El miedo escénico puede afectar a cualquier persona y en cualquier momento. Es un problema muy frecuente y lo raro es encontrar a algún artista que no lo haya sufrido alguna vez.
Es posible que Sabina haya afrontado este concierto con un nivel de ansiedad mucho más elevado que los anteriores. Un factor que ha podido actuar a un nivel no consciente es la asociación de recuerdos con la gira de 19 días y 500 noches, tras la cual sufrió un ictus cerebral. Después de ese suceso, Sabina se sintió muy vulnerable físicamente. Los recuerdos de ese disco están condicionados a un nivel muy elevado de ansiedad e incluso pánico
2. El miedo escénico puede afectar a
cualquier persona y en cualquier
momento. Es un problema muy
frecuente y lo raro es encontrar a
algún artista que no lo haya sufrido
alguna vez.
Es posible que Sabina haya
afrontado este concierto con un
nivel de ansiedad mucho más
elevado que los anteriores. Un
factor que ha podido actuar a un
nivel no consciente es la asociación
de recuerdos con la gira de 19 días
y 500 noches, tras la cual sufrió un
ictus cerebral. Después de ese
suceso, Sabina se sintió muy
vulnerable físicamente. Los
recuerdos de ese disco están
condicionados a un nivel muy
elevado de ansiedad e incluso
pánico
3. Otro factor que ha podido
desencadenar esa crisis es
la presión autoimpuesta
debido a la gran
importancia que le ha
dado a este concierto.
Al aumentar su nivel de
exigencia y posiblemente
subestimando sus
capacidades, ha salido al
escenario sintiéndose más
inseguro que en otras
ocasiones, con un nivel de
temor y ansiedad mayor.
4. Si me preguntan qué le
recomendaría para el concierto
del martes, creo que es
fundamental que lo afronte con
valentía y fortaleza. Que
recuerde que su público le
quiere de forma incondicional,
independientemente de si lo
hace bien o mal.
Con pensamientos positivos
podrá salir al escenario más
relajado y sin ansiedad.
Importante también es que vaya
con la expectativa de que le
puede volver a ocurrir.
5. Si pasa es preciso que recuerde que
la ansiedad no es peligrosa, que
sufrir una crisis es muy molesto y
desagradable, pero sólo eso. No le
va a ocurrir nada más. Puede tomar
una pausa, beber agua y respirar de
un modo calmado para relajarse y,
aunque lo que más le apetezca sea
acabar ahí el concierto, es
fundamental que vuelva a salir al
escenario. Lo importante es que no
evite la situación y vuelva a entrar en
escena.
De este modo el siguiente concierto
lo llevará mejor. Si vuelve a escapar,
se queda en su cerebro un recuerdo
traumático de la experiencia y le
resultará más difícil superarlo.
Cecilia Martín es psicóloga y co-directora del Instituto
de Psicología y Desarrollo Personal PSICODE