2. La Biblia no es un libro, sino una biblioteca.
Pero es más que una colección de libros.
Es el testimonio de una única experiencia histórica de un
pueblo.
El pueblo de Israel se distingue por su sentido de la historia.
La memoria mantiene viva y cohesionada a la comunidad.
La Biblia recoge la experiencia de la acción de Dios en un
pueblo y su relación con él.
La historia humana es un escenario de la revelación del Dios
que actúa.
3. Podemos considerar la Biblia como «la Biblioteca Nacional
de Israel».
Muchos pueblos antiguos poseían bibliotecas. Son famosas
la de Alejandría y la de Khorsabad, entre otras.
Israel quiso demostrar que poseía una cultura sólida y
afianzada, como las otras civilizaciones de la antigüedad.
Esta «biblioteca» se formó en la restauración tras el exilio,
bajo el imperio persa, promovida por Esdras y Nehemías.
Recoge libros y tradiciones muy anteriores, en especial el
Libro de la Ley de Moisés.
4. Los israelitas formaban una comunidad pequeña y poco
importante en la historia de la antigüedad en el Creciente
Fértil. Se establecieron en la tierra llamada Canaán.
Hacia el año 1000 a.C. fundaron una pequeña monarquía de
la que fueron tributarios otros pueblos.
En el 922 a.C. el reino se divide: Israel al norte y Judá al sur.
En el 722 a.C. Israel cae bajo el imperio asirio.
En el 586 a.C. Judá es conquistada por el imperio babilónico
y su población llevada al exilio. La capital, Jerusalén, es
destruida.
5. En el 583 a.C. Ciro de Persia conquista Babilonia y permite
el regreso de los exiliados a la patria.
Entre el 450 – 400 a.C. se reconstruye Jerusalén bajo Esdras
y Nehemías.
333 a.C. Conquista de Alejandro Magno. Palestina pasa a
formar parte del imperio helenístico.
A la muerte de Alejandro se divide el reino entre los
Ptolomeos y los Seléucidas, que luchan entre sí.
188 a.C. Revuelta de los Macabeos ante la presión
helenista.
63 a.C.: Conquista romana.
6. Cualquier pueblo, conquistado y sin sede, desaparece y es
asimilado por sus conquistadores: se da un mestizaje.
Pero Israel conservó su identidad y su memoria.
Desarrolló una cultura que pervive hasta hoy y que ha
marcado toda la civilización occidental
Es el origen de las tres grandes religiones monoteístas.
¿Por qué?
Israel tenía una idea nueva que rompió con el
pensamiento de los pueblos vecinos.
7. En las civilizaciones antiguas, la religión se basaba en:
La creencia en la divinidad de la naturaleza.
El politeísmo: los dioses encarnan las fuerzas naturales o
las pasiones humanas.
Ningún dios es todopoderoso, todos están sujetos a una
fuerza superior.
Se puede acceder o manipular el plano sobrenatural
mediante rituales y magia.
8. En Israel surgió una creencia diferente:
Existe un único Dios.
Dios es trascendente, está por encima de la naturaleza.
Dios actúa en la historia y se relaciona con el hombre.
No hay lugar para la magia: el poder está en manos de
Dios y todo prodigio es manifestación de su fuerza.
9. La idea de un Dios trascendente, dueño de la historia,
permitió a los israelitas interpretar los acontecimientos de
su pueblo: las catástrofes y el exilio, y sobrevivir a las
vicisitudes.
Interpretaron la destrucción de su capital y el exilio de sus
habitantes, no como una derrota de su Dios o como un
rechazo de éste hacia su pueblo, sino como una parte
necesaria del plan de Dios para Israel.
Israel tiene futuro: se fundamenta en una alianza sólida e
incondicional, la promesa irrevocable de fidelidad de Dios.
10. Los israelitas nos han dejado el testimonio de su revolución
religiosa y cultural en los escritos que conocemos como la
Biblia Hebrea, expresión de la vida religiosa y el
pensamiento del antiguo Israel y documento fundacional de
la civilización occidental.
La concepción tan radicalmente nueva de lo divino que
encontramos en la Biblia, su descripción del ser humano
como sujeto moral, su vibrante saga de la nación de Israel,
su historia, todo esto ha llevado a generaciones de lectores
a preguntarse por su significado y mensaje.
11. Como resultado, la Biblia se ha convertido en la base de un
inmenso edificio de interpretación, comentarios y debate.
Se puede abordar su estudio desde varias vertientes:
Crítica de fuentes.
Método histórico.
Crítica literaria.
Enfoque canónico.
Y otras: exégesis, interpretación, teología, praxis…
12. Muchos relatos del Antiguo Testamento tienen su origen en
tradiciones orientales anteriores: Enuma elish, Gilgamesh,
Atrahasis… Cuando comparamos la Biblia con la literatura
del Oriente Próximo veremos:
un enorme legado cultural común a todos los pueblos,
pero también el abismo ideológico que separa a éstos del
pueblo de Israel.
Los autores bíblicos manipularon con inteligencia y lirismo
esos mitos para transmitir una idea radicalmente nueva.
Se basaron en las fuentes orientales antiguas, pero las
mezclaron y las moldearon a su manera.
13. Muchos consideran la Biblia un documento desfasado,
arcaico y conservador.
Pero la Biblia representa o expresa una insatisfacción con el
medio cultural que la rodea.
Leer la Biblia con ojos frescos, permite valorarla como lo
que fue y continúa siendo: una revolucionaria crítica
cultural.
Podemos leer la Biblia con ojos nuevos y receptivos si
somos capaces de dejar a un lado todos nuestros prejuicios
14. Mito 1
La Biblia es un libro.
