Presentación Seccion 5 -Estado de Resultado Integral y Estado de Resultados.pptx
Economia naranja
1. UNIVERSIDAD PANAMERICANA DEL PUERTO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA Y OPERATIVA
La economía naranja
Autora: Lcda. Luisana Díaz
Prof.: M.Sc. Luis. A. Gómez
Puerto Cabello, febrero 2021.
2. INTRODUCCIÓN
Se conoce como naranja, porque normalmente este color se asocia
con la cultura, la creatividad y la identidad y es lo más cercano a identificar
estas manifestaciones. En otras palabras, la economía naranja implica
convertir el talento en dinero a través de proyectos que conviertan las ideas
en acciones productivas, fomentando la creatividad, las habilidades y el
ingenio de los emprendedores.
Definir la Economía Naranja puede resultar difícil para algunas personas,
pues por mucho tiempo no se había concebido la unión de la creatividad, la
cultura y la economía como tres términos que interactúan y se
complementan. Actualmente, se trata de cambiar esa idea, para dar como
resultado un concepto innovador que ha contribuido a los PIB de muchos
países del mundo y que además ha sido fomentado por organismos
internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
3. Economía naranja: ¿Qué es?
Según Felipe Buitrago Restrepo, economista y autor del estudio «La
economía naranja. Una oportunidad infinita», la economía naranja se define
como:
Es el conjunto de actividades que de manera encadenada permiten que las
ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está
determinado por su contenido de propiedad intelectual. El universo naranja
está compuesto por: i) la Economía Cultural y las Industrias Creativas, en
cuya intersección se encuentran las Industrias Culturales Convencionales; y
ii) las áreas de soporte para la creatividad.
Lo que busca la economía naranja es el tratar de potenciar la cultura
en aquellos países en los que no se está potenciando. En este sentido,
fomentando la cultura y la creatividad, lo que se persigue es profesionalizar
un sector que, históricamente, nunca ha estado profesionalizado.
¿Es la Economía Naranja un modelo viable?
Ante esta interrogante, resulta más conveniente explicar los casos de
éxito de las políticas que se han aplicado para fomentar la Economía Naranja
en Latinoamérica. Un caso emblemático de esto lo representa Colombia, país
que para el año 2017 generó US$6,2 billones resultantes de estas
actividades y además de ello, obtuvo un crecimiento en las áreas de música,
audiovisual y artes escénicas de casi un 30%.
Teniendo así, un crecimiento acelerado que ha traído grandes
beneficios a este país latino, que aparte de ingresos monetarios les ha dado
un reconocimiento internacional por su cultura. Todo este movimiento, trae
consigo un aumento en el ingreso por turismo como una de sus
consecuencias. Especialmente en América Latina, en donde la riqueza y la
diversidad cultural es mucha, resulta conveniente adaptar ese eje a un plan
de monetización que contribuya al afianzamiento y evolución de las artes
y que además, brinde a las personas que las realizan, la posibilidad de vivir
de su producción artística.
Entonces, si se coloca en perspectiva, los países que han
implementado la Economía Naranja entre sus políticas públicas han
alcanzado un crecimiento no sólo en materia económica, sino también en
turismo y calidad de vida, lo que demuestra el éxito de este concepto y lo
convierte en un modelo a seguir para los demás países del mundo que
quieran crecer para y con sus habitantes.
4. Para los expertos en nuevas tendencias económicas si una persona
trabaja, en producción de contenidos editoriales, incluyendo áreas
audiovisuales, turismo en cualquiera de sus formas, artes escénicas,
galerías, gastronomía, productos típicos o deportes, de alguna manera está
activa en la industria naranja. En algunos países vecinos desde hace varios
años estas iniciativas suponen ingresos crecientes y generación de nuevos
empleos, Esa es la razón por la que algunos gobiernos han comenzado a
tomar en serio el concepto de la economía naranja.
Las empresas creativas han existido desde siempre, pero el entorno
de hoy marcado por el desarrollo de los medios digitales las dota de un
renovado aliento jamás antes visto. Esto supone un universo de nuevas
posibilidades. Nuevos clientes, nuevos mercados y más facilidad para el
intercambio de ideas. Por otra parte el acceso a internet potencia la
ampliación de referencias a la hora de crear. Es en definitiva la forma de
producción y generación de soluciones en la era del conocimiento abierto.
En el caso venezolano no existe ninguna política de estado, ni
organismo que formalmente adelante acciones en el desarrollo de este tipo
de economía. Sin embargo a manera de experimento sociológico no
organizado y espontáneo, frente a la grave crisis, proliferan iniciativas
creativas de todo tipo. Las redes sociales son perfectas vitrinas que ilustran a
diario emprendimientos no tradicionales de diversa índole.
Más allá de la capacidad de los venezolanos de sumarse a las nuevas
tendencias y un estado fallido, sin capacidad para generar vías reales de
desarrollo económico, una nueva oportunidad para sumarse a las tendencias
mundiales está frente a todos. Una tarea que debería llamar a escuelas,
universidades, gobiernos locales, ONG´s e incluso industrias tradicionales.
El comercio creativo es menos volátil que el de los commodities o
materias primas. Prueba de ello es que soportó mejor la crisis financiera
global que sectores como el petrolero. Mientras que las ventas de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) registraron una
caída del 40% en 2009, las exportaciones de bienes y servicios creativos
apenas se contrajeron un 12%.
Ahora que la tendencia en el comercio creativo se inclina en favor de
los servicios, la delantera la tomarán las naciones con una
estrategia digital intensiva en “mentefacturas” y que hagan de la Economía
Naranja uno de sus principales ejes de desarrollo para la creación de
empleos y riqueza. “Mentefacturas” como el arte, el diseño,
los videojuegos, las películas y las artesanías llevan consigo un valor
simbólico intangible que supera a su valor de uso.
5. CONCLUSION
En conclusión, el arte, los medios y las creaciones funcionales no son
sólo expresiones humanas que se realizan con el fin de llevar un mensaje a
la sociedad, sino que hoy en día también deben concebirse como un medio
para el crecimiento económico y un motor de innovación.
Actualmente la cultura en su conjunto es tratada por la sociedad como
un bien público, esta situación le hace mucho daño a los artistas y a los
creativos, pues les niega al menos dos derechos fundamentales: el
reconocimiento de su actividad como un trabajo legítimo y una remuneración
adecuada. Al mismo tiempo, le niega a la sociedad el progreso que artistas,
creativos y toda su cadena de valor puede aportarle.
En el desarrollo de la Economía Naranja es posible cerrar las brechas
sociales y a acercar a las personas más humildes con las más privilegiadas
alrededor de un propósito común. Y existen muchas personas que tienen la
motivación para emplear las herramientas de la Economía Naranja en la
integración social.