MIFID ¿qué?: una apuesta por la comunicación financiera transparente
1. MIFID ¿QUÉ?: una apuesta por la comunicación financiera transparente
LA TRIBUNA
MIFID ¿QUÉ?: una apuesta por la
comunicación financiera
transparente
La nueva Mifid 2 es una normativa financiera que viene a cambiar
nuestra forma de relacionarnos con los bancos.
Cecilia Díaz @CeciliaDiazmart
23 junio, 2018 13:06
Mifid 2. Esta palabreja asociada a este número lleva meses
ocupando páginas y páginas de los diarios salmón. Y no es para
menos: se trata de la nueva normativa que ha entrado en vigor
desde el 3 de enero en los países de la Unión Europea para que los
mercados funcionen mejor y para proteger a los inversores. ¿De
qué? Fundamentalmente, de invertir sin tener toda la información
que precisan o de hacerlo en productos que no entienden.
Como su número dos indica, es la segunda parte de la original
Mifid (Markets in Financial Instruments Directive) que lleva
aplicándose desde 2007. Pero ahora, con una vuelta de tuerca
fundamental en pos de la claridad y la mejora de la comunicación
financiera. La industria de gestión de activos está que arde: han de
2. aplicar numerosos cambios a su manera habitual de hacer las
cosas, a veces todavía poco transparente.
Uno de los principales cambios a los que obliga Mifid 2, se
encuentra en el conocido tema de las retrocesiones. Para que se
entienda: cuando entre en vigor la normativa, las entidades que
comercializan fondos de inversión deberán informar al cliente
sobre si son o no independientes. ¿Esto qué significa? Si no son
independientes (los bancos), hasta ahora recibían retrocesiones
(comisiones) de las gestoras por vender sus fondos. Si son
independientes, no recibían comisiones y cobraban a los clientes
por el asesoramiento.
Con la implantación de Mifid 2 tanto el banco como la gestora,
tendrán que informar obligatoriamente cuánto les cuesta pensar,
crear y gestionar el fondo. Y especificar si ese cargo lo asumen
ellos o el cliente. Si estas entidades no incurren en ningún coste
por asesoramiento (lo que ocurre ahora de manera mayoritaria) y
sólo comercializan los fondos, además, deberán incluir en su
oferta de fondos un 25% de productos de otras gestoras.
Se trata de una modificación crucial en el modelo de negocio de
esta industria que, sin duda, va a suponer más información y
transparencia para el inversor.
Por otro lado, la normativa va a exigir que la gestora que crea los
fondos establezca un mercado objetivo para su distribución
basado, entre otras cosas, en los conocimientos y experiencia del
cliente, en su situación financiera o en su tolerancia al riesgo. Y al
mismo tiempo, establezca un mercado objetivo negativo: grupo de
clientes que directamente, serán incompatibles con el producto.
Con esto se busca evitar situaciones como la que se dio con las
conocidas preferentes, producto muy complejo en el que
invirtieron – y perdieron todos sus ahorros- muchos clientes con
muy poca - o ninguna- formación financiera.
Por último, desde mi punto de vista, otro de los cambios
fundamentales al que obligará Mifid 2 será el relativo a la
formación. En los últimos meses, hemos observado cómo las
entidades financieras han tenido que mandar a las aulas a su
personal para que adquieran una capacitación específica
supervisada por la CNMV. Si no, no podrán asesorar en la venta
de unos u otros productos a sus clientes. Sorprendentemente,
hasta ahora, esta formación concreta no era obligatoria.
3. Por tanto, como hemos visto, los principales afectados de esta
norma son los bancos y las gestoras de los fondos de inversión y
los principales beneficiarios, los pequeños inversores. Algunos se
han puesto con celeridad a la tarea: han formado a sus equipos;
han creado nuevas clases de fondos; han dado cabida a fondos de
otras instituciones, etc.
Pero otros se han rebelado porque, entre otras cosas, argumentan
que la transposición de la normativa es mucho más estricta aquí
que en el resto de países europeos. Sin embargo, se antoja
fundamental sobre todo si tenemos en cuenta los datos de esta
industria en España. Según Inverco, hasta septiembre de 2017, el
número de partícipes en fondos de inversión alcanzaba nada
menos que los 10 millones. Y su patrimonio, una cifra llamativa:
más de 253.325 millones de euros, dato superior al PIB de la
Comunidad de Madrid. Sin duda, Mifid 2 y sus cambios en la
comunicación hacia los inversores eran mucho más que
necesarios.
Cecilia Díaz es consultora senior de Estudio de Comunicación
https://www.elespanol.com/economia/empresas/20180623/mifi
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transparente/317338266_12.html