No es un libro, ¡es una biblioteca!
Escrita y reelaborada a lo largo de siglos, por autores
diferentes, con intereses y enfoques diversos.
Comprende géneros muy distintos.
Su contenido ideológico tampoco es uniforme. Cada
tradición aporta una nota diferente en la gran sinfonía del
conjunto. Los recopiladores no se preocuparon por limar las
discordancias y contradicciones. Esa es su riqueza.
15. Mito 2
La Biblia es un conjunto de relatos piadosos.
No es un «libro de santos».
Sus relatos son psicológicos, humanos, reales.
Sus personajes son de carne y hueso, con conflictos
morales, ambiciones y deseos. Pueden ser insensatos y
egoístas. Pero también pueden, como la gente real,
aprender a crecer y evolucionar.
Su complejidad moral y hondura psicológica los hace de
interés permanente en todos los tiempos.
16. Mito 3
La Biblia es «para niños».
No es un libro apto para menores ni para ingenuos.
Su contenido es muy adulto, «materia dura que golpea».
Su estructura y su forma también son complejas, con una
estética y unas metáforas que no todos los lectores saben
captar.
No moraliza, o raramente lo hace.
Deja que el lector saque sus conclusiones.
17. Mito 4
Es un libro teológico.
No es un tratado teológico, ni un catecismo.
Aunque ha inspirado mucha teología posterior.
La idea de «religión» como sistema de doctrina y cultos
oficiales es ajena al mundo bíblico.
Es la epopeya de un pueblo que trata temas religiosos, pero
en un lenguaje literario: el relato, la canción, la poesía, la
paradoja y la metáfora.
Se aleja del estilo abstracto de la filosofía y la teología.
18. Mito 5
Ha sido escrita por Dios.
Ha sido escrita, compilada y reelaborada por muchas
manos humanas, a lo largo de varios siglos.
En la Biblia no se reclama la autoría de Dios.
Ni siquiera en el Pentateuco se afirma la autoría de Moisés.
Creer en la inspiración divina de la Biblia ―propio de las
creencias religiosas― no es incompatible con reconocer la
mano de sus autores humanos.
19. La Biblia se escribió durante un periodo que abarca desde el
año 1000 a.C. hasta el siglo II a.C.
Está escrita en hebreo, con algunos pasajes en arameo.
La Biblia de los Setenta, LXX o Septuaginta fue traducida al
griego por los judíos de Alejandría, en el s. II a.C.
La Biblia de los LXX fue adoptada por las comunidades
cristianas como precursora de sus evangelios helenísticos.
El cristianismo desde sus comienzos se basó en la versión
griega de la Biblia y en otros textos que no se incluyen en la
hebrea.
20. La Biblia Hebrea o Tanakh está formada por 24 libros que se
agrupan en tres partes:
Torah: o la Ley, el Pentateuco. 5 libros.
Nevi’im: los profetas, históricos y oráculos. 8 libros.
Ketuvim: escritos varios. 11 libros.
Tanakh es un acrónimo de T, N, K.
21. TORAH NEVI’IM KETUVIM
Génesis Josué Salmos
Éxodo Jueces Proverbios
Levítico Samuel I y II Job
Números Reyes I y II Cantar de los Cantares
Deuteronomio Isaías Rut
Jeremías Lamentaciones
Ezequiel Eclesiastés o Kohélet
Profetas menores (12): Ester
Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás,
Miqueas,
Daniel
Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo,
Zacarías, Malaquías.
Esdras y Nehemías
Crónicas I y II
22. EL
PENTATEUCO
LIBROS
HISTÓRICOS
SAPIENCIALES PROFETAS
Génesis Josué Job Isaías
Éxodo Jueces Salmos Jeremías
Levítico Samuel I y II Proverbios Lamentaciones
Números Reyes I y II Eclesiastés Baruc
Deuteronomio Crónicas I y II Cantar de los Cantares Ezequiel
Esdras y Nehemías Sabiduría Daniel
Tobías Eclesiástico Profetas menores:
Judit Oseas, Joel, Amós,
Ester Abdías, Jonás, Miqueas,
Macabeos I y II Nahum, Habacuc, Sofonías,
Ageo, Zacarías, Malaquías.
23.
24. Existen varios cánones:
Hebreo: 24 libros, Tanakh.
Católico: basado en los LXX más el Nuevo Testamento,
contiene 7 libros que no forman parte del canon hebreo:
Macabeos, Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc,
fragmentos griegos de Ester y algunos cap. de Daniel.
Protestante: no acepta estos 7 libros, que llama apócrifos.
Algunas iglesias orientales incluyen otros escritos
apocalípticos, llamados seudo-epígrafos.
Todos estos cánones son llamados Biblia.
25. Los papiros del Mar Muerto.
Encontrados en una cueva del desierto de Judea.
Datan del año 70, año de la destrucción de Jerusalén.
Algunos de los papiros son del s. III a.C.
Los rollos son copias de casi todos los libros de la Biblia, casi
completas del libro de Isaías y fragmentos del resto de
libros, excepto el de Ester.
El hallazgo prueba una larga tradición ininterrumpida.
Los textos presentan muy pocas variantes respecto a la
versión actual.
26. El contenido de esta presentación está basado en:
- Curso de Introducción al Antiguo Testamento, impartido por la
profesora Christine Hayes en la Universidad de Yale, durante el curso
2006-2007. Ver enlace. El curso es de libre acceso por la Red y se
permite la difusión de su contenido citando la fuente.
- Apuntes de Antiguo Testamento de la Facultat de Teologia de
Catalunya, cedidos por un antiguo alumno.
- Apuntes del libro Introducción al Antiguo Testamento, de J. L. Ska.