1. CLASES DE PALABRAS O CATEGORÍAS GRAMATICALES
Las palabras poseen diferentes características morfológicas, sintácticas y semánticas que nos
llevan a distinguir diferentes clases o categorías. En el caso del español diferenciamos ocho
categorías gramaticales: sustantivo, adjetivo, pronombre, determinante, verbo, adverbio,
preposición, conjunción e interjección. Algunas -como los sustantivo, adjetivos, verbos y
adverbios- tienen significado léxico, es decir, significado pleno que podemos encontrar en los
diccionarios, mientras que otras –los determinantes, pronombres, preposiciones y conjunciones-
tienen significado gramatical.
1. El sustantivo:
A) Desde el punto de vista morfológico, el sustantivo es una categoría gramatical
compuesta por un lexema y una serie de morfemas, que pueden ser flexivos (género y
número) y derivativos (prefijos y sufijos).
En español los sustantivos presentan dos géneros: masculino y femenino (no
existe el género neutro). Esta distinción de géneros se puede marcar de las siguientes
formas:
• Mediante morfemas gramaticales flexivos –regulares o irregulares-: -o/-a (gato/a),
-e/-a (jefe/a), ø/-a (doctor/-a), -or/-iz (actor/-triz), ø/-ina (gallo/-ina)…
• Mediante diferentes lexemas: hombre/mujer. Fenómeno denominado heteronimia.
• Mediante el determinante: el pianista/la pianista.
- En el caso de los nombres de animales epicenos, en los que el género de la palabra
no coincide con el sexo del ser que designa: ballena, elefante, hormiga… (no existe
el balleno, el género de esta palabra es femenino siempre) la distinción sexual se
puede llevar a cabo mediante la diferenciación léxica macho/hembra.
- En otras ocasiones la distinción de género en el sustantivo sólo indica una diferencia
estilística, tal y como sucede con los sustantivos conocidos como ambiguos en cuanto
al género: el mar/la mar.
- Por su parte, otros sustantivos al cambiar de género experimentan un cambio de
significado: el cesto/la cesta, el orden/ la orden.
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2. En español el número expresa la oposición singular/plural, añadiendo -s a las
palabras acabadas en vocal y –es a las acabadas en consonante.
Pero hay palabras que solo admiten el singular (sed, caos, cénit…) o el plural
(víveres, afueras), lo que se conoce como singularia tantum y pluralia tantum
respectivamente. Otras palabras, por su parte, admiten los dos números (nariz,
narices, pantalón, pantalones).
También existen casos de sustantivos que cambian de significado según estén en
singular o en plural: la esposa/las esposas, el celo/los celos…
B) Desde el punto de vista sintáctico, el sustantivo funciona como núcleo del SN. Pero
el sustantivo no es la única categoría gramatical que puede funcionar como núcleo del
SN, cualquier palabra sustantivada, es decir, que haga las veces del sustantivo, lo
puede ser. Así, los adjetivos u otras palabras precedidas del artículo (El sí de las
niñas, lo curioso del caso, el viejo), el infinitivo (Fumar es perjudicial), el
pronombre, una proposición sustantiva…
C) Desde el punto de vista semántico, los sustantivos se pueden clasificar del siguiente
modo:
- Comunes/propios: según nombren a un ser u objeto como integrante de una clase
(mamífero, mesa) o bien designen a un ser (antropónimos: Alberto) o lugar
(topónimos: Murcia) concretos.
- Concretos/abstractos: según sean seres u objetos perceptibles por los sentidos
(azúcar, montaña) o bien ideas, conceptos (paz, persuasión) respectivamente.
- Individuales/colectivos: según designen en singular a un elemento (soldado) o
bien a un conjunto de elementos (ejército).
- Contables/incontables: según se puedan contar (caramelos) o no (agua, paz,
contaminación).
- Animados/inanimados: según tengan o no vida.
2. El adjetivo:
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3. A) Desde el punto de vista morfológico, el adjetivo acepta los morfemas de género, de
número y derivativos, al igual que el sustantivo, pero admite además el morfema de
grado, con el que puede graduar la intensidad de la cualidad que designa.
