El documento describe las características del parto normal, incluyendo las diferentes etapas del parto y sus duraciones típicas, así como los procedimientos para un parto vaginal seguro. El parto activo puede diagnosticarse de manera confiable cuando la dilatación cervical es de 3 cm en presencia de contracciones uterinas. Una vez que se alcanza este umbral de dilatación cervical, se puede esperar una progresión normal a menos que la duración del parto supere la norma, en cuyo caso deben considerarse primero intervenciones distintas de la cesá
1. CARACTERÍSTICAS DEL PARTO NORMAL
Primera etapa del parto
Para el parto, Friedman describió un patrón para representar la dilatación cervical en 3
divisones en función del tiempo.
División preparatoria: (FASE LATENTE Y FASE ACTIVA-ACELERACIÓN)
- Cuello uterino se dilata poco
- Componentes de su tejido conjuntivo cambian considerablemente.
- La sedación y la analgesia de conducción son capaces de detener esta división.
División de dilatación (FASE ACTIVA-ACELERACIÓN MÁXIMA)
- Dilatación más rápida
- No se ve afectada por la sedación.
División pélvica (FASE ACTIVA-DESACELERACIÓN)
- comienza con la fase de desaceleración de la dilatación cervical.
- Involucran los movimientos cardinales fetales de la presentación cefálica.
- En la práctica real, esta división pocas veces se identifica.
Fase latente
Es el punto en el que la madre percibe contracciones regulares. Para la mayoría de las
pacientes termina una vez que se alcanza la dilatación de 3 a 5 cm. Se ha redefinido que
el parto activo comienza con 6 cm de dilatación.
Friedman: Fase latente prolongada supera 20 horas en las nulíparas y 14 en las
multíparas.
Los factores que afectaron duración de esta fase:
- Sedación excesiva o analgesia epidural
- Afección cervical desfavorable (existencia de tejido grueso o sin dilatación)
- Trabajo de parto falso.
Friedman informó que la prolongación de la fase latente no influyó negativamente en las
tasas de morbilidad o mortalidad fetal o materna. Sin embargo, Chelmow y colaboradores
refutaron eso de que la prolongación de la fase latente es benigna.
Fase activa
Se puede considerar que la dilatación cervical de 3 a 6 cm o más, con contracciones
uterinas, representa el umbral para el parto activo.
Friedman:
- La duración media del parto en fase activa en nulíparas fue de 4.9 horas. Pero se
informó que la fase activa tiene un máximo estadístico de 11.7 horas.
- Las tasas de dilatación cervical oscilaron entre un mínimo de 1.2 y 6.8 cm/h. Pero
en multíparas es más rápido, tasa normal mínima de 1.5 cm/h.
- El descenso comienza en la etapa posterior de la dilatación activa, a partir de 7 a 8
cm en nulíparas y se vuelve más rápido después de 8 cm.
Varios otros informes señalan que la obesidad de la madre alarga las primeras etapas del
parto entre 30 y 60 minutos.
Adams y colaboradores (2012) descubrieron que el miedo materno prolongaba el parto
en aproximadamente 45 minutos. Se ha notificado que las anomalías de la fase activa
ocurren en los partos de 25% de nulíparas y 15% de multíparas.
Friedman (1972) subdividió los problemas de fase activa en trastornos de prolongación y
detención.
Segunda etapa del parto
Esta etapa comienza con la dilatación cervical completa y finaliza con la salida del feto. La
duración media es de aproximadamente 50 minutos para nulíparas y alrededor de 20
para multíparas, pero es variable.
Un mayor índice de masa corporal materna no interfiere con la duración del parto en la
segunda etapa.
Duración del parto
Kilpatrick y Laros informaron que la duración media del parto de primera y segunda etapa
fue:
- Aprox 9 horas en nulíparas sin analgesia regional, y que el límite era de 18.5 horas.
- Para multíparas fueron una media de 6 horas y un 95% máximo. de 13.5 horas.
