2. Relación médico-paciente:
Definición
Interacción que se establece entre el médico
y el paciente durante el curso de la
enfermedad (aguda o crónica).
Relación interpersonal de tipo profesional que
sirve de base a la gestión de salud.
La relación puede influir en el curso de la
enfermedad y en la eficacia del tratamiento.
1993: OMS. Asistencia personalizada
en la práctica médica
3. Relación médico-paciente
Desarrollo científico
Relación médico-paciente
Al constituirse la medicina científica, más centrada en la enfermedad y
en los medios diagnósticos y terapéuticos, que en el mismo paciente,
se incrementó la distancia del paciente respecto del médico
4.
5.
6.
7. Factores Psicosociales
Freud analizó la relación psicológica entre
el médico y el paciente.
Balint creó el concepto de “la droga llamada
doctor” para definir el efecto de tratamiento
que puede tener el médico en esta relación.
El “efecto placebo” se ha comprobado en
ensayos clínicos doble-ciego, puede llegar
a producir mejoría o incluso efectos
secundarios.
8. Relación médico-paciente
Conducta del paciente
Busca ayuda para mejorar su salud
Temor o ansiedad
Conducta Médica
Saludo afable y respetuoso
Trato amable
Atención
Ajuste de la comunicación del médico al nivel del
paciente
9. Cualidades básicas del medico
Vocación para la profesión medica
Respeto humano
Valorar la dignidad humana
Capacidad de ayuda
Capacidad de autocritica
Inspirar confianza y seguridad
Poseer talento y arte médico
Comprender entender y tolerar
10. Empatía
Es una habilidad, una actitud y un valor que
permite que una persona ponerse en el lugar
del otro.
Ayuda al médico a imaginar y comprender lo
que el paciente siente sin convertirse en
paciente, para sentir mejor todo aquello que
es común a todos los seres humanos.
11. Concejos para tener una buena
empatía con el con paciente
Al primer contacto, saludar al paciente,
presentarnos y animarle a que nos
cuente su problema.
Mostrarse tranquilo en la interrogación
Mostrarse sonriente y con capacidad
de escuchar con sinceridad.
Ceñirse a un orden de acuerdo al
esquema de una historia clínica.
12. Relación médico – paciente:
Basarse en las “tres C”
COMUNICACIÒN
COMPRENSIÒN
CONFIANZA
Además:
Integridad
Ecuanimidad
Respeto a la persona
13. Elementos curadores
Por el médico
Atención personalizada
Tiempo prudencial
Buena acogida al paciente
Gestos de cordialidad
Preguntas claras sencillas
Olvidar problemas personales
Vestimenta adecuada
Despedir amablemente
Por parte del paciente:
Desear curarse y aceptar ayuda.
Confianza y optimismo en el medico.
14. Colegio Médico del Perú: Código de Ética
y Deontología. Capítulo III. De la Relación
Médico- Paciente. 2007
Art. 70° El médico que atiende a un paciente, ante la
posibilidad de un problema clínico que requiera atención
especializada, deberá referirlo a la institución de salud o al
médico especialista apropiado. Para el efecto, debe enviar un
informe clínico donde consten, con la debida reserva, las
razones de su transferencia, un resumen de su historia y la
conducta seguida por él hasta ese momento.
Art. 74° El médico, cuando el caso lo requiera, debe
informarse e interesarse por el entorno familiar del paciente,
debiendo solicitarle señale quién o quiénes son las personas
responsables para contribuir y decidir acerca de su atención.
15. Transferencia
Fenómeno mediante el cual un paciente proyecta
inconscientemente sobre su médico sentimientos,
vivencias y emociones infantiles.
Transferencia positiva
El médico pasa a ser una figura: amable, simpática, digna
de respeto, confianza, admiración, esto favorece la
relación.
Transferencia negativa
Médico pasa a ser una figura: malévola, antipática, no
fiable, indigna, autoritaria y despótica, que hacen
conflictiva, anti-terapéutico imposible la relación, "como el
enfermo imaginaba”.
