2. Tras la muerte de Alejandro Magno sin designar sucesor, las disputas de sus
generales produjeron el caos a escala mundial. Antípatro y Pérdicas eran los
comandantes que aparecían como claros favoritos para sucederle en el poder,
pero no tardaron en morir. El reino de Macedonia fue heredado por un
hermano de Alejandro, corto de luces. El hijo de Antípatro, Casandro, lo
asesinó, al mismo tiempo que daba muerte a la anciana Olimpia, pero él
mismo tampoco duraría mucho...
Los demás estaban bien situados en sus reinos: Ptolomeo en Egipto, Antígono
en Frigia, Seleuco en Babilonia y Lisímaco en Tracia. De estos, Ptolomeo fue el
único que murió de muerte natural.
3. La muerte de Ptolomeo, Lisímaco y Seleuco puso fin a la era de transición de
los diácodos (sucesores de Alejandro). Se mantuvieron firmes y estables
cuatro reinos: Macedonia, Egipto, Siria y Pérgamo, hasta que todos ellos
fueron ocupados por Roma.
La época helenística, entonces, abarca desde la muerte de Alejandro Magno
(323 aC) hasta el suicidio de la última reina de la dinastía ptolemaica,
Cleopatra VII de Egipto, y su amante Marco Antonio, tras su derrota en la
batalla de Accio (30 aC).
Al margen de las luchas por el poder, que fragmentaron el Imperio de
Alejandro en pocos años, el mundo conocido quedó impregnado de la cultura
helénica. Pero, aunque la lengua oficial de este mundo era el griego y las
personas que tuvieron un papel destacado en él eran de procedencia griega,
esta cultura se imbuyó en gran medida del espíritu de Oriente.
4. Cambios políticos
Los ideales que hicieron nacer la democracia cedieron al despotismo. Las
formas simples del arte griego dejaron paso a la extravagancia y al lujo. La
austeridad fue sustituida por el ansia de beneficios y riquezas.
Los mismos centros de la vida económica y cultural se desplazaron a
Antioquía y Alejandría, principalmente, pero también a otras ciudades como
Pérgamo, Éfeso, Rodas y Seleucia. El Mediterráneo oriental era ahora el
centro del mundo civilizado.
5. Las ciudades
Las nuevas ciudades del mundo helenístico contaban con una autonomía
jurídica y financiera, pero todas ellas dependían de un gobernador nombrado
por el rey. Este contribuía además con su fortuna en su embellecimiento y
engrandecimiento, cuando no era directamente su fundador. En esta época
se fundaron muchas ciudades: solamente Seleuco I Nicátor fundó dieciséis a
las que dio el nombre de Antioquía en recuerdo de su padre, Antíoco. Y con
otros nombres llegó a fundar hasta sesenta.
Reconstrucción idealizada de Alejandría
6. Se planificaba el trazado de las ciudades. Además de la belleza estaba
presente el sentido práctico: se optimizaba el ancho de las calles, la distancia
entre las viviendas, se construían acueductos, se organizaba la recogida de
basura... Pero, sobre todo, se dio una importancia capital a los edificios y
espacios públicos:
El ágora siguió siendo el centro de la actividad social y comercial. Se le dio un
espacio suficiente para ello, rectangular y porticado. La construcción de
pórticos se extendió de manera asombrosa.
Se construyeron teatros y gimnasios en todas las ciudades. Estos últimos no
solo servían para el entrenamiento físico, sino que se usaban como sedes
para actos culturales. Era frecuente ver a los filósofos y a sus discípulos
recorriendo sus amplios jardines, en animada charla.
El auge de las actividades económicas hizo necesaria también la construcción
de edificios específicos, con tiendas, almacenes y despachos.
8. El arte
Sin abandonar los moldes del arte griego clásico, las formas del
helenístico se hacen más curvas y más dramáticas, juegan con la luz y
la sombra.
En la escultura, esta evolución parece la lógica tras las obras de los
artistas del siglo IV (Praxíteles, Escopas y Lisipo) que imprimían mayor
movimiento a los cuerpos. No se busca el reposo, incluso a veces se
quiere reflejar patetismo y tensión. Los temas son variados, aunque el
ser humano sigue siendo el tema preferido: dioses y hombres de todas
las edades y de toda condición social.
