1. HISTORIA
ECONOMÍA
Se desconoce el verdadero origen de la población. En su
término se han encontrado vestigios de poblados Ibéricos de
gran valor arqueológico en las partidas de San Roque, y El
Castillejo. Sin embargo, por su etimología, Benafer parece
tener un origen árabe, pudiendo derivar su nombre de Ibn- AlAffer, que significa “hijos de África”.
Basada tradicionalmente en la ganadería y la agricultura, destaca
la variedad de productos que ofrecen sus campos, como
almendras, olivas y aceite y cerezas entre otros. Cuenta además
con una granja de pollos ecológicos, un secadero de jamones,
empresas de construcción y varios servicios más, como bares,
tienda, farmacia y estanco.
En época cristiana parece ser que esta alquería musulmana
estuvo unida en un primer momento al
Señorío de Jérica, hasta que en 1379 es
adquirida por el Obispo de Segorbe Don
Iñigo de Vallterra, que repoblaría el lugar con
cristianos viejos de Teruel principalmente, la
dotaría de Vicaría perpetua y regularía sus
relaciones personales y laborales mediante
una Carta-Puebla otorgada a 20 pobladores,
teniéndose por algunos este momento como
el de su fundación. Y es que el lugar había sido abandonado
por los mudéjares en 1309 debido probablemente a la pobreza
del término, y de nuevo en 1368 a raíz de su rebelión durante
la guerra de Castilla. Tras la muerte del Obispo en 1407, el
lugar pasaría a manos de su sobrino, de igual nombre que su
tío. En 1423 aparece como Señor de Benafer don Juan
Scorna, que lo debió adquirir por compra, y pocos años
después, pasaría a Medina. Ya en 1610-11 se presentan como
titulares los Sanz de Cotanda; y en 1786, aparece como dueño
de Benafer D. Joaquín Castellví y de la Figuera. A mediados
del siglo XIX, lo eran los Marqueses de Rafol, posiblemente
como últimos propietarios del lugar, pues en 1850 la
Desamortización de Madoz abolió los señoríos.
QUÉ VER
A finales de este siglo y principios del XX, cruzarían el término
dos trazados ferroviarios: el del Central de Aragón y el de
Sierra Menera. El trabajo más representativo de estas
compañías serían los viaductos construidos junto al Manantial
de la Fuensanta, los más espectaculares de la comarca.
GASTRONOMÍA Y FIESTAS
Las recetas típicas de Benafer son la olla, el Arroz al Horno,
los "testamentos de patata" (torta salada hecha de masa de
pan, ajo, patatas y panceta) y diversidad de platos cocinados
con bacalao. En repostería destacan las Bollas, y los rollos de
trilla, ambas elaboradas con productos que se plantan en los
campos locales. Tampoco hay que olvidar degustar los
productos de su huerta, como el aceite de oliva, las almendras
o sus excelentes cerezas.
Las fiestas patronales se celebran del 5 al 20 de agosto,
realizado diferentes actividades competitivas y deportivas, así
como diferentes actos religiosos, taurinos, verbenas, etc. Los
días de mayor relevancia son el 6, cuando se honra a El
Salvador (día de su onomástica); y el 16, festividad de S.
Roque, cuando se realiza la romería hasta la ermita del titular.
A causa de los destrozos de la última guerra civil, y su posterior
reconstrucción, Benafer tiene la apariencia de un pueblo de
reciente construcción, con calles limpias y casas de buen
aspecto. Sin embargo, sus viviendas de baja construcción y sus
estrechas calles mantienen el sabor de pueblo antiguo, con la
presencia de elementos tales como sus dos lavaderos públicos,
el del Pozo y el del Tercio. También entre sus calles se pueden
encontrar tres fuentes públicas, construidas en diferentes épocas
y estilos.
Arquitectónicamente, lo más
destacable es el conjunto
formado por el Ayuntamiento,
escuela,
fuente
e
Iglesia
parroquial, obra de Regiones
Devastadas, en la década de los
40, en el lugar que antaño
ocupó el cementerio.
La Iglesia Parroquial, bajo la
advocación de la Transfiguración del
Señor, es conocida en el pueblo como
de El Salvador. El templo, que data del
s. XVII, guarda en su interior la imagen
del titular, y una bonita capilla de la
comunión, presidida por una imagen
de Sta Teresa, que antiguamente
sacaban
las mozas
en
procesión
por
las
calles.
