1. Jornada sobre Educación, Tecnología y Sector
Editorial/Contenidos
1. Introducción
El pasado mes de noviembre DeustoTech Learning, en colaboración con Elhuyar Fundazioa,
organizó una jornada de trabajo donde se reunieron profesionales del mundo educativo,
tecnológico y del sector editorial. El objetivo era intercambiar opiniones, puntos de vista e
inquietudes sobre la integración de la tecnología en la educación y del material educativo o libro
del futuro.
La tecnología ya se está utilizando en las aulas y fuera
de ellas para enseñar y aprender, pero todos somos
conscientes de que su uso será mayor en un futuro
muy cercano. Por eso queremos reflexionar sobre
cómo debe ser este proceso, a qué ritmo se debe
producir, cuáles son los factores que lo favorecen o lo
dificultan, y queremos analizarlo desde los diferentes
puntos de vista que representan los sectores
presentes en la reunión.
La jornada se estructuró en una breve presentación del grupo de investigación DeustoTech
Learning, su motivación para organizar esta reunión de trabajo y una breve presentación de los
asistentes. Posteriormente se trabajó durante algo más de una hora en cuatro mesas
multisectoriales donde la conversación giró en torno a cuatro cuestiones fundamentales:
1. Contenido o material educativo.
¿Cómo va a ser el libro o material educativo
del futuro? ¿Cuál es el futuro del libro?
2. Tecnología. ¿Qué se le pide a la
tecnología? ¿Cuáles son los frenos para una
mayor incorporación de la tecnología en la
educación?
3. Metodología
docente.
¿Ha
promovido la tecnología un cambio
metodológico? ¿se ha incorporado la
tecnología en la educación por una necesidad
pedagógica?
2. 4. Modelos de negocio. ¿Cuál va a ser el modelo de negocio del material digital? ¿Cómo
combatir la cultura de lo gratis, o la creencia de que lo digital es más barato? Y sobre
todo ¿cómo hacer frente a la piratería?
Una vez discutidos estos temas en las mesas se realizó una puesta en común de las
conclusiones y se abrió un turno general de opiniones, comentarios y debate.
A continuación pasamos a exponer las principales conclusiones de cada uno de los cuatro
bloques tratados. Indicar que las opiniones recogidas fueron expresadas por los asistentes a la
reunión, y no tiene que coincidir necesariamente con la de los organizadores.
2. Contenido educativo
Empezamos conociendo la realidad del sector editorial. Todas las empresas vienen
desarrollando material digital desde hace más de 10 años, primero en formato CDROM,
después en web, y ahora lo están adaptando a dispositivos móviles. Han utilizado para ello
tecnología y estrategias muy diversas (Director, Flash, PDF enriquecido, Java, etc.). Este
material se ha regalado como complemento al libro de texto, por lo cual se asume ya que todo
libro tiene que tener un conjunto de material digital complementario, gratuito. Pero la realidad es
que el número de descargas es muy bajo. Por otro lado, aunque se demanda material digital, lo
cierto es que tampoco se quiere renunciar al papel (p.e. los profesores piden que la guía
didáctica esté en formato digital, pero también quieren la copia en papel).
Los profesores están de acuerdo en que los recursos digitales y las aplicaciones mejoran y
complementan al libro tradicional, que por su formato no es dinámico, es lineal, cuesta
actualizar y se queda obsoleto en 45 años. Según la opinión de algunos profesores, el libro en
papel debería ser un libro de consulta, el guión general, con el contenido básico y contrastado,
que no varíe en periodos cortos de 1 o 2 años, sino que se actualice cada 5 años
aproximadamente y así se amortice su valor. Sin embargo no todos los profesores coinciden en
la necesidad de un método diseñado por terceros, y apuestan por que cada uno encuentre un
método que se adapte a sus necesidades.
Una de las grandes dudas de todos los presentes es cómo será o debe ser el material educativo
del futuro. Se llame libro o se llame de otra forma ¿qué necesitan los profesores y los alumnos?