Se distinguen así tres grados del adjetivo:
- Positivo: amable
- Comparativo: de superioridad (más amable que), de inferioridad (menos
amable que) y de igualdad (tan amable como, igual de amable que).
- Superlativo: absoluto (amabilísimo, paupérrimo, muy alto, rebueno,
superbueno) o relativo (el más alto de su clase).
B) Desde el punto de vista sintáctico, la función del adjetivo es complementar al
sustantivo con el que concuerda en género y número.
C) Desde el punto de vista semántico, se distinguen dos clasificaciones de adjetivos:
- Adjetivos calificativos: denotan cualidades del sustantivo al que acompañan (un
hombre prudente). Pueden ir delante o detrás del sustantivo.
- Adjetivos relacionales o de relación: suelen ser adjetivos derivados de nombres y
expresan que el sustantivo al que modifican está relacionado con lo que denota el
nombre del que derivan (dificultades financieras, clínica dental). Van siempre
pospuestos al sustantivo y carecen de morfema de grado.
La otra clasificación del adjetivo por su significado distingue entre:
- Adjetivos especificativos: limitan o seleccionan el significado de los sustantivos a
los que acompañan (los zapatos marrones) y suelen ir detrás del sustantivo.
- Adjetivos explicativos: resaltan una cualidad propia del sustantivo al que modifican
(la blanca nieve) y suelen aparecer delante del sustantivo.
3. El determinante o adjetivo determinativo:
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4. El determinante se considera un morfema independiente, puesto que tan solo
posee significado gramatical. Es la palabra que utilizamos para presentar, actualizar o
precisar el significado del sustantivo al que acompaña (este libro, mi casa, dos pastele…).
Clases de determinantes:
- Artículos: (el, la, los, las, lo). Restringen o precisan el significado del sustantivo.
- Demostrativos: (este/a, ese/a, aquel/la y los plurales). Señalan y sitúan el
sustantivo al que acompañan en el entorno espacial y temporal (este pantalón,
expresa cercanía espacial, aquel día, expresa lejanía temporal), de ahí que su
función sea deíctica.
- Posesivos: (mi, tu, su, nuestro/a, vuestro/a…). Expresan posesión o pertenencia y
pueden ir delante o detrás del sustantivo (mi coche, el coche mío). Cumplen
también una función deíctica al señalar a las personas del discurso.
- Indefinidos: (un, una, unos, unas, algún/a, ningún/a, cualquier/a, otro/a,
cierto/a…). Expresan una cantidad imprecisa. Junto con los numerales
constituyen una categoría propia, la de cuantificadores del sustantivo al que
acompañan.
- Numerales: Expresan una cantidad exacta. Pueden ser:
• Cardinales: se refieren a la serie natural de los números (un, dos, mil…).
• Ordinales: expresan orden (primero, segundo…).
• Partitivos: indican división o parte (medio, tercio, cuarto, doceavo,
treceavo…).
• Múltiplos o multiplicativos: significan multiplicación (doble, triple,
cuádruple…)
• Distributivos: (cada, ambos/as, sendos/as).
- Interrogativos y exclamativos: (qué, cuánto/a/os/as). Aparecen en oraciones
interrogativas-directas e indirectas- y exclamativas.
- Determinante relativo posesivo: (cuyo/a/os/as). Se denomina determinante
relativo o relativo-posesivo.
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5. 4. El pronombre:
Es la categoría gramatical que sustituye al nombre y evitar de este modo repeticiones
innecesarias. Tanto su significado como sus funciones sintácticas son los mismos que los del
sustantivo al que reemplazan. Puede ser de varias clases.
)a Con formas propias:
• Personales: indican qué personas son las que participan en la conversación, por lo que
cumplen una función deíctica: el pronombre de 1ª persona se refiere al hablante, el de 2ª
persona al oyente y el de 3ª persona a otro que no es ni el hablante ni el oyente. Pueden
ser:
tónicos o de sujeto (yo, tú, él, ella/as, nosotros/as, vosotros/as, usted/ustedes ...)
