El documento presenta el Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís, compuesto por 33 versos agrupados en seis estrofas. En él, San Francisco alaba a Dios como Creador y dueño de todas las criaturas como el sol, la luna, las estrellas, el viento, el agua, el fuego, la tierra, y también a la muerte. Finalmente, invita a alabar y bendecir al Señor con humildad.

1. El cántico de las criaturas, o del hermano sol, es uno de los testimonios del ininterrumpido cántico que fue su vida, desvelada enteramente por la bondad y la misericordia del Señor. Lo compuso en romance italiano de Umbría, Lo forman 33 versos, agrupados en seis estrofas y los dos últimos que cierran el cántico.

2. CÁNTICO DE LAS CRIATURAS San Francisco de Asís Altísimo omnipotente, bondadoso Señor Tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y todas las bendiciones. A Ti solo altísimo se deben y ningún hombre es digno de hacer de ti mención. Canto Italiano

3. Loado seas mi Señor con todas tus criaturas

4. Especialmente por el hermano sol, el cual alumbra el día, y es bello y radiante con gran esplendor de Ti Altísimo lleva significación.

5. Loado seas mi Señor por la hermana Luna

6. Y las estrellas, en el cielo las has hecho claras hermosas y bellas

7. Loado seas, mi Señor, por el hermano viento y el aire y el nublado y el sereno

8. Y todo tiempo, por el cual a tus criaturas das alimento.

9. Loado seas, mi Señor, por la hermana agua, que es muy útil y humilde y preciosa y casta.

10. Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego, por el cual alumbras la noche: y él es bello, y alegre, y robusto, y fuerte.

11. Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra, la cual nos sustenta y gobierna

12. Y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.

13. Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor

14. Y soportan enfermedad y tribulación. Bienaventurados aquellos que las sufren en paz, pues por ti, Altísimo, coronados serán.

15. Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal, de la cual ningún viviente puede escapar. ¡Ay de aquellos que mueren en pecado mortal!

16. Bienaventurados aquellos quienes encontrará en tu santísima voluntad, pues la muerte segunda no les hará mal.

17. Load y bendecid a mi Señor y dadle gracias y servidle con gran humildad.