2. PROGRESISMO Y MEDIO AMBIENTE
Uno de los tres ejes centrales que promueve el nuevo PROgresismo en Chile, a
través de su propuesta de Programa de Gobierno, es el Desarrollo Sustentable y
Bienestar. La propuesta programática de Medio Ambiente se inscribe plenamente
en este eje, al considerar que la protección del medio ambiente ha de ser un
objetivo fundamental, si se ha de transitar hacia un desarrollo sustentable.
Para efectos prácticos, se entenderá como medio ambiente a “un sistema global
formado por la interacción de componentes naturales, construidos y
socioculturales, que se está modificando históricamente por la acción del hombre y
que rige y condiciona todas las posibilidades de vida en la tierra, en especial la
humana, al ser su hábitat, su fuente de recursos y el receptáculo de sus desechos”
(Gross 1990, 2005).
De esta forma, el objetivo central de una propuesta programática PROgresista en
Medio Ambiente, que se enmarca en los postulados de un desarrollo sustentable
con bienestar, necesariamente tiene como objetivo central un desarrollo
equilibrado del medio ambiente en su conjunto, con especial consideración de las
interacciones que se desencadenan y desarrollan al intervenir cualquiera de los
tres componentes fundamentales del mismo. La sustentabilidad como expresión
de equilibrio entre protección ambiental, equidad social y crecimiento económico,
es también una condicionante del desarrollo equilibrado que se ha de promover
entre el medio ambiente natural, el social y el construido, para el bienestar de las
actuales y futuras generaciones.
Cabe señalar, que no sólo la dimensión temporal es importante a la hora de hablar
de desarrollo sustentable, sino también la dimensión espacial. La dimensión
espacial cobra relevancia cuando nos referimos a los distintos territorios que
conforman nuestro país, con sus distintas características naturales, socio-
culturales y de infraestructura, así como sus distintas escalas y formas de
expresión: país, regiones, comunas, barrios, campo y ciudad.
3. Así, una propuesta que busque el desarrollo sustentable, debe tener objetivos
económicos, sociales y ambientales, considerar el medio ambiente con sus
componentes naturales, sociales y construidos, proyectarse en el corto, mediano y
largo plazo, y considerar la diversidad territorial que caracteriza a nuestro país en
sus distintas escalas.
Finalmente, cabe señalar, que el medio ambiente nos pertenece a todos, porque
somos parte de él, parte de este gran sistema global y, por ende, tenemos
derechos y deberes para vivir en armonía y bienestar con el mismo, y poder
proyectar de la misma forma la vida de las futuras generaciones en él. Esta
responsabilidad que nos otorga ser parte de este gran sistema, más allá de
exigirnos un comportamiento cotidiano consecuente, nos obliga a participar de las
decisiones que afectan al medio ambiente, así como de informarnos y educarnos
para concretar tal participación de la mejor forma posible, y permitir que nuestra
voz sea escuchada. La educación ambiental y la participación ciudadana
informada son, en consecuencia, parte consustancial de una política ambiental
responsable.
4. MEDIDAS PROPUESTAS:
Desarrollar una Política Ambiental a nivel nacional y regional, consecuente
con una Política Energética, que considere estrategias de mediano y largo
plazo;
Desarrollar una Planificación y Gestión Integrada del territorio,
delimitado según características naturales, socio-culturales y construidas,
atendiendo especialmente las necesidades de los espacios geográficos
más vulnerables, como las cuencas hidrográficas, las zonas costeras, el pie
de monte andino, las zonas rurales, entre otros.
Desarrollar una Política de Gestión Integrada de Recursos Hídricos a
nivel de cuencas, que contemple normas de calidad y uso eficiente de
agua, así como tratamiento y reutilización de aguas residuales;
Derogar el Código de Aguas del año 1981, que separó la propiedad del
agua del dominio de tierra, a fin de que el agua sea un bien nacional de uso
público;
Elaborar una Ley de Protección de los Glaciares para proteger nuestras
mayores reservas de agua dulce;
Formular una Política Nacional Forestal con participación de todos los
sectores involucrados;
Reorientar el incentivo a la forestación contenido en la Ley N° 19.561
(Ley de Fomento Forestal) hacia la generación de servicios ambientales y
manejo forestal sustentable con enfoque territorial para promover el
desarrollo local;
Regular la compra, distribución y uso de plaguicidas pertenecientes a
las categorías 1A y 1B, así como el uso de transgénicos, a través de una
5. moratoria que impida que los actuales semilleros con OGM (Organismos
Genéticamente Modificados) se extiendan;
Desarrollar una Política de Gestión Integrada de Residuos que
contemple planes de separación y reciclaje de residuos sólidos a nivel
domiciliario e industrial;
Establecer impuestos por emisión de contaminantes y cilindrada en
vehículos motorizados, así como incentivos para la renovación del parque
automotriz mediante diferenciación de pago de permiso de circulación de
acuerdo al nivel de contaminación y tamaño;
Ofrecer subsidios para aislación térmica y acústica de viviendas;
Crear un observatorio medio ambiental, para libre acceso y uso de
información y denuncias;
Crear un ente coordinador entre los sectores privado, académico y
Gobierno, a fin de promover la investigación, el desarrollo y la innovación
dentro de Chile;
Impulsar y desarrollar instrumentos de análisis y gestión ambiental de
tipo sistémicas e integral, a fin de considerar la interacción de todos los
componentes de un sistema;
Considerar la dimensión ambiental en la toma de decisiones, a través
de Instrumentos de Planificación Territorial (IPT) como el Plan Regulador
Comunal (PRC).
A nivel comunal, elaborar planes de acción local de cambio climático
que contemplen estrategias y medidas de adaptación a la variabilidad
climática en función de las características locales de los municipios a lo
largo del país.