Estos autores definieron el inicio del parto como el momento en que una mujer recordaba
las contracciones regulares y dolorosas cada 3 a 5 minutos que conducían a un cambio
cervical.
2. Casi 80% de las embarazadas ingresaron con una dilatación cervical de 5 cm o menos.
La paridad y la dilatación cervical en el ingreso fueron determinantes reveladores de la
duración del parto espontáneo.
La mediana de tiempo desde la admisión hasta el parto espontáneo para todas las
parturientas fue de 3.5 horas, y 95% de todas las grávidas dieron a luz en 10.1 horas.
_Resumen del parto normal
El parto activo puede diagnosticarse de manera confiable cuando la dilatación cervical es
_3 cm en presencia de contracciones uterinas. Una vez que se alcanza este umbral de
dilatación cervical, se puede esperar una progresión normal.
Por tanto, cuando la duración del parto normal supera la norma esperada, deben
considerarse primero las intervenciones distintas de la cesárea —por ejemplo, la
administración de oxitocina.
PARTO VAGINAL
El parto vaginal es la vía de parto preferida para la mayoría de los feto. De las vías de
parto, el parto espontáneo de vértice presenta el menor riesgo de comorbilidad materna.
El parto es generalmente espontáneo.
PREPARACIÓN PARA EL PARTO
El aumento de la presión perineal ejercida por la cabeza del feto crea esfuerzos de apoyo
reflexivo, que son estimulados cuando es apropiado.
Es este el momento en que se hacen los preparativos para el parto. Si la vejiga está
distendida, la cateterización puede ser necesaria. También se presta atención continua a
la supervisión de la frecuencia cardiaca fetal. Como ejemplo, el cordón de la nuca a
menudo se tensa con el descenso y puede llevar a la profundización de desaceleraciones
variables.
Durante la segunda etapa del parto, las posiciones de empuje pueden variar, pero la
posición de litotomía dorsal es la más común y muchas veces la más satisfactoria.
Para alcanzar una mejor exposición se utilizan sostenes para las piernas, no se observaron
incrementos en las tasas de laceraciones perineales con o sin el uso de éstos. Con el
posicionamiento, las piernas no se separan demasiado, ni se colocan una más alta que la
otra. Dentro del soporte de la pierna, la región poplítea debe descansar cómodamente en
la porción proximal y el talón en la porción distal. Las piernas no se atan a los estribos, lo
que permite una rápida flexión de los muslos hacia atrás en el abdomen en caso de que se
produzca distocia de los hombros.
Durante los empujes de la segunda etapa las piernas pueden sufrir calambres, los cuales
se alivian con el reposicionamiento de la pierna afectada o mediante un breve masaje.
La preparación para el parto incluye la limpieza de la vulva y el perineo. Si se desea, se
pueden colocar cortinas estériles de tal manera que sólo se exponga el área inmediata
alrededor de la vulva. La depuración, uso de bata, guantes, máscaras y gafas protectoras
contribuyen a proteger tanto a la parturienta como al obstetra de los agentes infecciosos.
POSICIÓN ANTERIOR OCCIPITAL
Salida de la cabeza
En el momento de la distensión perineal, la posición del occipucio suele conocerse. Pero
en algunos casos, el moldeo y la formación de caput succedaneum pueden haber
impedido la identificación precoz.
Es una inflamación difusa del cuero cabelludo ocasionado por la presión del útero o pared
vaginal durante un parto con presentación cefálica (cuando el niño viene presentando primero
la cabeza). Usualmente aparece dentro de las primeras 24 horas de nacimiento.
En la mayoría de los casos, la posición es directamente occipital anterior (OA) o la
occipito transversa izquierda.
Con cada contracción, la abertura vulvovaginal es dilatada por la cabeza del feto para
formar gradualmente un ovoide y, finalmente una casi circular (figura 27-1).
Este cerco del diámetro mayor de la cabeza por el anillo vulvar se denomina
coronación.