El sentido de la transferencia puede cambiar de signo en
el curso del tratamiento
16. Elementos perturbadores
Del médico
Falta preparación profesional. Arrogancia, brusquedad.
Falta de tacto incomprensión.
Falta de atención y escucha. Excesiva formalidad.
Gestos y comentarios fuera de contexto.
Falta de diálogo.
Sobrecarga de trabajo. Desánimos, apuros.
Falta de eficiencia.
Por el paciente
Mala aceptación de la enfermedad.
Desconfianza en el medico.
Poca cooperación rechazo ayuda.
Nivel socio-económico.
folklor.
18. Relación médico-paciente:
Comunicación
Comunicarnos con los pacientes debe ser tan importante
como saber medicina.
Las habilidades comunicativas se adquiere de forma intuitiva
y a lo largo de nuestra experiencia profesional.
El lenguaje científico-técnico constituye un problema
comunicativo.
Para garantizar una correcta comunicación:
- Mensajes didácticos y comprensibles; claros, concisos y
sencillos.
- Conversación estructurada y con objetivos precisos.
- Realizar comprobaciones sistemáticas de la correcta
descodificación.
Cuidado en el entendimiento de la prescripción médica.
20. Relación médico-paciente:
Información sanitaria
Mayor nivel educativo.
Internet.
Consentimiento informado.
“Consiste en la explicación, a un paciente atento y mentalmente
competente, de la naturaleza de su enfermedad, así como del
balance entre los efectos de la misma y los riesgos y beneficios de
los procedimientos terapéuticos recomendados, para a continuación
solicitarle su aprobación para ser sometido a esos procedimientos.
La presentación de la información al paciente debe ser comprensible
y no sesgada; la colaboración del paciente debe ser conseguida sin
coerción; el médico no debe sacar partido de su potencial
dominancia psicológica sobre el paciente”
“Manual de Ética” del Colegio de Médicos Americanos, 1984
21. Relación M-P y enfermedad
crónica
Una enfermedad crónica es aquella que no se espera
pueda curarse pero que puede controlarse con
tratamiento (ej. Artritis reumatoide).
El dolor crónico, que presentan estos pacientes, es un
dolor que persiste durante semanas, meses e incluso
años, puede ser continuo o intermitente.
Puede afectar a la vida diaria de los pacientes (personal,
familiar, profesional).
22. Relación M-P Según grado de
participación
Nivel 1: “Actividad del médico y pasividad del
enfermo",
Se da produce en situaciones de emergencia.
El médico asume protagonismo y toda responsabilidad del
tratamiento.
Nivel 2: “Dirección del médico y cooperación del
enfermo",
Se da en enfermedades agudas, infecciosas, traumáticas, etc.; el
paciente coopera y contribuye al tratamiento.
Médico adopta una actitud directiva, y el paciente colabora.
Nivel 3 : “Participación mutua y recíproca del médico y
del paciente",
Frecuente en enfermedades crónicas, y en todas las situaciones.
Paciente puede asumir una participación activa.
Médico instruye y supervisa al paciente, que, a su vez, lleva a
cabo el tratamiento por si mismo, según programado.
23. Relación M-P
Según el grado de
Personalización
Primera fase: De llamada,
Paciente acude al médico solicitando atención y el médico
responde satisfaciendo necesidades del enfermo.
Segunda fase: Objetivación,
Interés "científico“ de la enfermedad.
Se relaciona con el paciente más como "un objeto de
estudio" que como una persona.
Tercera fase: De personalización,
Realizado el diagnóstico y establecido el plan terapéutico,
el médico se relaciona, con una persona o el "caso", se
convierte en "su" enfermo.
24. Relación M-P
Según el Objetivo de la relación
Modelo de relación interpersonal
La enfermedad es considerada como un todo.
La relación, se establece entre dos personas entendidas
en su globalidad afectivo-intelectual.
El médico no sólo ve el órgano enfermo, sino la totalidad
del paciente, lo somático y lo psíquico.
Modelo técnico de servicio de la relación
La atención se centra en el órgano "que no marcha bien“.
Relación pragmática, operativa y funcional, dirigida a la
obtención de información sobre alteración del órgano.
