funciones vitales de la célula son: movimientos celulares (perceptibles con microscopía de contraste de fases), tinción granular del citoplasma con colorantes vitales sin tinción del núcleo, respiración celular (manifestada por consumo de oxígeno) y existencia de un potencial de membrana.
Durante este periodo la célula no muestra alteraciones a la microscopía corriente; con este método de examen la necrobiosis dura 6 a 8 horas. Con el microscopio de fase contrastada pueden verse algunas alteraciones nucleares a las 2 horas de ocurrida la muerte celular y a las 4 horas: núcleo granular y núcleo con halo brillante, respectivamente. Con el microscopio electrónico se encuentran las primeras alteraciones consideradas irreversibles entre 1 y 2 horas después de iniciada una isquemia experimental en el epitelio hepático y tubular renal y de 20 a 60 minutos en las fibras miocárdicas, esto es muy poco antes del momento en que parece ocurrir la muerte celular (60 minutos en los epitelios indicados, 30 minutos en fibras miocárdicas). El concepto de necrobiosis, sin embargo, nació del estudio con microscopía de luz.
La glicolisis lleva a un rápido consumo del glicógeno, acumulación del ácido láctico y descenso del pH, al que se atribuye la condensación de la cromatina nuclear. Los procesos activos que se detienen son tres: bomba de sodio, agregación de los polirribosomas junto a la membrana del retículo endoplasmático y captación de calcio en las mitocondrias. Así, se producen entrada de agua y sodio a la célula y dispersión de los polirribosomas. La célula y las mitocondrias aparecen hinchadas; los gránulos mitocondriales desaparecen; el retículo endoplasmático se halla dilatado; los polirribosomas dispersos. Estas alteraciones son reversibles y se desarrollan en los primeros 15 minutos de hipoxia. Alrededor de los 20 minutos se producen cristolisis y aparecen floculaciones de la matriz de las mitocondrias, que indican aparentemente lesión irreversible de la célula. Estas floculaciones parecen corresponder a proteínas desnaturalizadas. No está aclarado exactamente por qué se produce esta alteración.
Normalmente la concentración de iones de calcio en el líquido extracelular es muy superior a la concentración de ese elemento en el citosol: los valores respectivos son del orden de 10-3 y 10-7M. En condiciones normales, las mitocondrias captan iones de calcio cuando tiende a subir la concentración en el citosol. La concentración dentro de las mitocondrias es del orden de 10-5M. Cuando el descenso de ATP es acentuado, se produce salida de iones de calcio de las mitocondrias al citosol, lo que activa las fosfolipasas y proteasas, que actúan entonces sobre la membrana celular, el citoesqueleto y la membrana de los organelos, y producen rupturas de membranas y filamentos. Las rupturas de la membrana celular indican también daño celular irreversible y permiten gran aflujo de iones de calcio al citosol, la lesión de la membrana mitocondrial hace que el flujo de iones de calcio inunde también las mitocondrias: así se produce la mineralización mitocondrial. La lesión de la membrana lisosomal permite la salida de las enzimas lisosomales, con lo que se produce la autodigestión (autólisis).
La lesión primaria se produce en la membrana celular. Las alteraciones que siguen son similares a las de las últimas fases de la necrosis por hipoxia, fases en que la entrada de iones de calcio al citosol, la activación de las enzimas y las lesiones de las membranas celulares desempeñan el papel principal. Las lesiones mitocondriales se producen tardíamente en comparación con la necrosis por hipoxia. Entre otras noxas que actúan de manera similar a las radiaciones ionizantes, está el tetracloruro de carbono
Los signos que permiten distinguir estas formas son esencialmente macroscópicos y se observan, por lo tanto, cuando la necrosis alcanza dimensiones adecuadas, como los infartos.
Figura 2.21.Aspecto microscópico de la necrosis de coagulación en miocardio. A la derecha, fibras con signos de necrofanerosis: picnosis nuclear, hipereosinofilia del citoplasma, pérdida de la estiración normal
Al microscopio, las células comprometidas presentan los signos típicos de la necrofanerosis (figura 2.21). En general, se reconoce la estructura del órgano por las siluetas de las células y fibras. Se habla de una necrosis estructurada
La necrosis de coagulación tiene dos variantes: la necrosis de caseificación y la necrosis cérea o de Zenker.