átonos o de complemento ( me, te, se, nos, os, le, les, lo, ti, ...)
En ocasiones, pueden adquirir otros valores:
Reflexivos: indican que la acción expresada por el verbo recae sobre el
mismo sujeto que la realiza: me, te, se, nos, os, se.
Ej.: Mi hijo Pedro se viste solo ya.
Recíprocos: indican una acción intercambiada por dos o más personas,
animales o cosas: nos, os, se.
Ej.: Pedro y Juan se tutean. El agua y el fuego se repelen.
• Relativos: sirven para referirse a un nombre citado previamente en el discurso, llamado
antecedente. Relacionan las proposiciones de una oración compuesta por subordinación
adjetiva. Sus formas son: que, cual/cuales, quien/quienes, cuyo/a/os/as. Este último
funciona a la vez como pronombre relativo y como determinante posesivo.
(El que relativo se reconoce porque se puede sustituir por el cual, la cual, los cuales, las
cuales).
)b Con la misma forma que los determinantes:
• Posesivos: mío, tuyo, vuestro...
• Demostrativos: éste, ése, aquél... Además están las formas nuetras: esto, eso, aquello,
que siempre son pronombres.
• Indefinidos: alguien, nadie, nada, algo, todo, mucho, poco, bastante, cualquiera, uno,
varios, demasiado...
• Numerales: dos, terceo, doble...
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6. • Interrogativos y exclamativos: qué, quién, cuál/es, cuánto/s/a/as. Qué y cuál/es tienen la
misma forma que el relativo, del que se distinguen por la tilde en la escritura y la
entonación marcada en el habla, además de por carecer de antecedente expreso.
5. El verbo:
El verbo es la palabra que indica la acción, proceso o estado del sujeto.
Los verbos castellanos se agrupan en tres conjugaciones, con una vocal temática distinta y un
sistema de morfemas desinenciales propio:
Primera conjugación: -a-
Segunda conjugación: -e-
Tercera conjugación: -i-
Conviene repasar la conjugación de verbos regulares, auxiliares y algunos irregulares, lo que
encontrarás en los anexos de este bloque.
Morfología y significado de las formas verbales.
La estructura de cualquier forma verbal se ajusta a uno de los dos modelos siguientes:
En las formas verbales simples: lexema + (vocal temática) + morfemas desinenciales.
Los morfemas flexivos o desinencias son dos: uno indica tiempo, aspecto y modo; el otro,
persona y número.
Lexema Vocal temát. Desin. tiempo,
modo, aspecto
Desin. número,
persona
Cantábamos cant- -a- -ba- -mos
Cantaríais cant- -a- -ría- -is
Temerá Tem- -e- -rá ø
En las formas verbales compuestas: verbo auxiliar (haber/ser/otros en perífrasis; a éstos
se les aplican las desinencias verbales) + verbo que se conjuga (en participio en los
tiempos compuestos y en la voz pasiva; en infinitivo, gerundio o participio, en las
perífrasis verbales).
La vocal temática: es un morfema vacío de significación, que indica la conjugación a la que
pertenece el verbo. Se sitúa entre el lexema y los morfemas desinenciales y se expresa con las
siguientes marcas:
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7. Primera conjugación: -a- (-ø-)
Segunda conjugación: -e- (-i-, -ie-, -ø-)
Tercera conjugación: -i- (-e-, -ie-, -ø-)
La persona y el número: expresan la persona gramatical que realiza la acción verbal (1ª, 2ª, 3ª)
y el carácter singular o plural de la misma; se presentan amalgamados bajo una sola marca, que
se sitúa al final de la forma verbal:
Singular: 1ª pers: ø 2ª pers: -s 3ª pers: ø
Plural: 1ª pers: -mos 2ª pers: -is 3ª pers: -n
El modo: expresa la actitud del hablante ante la acción verbal. Existen tres modos:
Indicativo: el hablante presenta la acción de forma real y verdadera, objetiva.
Subjuntivo: el emisor presenta la acción de forma subjetiva e irreal; es algo dudoso o
supuesto.
