El documento habla sobre la soledad que experimenta un portero de fútbol durante los partidos. Describe cómo Gabriel Sommaruga, un portero que juega con el número 1, anota un gol espectacular contra la Juventus mientras lucha contra su propia soledad. El gol deja sin aliento a los jugadores de la Juventus y deja claro que ellos no ganarán la copa.
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La soledad del número uno
La soledad es un extraña amiga que
te sonríe y luego te deja sin aliento. En
el fútbol, el portero pasa la mayoría del
tiempo en perfecta soledad. El
guardameta vive el juego de una manera
diferente a los demás. Es el centro de la
cual se genera cada acción y al que todo
regresa. Su soledad es un sufrimiento,
pero también es un recurso. Es a partir
de esta "lucha interna" que un domingo
de abril una estrella cayò donde no
debía estar.
Gabriel Sommaruga es un futbolista
que juega de portero. Tiene la camiseta
número 1 y un dolor en el alma. El
match entre el AC Milan y la Juventus
sigue siendo incierto porqué también el
equipo de Turín es muy fuerte.
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Gabriel recibe el balón, sonríe, mira el
horizonte y decide de quitarse de encima
el complejo de soledad. Se da cuenta que
el guardameta de la Juventus es absorto en
sus propios pensamientos.
La soledad hace estos chistes y la
suerte, a veces, no ayuda a los
pensadores. Gabriel lanza el balón y da
una patada a la pelota que, con curva y
efecto, se acerca a las estrellas, dibuja un
arco iris y se apaga en la puerta del portero
oponente. El golazo deja sin aliento a los
jugadores en blanco y negro. Lo que està
claro es que ellos no ganaran la copa.
Maurizio De Filippis