El perineo se adelgaza y puede lacerarse espontáneamente. El ano se estira mucho, y la
pared anterior del recto puede verse fácilmente a través de él.
Ya no se recomienda la episiotomía de rutina, y su uso selectivo está dirigido a agrandar
la abertura vaginal para indicaciones específicas.
Con el fin de limitar la laceración vaginal espontánea, algunos realizan masaje prenatal del
cuerpo perineal para aumentar su dilatación, o masaje perineal intraparto para
ensanchar el introito para el paso de la cabeza. Durante el masaje con lubricante, se agarra
el perineo en la línea media con ambas manos usando el pulgar y los dedos opuestos. Se
realiza repetidamente estiramiento exterior y lateral para adelgazar el perineo. Pero esta
técnica no previno la laceración perineal
Cuando la cabeza dilata la vulva y el perineo lo suficiente como para abrir el introito
vaginal hasta un diámetro de 5 cm o más, se puede usar una mano enguantada para
sostener el perineo (figura 27-2).
3. La otra mano se utiliza para guiar y controlar la cabeza del feto y así sacar el diámetro
más pequeño de la cabeza a través del introito y evitar el parto expulsivo. La salida lenta
de la cabeza puede disminuir los desgarres.
Alternativamente, si los esfuerzos de expulsión son inadecuados, o si se necesita un parto
expedito, se puede emplear la maniobra de Ritgen modificada o un corte de
episiotomía.
Con la maniobra modificada, los dedos enguantados colocados debajo de una toalla
ejercen presión sobre la barbilla fetal a través del perineo justo enfrente del cóccix. Al
mismo tiempo, la otra mano presiona contra el occipucio (figura 27-3).
La maniobra permite la salida controlada de la cabeza fetal. También favorece la
extensión del cuello, por lo que la cabeza pasa por el introito y sobre el perineo con sus
diámetros más pequeños.
Salida de los hombros
Después de la salida de la cabeza fetal, se pasa un dedo a través del cuello del feto para
determinar si está rodeado por uno o más bucles de cordón umbilical. La incidencia del
cordón nucal aumenta con la edad gestacional y se observa en casi 25% de los partos a
término.
Si se palpa un bucle de cordón umbilical, se desliza sobre la cabeza si está lo
suficientemente suelto. Si se aplica muy fuerte, el bucle se corta entre dos abrazaderas.
Tras su salida, la cabeza del feto cae en posición posterior, haciendo que la cara casi entre
en contacto con el ano materno. El occipital gira rápidamente hacia uno de los muslos
maternos, y la cabeza asume una posición transversal.
Esta rotación externa indica que el diámetro bisacromial, que es la distancia entre los
hombros, ha girado hacia el diámetro anteroposterior de la pelvis.
Más a menudo, los hombros aparecen en la vulva justo después de la rotación externa y
salen espontáneamente. En caso de retraso, la extracción ayuda a la salida controlada.
Los lados de la cabeza se sujetan con las dos manos, y se aplica tracción suave hacia abajo
hasta que el hombro anterior aparece debajo del arco púbico (figura 27-4).
A continuación, por un movimiento hacia arriba, sale el hombro posterior. Durante el
parto, se trata de no ejercer una fuerza brusca o poderosa con el fin de evitar una lesión
del plexo braquial fetal.
4. El resto del cuerpo casi siempre sigue los hombros sin dificultad.
Sin embargo, en caso de retraso prolongado, se puede acelerar su salida ejerciendo
tracción externa moderada en la cabeza y presión moderada sobre el fondo uterino. Se
evita enganchar los dedos en las axilas, pues eso podría lesionar los nervios de las
extremidades superiores y producir una parálisis transitoria o posiblemente
permanente.
Inmediatamente después del parto, se produce un chorro de líquido amniótico que a
menudo está teñido de sangre.
Antes se hacía la aspiración inmediata del bulbo nasofaríngeo del neonato para eliminar
las secreciones, sin embargo, la succión de la nasofaringe puede ocasionar bradicardia
neonatal por lo que ahora se evita incluso en presencia de meconio.