¿Necesitan contenido, simulaciones, actividades interactivas, aplicaciones...? ¿Tal vez haya que
empezar proporcionando herramientas que faciliten la labor al profesor, a las familias, a los
alumnos? También parece generalizada la opinión de que el libro en papel y el material digital
convivirán en un futuro, aunque no se sabe muy bien cómo lo harán o por cuánto tiempo. En la
actualidad parece que no es necesario elegir, sino coger de cada uno lo que más contribuya a
una educación de calidad.
3. Lo que parece claro es que el material digital debe estar concebido desde lo digital, y no
transformar un libro “tradicional” en un recurso digital sin ningún valor añadido, sin ningún tipo de
conversión o adaptación, que es lo que en gran medida se está haciendo actualmente. Si
tenemos nuevos dispositivos y formas de enseñaraprender, el contenido debería estar
concebido sin las barreras mentales que imponen las páginas de un libro. Hay que explorar
nuevos formatos.
Los profesores más innovadores piden a las editoriales mayor apertura y flexibilidad en el
material para poder adaptarlo a su metodología docente. Quieren tener la libertad para crear su
propio material, agregar diferentes fuentes, reorganizarlo,...y otros piden un contenido que
puedan seguir con la confianza de saber que hay una metodología contrastada y de calidad en
su diseño. Estos últimos entienden además que ellos no tienen por qué elaborar material digital,
al igual que no han elaborado libros de texto hasta ahora. Muchos profesores están
acostumbrados a seguir un libro, y en el caso de algunos que tienen inquietud de crear nuevo
contenido digital, no tienen tiempo de hacerlo en su jornada laboral.
Para aquellos que creen en la autoedición, en la generación de material personalizado, es
necesario desarrollar herramientas de autor, plataformas para compartir el material, donde la
búsqueda sea fácil, donde la calidad esté contrastada o haya indicadores que la midan.
Los nuevos materiales, herramientas y actividades tienen que adaptarse a una educación
basada en competencias, en dinámicas de trabajo en equipo, aprendizaje social y participativo y
comunicación a través de múltiples canales. En definitiva, deben adaptarse a las nuevas formas
de enseñar y aprender haciendo un uso óptimo de las posibilidades que para ello ofrece la
tecnología.
3. Tecnología
Aunque existe consenso en que la tecnología, bien utilizada, es útil y beneficiosa en la
educación, cuando se habla de su uso se ve a menudo como una amenaza o un problema.
Desde incidencias en la conectividad, la inestabilidad en el funcionamiento de los ordenadores,
la falta de formación adecuada de parte del profesorado, hasta el discutido uso del móvil en
clase, hay muchos factores que trastocan el curso normal de una clase y por ello frenan el uso
de la tecnología.
Los profesores están desorientados y desbordados con lo rápido que evoluciona la tecnología.
Se sienten incapaces de conocer lo que hay, de aprender a utilizarlo y sobre todo de aplicarlo en
sus clases. También sienten que sus alumnos manejan la tecnología mejor que ellos, y eso les
produce incomodidad e inseguridad. Hay una brecha tecnológica entre el profesor y sus
4. alumnos. Decimos de los chicos/as que son nativos digitales, cuestión que habría que matizar,
pero en cualquier caso es innegable que no tienen miedo a la tecnología, y que son capaces de
aprender con ella de una forma muy natural. Este hecho debe favorecer que la figura del
docente evolucione para ser un orientador en el proceso de aprendizaje, más que un transmisor
de conocimientos.
Para salvar esta situación, y algo que demandan todos los profesores, es necesaria más y
mejor formación de forma continuada. Es necesario definir y desarrollar un plan de formación
integral del profesorado que muestre no sólo el funcionamiento de la tecnología, sino su utilidad
en las áreas de conocimiento específicas, y que implique ponerlo en práctica en lo que se está
haciendo. Facilitar esa formación con el adecuado reconocimiento dentro de la dedicación del
profesorado. También se expone el hecho de que a nivel general no existe “clase media” en
cuanto a competencia TIC del profesorado, hay algunos muy avanzados y una gran mayoría que
la utiliza muy poco o nada.
