1. Ética en las organizaciones.
Definición y objeto
Según una corriente “clásica”, la ética tiene como objeto los actos que el ser humano realiza de
modo consciente y libre (es decir, aquellos actos sobre los que ejerce de algún modo un control
racional). No se limita sólo a ver cómo se realizan esos actos, sino que busca emitir un juicio
sobre estos, que permite determinar si un acto ha sido éticamente bueno o éticamente malo.
Ello implica establecer una distinción entre lo que sea bueno y lo que sea malo desde el punto
de vista ético, y si el bien y el mal éticos coinciden o no con lo que serían el bien y el mal en sí.
Límites con disciplinas adyacentes
La ética se relaciona con la antropología, el derecho, con la ley y con ciencias empíricas que
estudian el comportamiento humano, como la sociología y la psicología.
Historia de la ética.
Antigua Grecia: Desde el inicio de la reflexión filosófica ha estado presente la
consideración sobre la ética.
La Ética nicomáquea, seguramente el más importante tratado de ética de Aristóteles, se basa
en la premisa de que todo ser humano busca la felicidad (ética eudemónica). Para Aristóteles
todos los seres naturales tienden a cumplir la función que les es propia y están orientados a
realizar completamente sus potencialidades. El bien, que es lo mismo que la perfección de un
ser o la realización de las capacidades es cumplir su función propia, aquello a que solo él
puede realizar. También los seres humanos están orientados a la realización plena de la
función que les es propia. El problema que se suscita, entonces, es cuál es la función propia
del hombre. Y si acaso hay más de un bien propio del hombre, ¿cuál es el bien más alto y más
perfecto de los que puede alcanzar el ser humano?
Como en otras de sus obras, Aristóteles releva las opiniones de sus contemporáneos al
respecto y comprueba que todas parecen estar de acuerdo en que el objetivo supremo del
hombre es vivir bien y ser feliz, aunque hay muchos desacuerdos respecto de en qué consiste
la felicidad y el buen vivir. Para Aristóteles la vida feliz (plena) es la que permite realizar la
actividad superior (contemplación), con una suficiente autonomía (bienes materiales, salud), y
en compañía de un número suficiente de amigos (cf. Ética nicomáquea I).
Sólo son morales las acciones en las que se puede elegir y decidir qué hacer. En cambio, no
son morales ni inmorales las acciones padecidas, compulsivas o forzosas. Lo que es moral es
la acción que depende de la voluntad, si se actúa de modo correcto. ¿Cuándo se actúa
correctamente? La forma correcta de actuar depende del ámbito de acción (dianoético o
intelectual, ético o moral) y en parte está pautada por las costumbres de la comunidad a la que
se pertenece (si la comunidad es éticamente sana, algo que supone Aristóteles para el mundo
griego quizá de modo acrítico) y se aprende con la educación. Cuando se actúa de acuerdo
con estas pautas, se vive bien y se es virtuoso.
Edad Media: Es un momento en el que la ética asume elementos de las doctrinas clásicas de
la felicidad (el fin del actuar humano consiste en obtener el bien que nos hace felices) y los une
a la doctrina cristiana (vista como Revelación divina), especialmente según la normativa que
2. recogen los mandamientos. El fin último del actuar humano es la caridad, que se consigue al
vivir desde el Evangelio, y que permite al hombre acceder a la visión de Dios (en el cielo),
donde el ser humano alcanza su máxima plenitud y el bien supremo.
Diversos autores hablan de ética y según perspectivas diferentes. Es oportuno recordar dos
grandes nombres, san Agustín de Hipona y santo Tomás de Aquino (especialmente en la
segunda parte de la Suma de teología, en la que se recogen numerosos elementos de la ética
de Aristóteles).19
Posteriormente, y tras las huellas de las ideas de Tomás de Aquino, se desarrolla en el ámbito
católico lo que luego será conocido como principio de doble efecto.
