La maqueta abstracta representa la ciudad de Florencia en Italia sin un patrón de ordenamiento, mostrando elementos urbanos como puentes y parques de forma irregular. Se destaca el río Arno, uno de los ejes principales históricos de la ciudad que también se usaba para el transporte. La maqueta se construyó con materiales como cartón, papel, pintura y silicona para reflejar la jerarquía de Florencia.