1. LAS MENTIRAS EN EL
INTERNET
PROFESORA ALUNNO
YSABEL SANCHEZ LORIANGELLYS DE ABREU
C.I: 26.179.711
SAN JOAQUIN DE TURMERO, MARZO DE 2018
2. LAS MENTIRAS QUE OCASIONAN EL USO
INTERNET
Son una epidemia mundial. La difusión masiva de mentiras, noticias falsas,
post-verdades o como se las quiera llamar preocupa cada día más a la gente
en todos los continentes. No es una coincidencia que se asocie con conceptos
propios de la medicina: virus, peste, bichos.
3. COMO EL INTERNET MANEJA LAS
NOTICIAS
"Internet es un espejismo que nos hace creer que ahora hay más libertad”:
Luis Quilés
Hasta se ha llegado a decir que el aluvión de noticias falsas, fake news– puede
llegar a poner en peligro la vigencia de la democracia. Desde los triunfos
electorales del brexit y de Trump, las voces más pesimistas consideran que el
mundo podría estar atravesando una etapa semejante a la de los años treinta
del siglo pasado, que dio paso al auge de los populismos nacionalistas y a la
Segunda Guerra Mundial.
4. ¿HASTA DONDE LLEGAN LAS MENTIRAS?
¿Qué diferencia a las mentiras en la política actual de las de siempre? Solo
hay una respuesta posible: las redes sociales. La tecnología digital ha
masificado el acceso de la gente a estas comunidades en las que no hay reglas
de juego para comunicarse. Cualquiera puede, desde su teléfono, escribir un
mensaje y acceder a miles, hasta millones, de lectores. Se trata de
contenidos breves por naturaleza, y emocionales en su mayoría, que se leen
mientras se aborda un bus o que pueden invadir espacios tan íntimos como
una cena familiar. Por las redes, una creación del siglo XXI con tímidos
antecedentes en los años noventa, puede llegar cualquier palabra hasta el
último rincón del mundo y hasta la esfera privada de un individuo.
5. EL ÉXITO DE LAS MENTIRAS EN EL INTERNET
La clave está en la combinación de audiencias masivas y anonimato de los
usuarios. Por definición, no existe responsabilidad. Se puede decir cualquier
cosa sin poner la cara. Cualquiera es un informador. La regulación está
rezagada frente al ímpetu de las acciones de los usuarios, y en todo caso es
poco probable que un fenómeno tan enorme se pueda limitar con medidas
legales. Con fuentes de difusión tan amplias y diversas, difícilmente serían
aplicables los manuales de los medios tradicionales que incluyen principios
éticos y reglas básicas para diferenciar la opinión de la información, para
incluir fuentes diversas sobre una misma noticia, para establecer mecanismos
de rectificación o corrección cuando hay errores, o para aceptar obligaciones
en materia de rigor con la verdad. En las redes sociales, nadie exige nada de
eso. “Las prácticas que se apartan de la ética son más factibles en internet”.
6. PANORAMA INCIERTO
En el escenario más pesimista se consolidaría el imperio de la mentira en
las redes sociales. Es decir, ni los controles que ya están intentando las
grandes redes, ni los que pueden aplicar las comunidades, ni los que se
sugieren en organismos internacionales que protegen la libertad de expresión
serían capaces de detener un fenómeno de semejante magnitud y de tanta
fuerza. Esta opción obligaría a pensar en modelos políticos menos
transparentes y democráticos, y en un periodismo en el que van quedando
rezagados o ‘enredados’, los intentos por salvaguardar la verdad.
7. LAS VACUNAS
Ahora bien, ¿son tan malas las redes? ¿Hay salvación? En la jerga de las redes,
fuertemente influida por el idioma inglés, algunas palabras describen
prácticas cuestionables en el sentido de que confunden la mente de los
ciudadanos porque difunden mentiras o tergiversaciones: troles, hackers, fake
news, cuentas fantasmas. Una baraja de términos extranjerizantes que
denotan conductas cuyo objetivo es cazar individuos para agregarlos a una
causa. En esa esfera digital, en la que cabe todo el mundo, la conversación se
hace en términos coloquiales y vulgares, sin ninguna sofisticación, con el
efecto de degradar el lenguaje y el discurso de la política.
8. EFECTOS DEL INTERNET EN LA POLITICA
Los efectos en la política son profundos y nocivos casi siempre. Los
ciudadanos se están desplazando masivamente hacia las redes para
informarse. Leer mensajes de Facebook, Twitter, Instagram o cualquier otra
comunidad virtual forma parte de la cotidianidad de los habitantes del siglo
XXI. Lo saben los candidatos y los líderes políticos, que ya destinan
porcentajes amplios de los presupuestos de campaña a los mensajes en las
redes. Los manipuladores virtuales son los nuevos genios de la mercadotecnia
electoral.