Necrosis de caseificación. Ella presenta una superficie de corte homogénea, blanquecino amarillenta, con un aspecto similar al queso (mantecoso). Ocurre con mayor frecuencia en la tuberculosis, en la forma exudativo-caseosa, en la que primero se produce un exudado, que se caseifica junto con el tejido inflamado (figura 2.22)
En la necrosis de caseificación constantemente se necrosan las células y se destruye la trama fribilar; las más resistentes a esta destrucción son las fibras elásticas. Al microscopio el tejido comprometido aparece como una masa eosinófila en la que, en general, las siluetas de las estructuras son confusas; se habla por eso de una "necrosis no estructurada". Los caracteres particulares de la necrosis de caseificación se deben a ciertas substancias grasas, que en el bacilo tuberculoso corresponden a lipopolisacáridos. La caseificación puede producirse también en otras inflamaciones, como en la sífilis y en el carcinoma de células renales, llamado también hipernefroma, que contiene substancias grasas.
Necrosis cérea. Zenker describió esta lesión en los músculos abdominales en la fiebre tifoidea, en la que se presenta especialmente en las porciones inferiores de los músculos rectos. El aspecto macroscópico es similar al de la cera: focos amarillo-verdosos, opacos, homogéneos. La lesión puede verse en la musculatura esquelética en otras enfermedades infecciosas. Al microscopio el sarcoplasma muestra una fuerte hipereosinofilia (figura 2.23). Por extensión se ha descrito una necrosis cérea en el miocardio, donde las fibras comprometidas presentan un aspecto microscópico similar. En ocasiones las masas hipereosinófilas del sarcoplasma no se acompañan de alteraciones del núcleo; en estos casos no se trata de una necrosis; se habla entonces de coagulación del sarcoplasma o degeneración cérea o de Zenker
Estos gérmenes actúan sobre las proteínas, especialmente sobre la hemoglobina, y los productos de descomposición dan la coloración negruzca característica de la gangrena.
Seca: que se transforma en una lámina acartonada, pardo negruzca, seca. El territorio comprometido queda bien demarcado, los gérmenes no penetran en la profundidad, no se produce intoxicación del organismo.
Humeda: ; el territorio comprometido, pardo verduzco, no queda bien delimitado
Esta forma de gangrena se observa en las vísceras, en que el territorio comprometido aparece reblandecido, friable, en forma de colgajos, a veces con burbujas de gas producido por los gérmenes.
Necrosis Electiva Parenquimatosa
Frente a las noxas más comunes, en especial, a la hipoxia, el parénquima de un órgano sufre una necrosis antes que las células del estroma y antes que se produzca una destrucción de la trama fibrilar. Se habla de una necrosis electiva del parénquima, en que se manifiesta la vulnerabilidad selectiva del parénquima. Esta necrosis se da como necrosis celular aislada o de pequeños grupos. La necrosis electiva del parénquima es una lesión frecuente, que las más de las veces se produce por hipoxia o acción tóxica. La hipoxia, con frecuencia, se debe a un shock o a una isquemia.
La apoptosis tiene un significado biológico muy importante, que es opuesto al de la mitosis en la regulación del volumen tisular.
La apoptosis contribuye a dar la forma a los órganos durante la morfogénesis y elimina células inmunológicamente autorreactivas, las células infectadas y las genéticamente dañadas, cuya existencia es potencialmente dañina para el huésped.
La apoptosis no presenta las fases de necrobiosis, necrofanerosis y necrolisis.
En la apoptosis destacan las alteraciones morofológicas del núcleo frente a las del citoplasma, a la inversa de lo que ocurre en la necrosis en general. A diferencia de la apoptosis, la necrosis es una forma de muerte celular que resulta de un proceso pasivo, accidental y que es consecuencia de la destrucción progresiva de la estructura con alteración definitiva de la función normal en un daño irreversible; este daño está desencadenado por cambios ambientales como la isquemia, temperaturas extremas y traumatismos mecánicos.