Caracteriza la práctica médica general y especializada,
corre el peligro de ignorar a la persona, tratando al
órgano enfermo, como un objeto .
25. Estar llano a responder las inquietudes del paciente;
Tenemos al frente diversos rasgos de personalidad;
debemos entenderlo y manejarlo, manteniendo la
calma.
Hablar lo necesario y dar explicaciones
convincentes.
Llamar por su nombre al paciente.
La relación se basa en el derecho del paciente a
conocer la realidad de su situación, por lo cuál el
médico tiene el deber de decirle la verdad.
Hay que tener presente que el paciente tiene
derecho a no saber si así lo desea.
27. Factores que intervienen en modos de
reaccionar del paciente frente a la enfermedad.
PERSONALIDAD DEL PACIENTE
Personas inseguras tienen miedo a perder el control sobre sus vidas.
Los pasivo-agresivos : irritables y demandantes cuando enfermen.
EDAD DEL PACIENTE
Adultos jóvenes reaccionan con resentimiento o incredulidad;
buscan diferentes opiniones.
Gerontos aceptan mejor sus problemas médicos.
TIPO DE ENFERMEDAD
Enfermedades del corazón, producen mucha ansiedad y miedo ante
la muerte.
Enfermedades crónicas, como insuficiencia renal, artritis o diabetes,
producen diversas respuestas: aceptación, negación, o rechazo al
tratamiento.
FAMILIA Y AMIGOS
Familia disfuncional afectará comportamiento del paciente.
28. ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL PACIENTE
CRÓNICO, AMBULATORIO Y
HOSPITALIZADO.
Disminución de energías físicas.
Sufrimiento físico localizado.
Angustia, ansiedad y depresión.
Temor a la soledad o invalidez y amenaza de muerte.
Enfermedad como una prueba para valorar su resistencia y soportar
el sufrimiento.
Como un castigo y adoptan una nueva actitud frente a su familia y
demás personas.
Como un hecho natural.
29. Reacciones inadecuadas del
paciente
Regresión
Abandona su independencia y determinación; se vuelven
pasivos y dependientes.
Evasión
Rechazo de la realidad.
Agresión:
Proyecta sobre el médico el origen de la enfermedad y las
posibles complicaciones.
Inculpación:
Culpable de su enfermedad y los consiguientes trastornos; trata
de aislarse.
Negación.
Niega la enfermedad, ocultando sus efectos.
Represión y supresión:
Utilizada para rechazar o no identificar de forma consciente
sensaciones desagradables.
30. Reacciones adecuadas del paciente
De superación:
Deseo de curar, colabora con el médico.
De resignación:
Su nivel de iniciativa y colaboración es más bajo que el
anterior.
De aprobación de la enfermedad:
Saber lo ineludible exige aceptación de estar enfermo.
Aspectos Psicológicos del Paciente
Crónico
Necesidad de seguridad.
Angustia de ser rechazado.
Temor al abandono y a la soledad.
Miedo a la invalidez. Desconfianza en el médico.
31. Reacciones Psicológicas a la
hospitalización
Cada individuo reacciona de manera diferente tras ser
hospitalizado, dependiendo de su enfermedad,
personalidad y su situación vital.
Algunos lo interpretan como lugar seguro; otros lugar
que aumenta su ansiedad.
Hospital, ambiente impersonal,
A uno le despojan sus ropas;
Compartir habitación con otros,
Adaptarse a una nueva rutina,
Horarios: comidas, sueño y visitas.
32. Impacto de hospitalización sobre el
paciente
Futuro incierto, en relación a su bienestar, salud y/o
supervivencia.
Problemas materiales, económicos, etc., derivados del
internamiento.
Molestias físicas y psíquicas derivadas de la enfermedad.
Desconocimiento de exámenes, riesgos de los tratamientos,
riesgos de la evolución.
Dependencia de personal desconocido, que no muestran estar
motivados hacia él .
Separación familiar y de su entorno físico habitual.
33. Dificultades de adaptación a
la hospitalización
Alimentación
Sueño
Higiene personal
Alojamiento
Intimidad
Independencia
Atuendo
34. información al paciente
-Ocultar diagnóstico y pronóstico al paciente.
