El documento contiene varias noticias sobre eventos relacionados con la Orden Franciscana, incluyendo una reunión de zona en junio y la ordenación episcopal del ex M. General José Rodríguez Carballo en mayo. También habla sobre la devoción a la Virgen María durante el mes de mayo y cita algunos escritos y oraciones de San Francisco relacionadas con su profunda fe y amor a María.
1. NOTICIAS
El próximo mes de Junio el día 16, encuentro de zona en
Arenas de S. Pedro. Enviaran programa, ir pensando en la
asistencia, por razones obvias.
El 18 de Mayo será la Ordenación Episcopal de nuestro ex
M. General de la Orden MONS. José Rodríguez Carballo, en la
Catedral de Santiago de Compostela.
___________________________________________________
Mayo Florido y pacientemente esperado. Por fin tras el osco y
frio invierno ha llegado la suave y luminosa primavera en cuya
estación se enmarca el emblemático y poético mes de mayo pleno
de luz, de vegetación, de flores como el mejor regalo de Pascua,
razón por la cual se la suele denominar pascua florida. La
sensibilidad popular y el fervor cristiano no ha encontrado mejor
marco para expresar a la Virgen madre su filial y sentido amor que
el mes de mayo, corazón de la primavera. Mayo es considerado
por la devoción popular el mes de María, el mes en el que
agasajamos a la Virgen con el ejercicio diario de nues-
tra visita como una ofrenda floral y, opor-
tumente un recital de música popular be-
llisima que recibe la denominación del
mes,. LOS MAYOS. Para las madres siem-
pre lo mejor.
Un año más el mes de mayo nos recuerda que tenemos una cita:
La Madre nos espera a todos sus hijos. Nosotros como Francisco
debemos sentirnos, no solo invitados, sino obligados. Ella es,
además de nuestra Madre, Patrona y Abogada de toda la Orden. “¡
Ea, Abogada de los pobres! Cumple con nosotros tu misión de
tutora hasta el día señalado por el Padre”, oraba S. Francisco.
(Cfr. 2 Cel. 198). Así pues “Venid y vamos todos con flores a María,
que madre nuestra es…” (Canto Invitatorio del mes).
”Santa Virgen María, no ha nacido en el mundo
entre las mujeres ninguna semejante a ti, hija y
sierva del Altísimo y sumo Rey y Padre celestial,
madre de nuestro Santísimo Señor Jesucristo, y
esposa del Espíritu Santo, ruega por nosotros
ante tu Santísimo Hijo amado, Señor y
maestro”. (S. Francisco, Escritos Antífona OfP.
Vv. 1-3).
PRÓXIMA REUNIÓN
El próximo día 26 de Mayo nos reuniremos para celebrar la
convivencia del presente mes, en el Convento de S. Francisco a las 6,30 de
la tarde con el siguiente.
ORDEN DEL DÍA.
ACOGIDA Y ORACIÓN: Por la hermana Ministra.
LECTURA DEL ACTA ANTERIOR: Por la hermana Secretaria
FORMACIÓN PERMANENTE: Seguiremos con el tema 4º el cual
leeremos y meditaremos en casa, para después poner las dudas en común en
fraternidad.
INFORMACIONES VARIAS: Informe de la hermana Tesorera y lectura
de la correspondencia.
Bendición de San Francisco.
Seguidamente la Eucaristía en la Iglesia
2. LAS HUELLAS DE DIOS EN EL MUNDO
La fe es otra visión del mundo, otra visión, sobre todo, de
aquello que es difícil. La fe nos hace posible el conocimiento de
Dios en los fenómenos de la naturaleza, donde continuamente
podemos descubrir huellas de su actuación, huellas de su
preocupación por nosotros y por el mundo que nos rodea.
