4. DOLOR MUSCULAR
DE APARICIÓN
TRADÍA
La aparición de dolor muscular a
las 24-48 horas después de
haber realizado un ejercicio
intenso, generalmente fuera de
lo habitual, en músculos que no
están acostumbrados a la
actividad, es una experiencia
común tanto en deportistas
como en los que no lo
son, siendo en estos últimos
mucho más intenso. Estas
molestias dolorosas se conocen
a nivel popular como agujetas, si
bien desde el punto de vista
científico se denominan dolor
muscular de aparición tardía
(DOMS) (Drobnic, 1989).
5. MOLESTIAS
Si bien la evolución de estas molestias es diferente
según la actividad y resistencia de las fibras
musculares de cada persona, el dolor alcanza su
punto álgido entre las 24 y 72 horas, disminuyendo
después durante los 3-7 días posteriores al ejercicio.
La musculatura se siente, subjetivamente, tensa y
contracturada, disminuye la fuerza muscular que
genera el músculo, siendo dolorosos los movimientos
y la palpación de la zona (Drobnic, 1989).
6. CREENCIAS
TRADICIONALES
Tradicionalmente el consumo de agua con
azúcar se justifica ante la creencia errónea de
que el DOMS está causado por las
microroturas musculares desencadenas por
cristales de lactato. Curiosamente hay un
acierto y un gran fallo en esa descripción. Las
microroturas son las responsables del dolor.
Sin embargo, la causa de las mismas no tiene
relación alguna con el ácido láctico.
7. ÁCIDO LÁCTICO
La formación de estos cristales de lactato se
justificaba por un problema en el metabolismo de la
glucosa. De hecho, esta creencia errónea surge del
error conceptual de relacionar la formación de ácido
láctico con una mala metabolización de la glucosa. De
ahí, la ingesta de agua con azúcar, en un intento de
solucionar el problema en la metabolización de la
glucosa.
8. ÁCIDO LÁCTICO NO ES RESPONSABLE
SE PUEDE COMPOBAR POR:
Mediante la técnica de biopsia muscular (extracción de
una fibra muscular) no se ha podido encontrar la
presencia de cristales de lactato, ni inmediatamente ni
a las 24, 48 ó 72 horas después de finalizar el ejercicio
físico.
En reptiles, que curiosamente son los que más ácido
láctico generan, no se han encontrado cristales de
lactato.
Las contracciones excéntricas, caracterizadas por
producir menor cantidad de ácido láctico, respecto a
las concéntricas e isométricas, son las que más DOMS
provocan.
9. EXPERIMENTO
Para demostrarlo se puede realizar un sencillo experimento:
Se coge un peso moderado con una mano (3-5 kilogramos, por
ejemplo) y se eleva hasta depositarlo encima de una mesa o
estantería que se encuentre por encima de la altura de los hombros
(contracción concéntrica), bajándola con la otra mano (contracción
excéntrica).
Se realiza el ejercicio 15-20 veces seguidas, repitiéndolo de tres a
cinco veces después de un descanso de 5 minutos entre cada serie
(no es necesario agotar el músculo).
Comparando el grado de dolor sufrido por ambos brazos al día
siguiente, se observará que las molestias son siempre más
importantes en el brazo que trabaja en contracción excéntrica, o
sea, el que baja el peso.
10. INVESTIGACIÓN
La investigación acerca de su origen y tratamiento ha
clarificado que el ácido láctico no es el responsable
del DOMS, sino la práctica de actividades donde
predominan las concentraciones excéntricas, al
producirse microroturas en la unión músculo-
tendinosa y en los tejidos conjuntivos del músculo
(McArdle y cols., 1986; Drobnic, 1989).
11. PREVENCIÓN
Para prevenir el DOMS hay que evitar o disminuir el
volumen de actividades excéntricas, como
correr, saltar, etc., ya que en estas actividades las
contracciones excéntricas son frecuentes y de gran
intensidad. Hay que dosificar los esfuerzos de una
manera progresiva y gradual. Se trata, por tanto, de
una medida preventiva.
12. TRATAMIENTO
En caso de que hayan aparecido no existe tratamiento
alguno que las haga desaparecer, salvo realizar
nuevamente un ejercicio similar al que lo ha producido, a
una intensidad inferior. La práctica del estiramiento antes
y después de cada sesión de entrenamiento no parece
tener gran importancia, aunque su utilidad es indiscutible
para obtener una mejor adaptación del músculo al
ejercicio y una más rápida recuperación. Son muchos los
estudios que han analizado la utilidad de diversas medidas
de tratamiento, con resultados poco efectivos en la
mayoría de ellos.
13. El DOMS se reduce con:
Estiramiento estático tras ejercicio excéntrico. Chen y
Hsieh (1996).
Crioterapia. Crema anti-inflamatoria tras el ejercicio.
Monico y cols. (1997).
Hielo tras ejercicio máximo. Hiruma y cols. (1999).
14. El DOMS se previene con:
Calentamiento mínimo efecto en prevención.
Kikkinidis y Tokmakidis (1997).
15. NO efecto DOMS
Ultrasonidos. Craig y cols. (1999).
Estiramiento estático y calentamiento no previene. High y
cols. (1989).
Vitamina E. Harris y McMurray (1997).
Tratamiento hielo tras ejercicio máximo. Hiruma y cols.
(2002).
Ácidos grasos omega 3, isoflavonas, cortisol… Lenn y cols.
(2002).
Ejercicio aeróbico. Millay y cols (2003).
16. Delayed Onset Muscle Soreness
Treatment Strategies and Performance Factors.
Cheung K, Hume PA, Maxwell L
Sports Medicine 2003; 33 (2): 145-164
http://www.ingentaconnect.com/content/adis/smd/2003
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17. Exercise-induced muscle damage in humans.
Clarkson PM, Hubal MJ
American Journal of Physical Medicine and Rehabilitation
2002;81(Suppl):S52-S69
http://www.nmdinfo.net/Publications/Consensus Conf
2002 Papers/Clarkson.pdf
18.
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