Y en presencia de líquido teñido con meconio, no se recomienda la intubación
rutinaria. La aspiración está reservada para los neonatos que tienen obstrucción obvia de
la respiración espontánea o que requieren ventilación por presión positiva.
Para la succión: aspiración con jeringa de bombilla, o catéter de succión y puede incluir
intubación y succión si existe obstrucción de la vía respiratoria.
Sujeción del cordón
El cordón umbilical se corta entre dos pinzas colocadas 6 a 8 cm del abdomen fetal, y
luego se aplica una pinza al cordón umbilical a una distancia de 2 a 3 cm de su inserción en
el abdomen fetal.
El retraso del pinzamiento del cordón umbilical transfiere un mayor volumen de sangre
al recién nacido. Un retraso de hasta 60 segundos puede aumentar las reservas totales de
hierro del cuerpo, expandir el volumen de sangre, y disminuir la incidencia de anemia en
el neonato. Por el contrario, una mayor concentración de hemoglobina aumenta los
riesgos de hiperbilirrubinemia y hospitalización prolongada para fototerapia neonatal.
Tasas de hemorragia intraventricular y enterocolitis necrotizante más bajas.
El pinzamiento retrasado también puede dificultar la reanimación neonatal oportuna y
necesaria. MEJOR RETRASADO QUE PRECOZ
No se dispone de muchos datos sobre el “ordeño” del cordón, en el que el operador
empuja la sangre a través del cordón hacia el recién nacido.
Para los neonatos que requieren reanimación acelerada, el ordeño del cordón puede ser
beneficioso para transferir rápidamente el volumen. Aun así, debido a los cambios
rápidos en el volumen sanguíneo, la American Heart Association recomienda no emplear
el ordeño del cordón de forma rutinaria en los neonatos nacidos con <29 semanas de
gestación.
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (2017a) sugiere el retraso del
pinzamiento del cordón umbilical en los neonatos a término y prematuros por lo menos
30 a 60 segundos después del nacimiento.
Posición transversal occipital
En ausencia de una anomalía, la posición transversal occipital (OT) suele ser transitoria.
Así, a menos que las contracciones sean hipotónicas, la cabeza generalmente gira de
forma espontánea a una posición OA.
Si la rotación se detiene debido a la poca fuerza de expulsión, el parto vaginal por lo
general puede lograrse fácilmente de varias maneras. La forma más fácil es la rotación
manual del occipital ya sea a una posición OA anterior o menos comúnmente a una
posición posterior del occipucio.
OCCIPITOTRANSVERSAL PERSISTENTE?? FORCEPS DE KIELLAND
XQ OCCIPITOTRANSVERSAL PERSISTENTE? POR PELVIS PLATIPELOIDE O ANDROIDE.
POSICIÓN OCCIPITAL POSTERIOR PERSISTENTE
Muchos fetos que nacen en OP son OA al inicio del trabajo de parto y reflejan mala
rotación durante el parto. Los riesgos de predisposición incluyen analgesia epidural,
nuliparidad, mayor peso fetal y parto previo con posicionamiento OP. Respecto a la
forma pélvica, pelvis antropoide y un ángulo subpúbico estrecho pueden predisponer.
Se asocia a parto prolongado en la segunda etapa, parto por cesárea y parto vaginal
quirúrgico.
Para las mujeres que dan a luz por vía vaginal, se incrementan las tasas de pérdida de
sangre y de laceraciones de tercer y cuarto grado.
La posición OP en el parto estaba asociada con más resultados neonatales adversos a
corto plazo, incluyendo acidemia en el cordón umbilical, traumatismo de nacimiento,
puntajes de Apgar <7 e ingreso en sala de terapia intensiva.
