2. Al principio, los seres humanos tenían los
mismos poderes que los dioses pero eran tan
vanidosos y orgullosos que se servían de ellos de
cualquier manera. Por eso, un día, un grupo de
sabios, decidió quitárselo aunque no sabían dónde
esconderlos.
El primer escondrijo que imaginaron fueron
los océanos pero, después de haber reflexionado,
llegaron a la conclusión de que los seres humanos,
a pesar de todo, eran muy inteligentes y
terminarían por encontrarlos.
3. Enseguida pensaron en lo más profundo de la
Tierra pero creyeron que allí también acabarían por
descubrirlos. Entonces, pensaron ocultarlos en el
espacio aunque pronto llegaron a la conclusión de que
allí también los hallarían.
Finalmente decidieron esconderlos en un lugar
en el que nadie pensaría ir a buscarlos: en lo más
profundo de su corazón.
Desde ese día, los seres humanos están
buscando alguna cosa. Han cruzado todos los océanos,
horadado la Tierra, explorado el espacio pero el único
rincón donde jamás han pensado busca es en lo más
profundo de su corazón.