Las facultades donde se forma a los futuros profesores tienen también mucho que decir a este
respecto. Sus alumnos actuales utilizan las TIC en su vida cotidiana, por lo tanto es necesario
que su formación sea completa en materia tecnológica para que puedan utilizarla en el futuro en
su práctica profesional. No tienen que conocer únicamente la tecnología existente en ese
momento, sino que tienen que adquirir la competencia de saber buscar y aprender a utilizar
cualquier contenido o tecnología que se desarrolle en el futuro.
Los problemas de conectividad en las aulas, y las propias del funcionamiento de la tecnología
(problemas de acceso, de dispositivo, de versión…) son el otro gran problema que aducen los
profesores a la hora de utilizar la tecnología en las aulas. Ellos no están capacitados para
resolver problemas técnicos y los centros no cuentan con recursos suficientes para facilitar el
soporte técnico necesario a lo largo de una jornada. A esto se unen problemas de averías
habituales en este tipo de equipos, pérdida, robo, etc. a las que hay que dar respuesta en el
centro y en casa.
Por el contrario, la conectividad en las casas no parece ser un freno, ya que existe conexión a
Internet en el 98% de los hogares de la CAPV. Sin embargo, las familias se sienten a veces
excluidas del proceso educativo y puede incrementarse la brecha digital si no se extiende su uso
educativo a los hogares (muchos padres no sabrían utilizar las TICeducativas existentes, y
algunos se cuestionan si los padres deberían conocerlas o si eso es algo que se debe enseñar
en las escuelas).
En cuanto al uso del móvil existen posturas que abogan por limitar su uso (o incluso prohibirlo),
hasta profesionales que lo consideran una herramienta educativa muy potente que hay que
utilizar cuando es útil. También se discutió sobre el uso que hacen los jóvenes del móvil, no
5. siempre adecuado, pero cuya penetración y factor de atracción hay que aprovechar para que lo
utilicen también para su aprendizaje. Se consideró que se debe educar en su uso no sólo en los
colegios sino también en casa, dando ejemplo y recriminando las conductas inadecuadas (al
igual que se hace con conductas inapropiadas en el mundo “físico”).
La tecnología también plantea problemas a las empresas de creación de contenido. El cambio
tecnológico implica una gran inversión, no ya para crear nuevo material, sino para adaptar el que
ya se está ofreciendo y tiene que seguir funcionando a medida que evolucionan los sistemas.
Los cambios de CDROM a Internet, adaptarlo al mayor número posible de navegadores,
plugins, ahora a dispositivos móviles que no aceptan Flash (una de las grandes apuestas
pasadas)...implica un rediseño periódico sólo para que siga funcionando lo que algunos
profesores están utilizando. Los nuevos formatos digitales, las simulaciones y recursos
interactivos que se demandan, son muy caros de producir y tienen un ciclo de vida muy corto.
La tecnología es una herramienta de la metodología elegida, luego ha de ser flexible para
construir un material digital acorde a ésta. Para ello lo más conveniente es que estuviese
realizado en HTML5, que parece que se convertirá de momento en standard, por módulos, para
poder elegir aquellas que realmente se van a trabajar. La industria de contenidos demanda la
definición de estándares y la evolución de los existentes, como SCORM, para evitar este tipo de
problemas. Parece que la línea a seguir se basa en HTML5 y JavaScript. Pero en el caso del
aprendizaje utilizando dispositivos móviles estos se complica por la falta de estandarización
entre diferentes fabricantes (pantallas, sistemas, etc.).
