Df 04 01081_01
- 1. Autor: Miguel del Riego Valledor
DF-04-01081-01
FRUTAS, S.A. (B)
Ignacio se había dirigido al despacho de Gustavo con la confianza del trabajo bien hecho. Había
conseguido alguna información de sus compañeros, sin violar la confidencialidad, y había construido
unas proyecciones muy detalladas y, a su juicio, realistas y bien razonadas.
Además, en previsión de lo que pudiera acontecer en la reunión, llevaba junto con las proyecciones
financieras una serie de tablas en las que se contemplaban escenarios alternativos en función de las
hipótesis que quisiera establecer Gustavo.
Sin embargo, la reunión transcurrió de manera distinta a la que Ignacio esperaba. Gustavo miró de
soslayo las proyecciones financieras que le acababa de pasar y, mientras alzaba la vista,le preguntó:
«entonces, ¿cuánto dices que vale mi empresa?».
Ante la inesperada pregunta, Ignacio no sabía qué responder y se quedó en blanco, «con que para eso
quería las proyecciones −pensaba−». Finalmente optó por pedirle un poco más de tiempo para hacer
otros números. Ante el gesto de Gustavo a su petición, coligió que no le había gustado mucho esa
demora, pero con su silencio consiguió que le diera un día más para intentar estimar el valor de la
empresa.
No obstante, antes de salir, Ignacio consiguió algo de información adicional que estimó debía ser
considerada a la hora de estimar un valor para la empresa. Algunas de las cosas que le había contado
Gustavo eran las siguientes:
• Tenía una oferta en firme, que no había aceptado, para producir marca blanca por unos 4 millones de
euros anuales y con un margen estimado del 25%. La forma de cobro sería a 90 días. Lo había
rechazado por que estaban trabajando a plena capacidad.
• Lo que había dicho Morón era cierto. Se necesitaba una inversión de 1,2 millones de euros que
supondrían un ahorro de coste de materiales del 2,5% (menos mermas). Además permitiría trabajar con
dos personas menos y mejorar la capacidad de producción.
• Sólo había dos personas con más de 58 años, de las que se podría prescindir si se hacía la inversión.
El resto del personal era perfectamente válido.
• Hacía varios años se había hecho un gran esfuerzo de marketing con unos resultados casi nulos, por
lo que no creía que se pudiera hacer nada en ese sentido.
• El volumen de gastos, no correspondientes al negocio, que Gustavo pasaba a través de la compañía
ascendía a 200.000 euros anuales, además de su sueldo.
• En el Balance figuran unos terrenos que no tienen nada que ver con la explotación; el valor en libros
es de 1 millón de euros y que, según Gustavo, valen probablemente cinco veces más.
Ignacio no sabía qué hacer. Nunca había valorado una empresa. Intuía que las proyecciones que había
realizado le ayudarían a estimar el valor, pero no sabía cómo reflejar el hecho de que todo se basara en
hechos futuros.
pag. 1
CLASE EJECUTIVA
2003-2004 © Miguel del Riego Valledor. © Clase Ejecutiva, S.L. Todos los derechos reservados. De uso exclusivo para los alumnos de Clase Ejecutiva. Prohibida la
reproducción total o parcial del documento y su distribución por cualquier medio impreso o electrónico sin la autorización escrita de Clase Ejecutiva.