La adolescencia es el período entre la infancia y la edad adulta caracterizado por profundos cambios físicos, psicológicos y sociales entre los 12 y 21 años. El propósito es formar la propia identidad e independizarse de los padres mientras se prepara para la edad adulta, lo que puede causar desequilibrio. Los estudios muestran que la adolescencia puede extenderse hasta los 24 años debido al desarrollo tardío del cerebro.
Desarrollo físico, cognoscitivo y psicosocial del adolescente
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2. La adolescencia es un período de la vida que transcurre entre la
infancia y la edad adulta. Lo que caracteriza fundamentalmente a
este período son los profundos cambios físicos, psicológicos, sexuales
y sociales que tienen lugar en esos años.
3. Tres etapas:
Adolescencia temprana, generalmente entre los 12 y 13
años de edad.
Adolescencia media, entre los 14 y 16 años de edad.
Adolescencia tardía, entre los 17 y 21 años de edad.
4. El propósito fundamental es formar la propia identidad y
prepararse para la edad adulta. Es una etapa de mucho
desequilibrio, ya que no se es un niño pero tampoco se es
un adulto.
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7. Se ensanchan las caderas,
redondeándose por el incremento de
tejido adiposo
Maduran los órganos sexuales, tanto
internos como externos
Dilatación de los ovarios y la primera
menstruación
Crece vello púbico y en las axilas;
crecimiento de los senos
Se ensanchan los hombros y el cuello se
hace más musculoso.
Maduran los órganos sexuales, tanto
internos como externos.
Se desarrolla el pene y los testículos, así
como la próstata y el uréter; aparece la
primera eyaculación.
Crece vello púbico, facial y en las axilas;
cambio de la voz.
Todos los cambios físicos tienen efectos importantes en la identidad, ya
que el desarrollo de ésta, no solo requiere la noción de estar separado
de los demás y ser diferente de ellos, sino también un sentimiento de
continuidad de si mismo y un firme conocimiento relativo de como
aparece uno ante el resto del mundo.
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9. Se puede decir que los adolescentes tienen un motivo
para existir que sería afirmar su independencia. Esto les
exige distanciarse de mamá y papá. La marcha hacia la
autonomía puede tomar muchas formas:
menos afecto expresivo.
más tiempo con los amigos.
comportamiento polémico, desafiar los límites; etc.
Pero aún los adolescentes frecuentemente se sienten
confundidos sobre abandonar la seguridad y protección
del hogar
10. El deseo de parecer mayores, la influencia de grupos de amigos o un
enfrentamiento más o menos frontal con los padres, puede conducir a la
adquisición de hábitos nocivos.
Consumo del alcohol, tabaco u otras drogas
Episodios depresivos e incluso intentos de suicidio
Abandono del hogar
Abstencionismo escolar
Disminución del autoestima
Conductas sociales violentas y otros
Romper los lazos de unión con
la familia, también necesitan
pertenecer a un grupo, hasta
el punto de adoptar el mismo
corte de pelo, la misma ropa,
los mismos hábitos o los
mismos gustos musicales.
11. Aproximadamente entre los 14 y 16 años aumenta su autoconfianza su
interés por los demás, especialmente por miembros del sexo contrario. Al
final de la adolescencia suelen existir relaciones de pareja.
12. Dependiendo de la
dinámica familiar y
socioeconómica los
adolescentes podrían
formar parte de bandas y
pandillas para reafirmar
su identidad de forma
excepcional y violenta.
13. La transición de la infancia a
la vida adulta no suele ser fácil.
Los padres esperan que los
adolescentes se conviertan en
adultos mientras a menudo
siguen tratándolos como niños.
Ellos, a su vez, anhelan su
independencia mientras
necesitan el apoyo y
consentimiento de los padres.
Los padres deben elaborar el
duelo de la separación del
adolescente del seno familiar.