Edad Moderna: Los filósofos éticos modernos trabajan con la mirada puesta, sobre todo,
en el mundo antiguo (estoicos, epicúreos, Platón, Aristóteles), si bien con algunos
elementos heredados de la Escolática medieval. Descartes tiene algunos elementos de
ética en su famoso Discurso del método. Dentro del racionalismo, es Baruch
Spinoza quien elaboró de modo más amplio y sistemático una propuesta ética. En el
ámbito del empirismo, David Hume trabajó en diversos momentos para comprender los
motivos profundos de las acciones humanas. La gran revolución ética moderna se
realiza a través de Immanuel Kant, que rechaza una fundamentación de la ética en otra
cosa que no sea imperativo moral mismo (deontologismo formal), pues si la moral se
orienta a buscar la felicidad no podría dar ninguna norma categórica ni universal. Los
filósofos idealistas desarrollaron esta moral del imperativo categórico. Hacen frente así
al utilitarismo, al afirmar que el principio de utilidad no es el único criterio de corrección
de las acciones.
Edad Contemporánea: La ética del siglo XX ha conocido aportes importantísimos por
parte de numerosos autores: los vitalistas y existencialistas desarrollan el sentido de la
opción y de la responsabilidad, Max Scheler elabora una fenomenología de los valores.
Autores como Alain Badiou han intentado demostrar que esta principal tendencia (en las
opiniones y en las instituciones), la cuestión de "la ética" en el siglo XX, es en realidad
un "verdadero nihilismo" y "una amenazante denegación de todo
pensamiento".20 Recientemente, y desarrollando un análisis en profundidad de los
orígenes y fundamentos de la ética, han aparecido diversos estudios sobre el papel de
las emociones en el desarrollo de un pensamiento ético antifundacionalista, como ha
indicado Richard Rorty. En las últimas dos décadas, el filósofo
escocés MacIntyreestablece nuevas herramientas de análisis histórico-filosófico de
distintas versiones rivales de la ética.
Ramas de la ética.
La metaética: Es una rama de la ética cuyo centro de interés es el análisis del lenguaje moral.
En 1903, George Edward Moore publicó Principia Ethica, una obra que es considerada como la
carta de nacimiento de la metaética, aunque en ella no se menciona la palabra "metaética". No
obstante, en esa obra se otorga particular importancia al análisis de los predicados "bueno" y
"malo" como propiedades definitorias de los juicios éticos. La obra introduce, por ejemplo, el
problema de la falacia naturalista.
La metaética como tal no intenta responder, como lo hace la ética tradicional, a interrogantes
como «¿qué es "lo bueno"?», sino más bien a «¿qué hace una persona cuando habla acerca
3. de lo "bueno"?», o bien «¿qué características son propias del lenguaje moral?» Se trata, en
suma, de un discurso elucidatorio que se ocupa a su vez de otro discurso, el moral.
Desde los Principia Ethica y su intento por definir la palabra "bueno", la metaética ha crecido
notoriamente en su alcance. Actualmente incluye no sólo asuntos relativos al significado y uso
de los términos y las proposiciones morales, y más en general a todo desbrozamiento
conceptual ligado a tales temáticas, sino también cuestiones vinculadas a la posible lógica de
los enunciados morales.
Quizás la función más importante de la metaética sea de carácter gnoseológico: establecer el
modo en que podrían fundamentarse, si esto es posible, los juicios normativos o de valor. Es
decir que, aunque en la metaética prima una pretensión de neutralidad normativa y valorativa
de sus análisis, su hacer está estrechamente relacionado con la cuestión de la validez de las
proposiciones morales.
El problema del ser y el deber ser: La ética teleológica es generalmente mercancía de ética,
que indica ciertos bienes (por ejemplo, la "felicidad" o "deseo"), así como para los seres
humanos, y por lo tanto deseable. Es la ética enfocada desde el punto de vista de la
supervivencia y satisfacción de necesidades.
Hume ha planteado la objeción de que la transición de ser no-debe "para ser legítimo (" Ley de
Hume "). Bajo la falacia de la partida "naturalista" de George Edward Moore ha planteado las
cuestiones estrechamente relacionadas, pero que no son estrictamente los mismos.