Un hombre de gran fe que en todas supo advertir la presencia
de Dios fue san Francisco de Asís. ¡Qué fe tan extraordinaria
irradia la actitud de san Francisco! Él oraba con las siguientes
palabras: “Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las
estrellas…Loado seas, mi Señor, por el hermanos viento, y por el
aire…” ¿Sentiste alguna vez, al ir por el campo, acariciado por el
viento, que Dios te tocaba? Si es así, hay en ti algo de la fe de
san
Francisco de Asís, quien en todas las partes
vio la actuación de Dios. “Loados somos,
porque estamos en ese viento. Loados por el
aire refrescante que nos permite respirar,
porque es nuestro aliento y nuestro aire”.
Todo proviene del Señor. Todo tiempo es su
tiempo. La fe viva nos posibilita advertir los milagros divinos en el
mundo que nos rodea y en nuestra vida cotidiana. Incluso la lluvia
y el fuego y el fango que provoca son milagros hechos por Dios
para nosotros. Esa lluvia que, sin duda alguna, en más de una
ocasión te empapó totalmente, también es un toque del Señor. Si
Aprovechando el clima mariano que se respira en el mes de mayo y del que todos
participamos, vamos a detenernos brevemente en la figura exponencial que fue nuestro P.
S. Francisco para recordar alguna cosita de su relación con la piedad mariana que informó
su vida entera. Ciertamente él no fue teólogo ni un mariólogo curtido en las aulas
universitarias. Francisco era más bien un sentidor, un lugar teológico, un oráculo del
Espíritu que le invadía. Quizás por eso es más conocido por el género literario de la
biografía que por su producción literaria que fue escasa.
Por lo que se refiere a la Virgen conservamos tan solo dos textos originales que a pesar
de su brevedad creo que sintetizan un tratado de mariología. Expresión de su piedad y
amor a la Virgen fue su apego a los lugares marianos, sobre todo Sta. María
de los Ángeles, donde engendró la Orden, murió y dio orden
de no abandonarlo jamás. (1 Cel. 21 y 106; LM 2,8 y 4,5). A este
este respecto, creo, nada más elocuente que este texto de su
biógrafo Celano testigo presencial “Rodeaba de amor indeci-
ble a la madre de Jesús, por haber hecho hermano nuestro al
señor de la majestad. Le tributaba peculiares alabanzas, le multiplicaba oraciones, le
ofrecía afectos, tantos y tales como no puede expresar lengua humana, pero lo que
más alegra es que la constituyó abogada de la Orden” (Cfr. 2 Cel. 198). Hay
constancia de que enseñaba a los hermanos a rezar el AVE MARIA en la forma abreviada
de la Edad media añadida al Pater noster. Quería que meditaran también las alegrías de
María para que Cristo les concediera un día las alegrías eternas (Cfr. Enrique de
Abranches, Leyenda Versificada 7,9-15 en AF 10 p. 449). Primaba la fiesta de la
ASUNCIÓN a la que se preparaba con una cuaresma. En esta fiesta debía prevalecer la
alegría por el honor concedido a María.
¿Cómo oraba realmente S. Francisco a la Virgen? Conservamos esta perla “¡Salve,
Señora, santa Reina, Santa Madre de Dios, María, Virgen hecha iglesia, elegida por el
santísimo Padre del cielo, consagrada por Él con su santísimo Hijo amado y el
Espíritu santo Defensor! (…) ¡Salve palacio de Dios!, ¡Salve tabernáculo suyo!,
¡Salve casa suya!, ¡Salve vestidura suya!, ¡Salve esclava suya!. ¡SALVE MADRE
SUYA”! (Cfr. S. Francisco, Escritos SIVN, vv1-6)…
José Álvarez
Asistente Espiritual
ORDEN FRANCISCANA SEGLAR, OFS
Información: Si quieres saber más sobre la Orden
Franciscana Seglar, todos los cuartos
domingos de mes os invitamos a las 6,30 a la convivencia
que celebramos en los salones del Convento de S.
Francisco
Altozano de la Inmaculada Nº 17 Tfno. 926 540732