1. LOS PROCESOS DE EVALUACIÓN EN TECNOLOGÍA
El enfoque pedagógico de la asignatura de Tecnología para la educación
secundaria en su modalidad de técnicas y generales concibe a la evaluación “…como
un proceso permanente, continuo –durante todo el ciclo escolar- y sistemático que le
permita al docente obtener información de los conocimientos, habilidades y actitudes
de los estudiantes, además de detectar si las estrategias y recursos empleados fueron
los adecuados y conocer los factores que posiblemente interfirieron en el logro de los
propósitos…"1
En este sentido, el propósito del presente documento es brindar elementos que
guíen el proceso de evaluación de los procesos de enseñanza y de aprendizaje en el
aula-taller de Tecnología. No pretendemos que este sea un documento acabado, así
queda a consideración de los docentes las modificaciones que consideren pertinentes
de acuerdo a su experiencia, a la revisión crítica de su práctica y de las características
de los grupos a su cargo.
La evaluación: sus elementos y funciones
Tradicionalmente el concepto de evaluación es asociado a un mecanismo de
control, presión (castigo o premio), asociado a exámenes, como una actividad
realizada al final del curso, y por ello como sinónimo de calificación, cuya finalidad es
sancionar el aprendizaje realizado por los alumnos, a través de la verificación de un
conocimiento.
Aunado a estas concepciones y prácticas, los sujetos evaluados (usualmente
los alumnos) tienen una percepción negativa tanto de los instrumentos como de los
sujetos que evalúan (el docente).
1
Cfr. Educación Básica. Secundaria. Tecnología. Secundarias Técnicas. Secundarias Generales, Programas de
Estudio 2006. Documento preliminar. México, Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, 2008. p. 21,
22.
2. Desde nuestra perspectiva la evaluación:
Se deriva de los objetivos de la asignatura, de los propósitos del curso,
del bloque y del programa de estudios oficial.
Es un proceso amplio, permanente y continuo , esto implica que se da
durante todo el ciclo escolar, no puede quedar limitada a determinados
momentos que coinciden
generalmente con el final del bloque o del ciclo escolar.
Tiene un carácter formativo , se evalúa fundamentalmente para
comprender y mejorar los procesos de enseñanza y de aprendizaje, así
como para tomar decisiones dirigidas hacia la optimización de los
procesos educativos.
Se constituye en un proceso sistemático , ya que le permite al docente
obtener información de los conocimientos, habilidades y actitudes de los
estudiantes, como resultado de su proceso de aprendizaje.
Utiliza instrumentos y criterios que permiten obtener información
significativa para formar juicios de valor con respecto al proceso
educativo y valorar si el aprendizaje que se ha producido es el
adecuado, con el fin de tomar las decisiones adecuadas para proseguir
la actividad educativa u optimizar los procesos.
Se sugiere que la evaluación incluya procesos de:
Autoevaluación de cada alumno.
Co-evaluación entre pares.
Procesos que permitan evaluar críticamente su producción individual y
la de su grupo y de proponer cambios y mejoras.
3. ¿Qué evaluamos?
El proceso y no sólo el resultado de las actividades cognitivas, procedimentales
y valorales que desarrollan en el aula taller nuestros estudiantes, a partir de la
identificación específica de los contenidos, conocimientos, habilidades y
actitudes a valorar en cada bloque.
El desarrollo de los conocimientos y las habilidades creativas que les permitan
resolver problemas en la vida diaria, en el marco de los nuevos escenarios
tecnológicos.2
La evaluación no debe limitarse a juzgar únicamente el producto terminado.
Tanto producto como proceso son susceptibles de ser evaluados en tecnología,
de hecho existe una fuerte interrelación entre la comprensión conceptual y las
habilidades prácticas, y esta interacción se hace patente durante el proceso de
resolución de situaciones problemáticas.
En los proyectos y productos desarrollados proponemos valorar bajo criterios:
técnicos, estéticos, funcionales, estructurales, de desempeño, eficiencia,
eficacia, ergonomía, impacto ambiental, entre otros.
