El documento resume diferentes trastornos alimenticios como la anorexia, bulimia, ortorexia y vigorexia, describiendo sus características principales. También identifica factores de riesgo como la presión social por la delgadez y problemas familiares o emocionales. Finalmente, ofrece recomendaciones para padres de familia sobre cómo apoyar a un hijo con un trastorno alimenticio sin ser contraproducente.
2. La anorexia es una
enfermedad emocional
que consiste en
experimentar un profundo
temor a ser obeso; esto
provoca una pérdida de
peso y de apetito de
manera incontrolable e
inconsciente. Esta
enfermedad es frecuente
en adolescentes,
específicamente, entre 14
y 18 años, aunque
también puede
presentarse desde los 10
años y mas allá de los 30.
3. Bulimia Incapacidad de
dominar los impulsos
que los llevan a comer,
para que después la
culpa y la vergüenza de
ingerir muchos
alimentos los lleve a una
purga (laxante, vomito),
así como ejercicio en
exceso.
4. Ortorexia es la
obsesión patológica por
consumir solamente
comida sana. Esta
obsesión puede llegar a
transformarse en
enfermedad si no se
ingieren carnes,
pescado u otros
alimentos necesarios y
se producen carencias
nutricionales
5. Vigorexia personas que
quieren un cuerpo perfecto.
Al final se produce un
trastorno que se convierte
en obsesión, principalmente
se centra en ganar músculo
mediante la práctica de
ejercicio físico intentos, en
ocasiones hasta desmesurado
tanto en la ejecución como
en la intensidad y la
frecuencia.
6. Obesidad exceso de tejido
graso corporal que por lo
general, y no siempre, se ve
acompañada por un
incremento del peso del
cuerpo. La investigación
científica ha demostrado que
la obesidad es una
enfermedad seria, que
amenaza la vida y que está
asociada a múltiples
problemas de salud.
7.
8. Pérdida de peso sin causa aparente.
Fluctuaciones importantes en el peso.
Cambios importantes en el patrón
alimenticio.
Reducción importante en la variedad y
cantidad de alimentos.
Realizar ejercicios en forma obsesiva y
excesiva
Negar tener hambre.
Comer a solas o a escondidas
9. Alteraciones en el estado de ánimo.
Tendencia a aislarse.
Comer por ansiedad
Evidencia de uso de laxantes,
medicamentos para bajar de peso o
vómitos.
Masticar y escupir el alimento.
Pérdida o irregularidades menstruales.
Caries dentales frecuentes.
Fatiga.
Caída del cabello.
10. Contar las calorías de los alimentos que
se ingieren.
Encerrarse en el baño después de comer,
sin que haya una causa que lo justifique
Esconder comida, envases o envoltorios
de golosinas.
Hábitos alimenticios inusuales (cortar la
comida en pedazos muy pequeños, comer
siempre de pie, comer muy rápido o muy
lento, jugar con los alimentos en el plato)
Irritabilidad.
Intolerancia.
11.
12. La moda, exige
máxima delgadez
Medios de
comunicación
La familia:
exigentes,
críticos, fríos,
obsesivos, abusos
Vulnerabilidad
personal
Factores
temporales:
fracasos, cambios,
separaciones
Trastornos
emocionales:
depresión,
ansiedad
13.
14. Informarse,
concientizarse sobre
el fenómeno.
Desalentar la idea
de que un peso
específico te hará
feliz
Retar a la creencia
falsa de que la
gordura son
símbolos de flojera
y fracaso
Evitar darle a la
comida la
connotación de
buena o mala
15. No juzgar a los otros
con base en su
figura corporal
Evitar los mensajes
del tipo “si bajarás
de peso me
gustarías más”
Convertirse en un
espectador crítico
de los medios
No relacionar
necesariamente el
peso y la talla con
la enfermedad
16.
17. NO sentirse culpable. No hay padres perfectos, pero sí
bienintencionados. Los problemas familiares son sólo una
parte de la historia de un trastorno de la ingesta, y demás
en cualquier caso, lo pasado es pasado. Lo importante es
saber lo que puedes aportar para ayudar a tu hija / o.
NO permitir que la comida sea un arma.
NO permitir que preocupación por el problema de tu hijo
/a le reste atención a tu matrimonio y a tus otros hijos.
Hacer que el trastorno sea el centro de atención refuerza y
prolonga el problema.
NO compadecer a tu hija /o. Demuéstrale comprensión,
pero no la sobreprotejas. Necesita oportunidad de ser
responsable e independiente.
NO permitir que sea él /ella quien dictamine horarios y
actividades de la familia.
NO intercambies roles con tu hija/o.
NO dejarse manipular.
18. Demostrar a través de actos y de palabras que se la quiere y se la
respeta, pero asegurándose de que entienda que tu vida también
es importante.
Darle la oportunidad de tomar responsabilidades en la medida
que esté preparada /o (sin presionar prematuramente)
Combatir el perfeccionismo.
Tratar de ser paciente y tomar cada día como se presente.
Recuperarse de un trastorno de la ingesta lleva su tiempo, si
pones toda la concentración en el día que esté recuperado /a, el
tiempo parecerá más largo.
Reconocer y respetar sus ideas e ideales aunque difieran de los
tuyos. Hablar con él / ella a cerca de las diferencias, pero
tratándolo / a como a un adulto con el que se cambian
impresiones.
Buscar apoyo en tu pareja o en un familiar o en un amigo
cercano. Es bueno poder hablar con alguien de la preocupación o
de los sentimientos que acarrea el hecho de tener un hijo /a
presa de un trastorno de la ingesta.
Los padres deben mostrarse unidos.
19. Los no… Los si …..
Edúquese: Comprenda
el tema
Escuche: los enfermos
muchas veces están
avergonzados y se
sienten solos,
escúchelo.
Aliente a que busque
apoyo
Importune a la
persona regañándola
No esconda la comida
No obligue a la
persona a comer
Busquen apoyo
20. Los trastornos alimenticios son
evitables, es importante fomentar
la autoestima y sobre todo dejar
en claro que siempre es agradable
tener un buen cuerpo, pero es
mucho mejor tener un cuerpo
sano. Separar lo estético de lo
saludable es trascendental para
respetar el cuerpo y no dañarlo
irreparablamente