El documento analiza varias exposiciones de arte contemporáneo que exploran los límites entre lo real y lo surreal. Discute cómo el arte ya no se basa en el mundo de los sueños sino que se centra en la realidad, como se muestra en obras que representan la guerra en Irak o la manipulación de imágenes. Finalmente, argumenta que en la era posmoderna, lo surreal proviene de la realidad, por lo que ahora la realidad es lo que es surreal.
Artículo "Surreal Versus SurreaIismo en Il sole 24 ore
1. Il Sole 24 ore Domingo, 4 de diciembre 2011
Surreal mejor que surrealista
Pia Capelli
Dicen los sabios que el arte y la filosofía no sirven para dar respuestas sino para formular
preguntas. Una de las cuestiones que el arte contemporáneo se plantea a menudo es
“¿Cuánta realidad podemos soportar?” La respuesta no es banal porque en la era de la
Augmented Reality, en la que la tecnología y los medios de comunicación se añaden
información a nuestra percepción del mundo, el arte da cuenta de una cierta incomodidad
sensorial e intelectual, como una sobredosis. Quizá no estemos programados para
absorber este exceso de realidad.
“Realidad” es, de hecho, una palabra que encontramos con diversos prefijos, en el título de
diferentes exposiciones a lo largo y ancho del planeta. En el Whitney Museum de Nueva
York, “Real/Surreal” (hasta el 12 de febrero) confronta Realismo y Surrealismo para
redefinir el papel de lo imaginario y lo onírico en el arte del siglo XX. Obras de Edward
Hopper, Man Ray y Andrew Wyeth muestran como la pintura realista se encuentra en la
base incluso de la surrealista: el mundo observado y el imaginario no son paralelos sino
convergentes. El MAMBA de Buenos Aires reúne cuatro artistas contemporáneos (el chino
Yung Shun, el alemán Carsten Nicolai, el inglés Liam Gillick y el belga Hasns Op de Beeck)
bajo el nombre “ De lo Real a lo Surreal” (hasta el 15 de marzo) para subrayar la caída de
los límites entre la percepción y la imaginación, entre verdad y ficción.
Este reconocimiento es interesante porque necesita de obras de arte potentes, ya sea
desde el punto de vista estético como del conceptual, generando exposiciones de gran
peso específico. Esto se puede apreciar en la exposición “Surreal vs. Surrealismo”
comisariada para el IVAM por Gianni Mercurio y Demetri Paparoni, que quieren dar cuenta
de un desgarro intelectual: Lo Surreal como el salto que se superpone al Surrealismo. Hoy
el arte ha pasado de la “verdad poética” a la “verdad dramática” .
La exposición presenta un amplio abanico internacional de grandes nombres –de Richard
Prince a Cindy Sherman- que tienen en común la fortaleza de su punto de vista. Para
ceñirnos a la propuesta del título, la muestra no revisa el Surrealismo sino que tiene como
objetivo demostrar cómo ha sido superado por los hechos. La brecha es la que se produce
al abandonar los artistas las sugestiones del subconsciente para caer víctimas de la hiper-
consciencia.
Acabado el recurso al mundo de los sueños, el repertorio visual al que se ciñe es el mundo
presente: Los mutilados de la guerra de Iraq retratados por el fotógrafo Timothy Greenfield-
Sanders, una terrorista chechena “adormecida” por el gas nervioso en una Sagrada Familia
de Oleg Kulik envuelta en explosivos, una favela brasileña genéticamente modificada por la
inclusión de detalles de diseño arquitectónico de Dionisio González, la infancia taladrada
por dos lápices de color en “ Charlie don’t Surf” , el niño clavado a su pupitre de Mauricio
Cattelan.
El razonamiento es antes filosófico que visual: en la era posmoderna, los fantasmas vienen
de la realidad, la barrera que separa lo real de lo ficticio ha caído. Actualmente “muchas
imágenes verdaderas parecen falsas y, en cambio, otras que están manipuladas se
presentan como auténticas. El resultado es de una estética rica pero fría, un arte refinado y
preocupante que en vez de transportarnos a otro lugar se radica en el “aquí”, decretando
de una vez por todas que ahora, lo Surreal somos nosotros.
2. Untitled, 2004. Wangechi Mutu Stalin and the Muses, 1981-82. Komar and Melamid
Lancillotto, cavaliere anonimo, 1975. Luigi Ontani The future of the planet, 2009. Marc Quinn