Como se destaca más adelante, los positivistas, deben estar epistemológicamente entre las
tasas y tarifas de destino, y se diferencian por su relación diferente a los sentidos. La distinción
epistemológica entre es y debe se basa en la ciencia empírica moderna. Quien no acepta esta
distinción, o bien debe postular a un ser que no es directamente o indirectamente detectables,
o se debe considerar lo que debe perceptible.
Las normas éticas se derivan de supuestas declaraciones sobre los seres, con frecuencia
pasan inadvertidos por el uso de la ambigüedad normativa y empírica de términos como
"esencia", "Naturaleza", "determinación", "función", "final", "sentido" u " Objetivo alcanzado".
Así, la palabra "objetivo" es incluso lo que en realidad busca una persona (Su meta es
graduarse). La palabra objetivo puede referirse también a lo que debe perseguir un hombre
(por ejemplo, cuando se dice de alguien que perdió el objetivo o la meta de su existencia
humana).
La ambigüedad inadvertida empírico-normativa de ciertos términos conduce a falacias lógicas
tales como: "La esencia de la sexualidad es la procreación. Por lo tanto, la anticoncepción no
está permitida, porque no refleja la naturaleza de la sexualidad".
Tomando nota de que esto supone que se ha deducido lógicamente que el ser es una
justificación de las normas aún no desesperada. Porque, además de las declaraciones
normativas y de los registros, hay voluntades. La expresión de la voluntad de una persona: "No
quiero ser molestado en la siguiente hora por cualquier persona" incluye el deseo de que la
norma "Nadie me moleste en la hora siguiente" sea capaz de ser acogida y respetada por
otros. El punto central será saber si la expresión de la voluntad de esa persona sea o no sea
éticamente correcta, o sea simplemente un acto arbitrario que no exige un respeto absoluto por
parte de otros.
4. La falacia naturalista: George Edward Moore, en su obra Principia Ethica, acusa
al naturalismo de cometer un error cuando infiere que algo tiene una propiedad moral a
partir de que ese algo tiene tal o cual propiedad natural.4 Por ejemplo, asumiendo que
el placer es una propiedad natural, un naturalista podría sostener que las relaciones
sexuales son buenas porque son placenteras.4 Sin embargo, Moore señala que para
afirmar esto, primero se necesita mostrar que todo lo placentero es bueno,4 y esto
requiere de un argumento que parece difícil de proveer. Pese al nombre de la falacia, la
misma parece poder extenderse más allá del naturalismo. 4 Así, el desafío propuesto por
Moore parece ser mostrar cómo es posible concluir legítimamente que una propiedad no
moral puede identificarse o tener la misma extensión que una propiedad moral.
Ética normativa: Las teorías de la filosofía ética o moral se pueden distinguir de acuerdo a los
criterios de sus bases para la determinación del bien moral. El bien moral puede ser
determinada por:
Las consecuencias (ética teleológica) consecuencialismo;
Disposiciones de comportamiento, rasgos de carácter y virtudes (ética de la virtud);
La intención del actor (ética disposición);
Objetivos hacia hechos morales, como objetivo de las evaluaciones morales sobre la
propiedad o la acción (ética deontológica);
Optimización de los intereses o de las partes interesadas (de preferencia), la ética
utilitarista, de la felicidad (eudaimonía), o del bienestar.