Imperativo: en él se cumple la función conativa del lenguaje; el hablante pretende influir
sobre el receptor en forma de exhortación o mandato. Solo tiene 2ª persona del singular y
plural como formas propias, para el resto de las personas gramaticales se usan las formas
del presente de subjuntivo.
El tiempo: es un morfema exclusivo del verbo, que expresa si la acción verbal se produce antes,
durante o después del momento del habla. Distinguimos entre tiempo presente, pasado y futuro.
Los tiempos verbales se estructuran en dos bloques: simples y compuestos.
El aspecto: expresa cómo se ve el transcurso de la acción:
Aspecto imperfecto o imperfectivo: la acción se presenta como inacabada y, por tanto,
imperfecta. Son de aspecto imperfectivo todos los tiempos simples, menos el pretérito
perfecto simple
Aspecto perfecto o perfectivo: la acción se presenta como ya realizada, acabada,
perfecta. Tienen aspecto perfectivo todos los tiempos compuestos y el pretérito perfecto
simple.
La voz: expresa la relación entre el proceso verbal y el sujeto, distinguiendo si este lleva a cabo
la acción o no.
Voz activa: el sujeto gramatical realiza la acción expresada por el verbo. Es un sujeto
agente. (El escribano escribe una carta)
Voz pasiva: el sujeto gramatical es un sujeto paciente, que no realiza la acción, sino que
es el receptor pasivo de dicha acción.
Voz pasiva refleja: se construye con un sujeto paciente, el pronombre se y el
verbo activo en 3ª persona. (se vende piso).
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8. Voz pasiva perifrástica: se construye usando la conjugación pasiva de los
verbos (Una carta es escrita por el escribano).
Las formas no personales del verbo.
- El infinitivo: posee forma simple (cantar) y compuesta (haber cantado). El infinitivo puede
aparecer con valor verbal, como núcleo de la perífrasis verbal y como núcleo verbal de una
proposición subordinada; y con valor de sustantivo, sustantivado por determinantes (tus
quereres). En este último caso desempeña en la oración las mismas funciones que el sustantivo.
- El gerundio: posee forma simple (durmiendo) y compuesta (habiendo dormido). Se forma con
las desinencias –ando (1ª conj.) y –iendo (2ª y 3ª conj.) Puede tener valor verbal, y aparecer
como núcleo de una perífrasis verbal o como núcleo de una proposición subordinada adverbial; o
tener valor adverbial, cuando complementa a un verbo (se lo dijo callandito; entró llorando).
- El participio: solo tiene forma simple y admite morfemas de género y número. Se forma con
las desinencias –ado e –ido. Tiene valor verbal cuando es el núcleo de tiempos verbales
compuestos, de la voz pasiva o de las perífrasis verbales, y cuando lleva complementos y es el
núcleo de una proposición subordinada (cansados de esperarte). Puede funcionar como adjetivo
cuando complementa a un nombre con el que concuerda en género y número.
Clasificación morfo-funcional de los verbos:
Verbos regulares e irregulares. Los verbos regulares son los que no sufren ninguna
alteración en su lexema ni en sus desinencias al conjugarlos, sino que repiten un modelo de
conjugación verbal. Los irregulares, por el contrario, sufren modificaciones en alguna de las
formas de la flexión verbal (querer: yo quiero, tú quieres).
Verbos de paradigma completo, verbos defectivos y verbos terciopersonales. Los verbos
de paradigma completo poseen todas las formas verbales y todas las personas, los verbos
defectivos carecen de algunas de ellas (soler, concernir, atañer...) y los terciopersonales son
un tipo de verbos defectivos que sólo se conjugan en tercera persona del singular (ocurrir,
suceder, llover, tronar...)
Verbos personales y verbos impersonales. Los verbos personales admiten un sujeto
gramatical que realiza la acción verbal. Los impersonales no admiten sujeto gramatical y se
conjugan en 3ª persona del singular (llovió fuertemente, hubo dos herido).