Los productores de contenido tampoco contribuyen a la integración y colaboración entre los
diferentes agentes (diferentes editoriales, entre profesores…), ya que “cierran” sus productos de
forma que la compatibilidad entre diferentes fuentes es muy difícil, la integración con otros
productores, el desarrollo de verdaderos entornos personalizados de aprendizaje.
En general, se pide a la tecnología que sea fácil de utilizar y estable, cosa que no siempre es
fácil de conseguir, pero se insiste en que hasta que sea fácil e intuitiva no se utilizará de forma
masiva. Evitar los plugin, las instalaciones, las descargas. Para ello es importante también
contar con el usuario final en todo el proceso de diseño, desarrollo y pruebas; sin embargo no
siempre es posible debido al alto coste que supone. Para mejorar este aspecto es
recomendable definir patrones de diseño de contenido y aplicaciones educativas, analizar
cuáles son los elementos que hacen que un contenido educativo sea bueno o tenga éxito, desde
el punto de vista tecnológico, qué aspectos de la interfaz, del diseño, de la estructura, etc. Hace
que sea fácil de usar e intuitivo.
Aunque hablamos de la brecha digital cuando hacemos referencia a la tecnología, no hay que
olvidar también que la tecnología es una facilitadora para los alumnos y alumnas con
6. necesidades especiales. Los múltiples canales a través de los cuales se puede transmitir la
información hace que sea más adaptable a personas con diferentes características funcionales.
La posibilidad de personalizar la interfaz, de controlar el ritmo o interacción con las
herramientas, permite una mejor adaptación. Y aunque en lo que se refiere a accesibilidad
tecnológica también hay muchos aspectos que mejorar, es sin duda una oportunidad para
diseñar una escuela más inclusiva.
4. Metodología educativa
Se plantearon cuestiones sobre cómo se está introduciendo la tecnología en la educación, si es
por el hecho de que hay que hacerlo o si realmente hay un cambio metodológico que lo justifica.
Todo parece indicar que la metodología apenas cambia, o lo hace a un ritmo muy lento, y que se
está siguiendo la misma metodología pero con recursos tecnológicos más vistosos. Sin
embargo también coincidimos en que debería producirse ese cambio metodológico ya que la
tecnología introduce nuevas formas de aprender, por búsqueda, indagación, descubrimiento,
etc. que si no utilizamos no estaremos hablando de una innovación verdadera.
La metodología y la tecnología van juntas, no puede hablarse de una sin la otra. Actualmente la
tecnología no es algo opcional, está presente en el currículo escolar, por lo tanto es obligatorio
trabajar la competencia digital.
Una de las dudas que surge a lo largo del debate es: ¿qué queremos que aprendan nuestros
alumnos? Obviamente gran parte de la respuesta está en los boletines donde se describe el
diseño curricular de cada etapa educativa. Sin embargo en las mesas se enfrentan posturas
favorables a formar en habilidades y competencias, con métodos basados en proyectos,
aprendizaje social y colaborativo, etc. frente a otros profesionales que entienden que hay que
reforzar el conocimiento y habilidades que tal vez con los nuevos métodos se están perdiendo,
como la capacidad de abstracción, comprensión de textos complejos, etc. ¿O tal vez queremos
que lo sepan todo? Que sepan historia, geografía y ciencias, que sean buenos oradores,
lectores y escritores, que sepan trabajar en equipo, utilizar la tecnología, tener capacidad de
liderazgo y espíritu emprendedor! Otro de los ejemplos que suele salir a la luz en estos debates
es el de la lectoescritura ¿leen y escriben peor los jóvenes ahora o lo hacen de forma diferente?
Nunca se ha escrito y leído más que ahora, pero tal vez no se leen libros sino blogs, no se
escriben redacciones sino wikis…¿alguien puede afirmar qué es mejor o peor? En opinión de
algunos de los presentes los procesos memorísticos tienen que dejar paso a procesos más
analíticos y críticos. La tecnología permite formas de trabajo en equipo y comunicación que
hasta ahora no eran posibles, el acceso a la información a través de múltiples canales es
inmediato. Todo ello favorece los modelos educativos de aprendizaje social, pero ¿plantea
carencias a nivel individual?
