El autoengaño es una cualidad humana presente a nivel individual y social que se utiliza para defenderse de la crudeza de la vida o situaciones adversas (párrafo 1). Puede darse de forma consciente e inconsciente y existen varias categorías de justificación, como el ambiente psicológico individual donde se asumen cosas como normales que no lo son para buscar lo que se desea en otros, o para aliviar la conciencia ante acciones dudosas (párrafo 2). También está el ambiente psicológico social, donde se aceptan
1. ¿Se puede mentir a uno mismo?
La mentira y el autoengaño son acciones presentes tanto en los individuos como en la
sociedad. A pesar de no estar bien reconocidas o no representar “acciones correctas”, no
desaparecen, sino que se mantienen, sobre todo a nivel individual. Estas acciones pueden
realizarse de manera consciente e inconsciente, se pueden utilizar como medida de defensa
ante la crudeza de la vida o la adversidad de algunas situaciones, para adaptarse a la sociedad
o poder ser aceptados, aportar tranquilidad a la conciencia ante situaciones, actuaciones o
pensamientos con un proceder dudoso e incluso para paliar el dolor o el sufrimiento. El
autoengaño existe gracias a la capacidad que nuestro cerebro tiene de reconocernos como
individuos, de la existencia del diálogo interno que mantenemos con nosotros mismos.
Las justificaciones de su existencia se pueden dividir en varias categorías.
La primera corresponde al ambiente psicológico individual. Aquí se incluyen fenómenos como
las situaciones dolorosas, por ejemplo en relaciones tóxicas, en las cuales muchas veces se
asumen cosas como normales cuando no lo son, solo con la finalidad de intentar buscar en el
otro lo que se desearía que fuese, pero que realmente no es, dejando siempre en condicional
la posibilidad de que se produzca el cambio que tanto anhelamos. En numerosas ocasiones
incluso se justifican actuaciones de la pareja como consecuencia de los propios actos,
pensando que es el individuo que sufre la violencia el que ha provocado dicha conducta al
comportarse de manera incorrecta, haciéndole dudar por tanto de sus propias acciones. O,
también, ante situaciones de dudoso proceder, se trata de aliviar la propia conciencia
buscando argumentos que eximan de responsabilidades que no se han querido asumir. Por
ejemplo, cuando alguien se encuentra a un animal abandonado y/o malherido y no se le presta
ayuda, autoengañándose con numerosos razonamientos como: “en mi casa no hay sitio, ya
vendrá otra persona”, “la protectora de animales se encargará, seguro que alguien ya ha
avisado”.
La segunda categoría es el ambiente psicológico social. En ocasiones, se es capaz de aceptar las
ideas de otros como propias con el fin de formar parte de un grupo. Se puede citar el
autoengaño que sufren algunas personas al consumir alcohol u otras sustancias sin desearlo
realmente, haciéndoles creer que les gusta, que es lo mejor y la única manera de pasarlo bien,
etc. con el objetivo de cumplir con las expectativas sociales.
En cuanto a temas de salud, se encuentra el efecto placebo, procedimiento que consiste en
hacer creer a un individuo que se le está suministrando una medicación que solucionará la
dolencia que padece, cuando verdaderamente no lo hacen, sino que ofrecen una sustancia
inocua, engañando así al cerebro, haciendole sentir una mejoría que no es real. Por otro lado,
en las enfermedades incurables por la ciencia, el sujeto, como medida de autodefensa, tiende
a buscar soluciones no convencionales para intentar salvarse, aún sabiendo que no ayudarán,
autoengañandose y depositando en ellas toda esperanza existente. Los curanderos y la
medicina alternativa pueden ser algunas de las variables que se manejan. Desde mi punto de
vista, no considero que las enfermedades mentales de distorsión de la realidad se deban
incluir en el autoengaño, debido a que para los/las enfermos/as la realidad que viven es la
única y verdadera.
2. Por último, respecto a factores culturales se halla la religión. En particular, la creencia
aprendida de que las malas acciones no tendrán repercusiones y serán redimidas si se
confiesan y son lamentadas, ya que se recibe el perdón por parte de la figura divina, siendo así
el individuo merecedor de la entrada a una vida eterna y mejor que la terrenal. Considero,
personalmente, que es otro mecanismo de autodefensa mediante el cual, de nuevo, se alivia la
conciencia ante malas actuaciones o pensamientos.
Por tanto, el autoengaño es la capacidad del cerebro para reconocernos como individuos y de
la existencia del diálogo interno que mantenemos con nosotros mismos. Debido a su presencia
en diferentes ámbitos tanto a nivel individual como en sociedad, se presenta como una
cualidad humana que obtenemos en respuesta a diversas situaciones, explicadas
anteriormente.