Verbos pronominales y verbos no pronominales. Los verbos pronominales, a diferencia de
los no pronominales, se conjugan con los pronombres personales. Con todo, habrá que estar
atentos a la hora de distinguir los verbos pronominales de los verbos con pronombres
reflexivos o recíprocos, entre otros.
Verbos con contenido semántico y verbos gramaticalizados. Los verbos con contenido
semántico son aquellos que tienen significado pleno; son los verbos predicativos, que a su
vez pueden ser transitivos e intransitivos. Por su parte, los verbos gramaticalizados han
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9. perdido su significación, quedando convertidos en meros elementos de enlace entre el sujeto
y la característica atribuida al mismo, el atributo. Son verbos gramaticalizados los verbos
auxiliares (haber, ser) de la voz pasiva y de las perífrasis verbales y los copulativos (ser,
estar y parecer) y semicopulativos (se puso nervioso, se ha hecho socio del Madrid).
5.1. LAS PERÍFRASIS VERBALES.
Las perífrasis verbales son construcciones sintácticas formadas por dos o más verbos, de los
que al menos uno es auxiliar, y el último, auxiliado. Este ha de aparecer en forma no personal
(infinitivo, gerundio o participio) y puede estar unido al verbo auxiliar de forma indirecta o
directa, es decir, mediante una preposición o la conjunción que o sin ningún lazo de unión
respectivamente. (tiene que llover/puede llover).
Todos sus verbos forman un solo núcleo del predicado. (deben de ser las seis)
Son las formas no personales las que seleccionan los sujetos y los complementos. (En El
niño se puso a llorar, llorar es un acto de persona, por eso el sujeto puede ser niño y no tren)
Las desinencias de la conjugación van en los verbos auxiliares.
A veces una misma construcción puede ser perífrasis o no (Pedro va a trabajar todos los
días / Pedro va a trabajar un rato)
En una perífrasis verbal puede haber un solo auxiliar o varios (tendremos que volver a
empezar.
Clases de perífrasis:
Las perífrasis verbales pueden clasificarse según el significado aportado por el verbo auxiliar. Se
clasifican en dos grupos:
ASPECTUALES: añaden al significado del verbo matices sobre el momento en que se lleva a
cabo la acción verbal.
Perfectivas: indican que la acción del verbo está acabada, perfecta.
Acabar de + infinitivo: acabo de leer un libro
Terminar de + infinitivo: termino de llegar ahora mismo.
Dejar de + infinitivo: he dejado de fumar
Dejar + participio: dejó dicho lo que había que hacer.
Llevar + participio: llevo escritas veinte páginas
Tener + participio: tiene hechos los deberes
Llegar a + infinitivo: llegó a tener tres casas
Estar + participio: los deberes están hechos (aunque preferimos considerarlo
verbo copulativo + atributo)
Incoativas: Reflejan el momento del inicio de la acción verbal:
Empezar a + infinitivo
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10. Comenzar a + infinitivo
Echarse a + infinitivo
Romper a + infinitivo
Ponerse a + infinitivo
Soltarse a + infinitivo
Ingresivas: indican una acción inminente, a punto de iniciarse.
Ir a + infinitivo: va a hablar
Estar para + infinitivo: está para llover
Estar a punto de + infinitivo
Pasar a + infinitivo
Reiterativas: Indican la reiteración de la acción expresada por el verbo principal.
Volver a + infinitivo: volví a casarme.
Insistir en + infinitivo: insiste en correr a pesar de su cansancio.
Habituales o frecuentativas: expresan una acción que se realiza con cierta periodicidad.
Soler + infinitivo: suele llover
Acostumbrar a + infinitivo: María acostumbra a comprar el periódico todas las
mañanas.
Durativas: presentan la acción como un suceso continuado que se extiende a través del
tiempo:
Estar + gerundio
Andar + gerundio
Seguir / continuar + gerundio
Llevar + gerundio
Ir + gerundio
De capacitación o permiso:
Poder + infinitivo
De aproximación:
Venir a + infinitivo
Venir + gerundio
De tiempo futuro:
Haber de + infinitivo
MODALES: añaden significados similares a los del modo verbal: obligación, posibilidad o
probabilidad.