Figura 2.2.6.Apoptosis. Esquema comparativo con necrosis.Arriba, célula normal. A la izquierda, signos de necrofanerosis; a la derecha, cambios nucleares de la apoptosis con cuerpos apópticos. Nótese la conservación de organelos en apoptosis
La apoptosis se ha conocido con otros nombres: cuerpos de Councilman (hígado), cuerpos cariolíticos (criptas intestinales), cuerpos tingibles (ganglio linfático), cuerpos de Civatte (piel), cuerpos hematoxilínicos (varios)
Al microscopio electrónico, en la fase temprana hay condensación de la cromatina, para formar masas crescénticas uniformemente densas, delimitadas; el nucleólo presenta disposición periférica de la cromatina con formación de gránulos osmiofílicos hacia el centro del núcleo; el núcleo fibrilar proteico forma una masa granular compacta usualmente adosada a la superficie interna de la cromatina condensada. Los desmosomas aparecen desestructurados y estructuras de superficie como microvellosidades están desorganizadas. El volumen celular está disminuido y la densidad celular aumentada, los organelos citoplasmáticos aparecen compactos y la silueta de la célula (citoplasma y núcleo) está convoluta (figura 2.26).
En la fase avanzada el núcleo se observa fragmentado y con condesación de la cromatina.
En el citoplasma hay agregación de filamentos intermedios, formación de grumos de proteínas ribosomales, agrupación concéntrica de retículo endoplásmico rugoso, las células con abundante citoplasma forman prolongaciones muy prominentes.
Finalmente éstas se separan para formar los fragmentos denominados cuerpos apoptóticos. In vivo, estos cuerpos son rápidamente fagocitados por células epiteliales adyacentes, fagocitos mononucleares e incluso células neoplásicas. Esta fagocitosis y degradación rápida pueden explicar la ausencia de inflamación en este fenómeno. Esta secuencia de alteraciones ocurre muy rápidamente: la retracción citoplasmática y la aparición de prolongaciones sucede en minutos y los cuerpos apoptóticos son digeridos en algunas horas.
La fragmentación rápida y regular del ADN es característica. Hay fragmentación inicialmente en trozos de 300 pares de bases y luego de 50 pares de bases con división del ADN internucleosomal de doble hebra. Esto origina fragmentos de 186 pares de bases y múltiplos de ellos (multímeros), lo cual se observa en electroforesis en gel de agarosa como el llamado "patrón en escalera". La fragmentación se produce por activación de endonucleasas dependientes de calcio. Muchos de los cambios celulares se atribuyen a la acción de enzima convertidora de interleuquina 1b y granzima B. La transglutaminasa tisular produce agregados proteicos subplasmalemales, que evitan la liberación de enzimas intracelulares particularmente dañinas.
Los genes que participan en el control de la apoptosis son p53, c-myc y bcl-2.
El aumento de la proteína p53 se asocia a una detención del ciclo celular favoreciendo la reparación de ADN dañado, que de no ser posible termina con la eliminación de la célula. c-myc induce apoptosis y aunque hay expresión aumentada, ésta pareciera no ser esencial para desencadenar por sí sola apoptosis. La expresión de bcl-2 confiere resistencia de las células a la apoptosis y así promueve la sobrevivencia celular y por lo tanto favorece las mutaciones y la transformación neoplásica.
Apoptosis ocurre en desarrollo normal, diferenciación celular terminal, recambio celular normal en tejido adultos, pérdida celular cíclica en tejido maduros, involución, atrofia patológica en tejidos hormono-dependientes y obstrucción mecánica, y regresión de hiperplasia, inmunidad celular, neoplasia, quimioterpia y toxinas. Se ha hablado de muerte celular programada. Esto se debe a que algunas células aparecen como programadas a morir en un cierto momento como parte de la función o desarrollo normal de los tejidos. Por ejemplo, el desarrollo embrionario (delección de órganos transitorios, conformación de órganos como en metamorfosis, fusión de fisuras y surcos como el paladar, etc), recambio celular normal como en epidermis y maduración normal de células como linfocitos en centros germinales de linfonodos