Consecuencialismo: El consecuencialismo sostiene que la moralidad de una acción depende
sólo de sus consecuencias (el fin justifica los medios).5 6 El consecuencialismo no se aplica sólo
a las acciones, pero éstas son el ejemplo más prominente.5 Creer que la moralidad se trata sólo
de generar la mayor cantidad de felicidad posible, o de aumentar la libertad lo más posible, o
de promover la supervivencia de nuestra especie, es sostener una postura consecuencialista,
porque aunque todas estas creencias difieren en cuanto a las consecuencias que importan,
están de acuerdo en que lo que importa son las consecuencias.6
Una manera de clasificar a los distintos tipos de consecuencialismos es a partir de
los agentes que se deben tener en cuenta cuando se consideran las consecuencias de
las acciones.7 Esto da lugar a tres tipos de consecuencialismo:7
El utilitarismo es la teoría según la cual la mejor acción es aquella que produce las
mejores consecuencias para la mayor cantidad de personas.7 8
El altruismo moral sostiene que la mejor acción es aquella que produce las mejores
consecuencias para todos menos para el agente.7
El egoísmo moral sostiene que la mejor acción es aquella que produce las mejores
consecuencias para el agente.7 9
5. Deontología: La deontología es la teoría normativa según la cual existen ciertas
acciones que deben ser realizadas, y otras que no deben ser realizadas, más allá de las
consecuencias positivas o negativas que puedan traer.10 Es decir, hay ciertos deberes,
u obligaciones, que deben ser cumplidos más allá de sus consecuencias.10
Ética de virtudes: La ética de virtudes es una teoría relativamente reciente según la cual
una acción es moral si hacerla fuera propio de una persona virtuosa.11 12 Por ejemplo, si
para el utilitarismo hay que ayudar a los necesitados porque eso aumenta el bienestar
general, y para la deontología hay que hacerlo porque es nuestro deber, para la ética de
virtudes, hay que ayudar a los necesitados porque hacerlo sería caritativo y
benevolente.11
Ética aplicada: La ética aplicada es la parte de la ética que se ocupa de estudiar cuestiones
morales concretas y controversiales.7 Por ejemplo, algunos objetos de estudio de la ética
aplicada son el aborto inducido, la eutanasia y los derechos de los animales.7 Algunas de estas
cuestiones se agrupan por similitudes y son estudiadas por subdisciplinas:7
La bioética estudia las controversias morales que son producto de los avances en
la biología y la medicina.13
La deontología profesional se ocupa tanto de buscar justificación para valores
morales que deberían guiar a los profesionales, como de estudiar los valores
que de hecho guían a los profesionales.14 En el primer sentido la deontología
profesional es una disciplina normativa y filosófica. En el segundo sentido, se trata
más bien de una disciplina descriptiva y por lo tanto científica.14 La deontología
profesional también cuenta con subdisciplinas como la ética médica, la ética de
negocios y la ética de la ingeniería.15
La ética ambiental se ocupa de la relación ética entre los seres humanos y el medio
ambiente.16 Quizás las dos preguntas fundamentales de esta disciplina sean:
¿qué deberes tienen los seres humanos hacia el medio ambiente, y por qué? 16 En
general, la respuesta a la primera pregunta es una consecuencia de la respuesta a
la segunda.16 Distintas respuestas o aproximaciones a respuestas han dado lugar a
distintas éticas ambientales.16
Ética militar
La ética económica se ocupa de las relaciones éticas que deberían guiar las
relaciones económicas entre los seres humanos y el efecto que tales normas
tendrían sobre la economía de nuestras sociedades. De hecho gran parte de los
economistas que desarrollaron la teoría moderna de la economía partieron de
bases éticas. El ejemplo más cercano es el utilitarismo desarrollado primero como
doctrina moral y luego usado para la teoría del valor neoclásica.17 18
Organización.
Grupo social compuesto por personas, tareas y administración, que forman una estructura
sistemática de relaciones de interacción, tendientes a producir bienes y/o servicios para
satisfacer las necesidades de una comunidad dentro de un entorno y así poder satisfacer su
propósito distintivo que es su misión.
6. La organización es el acto de disponer y coordinar los recursos disponibles (materiales,
humanos y financieros). Funciona mediante normas y bases de datos que han sido dispuestas
para estos propósitos.
Clasificación.
Finalidad:
• Con fin de lucro.
• Sin fin de lucro.
Estructura:
• formales.
• Informales.
Tamaño:
• grande.
• Mediana.
• Pequeña.
• Micro emprendimiento.
Localización:
• Multinacional – internacional.
• Nacional.