De obligación:
Tener que + infinitivo
Haber de + infinitivo
Haber que + infinitivo
Deber + infinitivo
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11. De posibilidad o probabilidad:
Poder + infinitivo
Poder que + verbo conjugado
Poder ser que + verbo conjugado
Deber de + infinitivo
Tener que + infinitivo
Querer + infinitivo
Locuciones verbales frente a perífrasis verbales.
Una locución verbal es una construcción formada por un verbo y un complemento que, a
fuerza de aparecer juntos, se han asimilado hasta tal punto que se consideran una expresión
unitaria, tanto desde el punto de vista sintáctico (funcionan unitariamente como núcleo de un
SV) como semántico (tienen un significado global que no puede ser analizado palabra por
palabra): caer en la cuenta, echar de menos, echar en cara, darse cuenta, tener en cuenta,
hacer añicos, arder en deseos, dar en el clavo, hacer falta...
Hay locuciones formadas por dos verbos, el segundo de los cuales aparece en una forma no
personal: echar a perder, dar a conocer, dar a entender, dar que pensar…
Las locuciones verbales no deben confundirse con las perífrasis verbales por los siguientes
motivos:
En las locuciones no hay verbos auxiliares ni principales: es todo el conjunto el que
selecciona sujetos y complementos
La conexión entre los verbos impide que podamos sustituir alguno de ellos: (echar a
perder, no echar a ganar)
La locución verbal normalmente equivale a una sola idea que puede igualarse a un
solo verbo: echar a perder= estropear
Algunas locuciones son el resultado de la lexicalización de alguna perífrasis verbal:
vete (tú) a saber;
También es locución la construcción dejar (se) +caer, con el significado de “tirar” o
“tirarse”: ten cuidado, no lo dejes caer.
6. El adverbio:
Parte invariable de la oración que complementa el significado del:
Verbo: Duerme mucho
Adjetivo: Es muy lista
Otro adverbio: Vivo muy lejos
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12. Una oración: Quizás venga.
Según las circunstancias que expresen, se distinguen adverbios de:
• Lugar: aquí, arriba, adonde, fuera, debajo, dentro, enfrente...
• Tiempo: hoy, luego, siempre, antes, jamás, pronto, mientras...
• Modo: bien, mal, así, tal, despacio, aprisa, adrede, aún, cómo, peor, mejor...
• Afirmación: sí, cierto, ciertamente, claro, desde luego...
• Negación: no, nunca, jamás, tampoco, nada...
• Duda: acaso, quizá, tal vez, posiblemente...
• Orden: primeramente, sucesivamente...
• Interrogación y exclamación: dónde, cuándo, cómo, cuánto. Se pueden usar tanto en
preguntas directas como indirectas (¿dónde has puesto las llaves?, no sé cómo es, dime
cuándo llegas, ¡cómo te he echado de menos!, ignoro cuánto costó). Se trata en realidad
de adverbios pronominales
• Adverbios relativos: donde, cuando, como, cuanto. Son aquellos que se relacionan con
un antecedente explícito o implícito. Poseen así una doble función en las proposiciones
subordinadas adverbiales, relativa (referencia a un antecedente en la proposición
principal) y adverbial (CCL, CCT o CCM en su propia oración). Ej.: Está en un lugar
donde no te imaginas, la manera como me miró fue inaceptable, pasaron los años cuando
salíamos juntos.
Muchos adverbios admiten morfemas gramaticales derivativos, como son los sufijos que
indican diminutivo, aumentativo y superlativo: Debes andar despacito, tu casa está lejísimos, me
levanto prontísimo, me duele muchísimo, vivo muy cerquita de aquí.
Los adverbios de lugar y tiempo pueden aparecer detrás de un sustantivo: El barco se fue mar
adentro, lo vi días atrás, apareció días más tarde, sucedió años antes, debes ir calle arriba, se
supo todo varios siglos después.
Locuciones adverbiales:
Son conjuntos de palabras (adjetivos, sustantivos y adverbios con preposición) que
funcionan unitariamente con el mismo valor y función que los adverbios. En muchas ocasiones
equivalen a uno de ellos.
