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Introducción:
¿Es la sana doctrina realmente un estorbo
para la unidad? ¿Carece realmente de
importancia para la salud espiritual de la
iglesia actualmente? ¿Debemos hacer a un
lado todas nuestras diferencias y disputas
teológicas a fin de lograr la unidad por la
que oró nuestro Señor? ¿Quién determina
lo esencial y lo no esencial de la fe
cristiana?
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La Fe Bíblica
• Jesucristo es revelado por medio de su
doctrina
– No se presenta ante nosotros mediante alguna
experiencia mística o subjetiva; mas bien se
presenta por medio de la doctrina de sus apóstoles.
– Él habita en nosotros mediante la fe.
– La Biblia no eleve a la persona de Cristo por encima
de su doctrina. (Juan 7:17)
– Honramos la persona de Jesucristo cuando
honramos su doctrina. (Mat. 7:24-28)
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La Fe Bíblica
• La fe bíblica es proposicional.
– Una proposición objetiva
fundamentada en hechos y no en la
experiencia subjetiva.
– En contraste, el Existencialismo basa
su fe en una experiencia inmediata
con la persona, por lo que una
revelación objetiva sale sobrando.
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La Fe Bíblica
• La doctrina bíblica es esencial y no prescindible.
– No es un paréntesis en el mensaje cristiano, sino más
bien es la tesis misma.
– No existe una elección entre la sana doctrina y un
cristianismo vivencial.
– Una doctrina fuerte no equivale a un legalismo farisaico,
sino a una obediencia a la Palabra
– La doctrina verdadera no engendra a una iglesia muerta;
más bien, es su única fuente de vitalidad genuina. (Juan
15:7)
– En donde se descarta la verdadera doctrina, imperan el
emocionalismo y el sentimentalismo
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La Apostasía
• La tendencia hacia la apostasía es inevitable
– El hecho de que tengamos al Espíritu Santo
morando en nosotros, no nos hace inmunes al
error, al autoengaño, o a la auto-justificación.
– Los seres humanos somos capaces de
acostumbrarnos a cualquier cosa si no tenemos un
parámetro fijo de referencia.
– Los cristianos de hoy buscan “disfrutar de su
cristianismo” sin tener que esforzarse para
defender la fe una vez dada a los santos. (2Tim 4:3)
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La Apostasía
– El cristianismo bíblico siempre ha existido en la
revelación escrita del Nuevo Testamento, y no
necesariamente en la presunta “pureza” de una
iglesia primitiva. (2Pedro 1:19; 3:15)
– Desde sus inicios, la iglesia ha tenido que escoger
entre la controversia o la concesión.(Gálatas 1:6)
– Los cristianos de hoy somos intolerantes en cuanto
a los debates teológicos. (2Tim. 4:3)
– La misión de la iglesia es la defensa de la fe, aunada
al amor y al evangelismo. (Judas 3)
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La Apostasía
• Satanás en un mentiroso predecible.
– Podemos pronosticar la forma en la que siempre
intenta seducir a los incautos.
– Siempre tratara de sembrar la misma duda: “¿Acaso
Dios ha dicho?” (Génesis 3:1)
– La rebelión a la cual nos incita, a menudo puede
portar la mascara de una falsa piedad, mientras que
desliga lentamente a la iglesia de su compromiso
con la Palabra escrita.
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La Apostasía
• La apostasía es un reflejo de la misma cultura.
– Sigue a las modas religiosas o filosóficas de la
cultura.
– En cada generación, la iglesia ha rendido su
identidad e impacto al moldearla conforme a la
cultura que le rodea.
– La iglesia moderna “santifica” a las corrientes de
pensamiento del mundo, en lugar de juzgarlas.
– Una iglesia que se desliga de la Escritura,
forzosamente se convierte en una iglesia apostata.
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La Apostasía
• Las herejías no siempre son fáciles de
detectar. (2Pedro 2:13)
– Intimidan mediante la sutileza de su argumentación.
– Subsisten fortalecidas por el tiempo y la tradición.
– Son casi imposibles de señalar. No hablan con
afirmaciones concretas ni claras.
– La retórica de las herejías es nebulosa e
indescifrable.
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¿Vale la Pena Defender la Sana
Doctrina?
• Si optamos por no luchar por la fe una vez
dada a los santos, significa que no estamos
realmente convencidos de su valor.
– Es posible que no sepamos distinguir la infinita
diferencia entre la verdad y el error.
– Aquellos que amamos la verdad somos una especie
en extinción.
– Un creyente solo se puede ser indiferente ante el
avance de las herejías, si en realidad es un
incrédulo de corazón.
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¿Vale la Pena Defender la Sana
Doctrina?
– Aquellos que reducen el contenido de la fe a un
mínimo no-controversial, en realidad no están
honrando a Cristo por encima de un legalismo
muerto, sino mas bien están acusando a Dios de
habernos entregado una palabra revelada tan
indescifrable que ninguna deidad razonable pudiera
exigirnos que nos pongamos de acuerdo sobre su
contenido.
• Sí es posible el consenso doctrinal.
– Si aun no estamos convencidos con respecto a
alguna doctrina, estudiemos la Biblia hasta llegar a
una conclusión.
– Si hemos conocido la verdad, con mayor razón
tenemos el deber de defenderla.