El documento habla sobre la importancia de la prudencia y cómo los padres pueden enseñarla a los hijos. Menciona que la prudencia es la principal de las virtudes cardinales y nos ayuda a actuar de manera adecuada. También recomienda que los padres enseñen normas de seguridad, lean cuentos, comenten programas de TV, usen lemas y expliquen las consecuencias de las acciones para formar a los hijos en la prudencia.
1. Karla Paulina Soto Saiz
Laboratorio de Cómputo III
Profr. Luis Fernando Sánchez López
Grupo 2-01
2. O La prudencia es la virtud por
excelencia ya que orienta a la
persona en cuando y cómo
actuar en el aqui y en el
ahora.
O Es la principal de la virtudes
cardinales ya que facilita a la
inteligencia el encontrar y
elegir los medios mas
adecuados para ir logrando
la perfección
3. O Los padres de familia deben reconocer la
importancia de formar en la prudencia, pues
esta nos ubica en la realidad.
O La prudencia coordina y regula a todas las
demas virtudes.
O Una persona prudente siempre practica la
justicia, fortaleza y templanza, es por tanto,
una persona virtuosa.
4. O Enseñarles normas
elementales de seguridad e
higiene. Leerles cuentos
ilustrados para que se
ejerciten en la comprensión
de la lectura.
O Enseñarles a obedecer a sus
mayores.
5. O Hacerles ver a los niños las
consecuencias del buen uso
de su libertad.
O Comentar y juzgar con los
hijos las acciones prudentes
e imprudentes de los
actores en un programa de
televisión.
6. O Escribir los siguientes lemas
en las cartulinas y colocarlos
en lugar visible de la casa y
comentar su significado: NO
HABLAR CUANDO ESTOY
ENOJADO, PENSAR ANTES DE
ACTUAR, NO QUERER TENER
LA RAZON SIEMPRE.
O Pedirles que expliquen el
porque de una acción o un
retraso.
7. O Solicitarles que se midan en las bromas que
le jueguen a sus hermanos o amigos.
O Explicarles en que situaciones pueden
decidir libremente y en cuales deben buscar
el consejo ajeno.
8. O Al conducir un auto, no
pasarse los altos, evitar los
arrancones, no agredir con
el claxon.
O Para aclarar malentendidos
esperar a que pase el mal
momento.