El informe del FMI sobre perspectivas mundiales muestra un escenario variopinto de crecimiento, inflación y protección sanitaria frente a la pandemia.

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PERSPECTIVAS MUNDIALES.
Manfred Nolte
Mientras Sánchez y su consistorio presentan los presupuestos más expansivos de
la historia de la economía española -583.000 millones de euros de gasto
incluyendo las tres ramas de las administraciones públicas-y se afanan en urdir
las cabriolas necesarias para su aprobación final en Cortes, el mundo postcovid
emerge con un vigor dispar. Sánchez propone tirar la casa por la ventana en línea
con otros significados lideres mundiales como Joe Biden que profesan el mantra
de ‘seguir dando y no quitando’, y en línea con la mayor parte de los países
centrales cuyas políticas fiscales continúan siendo expansivas. Claro que España
ostentará un nuevo entorchado, el del país central que menos recortará su déficit
fiscal trasla epopeya Covid, manteniendo tasassuperiores a las previasa la crisis,
de tal manera que entre2023 y 2026 el desequilibrio público oscilará entreen 4,2
y el 4,5%, cuando en 2018 era del 2,5%. En 2022 rebasada ya la recesión según
Moncloa y cuando el paro se habrá igualado al de diciembre de 2019, nuestro
gasto superará en 60.000 millones al de 2019 mientras que los ingresos fiscales
habrán aumentado solo la mitad, 30.000 millones. La diferencia es déficit
estructural que consolida déficits de años anteriores.
Pero hemos iniciado el escrito destacando que el mundo postcovid emerge con
un vigor dispar, con sombras y destellos. Nadie esperaba tras el impacto de las
sucesivas olas Covid que la recuperación económica iba a ser tan fuerte y rápida.
La razón básica debe quedar meridianamente aclarada: la producción inmediata
y masiva de vacunas de una altísima eficacia. Pero como se ha advertido, los
tiempos que corren llevan consigo nuevas ansiedades y desafíos. Así nos lo
advierte el último ‘Informe de Perspectivasdela Economía Mundial y Estabilidad
Financiera Global’ del FMI.
La primera preocupación la constituye la desigual batalla librada a nivel mundial
contra la enfermedad. Si bien el 60% de la población de los países ricos se halla
inmunizada, el porcentaje cae al 36% en los países emergentes y al 4% en los
países pobres lo que incrementa el riego de nuevas cepas del virus que reviertan

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la tendencia alcanzada. El FMI plantea, tal vez con excesode optimismo, vacunar
por lo menos al 40% de la población mundial para fines de 2021 y al 70% para
mediados de 2022.
El virus ha afectado de forma diversa a las economías del mundo y a sus
previsiones de crecimiento. Aunque rebajada un 0,1%, la proyección de
crecimiento para la economía mundial es robusta: un 5,9% en 2021 y un 4,9% en
2022. La revisión a la baja de 2021 refleja un deterioro en las economías
avanzadas -con la excepción de Estados Unidos y China- debido en parte al
recorte del suministro de materias primas y componentes que han llegado en
algunas latitudes al colapso y en los países en desarrollo. Esa situación se ve
compensada en parte por las mejores perspectivas a corto plazo de algunas
economías de mercados emergentes y en desarrollo exportadoras de materias
primas. En general, se prevéque el empleo continúe por detrásde la recuperación
del producto y en todo caso por debajo de los niveles prepandémicos.
Más allá de 2022, el crecimiento se moderará alrededor del 3,3%. El PIB de las
economías avanzadas superará las proyecciones previas a la pandemia, en gran
medida gracias a las agresivas políticas de gasto en Estados Unidos. Pero según
el FMI los mayores riesgos para el crecimiento y la principal fuente de inquietud
reside en la posibilidad de que aparezcan variantesmás agresivas del virus SARS-
CoV-2 antes de alcanzar un nivel suficientemente generalizado de vacunación en
el planeta.
Las tasas de inflación han aumentado rápidamente en Estados Unidos y en otras
economías centrales, emergentes y en desarrollo. En la mayoría de los casos, ello
es producto del desajuste entre la oferta y la demanda y del alza de precios de las
materias primas. Se prevé que, en su mayoría, las presiones de precios se
moderen en 2022. Una preocupación adicional reside en el hecho de que este
repunte de los precios reducirá las rentas reales y, al mismo tiempo, afectará
negativamente a las expectativas, lo que podría generarr una espiral de precios y
salarios y un discutible período de estanflación.
¿Qué conclusión cabe trazar de la variopinta circunstancia económica y sanitaria
por la que atraviesa el planeta? Lanzar un envite multilateral a la cooperación.
Una acción global que acelere la vacunación de los mas vulnerables y un acuerdo
cerrado para encarar la transición ecológica desde la COP26 de Glasgow.
El Informe del FMI lanza a los gobernantes del mundo una alerta final. Hay que
prepararse para la economía pospandémica. Se trata de “corregir los reveses en
la acumulación de capital humano producidos por la pandemia, facilitar nuevas
oportunidades de crecimiento relacionadas con la digitalización y la tecnología
verde,reducir la desigualdad y velar por la sostenibilidad de las finanzas publicas,
y la importancia de la inversión en investigación básica para estimular la
productividad.”

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