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PAUTAS PARA FAMILIAS DE NIÑOS CON DISLEXIA
El papel de los padres en relación a la responsabilidad de la enseñanza, es fundamental para
que no resulte tan complicado que el alumno con dislexia salga adelante en sus estudios.
Uno de los papeles más importantes es el apoyo emocional y social que debe prestar a sus
hijos, por lo que se debe evitar que la ansiedad de los padres aumenten los problemas del
niño, generando así dificultades emocionales.
Las personas que forman parte del entorno familiar y social del niño deben evitar que este
tenga miedo a intentar tener éxito, dejándole claro que puede conseguirlo con esfuerzo y
dedicación. Por ello es fundamental no pasar a la “sobreprotección” y desarrollar la
autoestima a todos los niveles.
También debemos tener en cuenta las dificultades asociadas a la dislexia; dificultades en la
orientación espacio-temporal, déficit de atención, tendencia al desorden, incumplimiento de
las instrucciones…, las cuales podrán ser sobrellevadas siempre que se precise de
información de lo que significa e implica la dislexia.
Es importante que ambos padres, compartan la carga de las tareas del niño, teniendo en
cuenta estas dos realidades:
El desbordamiento de la persona que se encarga directamente de los deberes y que se
implica más a fondo, debido al sobreesfuerzo y los escasos resultados que se
obtienen.
El sentimiento de culpa por parte del familiar con dislexia (si lo hubiera), al verse
incapaz de colaborar con las tareas escolares.
Para evitar tanto el sentimiento de culpa, como el desbordamiento por el sobreesfuerzo, es
recomendable buscar un profesor de apoyo, para liberar a los padres de la inmensa carga de
las tareas del niño.
Puede resultar interesante, el aprendizaje por parte de los padres, de técnicas de relajación
que les ayudará a compartir momentos de intimidad con su hijo y a eliminar la ansiedad,
algo muy común en los niños con dislexia.
Los padres deben tomarse el tiempo necesario para escuchar a su hijo y elegir para ello los
momentos de más tranquilidad, para que el niño pueda compartir los problemas sin ninguna
dificultad.
La tarea que deberán llevar a cabo los padres o el profesor de apoyo que trabaje con el niño,
consistirá en:
2. Ayudarle a organizar el orden de trabajo a desarrollar, siempre empezando por las
asignaturas con mayor dificultad, continuando con las más sencillas y acabando con
las más mecánicas. Los padres deberán tener siempre en cuenta lo siguiente:
Lo que es para el día siguiente y lo que no lo es.
Las tareas que en los siguientes días no se podrán llevar a cabo debido a las
actividades extraescolares a las que el niño asista.
El estudio de la materia para examen no podrá dejarse para el último día, debido
a que carecen de memoria a corto plazo.
Las tareas de larga duración (lectura de libros, trabajos….).
Dejar que trabaje de manera autónoma en lo que pueda hacer y servirle de apoyo en
lo que no, haciéndole saber que estamos ahí, por si nos necesitara.
Cuando el niño se muestre cansado, con evidencia de falta de rendimiento, “haremos
de secretarios”, de tal manera que él nos dicte lo que debemos poner y nosotros
transcribamos.
Cuando esto último no de resultado, escribir una nota al profesor, informando del
problema y acepte nuestra decisión de terminar los deberes del día.
En el caso de considerar inasequible alguna tarea (lecturas largas en poco tiempo,
copiar reiterativamente palabras erróneas….), no dudar en poner nota justificativa al
profesor, o en el caso de saber que le acarrearía consecuencias indeseadas hablar
directamente con el profesor.
Es importante que el niño se entere de lo que lee, por lo que seguiremos la lectura con
él explicándole el significado de las palabras nuevas y lo que está pasando en el texto.
Podemos enseñarle a utilizar instrumentos electrónicos como las agendas
electrónicas, los correctores de ortografía o los diccionarios y calendarios informáticos
para facilitarle la labor y hacer que pierda el menor tiempo posible.
La actitud de los padres debe basarse en el sentido común. Debemos responder sus
dudas sobre ortografía o gramática de manera inmediata para que pueda seguir con
su tarea. Esto también es válido para las matemáticas donde valoraremos la aptitud
del niño en cuanto a la tarea propuesta y, si es necesario, le daremos la respuesta
siempre que el niño sepa realizar el cálculo.
Equipo Inclúyete