14. Algunas estrategias que los padres deberían implementar para mejorar la
comunicación y relaciones con sus hijos adolescentes son:
La negociación que implica la capacidad de crecer
La distribución de diferentes responsabilidades que incentiven al compromiso
mutuo
El desarrollo de las normas domesticas flexibles
Prestar atención a las preocupaciones del adolescente y estimularlo en sus
actuaciones, lo cual puede mejorar su sentido del autoestima.
Una buena educación en el hogar o colegio
Una estrecha y a veces difícil comunicación y diálogo con padres y profesores
Un conocimiento cada vez más profundo de su identidad, deseos y
limitaciones.
La integración a un grupo de amigos.
15. La mayoría de los niños y niñas entran a la adolescencia todavía
percibiendo el mundo a su alrededor en términos concretos: Las
cosas son correctas o no, maravillosas o terribles. Raras veces ven
más allá del presente, lo que explica la incapacidad de los
adolescentes jóvenes de considerar las consecuencias que sus
acciones tendrán a largo plazo.
Al final de la adolescencia, muchos jóvenes han llegado a
apreciar las sutilezas de las situaciones e ideas y a proyectarse
hacia el futuro. Su capacidad de resolver problemas complejos y
sentir lo que los demás piensan se ha agudizado
considerablemente. Pero debido a que todavía no tienen
experiencia en la vida, hasta los adolescentes mayores aplican
estas destrezas que recién encontraron de manera errática y por
lo tanto, pueden actuar sin pensar.
16. La ciencia quiere saldar de una vez por todas cuándo empieza y termina la
adolescencia. Varios estudios publicados la semana pasada en la revista
científica The Lancet indican que ese período de la vida se extiende de los 10 a los
24 años.
Los trabajos también señalan la necesidad de mejorar las políticas sanitarias y
sociales para las personas de esta edad. Sólo a partir de los 25 años una persona
puede considerarse adulta, ya que a esa edad es cuando su cerebro está
completamente formado.
Antes no están dadas las condiciones para que pueda evaluar el riesgo de una
acción o conducta, ni resistir la toma de decisiones en condiciones estresantes o
emotivas.
“Una serie de factores contribuyen a la construcción social de la adolescencia en
diferentes períodos de la vida, incluido el auge de la educación, los medios de
comunicación y la urbanización. Pero la adolescencia también tiene bases
biológicas. Muchos comportamientos están asociados a los años de la
adolescencia en muchas especies, y sabemos que el cerebro humano no madura
hasta los 25 años”, dice Robert Blum, uno de los autores del trabajo.
17. Una de las pruebas de esta “adolescencia tardía” la proporcionan las imágenes cerebrales, las cuales
señalan que las primeras áreas que maduran en el cerebro son las asociadas a las emociones. Esto explica
por qué los jóvenes son más impulsivos y arriesgados que los adultos. La zona cerebral relacionada con el
juicio y el control de los impulsos termina de desarrollarse a los 25 años.
Concretamente, lo último en madurar son los lóbulos frontales. La ética y la moral aparecen al final de
esta maduración ya que son funciones superiores que biológicamente necesitan de la mielinización (que
las neuronas se cubran de mielina).
Otro estudio de Joe Allen y Claudia Worrell determinó que los cerebros de los adolescentes de décadas
pasadas eran más maduros que los actuales. Sostienen que a pesar de que hoy pueden acceder a más
bienes y educación y ser más sanos, la sobreprotección de los padres está retrasando la maduración
de sus cerebros.
Susan Sawyer, otra investigadora involucrada en el trabajo, distingue tres etapas de maduración
adolescente:
10 a 14 años. Crece la capacidad del pensamiento abstracto. Es la etapa de lucha contra la identidad, de
conflictos con las padres, cambios de humor y comportamiento infantil cuando hay estrés.
15 a 19 años. Ya pueden establecer objetivos. Comienza el interés por el razonamiento moral y la reflexión
sobre el significado de la vida. Distanciamiento con los padres y dependencia de los amigos.
20 a 24 años. Capacidad cerebral para ideas complejas, pueden pensar en el futuro y usar el razonamiento
moral. Se solidifica la identidad y se consolida la estabilidad emocional.