Se han investigado métodos para prevenir la posición OP persistente. Primero, el examen
digital para la identificación de la posición de la cabeza fetal puede ser inexacta, y la
ecografía transabdominal se puede utilizar para aumentar la precisión. Se coloca el
transductor transversalmente justo cerca del monte de Venus materno. En la ecografía, las
órbitas fetales y el puente nasal se encuentran ventralmente, mientras que el occipital se
encuentra en el sacro inferior.
La variación de la posición materna ya sea antes o durante el parto no parece disminuir las
tasas de posición OP persistente.
Parto
El feto en una posición OP puede nacer espontáneamente si pelvis ósea es espaciosa y
perineo esta relajado por partos previos o mediante parto vaginal operatorio.
Para el parto exigente en posición OP persistente, se pueden aplicar fórceps o dispositivos
de vacío, lo cual se realiza a menudo conjuntamente con episiotomía.
5. En el Parkland Hospital, se prefiere el parto espontáneo o rotación manual para el manejo
de la posición OP persistente. Cuando se hace necesario, se emplea la rotación manual a la
posición OA seguido de parto con fórceps o el parto con fórceps desde la posición OP. Si
ninguno de los dos puede completarse con facilidad y seguridad, se realiza el parto por
cesárea.
TERCERA ETAPA DEL TRABAJO
Parto de la placenta
Inmediatamente después del nacimiento del recién nacido, se examina la consistencia y el
tamaño del fondo uterino. Si el útero se mantiene firme y no hay sangrado inusual, se
debe esperar vigilante hasta que la placenta se separa.
No se emplean ni masajes ni presión hacia abajo en el fondo, pero éste se palpa con
frecuencia para asegurarse de que no se vuelva atónico y se llene de sangre proveniente
de la separación placentaria.
Para prevenir la inversión uterina, no debe utilizarse la tracción del cordón
umbilical para extraer la placenta del útero.
Los signos de la separación incluyen un repentino chorro de sangre a la vagina, un fondo
globular más firme, un alargamiento del cordón umbilical a medida que la placenta
desciende hacia la vagina, y elevación del útero hacia el abdomen. Con el último, la
placenta, una vez separada, pasa al segmento del útero inferior y la vagina. Aquí, su
volumen empuja el cuerpo uterino hacia arriba.
Estos signos aparecen a los pocos minutos del parto, y el tiempo medio varía de 4 a 12
minutos.
La presión se ejerce con una mano colocada alrededor del fondo para impulsar la placenta
desprendida hacia la vagina (figura 27-10).
Al mismo tiempo, el talón de la mano ejerce presión hacia abajo entre la sínfisis del pubis y
el fondo uterino, lo cual también ayuda a prevenir la inversión.
Una vez que la placenta atraviesa el introito, se alivia la presión sobre el útero. La placenta
se levanta suavemente y se retira. Se debe tener cuidado para evitar que las membranas
placentarias sean arrancadas y olvidadas atrás. Si las membranas comienzan a rasgarse, se
sujetan con una abrazadera y se eliminan suavemente (figura 27-11).
CUIDADO INMEDIATO POSPARTO
La hora inmediatamente posterior a la expulsión de la placenta es crítica. Durante este
tiempo, se reparan las laceraciones. A pesar de que se administran uterotónicos, la
hemorragia posparto como resultado de la atonía uterina es más probable en este
momento.
Los hematomas pueden expandirse. En consecuencia, el tono uterino y el perineo son
evaluados frecuentemente. Presión arterial materna y el pulso cada 15 minutos para las
primeras 2 horas. La placenta, las membranas y el cordón umbilical se examinan en busca
de integridad y anomalías.
Laceraciones del canal de nacimiento
Las laceraciones del tracto genital inferior pueden afectar el cuello uterino, la vagina o el
perineo. Las del perineo suelen seguir el parto vaginal, en su mayoría son laceraciones de
primer y segundo grado.