Paternalista; poca comunicación. Se asume que el paciente
necesita ser protegido de las malas noticias, o que no quiere
conocerlos.
-Informar sobre verdadero diagnóstico y pronóstico
al paciente.
Paternalista; buena relación; el paciente toma las decisiones.
-Comunicar diagnóstico y pronóstico de forma
individualizada.
Buena comunicación.
Cada paciente es distinto y asume su enfermedad de manera
diferente y la cantidad de información que desean es diferente.
35. Cómo contar las malas noticias al
enfermo (OMS 1993):
Médico debe tener un plan.
Considerar mínima y máxima información que el paciente y los
familiares deben saber para tomar decisiones.
Dar control al paciente sobre lo que quiere saber y cuándo lo
quiere saber.
El médico deberá preguntarle lo que él cree que le sucede y lo
que le preocupa.
Paciente tiene miedo porque va a morir.
Permitir que el paciente tome su tiempo para asimilar toda la
información.
Dar alguna buena noticia o por lo menos esperanza.
Ofrecer Plan de tratamiento.
Los pacientes agradecen cuando ven que alguien sabe lo que
hace y controla la situación.
El médico nunca deberá dar falsas esperanzas.
Hinweis der Redaktion
Podríamos definir la relación médico-paciente como la interacción que se establece entre el médico y el paciente durante el curso de la enfermedad, ya sea aguda o crónica. Es una relación de tipo profesional que sirve de base a la gestión de salud y que puede influir en e curso de la enfermedad y en la eficacia del tratamiento. En los últimos años viene produciéndose una gran preocupación por dicha relación tanto por parte de los profesionales de la medicina como por parte de los propios pacientes.
Paradójicamente en un momento en que la medicina mejora sensiblemente con un importante desarrollo científico se produce un empeoramiento en la relación médico-paciente. El desarrollo de las especialidades y los cambios en la organización asistencial producidos a lo largo del S. XX han modificado el modelo de la profesión médica y como consecuencia también ha modificado la relación médico-paciente.
Sigmund Freud fue el primero en analizar directamente la relación psicológica entre el médico y el paciente. En la relación médico-paciente los factores psicosociales tienen un importante papel. Los factores emocionales adquieren gran relevancia actualmente. Balint (1954), importante investigador en la relación médico-enfermo, creó el concepto de “la droga llamada doctor” para definir el efecto de tratamiento que puede tener el médico en esta relación. El “efecto placebo” se ha comprobado en ensayos clínicos doble-ciego (ni el médico ni el paciente saben si se está administrando un fármaco o un placebo) al presentarse mejoría, que puede llegar al 20%, o efectos secundarios con el placebo.
A todos los pacientes, aparte de sufrir una enfermedad que se puede diagnosticar y detectar, les acompaña una enfermedad psicológica consecuencia del impacto que produce la patología concreta en su vida cotidiana, en su forma de mirar al futuro e incluso en sus relaciones personales.
El paciente es un ser humano que busca ayuda para mejorar su salud, y que en la medida de lo posible siempre lleva un grado de temor o ansiedad. Aprender a manejar la ansiedad del paciente es lo más importante para una buena relación médico-paciente.
La conducta médica debe ser orientada a obtener la confianza del paciente y esto se puede lograr con:
El saludo afable y respetuoso (preferiblemente ponerse de pie y estrechar su mano)
Con el trato amable
La atención solícita
El ajuste de la comunicación del médico al nivel del paciente y su familia.
Actualmente el hombre cuenta con una amplia red de información y medios de comunicación sofisticados, y nos olvidamos de la comunicación y el lenguaje, sin tener en cuenta que si la comunicación en la relación médico-paciente es deficiente, la posibilidad de conflictos es muy elevada.
Las vías principales de comunicación son: a) Verbal, mediante la palabra hablada o escrita y b) No verbal, implícita en las expresiones faciales, gestos.
Nos centraremos fundamentalmente en la comunicación verbal ya que es el lazo de unión más importante en la relación médico-paciente.
