9. Quién pensaría que existiría algo tan
complejo como una red social, y mucho
menos se hubiera pensado en que además
tuviéramos de dónde escoger.
Eso pasa actualmente y resulta interesante
como las nuevas tecnologías nos ofrecen
cada vez más opciones al alcance de
nuestras necesidades de comunicación y de
seres sociales que somos.
10.
11. Facebook, Twitter, Google + nos invitan a un hacer de
una manera y no de otra, ser alguien de un modo y no
de otro. La arquitectura de cada red configura la forma
en que nos relacionamos socialmente con esos otros
que nos cruzamos. Por eso 12 estudiantes se dieron a
la tarea de comparar las interfaces de Facebook y
Twitter para poder entender qué toma G´+ de ellos, y
estudiar su propuesta política diferencia..
12. Facebook: Su palabra clave
es amigos. Establecemos la
misma relación con todos los
usuarios con que nos
encontramos allí. La
arquitectura del sitio está
diseñada para compartir
todo con todos porque se
estructura como una red de
iguales, por lo tanto para
establecer y seleccionar con
quién se comparte cierto
contenido se necesitan
hacer alrededor de 4 u 8
clicks.
13. Twitter: Su espíritu y/o
punto clave está en el
verbo seguir, la
relación es entre
seguidores y seguidos.
Su interfaz es mucho
más simple, lo que se
destaca es el caudal
de información. No se
trata de amistades ni
de lazos (pueden o no
existir).
14. Google +: su
slogan:Comparte como en la
vida real. Sabemos que en
todas nuestras formas
extendidas de relacionarnos
seguimos siento, sintiendo,
haciendo, de un modo
diferente pero no por eso
menos real. Debemos aceptar
la metáfora de G+ como un
diálogo con sus predecesores.
No decimos todo a todos, no
compartimos los mismos
espacios ni intereses, somos
multifacéticos y complejos, G+
pretende reflejar esa
multiplicidad. Su modo de
segmentar, etiquetar,
categorizar las formas de las
relaciones humanas serán los
círculos.
15. Por medio de un estudio se llegó a la conclusión
de que la estructura de navegación entre
Facebook y G+ es la misma.
Google + esta en una versión beta y permite que
haya feedback con los desarrolladores.
16. Para que la interacción se dé en cada
interfaz entramos al juego con nuestros
alter egos – perfiles construídos a tal fin.
Pero no somos los mismos en
Facebook Twitter o G+, no sólo porque
las gramáticas sean diferentes, porque
decidamos relacionarnos de otro modo
o decir otras cosas.
Por ejemplo, en el caso de Facebook su
objetivo es garantizar la interacción de
personas reales, especialmente de
lazos preexistentes, y por eso exige
datos personales reales, esto hasta el
momento era el comienzo de la más
grande afrenta contra el anonimato en
la red, pero G+ le lleva varios cuerpos
de ventaja al respecto.
Por su parte Twitter no hace distinción si
sus usuarios son
personas, organizaciones, personajes
de ficción, agrupaciones, bandas
musicales, etc. La depuración la hacen
los usuarios, si el contenido es
relevante para ellos elegirán seguir la
cuenta así encarne a un objeto o hasta
una mascota.
17. •Mientras que Google + tenemos esto:
Nombre y Apellido
Cuenta algo sobre tí (no tiene caracteres limitados)
Motivos para presumir
Profesión
Empresas
Estudios
Lugares en los que has vivido
Casa
Trabajo
Situación sentimental
Busco
Sexo
Otros nombres
Alias
Mi perfi l en buscadores
18. Al llegar a G+ nos damos cuenta que
quedan pocos espacios vacíos por
completar en nuestro perfil, ya
tenemos fotos cargadas desde
Picassa y Blogger
Se trata de nuestro Google
profile, con huellas de una vida
anterior a la existencia de G+.
Entramos a la red con una identidad
consolidada, al menos para el
ecosistema Google. A Facebook y
Twitter se puede ingresar una historia
previa, la diferencia es que G+ no
necesita preguntarnos nuestro
nombre verdadero, ya tiene nuestra
huella digital. Adopta la estructura de
“seguidores” que retoma de Twitter, y
propone explicitar los diferentes
niveles de relación con los demás.
19. En G+ la reciprocidad es imposible. Se puede tener a gente en los círculos propios sin
estar en los ajenos, no hay necesidad de contrato mutuo. Sin embargo, en caso de
darse una cierta reciprocidad, nunca es total. Es imposible saber en qué círculos ha sido
agregado uno, y al ser una configuración personal e individual, es imposible que
coincidan. Si la información es segmentada, seleccionada, enviada a círculos
diferenciales, la total reciprocidad no es posible, a menos que se trate del caso de dos
usuarios compartiendo todo en estado “Público”. O sea, usando Google+ como si fuera
Facebook.
20. Google+ se presenta como el último
estadío de nuestra forma de interactuar
socialmente y el modo como utilizamos la
tecnología. Es decir, retoma el modo de
hacer según el último diseño de Facebook
y otras redes sociales y, a partir de sus
características principales, abre el juego
hacia otras nuevas: haciéndolas convivir
con el resto de las particularidades del
ecosistema Google.
Además, se constituye como una red
pública y, al igual que en Twitter, los
contenidos publicados de forma pública
pueden ser visualizados por usuarios que
no forman parte de tus círculos, además
de la posibilidad de incluir personas de
las que recibir información no es
necesariamente recíproca.
21. Hubo que transformarse en un heavy
user de la red para poder diferenciar
lo público y lo privado.
Navegamos, utilizamos sus
productos, respiramos con las
branquias de Google y sin darnos
cuenta nuestras relaciones sociales
en la web están inmersas en su
Galaxia. Lo que hizo G+ es darle un
formato, una manera de visualizarlo
y abrirle los ojos a quienes no se
sentían navegantes de este espacio.
Si Google es el nuevo
universo/Paradigma que se
expande, la pregunta es ¿hasta
cuándo? No sabemos, hasta que
vuelva a suceder otra singularidad.
Lo que creemos, sin duda, es que
sus “residuos” seguirán haciendo
resonancia mucho tiempo después.