20. Arquitectura
Se construye un gran número de edificios cívicos (bibliotecas, gimnasios,
palacios), teatros, monumentos conmemorativos y grandes tumbas.
Predomina el orden corintio, más profusamente decorado que el dórico y el
jónico.
21. Templo de Zeus Olímpico en Atenas
(estado actual y reconstrucción)
29. Los filósofos helenísticos dedicaron especialmente su atención a la
consecución de una vida feliz, prestando atención más al hombre como
individuo que a la sociedad en su conjunto: qué factores
proporcionaban a la persona una vida razonablemente satisfactoria
independientemente de las circunstancias sociopolíticas, que escapan a
su control.
Las principales escuelas helenísticas fueron: epicúreos, estoicos y
escépticos. Además en esta época seguían funcionando la Academia de
Platón y el Liceo de Aristóteles y, con el paso del tiempo, surgió la
escuela neoplatónica de Plotino.
30. La Ciencia
Durante el periodo helenístico, las ciencias, tal y como las entendemos hoy, se
independizaron de la filosofía, concepto que en la antigüedad comprendía
todo el saber. Su estudio se vio favorecido por el mecenazgo: se construyeron
aulas de investigación y museos como el de Alejandría, que comprendía
observatorios, jardines botánicos y zoológicos, salas de medicina y disección...
En este sentido, Alejandría fue la verdadera capital del Helenismo. Allí se
creó el mayor centro científico de la Antigüedad, el Museo, donde trabajaron
los astrónomos, matemáticos, ingenieros, médicos y geógrafos más famosos
de la época, como Euclides, Arquímedes, Eratóstenes y Aristarco; en ella se
levantó la biblioteca más grande del mundo antiguo.
Eratóstenes
31. La ciencia se volvió más práctica y menos especulativa. En Mesopotamia
calcularon la duración del año en 365 días, mientras que Heráclides afirmaba
que la Tierra giraba sobre su eje y Aristarco añadía que se movía alrededor
del Sol, como los otros planetas (claro que tuvo más éxito Claudio Ptolomeo,
afirmando que la Tierra era el centro del Universo). Determinó también las
dimensiones del Sol y la Luna y sus respectivas distancias a la Tierra.
Eratóstenes de Cirene, bibliotecario de Alejandría, creó la geografía
matemática y fue capaz de medir la longitud del meridiano terrestre.
Arquímedes pronunció su famoso principio en esta época, y Euclides sentó
las bases de la Geometría.
32. El estudio de las matemáticas favoreció el conocimiento de la astronomía. Se
despertó un nuevo interés científico por conocer la Tierra, su forma, su
situación, su movimiento en el espacio. Eratóstenes de Cirene, bibliotecario
de Alejandría creó la geografía matemática y fue capaz de medir la longitud
del meridiano terrestre. Aristarco de Samos (310–230 aC) fue matemático y
astrónomo y determinó las dimensiones del Sol y la Luna y sus respectivas
distancias a la Tierra. Aseguró que el Sol estaba quieto y que era la Tierra
quien se movía a su alrededor. Se le considera como el primer antecesor de
Copérnico.
33. La Literatura
La comedia nueva, iniciada con Menandro, y la poesía fueron las
protagonistas de la literatura helenística. Sus principales autores:
➢ Apolonio de Rodas (295-215 aC) Escribió, con gran éxito, las Argonáuticas
sobre la expedición de Jasón y los Argonautas en busca del Vellocino de
oro.
➢ Calímaco (310-240 aC) Autor del sugerente poema A la cabellera de
Berenice, sobre la consagración que hizo la reina Berenice a la diosa
Afrodita, ofreciendo su cabellera para que hiciera posible el regreso de su
marido. Calímaco es además el autor del Catálogo de escritores griegos.
Fue director de la Biblioteca de Alejandría.
➢ Teócrito (310-260 aC). Cultivó el género de la poesía pastoril. En su obra
Idilios (poemitas, en griego), presenta escenas de la vida campestre, en
ocasiones dialogadas, escritas con gran delicadeza y sencillez.
35. Departamento de Lenguas Clásicas
IES Azahar
Web: Lais en Atenas
Imágenes:
➢ Wikimedia Commons
➢ Chiron CC, imágenes del mundo clásico
➢ Pau García Solbes (portada)
➢ Rafael Gómez (templo de Zeus en Atenas)