7. Los nuevos recursos educativos como simulaciones y vídeos facilitan desarrollar competencias
como la resolución de problemas. Sin embargo, esa cantidad de información tiene varios
inconvenientes como la falta de veracidad y de calidad, y la dificultad de encontrar el recurso
apropiado en cada momento.Tendrá que ser el docente, mejor aún si es un trabajo en equipo
entre profesores, quien busque, filtre y elija el material de calidad y adecuado para su actividad.
Lo que sí parece claro es que quien tiene la llave y la clave del éxito de la incorporación de la
tecnología a la educación es el profesor. Él o ella será quien favorezca o frene el uso de
recursos tecnológicos, aplicaciones, o contenido digital en el aula y fuera de ella. Pero lo hará
en el ámbito educativo, ya que para otros usos parece inevitable que la tecnología se impone a
otros medios.
Existe la necesidad de evidencias científicas que evalúen el impacto de la tecnología en la
educación. Se piensa, se intuye, se cree...que la tecnología aporta beneficios a la educación,
que los chicos y chicas se sienten más motivados o atraídos, pero ¿hay estudios rigurosos que
así lo demuestren? ¿Qué mejora y cuánto con el uso de la tecnología en educación? En
definitiva ¿Cuál es el impacto del uso de la tecnología en la educación? Es necesario incluir la
tecnología en la educación, pero también medir su impacto para ir definiendo el camino a seguir.
5. Modelos de negocios
Uno de los puntos más controvertidos es el de los nuevos modelos para los nuevos materiales y
herramientas educativas digitales. Todos coincidimos en que el modelo debe cambiar, se está
utilizando un modelo de negocio antiguo en un mundo nuevo; pero no está muy claro hacia
dónde tenemos que ir. El material digital, inicialmente en CDROM, se regalaba como
complemento al libro de texto, y es difícil ahora hacer pagar por algo que hasta ahora era gratis.
Por otro lado existe la creencia generalizada entre los clientes de que lo digital debe ser más
barato (no se entiende lo que cuesta la producción digital), existe la cultura de “lo gratis” en
Internet (ya que se puede encontrar todo tipo de material y aplicaciones de forma gratuita) y por
otro lado está el gran problema del uso no autorizado de los recursos. Todo esto dificulta en
gran medida que las empresas del sector editorial se lancen a un mercado incierto, con un
retorno de inversión insignificante para la gran inversión que supone hacer un material
interactivo. Otros factores que influyen negativamente son el IVA del material digital, muy
superior al libro en papel, o la guerra de precios y consiguiente bajada que deja poco margen a
las empresas
El de los libros de texto es un negocio peculiar, en el sentido de que siendo el profesor quien
elige el material que se utilizará (y a quien dirigen las editoriales su esfuerzo comercial), son las
familias quienes lo pagan.
8. Los profesores quieren material innovador, que evolucione con la tecnología y con los nuevos
modelos educativos, y lo quieren con una inmediatez que las editoriales no son capaces de
responder, más aún en CCAA con un idioma propio como la CAPV. En estos casos, el material
es inviable económicamente si no existe apoyo desde las instituciones. Tampoco existe una
oferta suficiente de material libre en euskera, y a veces el que existe no se conoce de forma
suficiente.
Las empresas del sector editorial sienten que no se valora suficientemente el contenido que
ellas diseñan y desarrollan con tanto esfuerzo y dedicación por parte de muchos profesionales.
Es un contenido que ofrece una garantía de calidad frente al gran volumen de recursos
disponibles a través de Internet. A día de hoy las editoriales y productoras de contenido declaran
que el material digital interactivo no es viable, y que se sustenta gracias al negocio del libro en
papel. Sin embargo hay quien opina que las editoriales están perdiendo una oportunidad, y que
mientras se deciden a apostar por un nuevo modelo, los profesores están generando su propio
material, que comparten con el resto de la comunidad educativa.
