Este documento describe el "sombrero amarillo", que se refiere a enfocarse en los aspectos positivos y las fortalezas de una situación. A diferencia del "sombrero negro", que busca debilidades, el amarillo busca valores y beneficios de manera deliberada. Requiere disciplina encontrar una base lógica para los valores positivos identificados y pensar con curiosidad, placer y ganas de lograr resultados. El objetivo final del pensamiento de sombrero amarillo es ser constructivo y generativo para proponer soluciones y hacer que las
2. Este sombrero es complementario
al sombrero negro. En aquel se buscaban los
puntos en los que se encuentran las
debilidades, mientras que en este se buscan
las fortalezas. También, a diferencia del
sombrero negro, este es mucho más difícil de
llevar, puesto que tener "pensamiento
positivo" es, para la mayoría de las personas,
mucho más costoso que tener "pensamiento
crítico", por lo que se debe "aprender" a llevar
este sombrero para buscar el "valor" de las
cosas. Ser positivo es una elección y, como
tal, podemos decidir ver las cosas de forma
positiva y buscar los beneficios.
3. El pensamiento de sombrero
amarillo requiere tanta disciplina
como el blanco o el negro. No se
trata solo de buscar una valoración
positiva, se trata de la búsqueda
deliberada de "lo positivo".
Investiga y explora los valores y los
beneficios y además lucha por
encontrar el apoyo lógico que los
avale.
4. Los "valores" encontrados
deben tener una base lógica, y
debe ser un sombrero de juicio.
El pensamiento con sombrero
amarillo debe estar compuesto
por curiosidad, placer, ganas
de hacer y querer que las cosas
sucedan.
5. El pensamiento de sombrero
amarillo es constructivo y
generativo. Con él
aparecen propuestas y sugerencias
concretas. Se relaciona con la
operatividad y con hacer que la
cosas ocurran. De ahí que la
efectividad es el objetivo final del
pensamiento constructivo que se
lleva a cabo con este sombrero.