Las laceraciones se clasifican por su profundidad y en la figura 27-13 se presentan las
definiciones completas y los ejemplos visuales. De estas, las laceraciones de tercer grado
reflejan lesión del esfínter anal y ahora están subcategorizadas como:
(3a) <50% de desgarre del esfínter anal externo (EAS);
(3b) >50% de desgarre de EAS; y
(3c) EAS más desgarres del esfínter anal interno (IAS).
6. Las laceraciones de tercer y cuarto grado tienen como fx de riesgo a nuliparidad,
episiotomía de línea media, posición OP persistente, parto por cirugía vaginal, raza
asiática, longitud perineal corta y aumento de peso fetal al nacer.
Algunos dicen que episiotomía mediolateral brinda protección.
Lesiones del esfínter anal se asocian con una mayor pérdida de sangre y dolor puerperal.
La interrupción de la herida y las tasas de infección son otros riesgos. A largo plazo, las
lesiones del esfínter anal están relacionadas con el doble de las tasas de incontinencia
fecal en comparación con el parto vaginal sin OASIS.
El ultrasonido endoanal intraparto aumenta la detección de OASIS. A la ecografía
endoanal intraparto rutinaria el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos no lo
recomienda.
Episiotomía
Tipos
La perineotomía es una incisión intencionada del perineo.
La episiotomía es una incisión del pudendo –órganos genitales externos.
Sin embargo, el término episiotomía a menudo se usa como sinónimo de perineotomía.
Las episiotomías de línea media y mediolateral son los dos tipos principales y varían según
el ángulo de incisión perineal.
Las estructuras involucradas reflejan los encontrados en la laceración de segundo grado, y
su reparación es análoga.
- La episiotomía de línea media comienza en la horquilla, se hace incisión de la
línea media del cuerpo perineal, y termina mucho antes de llegar al esfínter anal
externo. La longitud de la incisión varía de 2 a 3 cm en dependencia de la
longitud perineal y el grado de adelgazamiento del tejido.
Episiotomía de línea media tiene una mayor probabilidad de producir desgarre
del esfínter anal.
- La episiotomía mediolateral comienza en la línea media de la horquilla y se
dirige hacia la derecha o la izquierda en un ángulo de 60 grados con respecto a
la línea media (figura 27-14). Este ángulo explica la distorsión de la anatomía
perineal durante la coronación y, en última instancia, produce una incisión a 45
grados de la línea media para suturar.
Las tasas de dolor autopercibido y dispareunia a corto plazo son similares, o
aumentan con la episiotomía mediolateral
- La episiotomía lateral comienza en el punto 1 a 2 cm del lateral de la línea
media. También está en ángulo hacia la tuberosidad isquiática derecha o
izquierda.
Antes de la episiotomía, la analgesia puede ser proporcionada por analgesia regional
para el parto, por bloqueo bilateral del nervio pudendo, o por infiltración local de
lidocaína al 1% En cambio, algunos abogan por el uso de crema de lidocaína-prilocaína al
2,5% (crema EMLA), pero ésta debe aplicarse una hora antes del parto previsto.
Si la episiotomía se realiza innecesariamente temprano, el sangrado incisional puede ser
considerable antes del parto. Si se realiza demasiado tarde, no se evitarán las laceraciones.
Típicamente, la episiotomía se completa cuando la cabeza es visible durante una
contracción a un diámetro de aproximadamente 4 cm, es decir, coronación.
7. Cuando se utiliza de conjunto con el parto con fórceps, la mayoría realiza una episiotomía
después de la aplicación de las cuchillas.
Episiotomías mediolaterales requerían menos tiempo y sutura para la reparación. Así,
entre los tres, la episiotomía mediolateral puede ser la incisión preferida para reducir las
tasas de OASIS.
Indicaciones: SE HACE CUANDO CABEZA SE ABOMBA O VES QUE HABRA
RESISTENCIA INFILTRAR IDOCAINA
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos dice que debe aplicarse selectivamente
para indicaciones apropiadas como:
- distocia de hombros, parto de nalgas, macrosomía fetal, parto vaginal
operatorio, posiciones OP persistentes, longitud perineal marcadamente corta,
y otros casos en los que la imposibilidad de realizar una episiotomía resulta en
ruptura perineal significativa.
