1. Tópicos literarios
Constantes temáticas que se repiten a
lo largo de la Historia de la Literatura y
que provienen de la cultura clásica y de
la tradición bíblica.
se definen
AMOR EXISTENCIA
Amor después de la muerte
Religio amoris
Quejas del enamorado
Mal de amores
Odi et amo
Loco enamorado
Cárcel de amor
Amada como enemiga
Locus amoenus
Aurea Aetas
Beatus ille
Contemptu mundi
Democracia de muerte
Carpen diem
Vita flumen
Vida como sueño
Tempus fugit
Quotidie morimur
Et in Arcadia ego
Ubi sunt?
JM Serrat
2. Para Garcilaso, inspirado en la lírica petrarquista, el tema por excelencia de la
lírica debía ser el amor. Es especialmente en las églogas donde se ve el
máximo refinamiento adquirido: a través de las lágrimas de los pastores
que lloran las pérdidas de sus amadas y el paisaje bucólico idealizado, lleno de
epítetos.
En la égloga I Garcilaso pone en boca de dos pastores, Salicio y Nemoroso, sus
quejas de amor, con el fondo de un paisaje natural idealizado, un locus amoenus
que será reflejo del estado de ánimo de los personajes (alter ego ambos del
poeta).
Salicio llora ("Salid, sin duelo, lágrimas corriendo") por el rechazo de su
amada, Galatea, mientras que Nemoroso se lamenta por la muerte de Elisa, a la
que recuerda en ese espacio natural en el que vivieron tan buenos momentos y
que ya ahora, sin ella, no es tan idílico.
Quejas del enamorado
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3. En sus "Bodas de sangre", Federico García Lorca lo describe muy
bien. Una mujer que le fue infiel a su marido cuenta cómo se
enamoró de otro hombre: "...el brazo del otro me arrastró como un
golpe de mar, como la cabezada de un mulo, y me hubiera
arrastrado siempre, siempre, siempre, siempre, aunque hubiera
sido vieja..."
Mal de amores
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4. Cárcel de amor
En la canción “Muñeca de trapo”, de La Oreja de Van Gogh,
encontramos el verso “siento que estoy en una cárcel de amor” ,
clara metáfora del amor como esclavitud que a su vez alude como
recurso de intertextualidad a la novela sentimental del siglo XV Cárcel
de amor de Diego de San Pedro (también lo encontramos en la
canción de J.Sabina “Por el bulevar de los sueños rotos”, cuando
dice: “se escapó de una cárcel de amor”.
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5. -Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro,
que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque
entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío . Eran en aquella santa edad todas las cosas
comunes: a nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de
las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes
ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían. En las quiebras de las peñas y en lo hueco de los
árboles formaban su república las solícitas y discretas abejas, ofreciendo a cualquiera mano, sin interés alguno, la fértil
cosecha de su dulcísimo trabajo. Los valientes alcornoques despedían de sí, sin otro artificio que el de su cortesía, sus
anchas y livianas cortezas, con que se comenzaron a cubrir las casas, sobre rústicas estacas sustentadas, no más que para
defensa de las inclemencias del cielo. Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia: aún no se había atrevido la
pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre; que ella sin ser forzada
ofrecía, por todas las partes de su fértil y espacioso seno, lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces
la poseían. Entonces sí que andaban las simples y hermosas zagalejas de valle en valle y de otero en otero, en trenza y en
cabello, sin más vestidos de aquellos que eran menester para cubrir honestamente lo que la honestidad quiere y ha querido
siempre que se cubra, y no eran sus adornos de los que ahora se usan, a quien la púrpura de Tiro y la por tantos modos
martirizada seda encarecen, sino de algunas hojas verdes de lampazos y yedra entretejidas, con lo que quizá iban tan
pomposas y compuestas como van agora nuestras cortesanas con las raras y peregrinas invenciones que la curiosidad
ociosa les ha mostrado. Entonces se decoraban los concetos amorosos del alma simple y sencillamente, del mesmo modo y
manera que ella los concebía, sin buscar artificioso rodeo de palabras para encarecerlos. No había la fraude, el engaño ni la
malicia mezcládose con la verdad y llaneza. La justicia se estaba en sus proprios términos, sin que la osasen turbar ni
ofender los del favor y los del interese, que tanto ahora la menoscaban, turban y persiguen. La ley del encaje aún no se
había sentado en el entendimiento del juez, porque entonces no había qué juzgar ni quién fuese juzgado. Las doncellas y la
honestidad andaban, como tengo dicho, por dondequiera, sola y señera, sin temor que la ajena desenvoltura y lascivo
intento le menoscabasen, y su perdición nacía de su gusto y propia voluntad. Y agora, en estos nuestros detestables siglos,
no está segura ninguna, aunque la oculte y cierre otro nuevo laberinto como el de Creta; porque allí, por los resquicios o por
el aire, con el celo de la maldita solicitud, se les entra la amorosa pestilencia y les hace dar con todo su recogimiento al
traste. Paracuya seguridad, andando más los tiempos y creciendo más la malicia, se instituyó la orden de los caballeros
andantes, para defender las doncellas, amparar las viudas y socorrer a los huérfanos y a los menesterosos. Desta orden soy
yo, hermanos cabreros, a quien agradezco el gasaje y buen acogimiento que hacéis a mí ya mi escudero. Que aunque por
ley natural están todos los que viven obligados a favorecer a los caballeros andantes, todavía, por saber que sin saber
vosotros esta obligación me acogistes y regalastes, es razón que, con la voluntad a mí posible, os agradezca la vuestra.
Segunda parte del Quijote. Capítulo XI
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6. Democracia de muerte
(Omnia mors aequat)
Mors aequa pulsat pede pauperum tabernas regumque turris
(La muerte toca con el mismo pie las chozas de los pobres y las torres de los reyes)
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7. Este tópico hace una comparación entre el camino que sigue un río con
el camino de la vida: el río hasta llega a su desembocadura, que es el mar, y
equivale con la muerte en la vida real. Un río para llegar hasta el océano recorre
un largo camino, repleto de bastantes piedras. En la vida sucede igual: antes de
llegar a la muerte, recorremos un largo camino en el cual encontraremos muchos
obstáculos que habrá que superar. En conclusión, este tópico nos cuenta que
hagamos lo que hagamos, llegaremos al mismo sitio, es decir, a la tumba, a la
muerte. Un ejemplo de vita flumen en la canción “Pasa la vida…saque bola”
(1989) del grupo “Pata negra”.
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La vida como camino o río
( Vita flumen )
8. Quotidie morimur
(Morimos cada día)
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
M. Hernández. Cancionero y Romancero de ausencias.
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9. Ejemplo1
Et in Arcadia ego
Ejemplo 2
Nicolas Poussin (1638)
«Los pastores de Arcadia»
La felicidad que mana de las cosas materiales es finita. Su
ausencia provoca la nostalgia.
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10. Ejemplo1
Et in Arcadia ego
Ejemplo 2
Nicolas Poussin (1638)
«Los pastores de Arcadia»
La felicidad que mana de las cosas materiales es finita. Su
ausencia provoca la nostalgia.
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