También la tecnología ofrece grandes posibilidades a las editoriales que no deberían
desaprovechar. El modelo basado en contenido puede combinarse con la oferta de servicios
para alumnos, profesores, centros educativos y familias. Tecnologías de bigdata, learning
analytics o el procesamiento de lenguaje natural aplicado a correctores ortográficos, a
resúmenes automáticos, a la clasificación automática de documentos...ofrecen también un
marco para desarrollar nuevos servicios, aprendizaje personalizado, conocimiento del cliente,
nuevas formas de evaluación, etc. Por lo tanto, pese a los problemas derivados de un cambio
tan profundo en el producto y modelo de negocio de las editoriales, se abre un mundo de
posibilidades, nuevos nichos de mercado, gracias a la tecnología. Y estas posibilidades se
deben explotar lo antes posible, sin tanta indecisión, para hacer de nuestra industria y de nuestra
educación un referente a nivel internacional.
6. Conclusiones
Como conclusión general queremos destacar la necesidad de seguir trabajando de forma
conjunta, de compartir hablando e intercambiando puntos de vista, ideas e inquietudes entre
todos los implicados en este proceso, para evolucionar hacia un modelo educativo donde la
tecnología tenga un lugar destacado porque así lo merezca. Que sea la metodología docente la
que se beneficie de todas las ventajas que ofrece la tecnología y que no haya otro tipo de frenos,
ajenos a la pedagogía, que dificulten su utilización.
9. Es importante intercambiar buenas prácticas docentes, favorecer y reconocer la innovación
educativa entre el profesorado, y por otro lado identificar los aspectos que dificultan esta
innovación y buscar soluciones entre todos. Tenemos que aportar cada uno desde nuestro
conocimiento y desde nuestra realidad, crear esos momentos donde poder conocernos mejor y
hablar, y unir esfuerzos en lugar de trabajar de forma individual o por separado para unos
objetivos que en lo fundamental son comunes.
Tenemos que asumir un cambio constante, una necesidad de evolución y de formación a lo
largo de toda la vida. Compartir entre los profesores buenas prácticas que faciliten el “contagio”
por la innovación, a través de medios físicos (jornadas, eventos…) o virtuales (plataformas,
redes sociales…). Pero ¿qué sería de la educaión sin implicación?
Hacer hincapié en la importancia de la formación de los futuros profesores, los cuales ya no
tienen excusa para no manejar con soltura la tecnología, saber buscar y filtrar los recursos
educativos adecuados, y sacar el máximo partido a todas las posibilidades que ofrece la
tecnología.
En cuanto a las editoriales, es necesario que evolucionen y adapten sus productos a lo que
demanda el mercado. Ofrecer servicios y beneficiarse de las posibilidades que para ellos ofrece
la tecnología (nuevos nichos de mercado, servicios basados en la tecnología, herramientas que
facilitan la enseñanzaaprendizaje, la gestión, etc.)
Tenemos que aprender a convivir con la tecnología, aceptar que los jóvenes han nacido
rodeados de aparatos, pero que tenemos que enseñarles a hacer un uso correcto de ellos (igual
que la TV o las consolas, más consolidadas en nuestra cultura). La tecnología nos va a
acompañar a lo largo de toda la vida, y no podemos hacer de las escuelas un oasis donde
retrocedamos en el tiempo por miedo o inseguridad (según algunos, es una excusa para no
explorar las posibilidades que ofrece). El profesor es un guía, un orientador en el proceso de
enseñanzaaprendizaje, y debe fomentar la participación de los alumnos y su contribución,
incluso aprendiendo de ellos a utilizar aplicaciones y recursos educativos.
DeustoTech Learning
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Elhuyar Fundazioa
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