2. He venido a prender
fuego en el mundo, ¡y
ojalá estuviera ya
ardiendo! Tengo que
pasar por un
bautismo, ¡y qué
angustia hasta que se
cumpla! ¿Pensáis que he
venido a traer al mundo
paz? No, sino división.
Lucas 12, 49-53.
3. He venido a prender fuego
Jesús pronuncia palabras desconcertantes. ¿Cómo es
posible que haya venido a traer fuego al mundo? ¿Cómo
puede decir que ha venido a traer la división, y no la
paz?
4. El fuego
En la Biblia tiene un significado: es la presencia, el amor
de Dios, el Espíritu Santo que depura los corazones para
limpiarlos de todo mal. Jesús desea que este fuego anide
en nosotros y arda en todo el mundo.
5. ¡Ojalá estuviera ya ardiendo!
El deseo es apremiante. Es urgente que el
mundo se abra a Dios. Jesús transmite una
verdad que nos quema por dentro. ¡Despertad!
Dejad que el fuego de Dios arda en vosotros.
6. La verdad molesta
Molesta la palabra de Dios, molesta lo que dice la
Iglesia. El evangelio resulta exigente y disgusta que la
Iglesia se erija en voz de los más débiles. La Iglesia
habla, y mucho, sobre el mundo y los problemas del ser
humano. Ofrece reflexiones y orientación que, muchas
veces, se quieren silenciar.
7. La verdad inquieta
«No he venido a traer la paz». Jesús apela a una
transformación de nuestra vida, una conversión que nos
cuesta asumir. La palabra de Jesús en sí no es causa de
conflictos: lo es la manera en que la recibimos, que
puede provocarnos divisiones internas o con los demás.
8. Pasar un “bautismo”
Anunciar el Reino de Dios lleva a la cruz. El sí a dios
pasa por una entrega total y por el rechazo y la
incomprensión de muchos. Una persona con vocación
a menudo tendrá que toparse con la oposición de
personas queridas o cercanas…
9. ¿Qué es la verdad?
Pilato pregunta a Jesús: ¿Qué es la verdad?
Nuestro mundo intenta silenciarla de muchas maneras:
• relegando la fe al ámbito privado,
• afirmando que no hay Verdad, que todo es subjetivo,
• tachando a la Iglesia de fundamentalista y retrógrada…
10. ¿Qué es la verdad?
La verdad muchas veces resulta escandalosa, exigente y
rotunda, incluso desconcertante.
Para los creyentes hay una respuesta: la Verdad es Dios. La
Verdad es el amor. Lo demás son filosofías e ideologías.
11. Dios nos ama
Esta es la realidad más intrínseca para el cristiano. Y esta
Verdad, el amor divino, solo puede alentar la unión.
Estamos llamados a ser una unidad con Cristo y realidad
viva del amor de Dios en el mundo.