Aprender a comunicarse con los pacientes es tan importante como saber medicina, se ha demostrado que en los "juicios por negligencia", en la mayoría de ellos ha habido problemas de comunicación más que un error médico. El aumento de las demandas por errores médicos ha dado lugar por parte de los médicos a la denominada “Medicina defensiva” lo que ha llevado a un deterioro en la relación médico-paciente. En esto hay que tener en cuenta que si bien se han producido errores médicos, como en toda actividad humana, en ocasiones estas denuncias son la consecuencia de una deficiente relación médico-paciente, por ejemplo en muchos hospitales de los EEUU está comenzando a ser obligatorio que los médicos pasen por una serie de pruebas para determinar si tienen ó no habilidades suficientes para comunicarse con el paciente porque que cada vez hay más demandas por parte de los pacientes cuyo fundamento es el de no sentirse satisfecho con el trato recibido.
Aprender a comunicarnos con los pacientes debería ser para nosotros tan importante como saber medicina, se ha demostrado que en los "juicios por negligencia", en la mayoría de ellos ha habido problemas de comunicación más que un error médico. El aumento de las demandas por errores médicos ha dado lugar por parte de los médicos a la denominada “Medicina defensiva” lo que ha llevado a un deterioro en la relación médico-paciente.
Si existe alguna deficiencia en la formación de todos los profesionales en nuestro medio es la relacionada con el deficiente dominio de habilidades comunicativas. De todos es conocido que ni en las facultades de derecho, facultades de educación, ni filología, ni en las de ciencias políticas, por citar facultades, en las que se forman profesionales en la que la palabra es un instrumento fundamental apenas existen por no decir ausentes materias relacionadas con la comunicación. Si esto es así en estudios en los que la lengua es un instrumento fundamental ya todos podrán imaginarse cual es la situación en una titulación cuyo objetivo fundamental es formar a sus profesionales para investigar, diagnosticar y tratar las distintas enfermedades humanas. Como todos podrán suponer en el mejor de los casos hemos ido adquiriendo estas habilidades fuera de la formación reglada, de forma intuitiva y a lo largo de nuestra experiencia profesional en la que se incluye las observaciones de nuestros maestros más experimentados. No existe una formación específica acerca de la relación médico-paciente en el pregrado ni en el postgrado, y estas carencias generan dificultades en la comunicación y como consecuencia un escaso cumplimiento en los tratamientos por parte de los pacientes. A fuerza de experimentar procesos de comunicación frustrados hemos ido aprendiendo y dándonos cuenta de que el uso del lenguaje científico-técnico que dominamos, que hemos utilizado en nuestras relaciones profesionales con buenos resultados, en nuestra relación con el paciente puede constituir una verdadera desventaja o problema. Es un principio generalmente aceptado en cuestiones relacionadas con la comunicación el hecho de que el emisor ha de procurar adecuarse en el sentido más amplio de la palabra a las condiciones cada acto comunicativo en concreto. Del mismo modo que nuestra indumentaria, nuestros modales, nuestros gestos y nuestro registro lingüístico son diferentes en una situación comunicativa formal (conferencia, clase) que en una situación comunicativa informal (entre amigos, tertulia) , del mismo modo no pueden servir o valer los mismos factores o elementos entre una relación médico-médico que la relación médico-paciente.
Para que el médico pueda aplicar sus conocimientos teóricos y técnicos al diagnóstico y tratamiento, necesita establecer este diálogo con el enfermo de lo que va a depender en gran parte el éxito terapéutico.
Una enfermedad crónica es aquella que no se espera pueda curarse pero que puede controlarse con tratamiento, como es el caso de la artritis reumatoide. El dolor crónico, que presentan estos pacientes, es un dolor que persiste durante semanas, meses e incluso años, puede ser continuo o intermitente. Puede afectar a la vida diaria de los pacientes hasta tal punto que no pueden trabajar, no pueden realizar actividades físicas de ninguna clase y no disfrutan de la vida. En muchas ocasiones no son comprendidos por las personas más cercanas, como son la familia, los amigos o los compañeros.