Usos y desusos de la inteligencia artificial en revistas científicas
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1. Decisiones
(Reflexión a propósito de elecciones presidenciales 2022 en Colombia, segunda vuelta)
1. Cabe una primera aproximación: supone entrever las características del individuo como propuesta
impersonal que simplemente trasciende lo que le es propuesto en la inmediatez. De tal manera que
tienda a proponerse a sí mismo el aserto simple en términos de lo que puede pasar en el mundo que
le es propio. Es decir, de aquel dibujo que el mismo traza a manera de justificación para sí, del ser
en sí. Es decir como figura propiciatoria de un logotipo que está inmerso en su consciente. Pero,
asimismo, una expresión de cotidianidad que emerge como repetición. Bien sea en su entorno
inmediato. O bien en la sumatoria de entornos que le es dada, precisamente, a partir de su ceguera
circunstancial. Como cuando el espíritu de cada quien se entiende como proclama dispuesta a ser
absorbida y/o reemplazada.
A cada paso, entonces, el sujeto tiende a ser suprimido. Por la vía de permitir que el medio en el cual
vive, vaya creciendo, hasta asfixiarlo. Es como si la idea de sí mismo se fuera diluyendo. En una
sucesión de aparentes verdades manifiestas. En la construcción de escenarios entendidos como pura
extensión de lo viable en cuanto pragmático. Siendo así, entonces, el que era cada quien hasta ese
momento, se transforma en sujeto amorfo y emparentado con lo etéreo. Pasa a ser un hecho difuso;
como si se hubiera convertido en un ente que se pasea por los caminos de la vida. A la manera de
propuesta para sí mismo. Distanciado, en términos absolutos, de lo que es la verdad en sí. De lo que
es la realidad como hecho que está ahí.
Aparece un comportamiento que se transfiere por vía impropia. En secuencia lógica. Por cuanto
constituye una manera de entender lo circundante como algo que estando ahí, empieza a ser
entendido como premisa inmediata. Ajustada a lo que es necesario hacer prevalecer como verdad.
Es como si el sujeto empezara a proponerse a sí mismo una realidad construida por el mismo. Para
tratar de convertir lo implícito en paradigma. Deviene en lo que, cada quien, postula para sí como
reflejo de lo dejado de percibir. Se niega a reconocer que su propuesta no es otra cosa que acto
reflejo de lo aprendido en circunstancias que nada tienen que ver con la realidad en sí.
Entonces se hace propietario de lo que le han transferido. Como cuando se niega la necesidad de la
reflexión. Nos encontramos, en consecuencia, con escenarios en los cuales prevalece el afán de no
controversia. Por el contrario, se hace prevalente el hecho de entender la realidad como simple
secuencia de su misma postulación arbitraria.
2. Cuando el ejercicio individual se transforma en disquisición potenciada, empieza a enfatizarse como
verdad transferida. Ese cada quien que se ha construido su propio universo, entra en la fase de
transferir lo que ha tergiversado. Es la sinrazón que va siendo incentivada a través de mecanismos
de difusión. Bien sea que se trate de instrumentos de comunicación masivos y manipulables; o bien
sea como expresiones de aparente autonomía personificada. Surge, en esa perspectiva, la
acentuación de lugares comunes que son tan propios a la hora de aparecer como sujeto envuelto en
la “inocencia” de los actos. Es aquí en donde cobra fuerza el control como extensión de la sumisión.
Porque, a la verdad inobjetable de lo individual que existe como ser en sí, se le adiciona la necesidad
de convertirlo en símbolo.
Cuando el sujeto hecho de su propia vida y experiencias empieza a convertirse en figura distanciada
de sus propias ejecuciones, va emergiendo el prototipo. Es decir, el sujeto que empieza a decantarse
a si mismo. Siendo lo que es, deja de ser él mismo, hasta convertirse en ejemplo de su propia
ignorancia sutilmente manipulada. Así, entonces, sin dejar de ser en si lo que es, se va convirtiendo
2. en ejemplar distinto, por la vía de manipular sus propias convicciones y transferirlas hasta convertirlas
en verdad no de lo que es él, sino en verdad transformada a partir de una determinada manipulación.
Ahora bien, los receptores de esa verdad “transformada” empiezan a tejer su propia realidad. Ya no
prevalece en ellos(as) el contenido manifiesto por sí mismo; sino que prevalece la presentación de
esa verdad transformada en distorsión. Esto es lo que, en sí, podría entenderse como la
colectivización de la penuria intelectual. Con la aclaración obvia que el término intelectual no se
circunscribe al hecho de ser estudioso(a); más bien entendido como simple expresión de un esfuerzo
por trascender la manipulación.
Viene, por lo tanto, la necesidad de endilgar a este comportamiento manipulado la categorización de
colectivización de la sinrazón. O lo que, en términos más sociológicos, la masificación. Queda claro
que el sujeto individual, necesariamente, tiende a masificarse. El problema no esto en sí mismo. El
asunto es cómo se produce la masificación. Es un proceso en el cual la diferenciación tan necesaria
del sujeto individual, tiene a convertirse en parte de una determinada colectivización de expresiones
y paradigmas. Para decirlo de otra manera: necesariamente cada sujeto individual transfiere parte
de su autonomía al momento de hacerse partícipe de movimientos sociales. De lo que se trata es de
entender esa dinámica en cada contexto.
Para el caso concreto de las expresiones sociales y/o políticas, los sujetos individuales pueden adquirir
su propio discernimiento. Es decir, pueden entenderse a sí mismos como protagonistas en procesos
de controversia que puedan conllevar a una determinada elección de representantes y de los
propósitos inherentes (programas). La diferencia aparece al momento de analizar la motivación de la
participación y decisiones. En esa perspectiva no es lo mismo cuando el sujeto individual transfiere
parte de su autonomía a otro sujeto u otros sujetos que le ofrecen una opción construida a partir de
la manipulación de lo que es la verdad y la realidad, partiendo de la distorsión de hechos
comprobados; a una participación del sujeto individual que transfiere parte de su autonomía a otro
sujeto o sujetos que le proponen un horizonte programático construido desde el análisis de la
realidad, sin que esté soportado en la distorsión.