En Tecnología es frecuente la elaboración de diseños, modelos,
representaciones simbólicas, construcción de maquetas, prototipos, proyectos,
que implican poner en juego la creatividad del alumno, ante lo cual no es fácil
encontrar criterios objetivos de valoración. Ante tal circunstancia no debemos
olvidar que si bien se busca estimular la creatividad del alumno siempre debe
estar claro que un error o un fracaso pueden conducir a un nuevo
conocimiento.
Los procesos y las producciones, para mejorarlos, es decir el rediseño con
vistas al perfeccionamiento de los productos con base en las deficiencias
detectadas en procesos de autoevaluación o co-evaluación.
Las estrategias y recursos empleados: para determinar si fueron los adecuados
y conocer los factores que posiblemente interfirieron en el logro de los
propósitos.
2
Marpegán, Carlos y María (Josi) Mandón. La evaluación de los aprendizajes en tecnología. En Novedades
Educativas. N° 121, p. 12.
4. El trabajo en equipo y la autonomía en el trabajo, la participación activa en
clase oral, individual o grupal, los trabajos, informes e investigaciones, la
apropiación de los contenidos y la transferencia de lo aprendido a otras
situaciones, la crítica constructiva, entre otros.
El objeto de la evaluación son los aprendizajes, sin embargo también se pueden
evaluar a las instituciones, el sistema educativo, los programas o proyectos, el
proceso de enseñanza, los profesores, con el fin de mejorar el proceso
educativo.
¿Para qué evaluamos?
Para conocer una situación determinada del proceso de enseñanza y
aprendizaje.
Para formar juicios de valor.
Para la toma de decisiones que permitan mejorar el proceso educativo.
¿Cómo evaluamos?
Refiere a la forma en que se constatarán objetiva y subjetivamente los
aprendizajes, así como la especificación de los criterios, formas de registro y de
análisis para llevar a cabo la evaluación.
Algunas de los métodos tradicionales lo constituyen las pruebas de papel y
lápiz, que “determinan cuánto aprendieron”. Desde nuestra perspectiva la
evaluación va más allá de administrar pruebas para “calificar el desempeño de
los alumnos” En la evaluación tradicional abundan los exámenes, pruebas y
otros instrumentos basados mayormente en la medición “cuantitativa”.
Proponemos evaluar sobre el proceso, es decir el seguimiento desde la
aparición de los primeros borradores y bocetos hasta el producto final, pasando
por las demás fases, como una de las formas de evaluar los aprendizajes de los
alumnos.
Todo proceso de evaluación debe considerar los siguientes elementos:
5. La búsqueda de indicios visibles
Diferentes formas de registrar y analizar
Criterios para acercarnos al objeto de evaluación
La formulación de juicios de valor
Marpegán propone la elaboración de listas de cotejo que sirven para registrar la
evaluación cualitativa en situaciones de aprendizaje de Tecnología. A continuación se
muestran algunos indicadores para la evaluación de resolución de situaciones
problemáticas.
Escuela:
Bloque:
Alumno: Grupo:
Indicador Nivel Observaciones
(escala
cualitativa)
Análisis y planteo del problema.
Búsqueda de datos, investigación de la
información, disponibilidad de
materiales.
Formulación de alternativas de solución
(bosquejo de sus ideas).
Diseño de la solución: medios para
representarla.
Planificación de las tareas y
organización grupal.
Ejecución de la solución.
Ensayo o evaluación de la solución
(autocrítica).
Mejoras y rediseño.
Manual del usuario.
Presentación oral.
Trabajo en equipo.
BOLSA (Buen orden, limpieza, seguridad
y ambiente).
Transferencia de contenidos a otras
situaciones.
Autoevaluación.
Co-evaluación.
Observación participante del maestro en
el aula taller de Tecnología.
Modificado de: Marpegán, Carlos y María (Josi) Mandón. La evaluación de los aprendizajes
en tecnología.
6. BIBLIOGRAFÍA
AIRASIAN, Peter W. (2002): La evaluación en el salón de clase. México, SEP, Mc Graw
Hill, Biblioteca para la actualización del maestro.
MARPEGÁN, Carlos María, María Josefa Mandón y Juan Carlos Pintos. (2000): El placer
de enseñar tecnología. Actividades de aula para docentes inquietos. Buenos
Aires, Ediciones Novedades Educativas.