Este poema describe el amor del autor por su colegio, San José, donde aprende cada día junto con sus compañeros. El colegio es su orgullo y su fe, y le brinda la sabiduría y el poder de aprender. Los niños asisten al colegio con su uniforme, corren a sus salones cuando suena la campana, y juegan felizmente en el gran patio durante los recreos.