• Local o regional.
Producción:
• Bienes.
• Servicios.
Propiedad:
• Publica.
• Privada.
• Mixta.
Grado de integración:
• Totalmente integrada.
• Parcialmente integrada.
Actitud frente a los cambios:
• Rígido.
• Flexible.
7. Formas Organizacionales.
Aplicar la administración más adecuada a la realidad y a las necesidades específicas de cada
organización es función básica de todo administrador. Se presentan 3 criterios básicos:
Actividad o giro. Industriales, comerciales, servicios.
Origen del Capital.Públicas, privadas.
Magnitud de la empresa. Grandes, medianas, micro o pequeñas empresas.y puebras
Ambientes Organizacionales.
Están moldeados por los componentes de su ambiente, no se pueden ni deben ignorar,
además, deben de reconocer y responder en forma rentable ante las necesidades y tendencias
que demande.
Ambiente Externo. Son instituciones o fuerzas fuera de la organización, relevantes para sus
operaciones, afectando su rendimiento. Toman Insumos (materias primas, dinero, mano de
obra y energía), los transforman, después los regresan en forma de Productos o Servicios para
la sociedad a la que atienden.
Son de dos tipos:
• Elementos de acción Indirecta (Macroentorno), afectan al clima en el que se desarrolla
la actividad organizacional. No tienen una influencia directa pero si potencial para
convertirse en elementos de acción directa.
• Elementos de acción Directa (Microentorno), (Grupos de Interés Externo). Ejercen
influencia directa en las actividades de la organización. Son afectados, directa o
indirectamente, por la forma en que la organización busca lograr sus objetivos.
Ambiente Interno, llamado Clima Organizacional. Grupos o Elementos de Interés Interno, que
ejercen influencia directa en las actividades de la organización, y caen dentro del ámbito y
responsabilidad de un director y/o sus gerentes. Además esto hace más amena la influencia del
orden y organización.
Como se manejan y que sucede en una organización.
Tómese muy en cuenta como que, la ética es el conjunto de principios y valores que hace más
humana y meritoria la convivencia entre los hombres. Los principios se fundan como
paradigmas morales para ser aplicados mediante una correspondiente necesidad de
clarificación y de discusión pública; estos son conocidos independientemente y previamente
antes de su aplicación. Los valores son las ideas abstractas regidas por el pensamiento y
acción para soportar la cultura, visión y misión de una persona.
En una organización, vendrían a ser las creencias radicadas en el negocio y en su gente para
8. guiar la estrategia organizacional. La ética empresarial está ajustada para desvanecer
conflictos existentes en la organización mediante una reflexión moral que ayude el trazo de las
discusiones y maniobras con acuerdos justificados apropiados a la conducta.
Hay muchas razones para plantearse la necesidad de una ética de las organizaciones como
ámbito de estudio específico de la ética aplicada. Una de las más sobresalientes es que la ética
corporativa ha de hacerse pública; no puede quedar como habitualmente sucede en las
convicciones morales individuales, en el "fuero interno". Enfrentadas a sus responsabilidades,
las organizaciones no pueden albergar "sentimientos" morales (culpabilidad, vergüenza,
orgullo, sentido del deber) como les sucede a las personas que han tenido alguna educación
moral. Las organizaciones han de responder a sus responsabilidades con decisiones
colectivas.
El que una organización deba responsabilizarse de sus actos no es nuevo. En todos los países
desarrollados hay legislación detallada, civil, penal, laboral, administrativa, mercantil, que
especifica que responsabilidades tienen las personas y las corporaciones. En los países
desarrollados hay además sistemas judiciales suficientemente fiables que tratan de imponer las
responsabilidades legales cuando es necesario.
Lo que es nuevo es la conciencia social de que esa responsabilidad corporativa existe, y que
debe hacerse efectiva incluso cuando la ley no alcanza a imponerla. Por ejemplo cuando atañe
a hechos realizados fuera de las fronteras del país de nacionalidad de la corporación, cuando
ninguna ley protege el bien afectado o cuando el procedimiento de reparación judicial es tan
lento que resulta inútil. En estos casos, y en muchos toros, agentes externos e internos
presionan directamente a la organización, en la medida que puede para que se responsabilicen
de sus acciones, al margen de si tienen o no una obligación legal de hacerlo.
