Diseño de sifones y alcantarillas para obras hidraulicas
Rosa.docx
1. Mujeres de Dios, que se dejan mover por el viento del Espíritu, que buscan, disciernen,
permanecen atentas a los signos de Dios; mujeres que perforan la realidad para
encontrarse en ella con la acción de Dios y secundarla.
Mujeres de Dios, mujeres que descubren la presencia y el don de Dios en el hermano,
en la hermana; que saben agradecerlo y potenciarlo; mujeres que crean comunión
desde el reconocimiento y valoración de las otras, aportando lo suyo. Mujeres de Dios,
mujeres que saben agradecer y bendecir a Dios, porque descubren su dinamismo de
vida en toda situación; y a los demás, porque los sienten como don de Dios.
Mujeres de Dios, mujeres que han sido atraídas por Jesús y quieren ser, como Él,
presencia del amor gratuito e incondicional del Padre-Madre, para cada mujer y hombre
en nuestro mundo; mujeres que miran a las personas con ternura, con entrañas de
misericordia. Mujeres de Dios, mujeres de corazón compasivo y solidario.
Mujeres de Dios, mujeres que viven la pobreza, del corazón y de los bienes; mujeres
que, desde donde están, luchan por la justicia y la paz, por hacer crecer la esperanza.
Mujeres de Dios, mujeres que quieren hacer de su vida toda testimonio de que Dios es
amor, misericordia, compasión; mujeres que viven la vida de la gente, para decirles con
su vida y sus actitudes, que Dios les ama.
LECTURA
Os 2, 16-17.19-22
Esto dice el Señor. Yo la cortejaré, me la llevaré al desierto y le hablaré al corazón. Y me
responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué de Egipto.
Me casaré contigo en matrimonio perpetuo; me casaré contigo en derecho y justicia, en
misericordia y compasión; me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor.
Resp: Tu Palabra, Señor…
Ant. Benedictus: Dios mío, mi corazón está firme,
para ti cantaré y tocaré, gloria mía. Aleluya.
Preces
Oración final
El amor supremo consiste en dar la vida: dónde sea, como sea y cuándo sea.
Que sepamos, Señor, dar gratis lo que gratis hemos recibido de Ti.
Que en la monotonía y rutina de cada día vivamos el amor.
Y que nuestro testimonio, anuncio y servicio proclamen la liberación.
POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR QUE VIVE Y REINA POR LOS SIGLOS DE
LOS SIGLOS AMEN
Por
la
mañana
proclamo
tu
misericordia
y
de
noche
tu
Gracias, Señor, por estos 81
años de vida
2. HIMNO
Que detalle Señor has tenido conmigo
Cuando me llamaste, cuando me elegiste
Cuando me dijiste que Tú eras mi amigo
Que detalle Señor has tenido conmigo.
Te acercaste a mi puerta y pronunciaste mi nombre
Yo temblando te dije: "Aquí estoy Señor"
Tú me hablaste de un Reino, de un tesoro escondido
De un mensaje fraterno que encendió mi ilusión
Yo dejé casa y pueblo por seguir tu aventura
Codo a codo contigo, comencé a caminar
Han pasado los años y aunque aprieta el cansancio
Paso a paso te sigo, sin mirar hacia atrás
¡Qué alegría yo siento, cuando digo tu nombre!
Que sosiego me inunda cuando oigo tu voz
Que emoción me estremece, cuando escucho en silencio
Tu palabra que habita mi silencio interior
SALMO 142: En la mañana, Señor, Hazme escuchar tu gracia
Despierto, y mis ojos se levantan hacia ti, Señor. Mi primer pensamiento vuela a tu lado
al comenzar un nuevo día. No sé lo que me espera, no he planeado el día ni ordenado
mi trabajo. Antes de cualquier otro pensamiento, quiero entrar en contacto contigo para
recibir tu bendición y tu sonrisa cuando la vida se abre otra vez ante el mundo y ante mí.
Buenos días, Señor, y que pasemos este día muy juntos los dos.
La mañana es la hora de rezar y de adorar, de recibir de tus manos la promesa de la vida
que se renueva con el primer rayo de luz; la mañana es el momento escogido por ti, en
tus tratos con tu pueblo, para venir en su ayuda como símbolo y realidad de la prontitud
mañanera de tu presencia. Por eso me acerco a ti de mañana para recibir de nuevo de
tus manos el don de la vida en creación continuada. De ti depende mi vida, de ti depende
mi día en la aurora que apunta sobre el horizonte de mi conciencia. Santifica el día desde
su primer comienzo, Señor.
La única petición que hago para orientar el día es: «Enséñame a cumplir tu
voluntad». Las horas del día me van a traer opciones y decisiones, dudas y tentaciones,
oscuridad y pruebas. Lo único que me preocupa de todo esto, al comenzar la trayectoria
del día, es saber en todo momento cuál es tu voluntad. Este día será lo que ha de ser si
se enfoca desde el principio en la dirección salvífica de tu deseo. Mis decisiones serán
correctas si llevan a cabo tu voluntad. Mi caminar será derecho si se dirige hacia ti. Tu
voluntad es el resumen por adelantado de mi día, y descubrirla paso a paso en la jornada
es mi tarea y mi gozo.
Al ver los primeros rayos de sol que se asoman tímidos a mi ventana, te pido, Señor:
dame luz. Al escuchar a los pájaros que se ponen a cantar para despertar a tiempo a la
naturaleza dormida, te pido: dame alegría. Al fijarme en las flores que abren sus pétalos
a la brisa con atrevida confianza, te pido: dame fe. Dame fortaleza, Señor, dame vida,
dame amor.
SALMO II
Ant: Yo quiero ser, Señor amado…
Como el barro en la mano del alfarero, así somos nosotros en tus manos.
Como barro me hiciste. Amasaste el barro, Señor. Me moldearon tus manos. Me
moldeaste como arcilla, igual que hace el alfarero. Tus manos como barro me han
moldeado.
Ant….
¿Por qué me has hecho así? ¿Para qué me has hecho así? ¿Cuáles son, Señor, tus
planes y proyectos al moldear esta vasija de barro?
¿Para qué quieres que sirva? ¿Dónde está mi sitio?
¿Dónde? ¿En qué lugar del mundo, en qué lugar de esta casa grande que es el
universo?
Ant….
¡Cómo me has moldeado, Señor! Tus manos han formado y despertado mi propia
capacidad de dar y de servir. Tus dedos haciéndome el hueco para recibir y para
acoger. Señor, me has dado cinco talentos o siete o diez o diecisiete. No quiero
guardarlos para mí. Quiero multiplicarlos para Ti; para Ti, que estás en los hermanos.
SALMO III
Ant: Envíanos, Padre, tu Espíritu Santo, que nos prometiera tu hijo, el Señor
Queremos agradecerte Señor por el don de la vida, por el soplo de tu aliento de vida, la
Rhuaj que nos impulsa a reconocer y vivir en la tierra que tú nos pones con una misión
específica. Agradecer por ser mujer, amada y llamada por ti. Gracias Padre por ser y
estar en el camino de la historia y mi propia historia.
Me gozo desde mi ser mujer, sentirme creatura de Dios, mujer que experimenta y
transparenta, gozosamente, la presencia de Dios en la vida como impulso creador,
liberador de cadenas, corriente de vida.
Con otras sentirnos mujeres de Dios, mujeres que viven de la intimidad con Dios
a quien sienten como amor entrañable, cercano, amiga, compañera, refugio y fortaleza.