Laceración y reparaciones de episiotomía
Reparaciones perineales son diferidas hasta que la placenta ha sido expulsada.
La principal desventaja es la pérdida de sangre hasta que se completa la reparación.
La analgesia adecuada sino mucho dolor en sutura perineal.
Las laceraciones de primer grado no siempre requieren reparación.
La corrección de laceración de segundo grado, así como las reparaciones con episiotomía
de línea media y mediolateral cierran el epitelio vaginal y aproximan los músculos
bulboesponjoso y perineal transverso superficial durante la restauración del cuerpo
perineal (figura 27-15 y 27-16).
Las agujas romas son adecuadas.
Comúnmente los materiales de sutura utilizados son poliglactina (Vicryl) o catgut crómico.
Con el primero, las principales ventajas son una disminución del dolor posquirúrgico y
menor riesgo de dehiscencia de la herida.
Para la reparación de laceración de tercer grado, hay dos métodos disponibles para
reparar el esfínter anal externo.
El primero es una técnica de extremo a extremo, que es de nuestra preferencia y se
muestra en la figura 27-17. Inicialmente, los extremos cortados del esfínter anal externo,
que a menudo se retraen, son aislados y llevados a la línea media. Es importante destacar
que la fuerza de este cierre se deriva del tejido conectivo que rodea el esfínter, a menudo
llamado cápsula.
Con la técnica de superposición, los extremos del esfínter anal externo se llevan a la línea
media y se colocan uno encima del otro. Este método sólo es adecuado para laceraciones
de tipo 3c, aquellas que implican el esfínter anal externo e interno.
8. Con reparaciones de laceración de cuarto grado, los bordes rasgados de la mucosa
rectal se vuelven a aproximar (figura 27-18). En un punto de 1 cm de proximidad
al vértice de la herida, las suturas se colocan aproximadamente a 0.5 cm de distancia
en la musculatura rectal y no entran en el lumen anorrectal. Algunos recomiendan una
segunda capa de refuerzo por encima de ésta. De no hacerse, entonces la siguiente capa
para cubrir la mucosa anorrectal está formada por reaproximación del esfínter anal
interno.
Para reducir la morbilidad infecciosa asociada con las laceraciones del esfínter anal, se
recomienda una dosis única de antibiótico en el momento de la reparación. Una dosis
única de cefalosporina de segunda generación, o de clindamicina para las mujeres con
alergia a la penicilina, es adecuada.
Con OASIS se prescriben, posoperatoriamente, ablandadores de heces durante una
semana, y se evitan los enemas y supositorios. Desafortunadamente, no siempre se
asegura la función normal incluso con la reparación quirúrgica correcta y completa.
Algunas mujeres pueden experimentar incontinencia fecal continua causada por lesión a la
inervación de la musculatura del piso pélvico.
_ Cuidado de la laceración perineal
Bolsas de hielo aplicadas localmente ayudan a reducir la hinchazón y disipar el malestar.
En los días siguientes, los baños de asiento tibios ayudan a la comodidad y la higiene.
Los analgésicos orales que contienen codeína proporcionan un alivio considerable. Las
tabletas de NSAID pueden ser administradas para malestares menores.
Debido a que el dolor puede indicar un hematoma grande vulvar, paravaginal, de la fosa
isquiorrectal o celulitis perineal, estos sitios deben ser examinados cuidadosamente si el
dolor es severo o persistente.
Además del dolor, la retención urinaria puede complicar la recuperación de la episiotomía.
Para las mujeres con laceraciones de segundo grado o desgarre del esfínter anal, se suele
proscribir el coito hasta después de la primera visita puerperal a las 6 semanas. En
comparación con las mujeres con perineo intacto, aquellas que presentan traumatismo
perineal muestran tasas más altas de relaciones sexuales retrasadas a los 3 y 6 meses.