2. En lo alto de una montaña, vivían el conejo Serapio y sus nietas, Serafina y Sófora. Serapio era muy bueno y
respetuoso, pero sus nietas eran todo lo contrario: se pasaban el día burlándose de los demás animales y faltándoles
el respeto.
Un día, Serapio se cansó del mal comportamiento de sus nietas y les propuso un juego: deberían escribir en una libreta
la palabra 'Disculpa' cada vez que faltasen el respeto a alguien. Ellas aceptaron y empezaron a escribir la palabra
cada vez que ofendían a alguien. Pronto se dieron cuenta de que sería más fácil respetar a los demás que ir
escribiendo esta palabra todo el día. Serapio, que oyó la conversación, las felicitó por su decisión y les pidió que
borrasen todas las palabras que habían escrito.
Una vez las conejitas habían borrado las páginas, se dieron cuenta de que estas no quedaban igual que al
principio y su abuelo les dijo que esto era lo que pasaba cuando se faltaba el respeto a alguien: las
palabras quedaban en el corazón de los demás y el daño no podía repararse completamente. Desde este
momento, las conejitas cambiaron su comportamiento y empezaron a respetar y a ayudar a los demás
animales