El documento describe la transición del modernismo al posmodernismo en la arquitectura y la cultura occidental en el siglo XX. Factores como las guerras mundiales, el fracaso de políticas socioeconómicas y el surgimiento de nuevas expresiones culturales llevaron a la fragmentación del proyecto moderno. Entre 1950 y 1970 surgió una variedad de nuevos estilos arquitectónicos que rechazaban las formas funcionalistas, como el expresionismo. A partir de 1970, la economía de mercado globalizada, los medios de comunicación y la inform

1. Postmodernismo. Preludio al siglo XXI
Las dos guerras mundiales, las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki; las fobias racistas y las
desigualdades sociales por doquier, junto al fracaso de políticas socioeconómicas erráticas, fueron algunos
de los test que hicieron tambalear aquel proyecto en la sociedad occidental, y que a su vez autorizaron la
fragmentación cultural hacia distintos rumbos y con muy diferentes expresiones, algunas opuestas entre sí,
como la carrera espacial y la guerra de Vietnam; y otras rebeldes al orden anterior, como el “muro” de Berlín
y la contracultura Hippy.

2. El brote de nacionalismos de diversos signos
políticos surgió en numerosos países de bajo
desarrollo, acompañando a éstos una profusa
producción literaria e intelectual, en búsqueda de
conciencias e identidades dormidas o
postergadas.

3. La caída de los ideales modernos comenzó a reflejarse en producciones arquitectónicas
concretas a partir del 50 y hasta el 70, que fueron presentándose bajo expresiones muy
diversas, inexorables en la desobediencia hacia las topologías prismáticas del Funcionalismo,
ya instalado mundialmente como sinónimo de unidad formal, poder oficial y distinción (a pesar
de no concitar la comprensión popular, sino su asombro) y bautizado ahora como “International
Style”.
Entre otros fenómenos, el llamado “expresionismo arquitectónico” promovió una exacerbación
de lo formal por sobre lo funcional, desatendiendo aquel apotegma de “la Forma sigue a la
Función”, derivan en formalismos impactantes: así germinaron Notre Dame du Haut de Le
Corbusier (1954); la sede de la Filarmónica de Berlín de Hans Scharoum (1956); la Piscina
Olímpica de Tokio de Kenzo Tange (1964); el “Banco de Londres” de Clorindo Testa (1964).
+ INFO. También la conjura del Racionalismo
arquitectónico contra la Historia derivó, como
contrapeso, en una búsqueda de inspiraciones en la
Naturaleza y en diversas metáforas.

4. “La gran protagonista de la postguerra
es sin lugar a dudas, la producción
industrial. Después del conflicto, la
industria se encontró en condiciones de
asumir el espectacular desarrollo
tecnológico que la aplicación de los
materiales, las técnicas y los métodos de
la empresa bélica proporcionaron.
Planificación, mecanización y “diseño
industrial” pueden aplicarse al desarrollo
de los productos que las necesidades de
reconstrucción y expansión solicitan.”
Simultáneamente, quizás por causa de lo antedicho,
o como continuación de las búsquedas tipológicas y
normativas que desarrollara el Funcionalismo, surge
en este período una muy fuerte investigación de los
arquitectos hacia la objetivación -investigación
mediante- de una metodología del diseño
incorporando “al quehacer arquitectónico técnicas
que nacieron y florecieron en otros campos: en este
caso, en la ciencia de las tomas de decisión y en las
técnicas para el desarrollo de la creatividad, aplicadas
primero a la esfera de lo militar, lo industrial y lo
comercial”.

5. Tres factores cobraron a partir del año 70 un gigantesco protagonismo que ha teñido todas las demás
áreas de la cultura occidental, incluso del orbe todo: la economía capitalista de mercado, las
comunicaciones o “mass media” y la informática. Sin menoscabo del descomunal desarrollo de las
tecnociencias, la poderosa interrelación de los tres factores citados, unificados bajo el nombre
omnipresente de “globalización”, se constituyen en el cuño distintivo de la Postmodernidad, en
comparación con otras circunstancias históricas precedentes.
La etapa postmoderna

7. “Evidentemente la Arquitectura se ha transformado en un gran negocio; lo vemos, por ejemplo, en las
nuevas construcciones de los EE.UU. que difícilmente podrán responder a las nuevas exigencias del tercer
milenio, con todos estos problemas que se están planteando. Podemos entenderla como la nueva
expresión, emergente de la globalización (económica y cultural); pero si es cierto que los problemas de tipo
social, cultural y económico se van a agudizar -como así lo parece-; es evidente que la Arquitectura debería
asumir roles diversos y no remitirse a hacer ‘el gran Luna Park de la globalización’, a ser los constructores
de él.”
Nuevos paradigmas hacia el siglo XXI

8. 1.1 Necesidades urbanas y arquitectónicas del siglo XX y XXI
Sainz Avia, J. (1997). Arquitectura y urbanismo del siglo XX en Historia del arte. 4. El mundo contemporáneo (pp.
265-267, 272). Alianza Editorial. DOI:10.13140/RG.2.1.1235.2248
1.2 Conceptualización contemporánea de la forma y espacio
Sainz Avia, J. (1997). Arquitectura y urbanismo del siglo XX en Historia del arte. 4. El mundo contemporáneo (pp.
299, 312-313, 326). Alianza Editorial. DOI:10.13140/RG.2.1.1235.2248
1.3 El advenimiento de la Arquitectura Contemporánea
Madia, L. J. (2003). Introducción a la Arquitectura contemporánea (pp. 131-145, 147-157). NobuKo Editorial.
Referencias