A sabiendas de verdad en efecto a pie juntillas
De memoria para colmo a tontas y a locas a cada paso
Al fin a oscuras después/antes de a menudo
Entre dos luces en resumen a la buena de Dios sin más ni más
Por último a palos en realidad/rigor desde luego
De repente mientras que por supuesto de pronto
Sin embargo no obstante con todo …
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13. 7. Las preposiciones:
Son palabras invariables que sirven de nexo subordinante entre dos palabras, sintagmas o
proposiciones (casa de madera, café con leche, lo hice para dar un escarmiento, vino sin hacer
ruido). El elemento que sigue a la preposición se denomina término de la preposición y la unidad
formada por una preposición y su término se llama tradicionalmente sintagma preposicional.
Preposiciones simples: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por,
según, sin, so, sobre, tras, durante y mediante.
Pro y vía también son preposiciones cultas de origen latino (pro derechos humanos, lo hizo
vía telemática). Por su parte, los adverbios cuando, donde y como actúan como preposiciones
cuando preceden a sustantivos, y en el caso de como, también a adjetivos (cuando niño, voy
donde tu amigo, trabaja como camarero).
Preposiciones agrupadas: a veces, dos o más preposiciones se combinan para matizar el
significado de la relación que quieren establecer (a por, de por, por entre, desde por).
Locuciones prepositivas: Son conjuntos de palabras que forman un todo indivisible y funcionan
como una preposición. Están formadas por un sustantivo, adjetivo o adverbio y una preposición;
y en muchos casos equivalen a una preposición (a causa de la lluvia= por la lluvia).
debajo de en vez de con relación a junto con/a
encima de a través de frente a en/a favor de
fuerza de a falta de debido a a causa de
de acuerdo con junto a respecto de acerca de
por delante de en virtud de desde dentro de en cuanto a
de detrás de por encima de respecto de so pena/pretexto de
8. Las conjunciones:
Son palabras invariables que sirven para relacionar unidades equivalentes de cualquier tipo:
palabras, sintagmas y proposiciones. Hay de muy diferentes clases:
Coordinantes: unen dos elementos que desempeñan la misma función: y (e), ni, o
(u), pero... Ej.: Iré al cine o al teatro.
Subordinantes: unen proposiciones, de entre las que una depende de la otra y se
subordina a ella: si, aunque, que, porque, cuando, como...Ej.: Te lo di para que me lo
guardaras.
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14. Locuciones conjuntivas: Son conjuntos fijos de palabras que desempeñan dentro de la oración
la misma función que una conjunción. Hay de muchos tipos:
• Coordinantes: ya…ya, bien…bien (distributivas), es decir, o sea, esto es (explicativas),
o bien (disyuntiva), sino que (adversativa).
• Subordinantes: así que, de modo que, por (lo) tanto, pues bien, por consiguiente, tan…
que, por eso (consecutivas), dado que, puesto que (causales), a fin de que, con el objeto
de que (finales), por mucho que, por más que, aun cuando, a pesar de que, si bien
(concesivas), tan pronto como, cada vez que , en cuanto, a medida que (temporales), con
tal (de) que, siempre y cuando (condicionales), más que, menos que, tan…como, tanto
como, lo mismo que (comparativas), así como...
9. Las interjecciones:
Clase de palabra invariable que no forma parte de la oración, se separa de ella mediante
pausas y expresa emociones del hablante o llamadas de atención al receptor. Equivalen a toda
una oración. Pueden ser:
• Propias: si sólo son interjecciones: ¡Ah!, ¡Oh!, ¡Ay!, ¡Ojalá!, ¡Eh!, ¡Puf!...
• Impropia: si son palabras de otra categoría gramatical que actúan como
interjecciones: ¡vaya!, ¡bueno!, ¡Dios mío!, ¡buenos días!...
• Locuciones interjectivas: compuestas por grupos de palabras que se han lexicalizado:
¡mi madre!, ¡vaya por Dios!, ¡ay de mí!
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