La ética empresarial es una rama de la ética aplicada. Se ocupa del estudio de las cuestiones
normativas de naturaleza moral que se plantean en el mundo de lo negocios. La gestión
empresarial, la organización de una corporación, las conductas en el mercado, las decisiones
comerciales, etc.
La ética empresarial se distingue, por un lado, de las ciencias empresariales o económicas
puramente descriptivas (sin pretensiones normativas) tales como la econometría o la historia
económica. Por otro lado, se diferencia de saberes con pretensiones normativas pero no de
naturaleza moral, tales como la economía política o la contabilidad. Todas las ciencias con
pretensiones normativas han de confrontar en algún momento sus supuestos normativos con
preguntas como ¿cual es el fundamento de la pretensión normativa de esta ciencia? ¿En qué
certezas basa su pretensión de proponer criterios justificados para la decisión y la acción?
¿Son estos criterios universalmente válidos? etc.
La ética empresarial como disciplina académica suele abarcar uno o más de los siguientes
temas: el estudio de los principios morales aplicables a la vida económica y empresarial; el
estudio y crítica de los valores efectivamente dominantes en el ámbito económico en general y
en cada una de las organizaciones, el análisis de casos reales que ejemplifican la
responsabilidad de las organizaciones y de sus diversos constituyentes; el desarrollo de
cuerpos normativos voluntarios o procedimientos estandarizados de gestión basados en
principios y valores éticos; el seguimiento y descripción de la importación de estos códigos y
procedimientos en organizaciones concretas, así como la observación de sus efectos en las
propias organizaciones y su entorno.
Toda empresa, organización debe estar respaldada de un código ético por donde se rigen todo
su personal, además, de su responsabilidad social de cumplir con la comunidad donde opera,
9. con su clientes.
También se ocupa con frecuencia la ética empresarial del estudio de las virtudes personales
que han de estar presente en el mundo de los negocios. Se trata de mostrar que tales virtudes
forman parte de la correcta comprensión de lo que es una buena vida para un directivo, para el
grupo de personas que forman una organización o para la sociedad más amplia en que la
organización misma se integra.
Las empresas deben resguardarse además en pro de conservar su ética, y garantizarla, el
avalarse de Códigos de ética, más como se ha escrito sobre ello, que una economía
globalizada y orientada a consumidores e inversores, los escándalos financieros, los desastres
ecológicos o la injusticia en el comercio y las relaciones de trabajo han dejado de ser sólo un
problema legal. Hace tiempo que las grandes corporaciones aprendieron que las mayores
sanciones que pueden sufrir no son las impuestas por los gobiernos, sino la pérdida de su
reputación y de la confianza de los mercados.
En este contexto la gestión de la responsabilidad corporativa se hace cada vez más relevante
no sólo como parte de la gestión del riesgo o de una política eficaz de relaciones públicas, sino
como parte integral de la dirección y la organización de las empresas. Con una ética que de
confianza, respalde la operatividad de la empresa.
Por último, consideremos la importancia de tomar en cuenta lo que representan los código de
ética y sobre ellos, señala Roberto de Michele, un abogado especializado en consultoría de
empresas, que los dos aspectos fundamentales de los códigos de ética empresarial son: Las
reglas que surgen a partir de la decisión del Top Management de la organización.
La idea es que los miembros de la compañía cumplan los objetivos sin perder la coherencia
respecto a los objetivos establecidos por sus líderes. Uno de los aspectos más complicados de
un código de ética es llevarlo a la práctica y lograr que se cumpla. Cuando las reglas se apoyan
en el consenso existe una mayor probabilidad de aceptación espontánea. De esta forma, se
puede reducir la falta de coherencia interna e incrementar la confianza entre los integrantes de
la organización.