Sobre el cerro que domina el
pueblo se alza la ermita que los
vecinos construyeron en el s. XVIII
a San Roque. Es un edificio
sencillo construido con sillarejo y
tejado a dos aguas, con espadaña
y campana, y con un banco
corrido en el interior, desde donde
se observa el altar presidido por un retablo cerámico del titular,
y preciosas panorámicas del pueblo y del vecino Caudiel.
También cuenta entre su patrimonio etnológico con dos
molinos harineros, en diferentes estados de conservación: El
de los Nogales, totalmente derruido, observándose, eso sí, su
imponente cubo en forma de pirámide truncada y escalonada
con seis tramos desde la base en el camino a la Fuente de los
Nogales; y el del Tintorero, que se encuentra rehabilitado y
en buen estado, aunque desmantelada su maquinaria.
PARAJES NATURALES
De orografía accidentada, en su término municipal los bosques
de vegetación mediterránea acompañan al viajero, disfrutando
de un clima suave y fresco y una rica fauna entre pinos y
carrascas, a lo largo de los innumerables paseos que se
pueden realizar. Y es que el senderismo es una de las
actividades más aconsejadas para recorrer este término,
debido a los numerosos caminos y senderos, entre ellos la Vía
Verde Ojos Negros, antiguo trazado del ferrocarril minero,
recientemente señalizado y acondicionado para la práctica del
turismo, y los senderos GR-7, PRV-62, 63.4 y 63.5. Entre otros
parajes, se recorren algunas de las alturas más importantes
del término, entre las que destacan
el Cerro Negro (811 m.) , Catalán
(924 m), La Escalerita (1069 m) y
el Pico de Cerdaña (1192 m.),
donde se halla la Cueva de igual
nombre, de grandes dimensiones
con sus numerosas estalactitas y
estalagmitas, y en la que se han
encontrado restos de la Edad de Bronce y época Ibérica,
donde adquiriría la condición de Cueva-Santuario, rindiendo
culto a la Naturaleza, al agua y al interior de la tierra.
También
son
numerosos
los
manantiales de cristalinas aguas
como la Fuensanta, frente a la que
se alzan dos magníficos viaductos de
las dos vías ferroviarias que
recorrían antaño el término, el
Tercio,
la
Fandagueda, la Fuensantilla, Sanjuana y
la Fuente de los Nogales, que cuenta con
una zona de recreo muy agradable y una
frondosa arboleda.
2. LOCALIZACIÓN
Benafer se halla situado en la cabecera de la Comarca del Alto
Palancia, entre la Sierra Espina y el río Palancia. Posee un
término muy accidentado y alargado, de 16,35 km2 de
extensión, que limita con los términos de Caudiel, Jérica, Viver
y Pina de Montalgrao. El pueblo, flanqueado por los barrancos
de la Fuensanta y las Rochas, y a 589 m. de altitud, está
habitado por unos 150 habitantes.
Benafer cuenta con rápidos accesos para quienes se acerquen
de cualquiera de las tres capitales de provincia más próximas,
pues se halla a unos 60 km de Valencia y Castellón, y unos 70
de Teruel. Su capital de comarca, Segorbe, se halla a 14 km.
La manera más sencilla de llegar a Benafer es a través de la
Autovía Mudéjar A-23, Sagunto - Somport, que llega hasta las
cercanías de Jérica, dónde enlaza con la CV-195. Aunque
también cuenta con un acceso desde la N-234 que parte
desde las Masías del Ragudo, y llega a la población por una
sinuosa carretera.
Pese a que no cuenta con estación de ferrocarril, existen dos
muy próximas al municipio, como son las de Caudiel y Jérica,
ambas a unos tres kilómetros de Benafer.
TEXTOS: ELENA ZORNOIANU - JOSE ÁNGEL PLANILLO PORTOLÉS
AYUNTAMIENTO DE
BENAFER
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12449 Benafer (Castellón)
964 76 41 11
964 14 43 34
Toda la información Turística del Alto Palancia en:
www.altopalancia.es
CENTRO DINAMIZACIÓN TURÍSTICA
C/ Carlos Marco Beltrán, 8
12490 Azuébar (Castellón)
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Edición realizada por:
P.G.S TURISMO
2007 / 2008