George Stinney Jr., de 14 años, fue condenado a muerte en la silla eléctrica en 1944 por el asesinato de dos niñas, convirtiéndose en la persona más joven ejecutada en EE. UU. en el siglo XX. El juicio duró solo un día y el jurado deliberó solo 10 minutos antes de declararlo culpable. 70 años después, una jueza dictaminó que Stinney no tuvo un juicio justo debido a irregularidades como la ausencia de abogado y testigos.
1. George El niño de la silla eléctrica
George Junius Stinney Jr. nació un 21 de octubre de 1929 en una sociedad racista. Y murió
asesinado el 16 de junio de 1944 por una sociedad racista. A pesar de contar tan sólo con 14
años de edad, fue condenado a morir en la silla eléctrica. Fue la persona más joven ejecutada
en los Estados Unidos en el siglo XX.
El joven Stinney fue condenado por el asesinato de dos niñas: Betty June Binnicker, de 11
años y Mary Emma Thames, de 8, en el Condado de Clarendon, Carolina del Sur el 24 de
marzo de 1944.
Todo fue muy rápido. Quizás demasiado. Stinney fue arrestado al día siguiente bajo cargos
de asesinato de primer grado. El juicio tuvo lugar el 24 de abril en el Tribunal del Condado
Clarendon. Una vez seleccionado el jurado, comenzó el juicio, a las 12:30 pm y terminó a las
5:30 pm. Tras sólo 10 minutos de deliberación, el jurado dio el veredicto de culpable.
Bajo las leyes de Carolina del Sur en ese momento, toda persona que tuviera más de 14 años
de edad era tratado legalmente como a un adulto. Por ello, el joven Stinney fue sentenciado
a muerte en la silla eléctrica. La ejecución fue llevada a cabo en la Penitenciaria Estatal de
Carolina del Sur en Columbia la mañana del 16 de junio de 1944, menos de tres meses
después que el crimen. Un juicio rápido, una ejecución rápida y un crimen judicial
irremediable.
2. ¿Cuáles fueron los errores del juicio?
Bueno, El juicio y la sentencia fueron tan rápidas que no dio tiempo a investigar ni a consultar
a posibles testigos. La hermana de Stinney afirma que ella estaba junto a su hermano el día
del asesinato y que por lo tanto no podría haberlas asesinado.
Lo insólito estalló. El jurado estaba conformado por diez hombres, quienes desbordaron su
racismo y hubo que establecer un periodo de escasas tres horas para determinar que George
era culpable, y 10 minutos para deliberar que sería acreedor a la pena de muerte sin pruebas
ni testigos de por medio, pero al examinar las actas del proceso, la magistrada Mullen
tampoco halló ninguna referencia a la presentación del arma del crimen. Después de que se
celebrase, fue descubierta el arma del crimen una viga con la cual las dos niñas fueron
asesinadas, pesaba más de cuarenta y dos libras (19,07 kilogramos). Era evidente que George,
por su complexión, no era capaz de levantar un peso como ese, mucho menos ser capaz de
golpear con fuerza suficiente como para matar a las dos niñas. Sin embargo, esto no se tuvo
en cuenta durante el juicio, por lo que no tuvo valor absoluto.
¿Qué fue lo que realmente ocurrió?
Momentos antes del incidente, George se encontraba en un prado cercano junto a su hermana
cuidando a la vaca de la familia. Mary y Betty se habían acercado a los dos hermanos para
preguntarles dónde podían encontrar flores.
Los hermanos respondieron que no sabían, por lo que Mary y Betty continuaron con su
camino. Un sendero que, hasta hoy en día, está diluido. Horas después, fueron asesinadas.
Lo primero que hizo la policía fue fijar que ambas habían sido golpeadas con una viga, de madera o
metal. Las niñas estaban tan cambiadas en su semblante que lo que urgía era un culpable.
3. Al enterarse del asesinato, George le comentó a uno de sus vecinos que él y su hermana
habían hablado, momentos antes, con las niñas. Tan pronto como se supo la declaración del
niño, la policía se apresuró a detenerlo y señalarlo como el asesino de dos pequeñas menores
que él.
Sin aviso a sus padres, ni abogado de por medio, George fue internado a un cuarto de
interrogatorio. Más tarde, le hicieron firmar un documento con el que aceptaba
su culpabilidad, y agregaba violación en los hechos.
Los testigos presentes sintieron un escalofrío insoportable cuando a George se le zafó la
capucha de electrodos de su cabeza a causa de sus convulsiones. Todos atestiguaron el
arrastre de las lágrimas del niño sobre sus mejillas.
Cuatro largos minutos de electrochoques acabaron con la vida de George a sus 14 años.
70 años después, la jueza de Carolina del Sur, Carmen Tevis Mullen, decretó el miércoles 17
de diciembre de 2014, que el condenado a muerte más joven de la historia de Estados Unidos
no tuvo un proceso justo.La juez dictaminó que el proceso judicial contra George Stinney
había estado plagado de “violaciones fundamentales y constitucionales a un proceso regular”.
Su abogado, un cobrador de impuestos que estaba en ese entonces en plena campaña para su
reelección, convocó a muy pocos testigos y apenas realizó algunos simulacros de contra
interrogatorios.
4. 70 años después La juez Carmen Tevis Mullen, de Carolina del Sur, dictaminó en
2014 que el pequeño George Stinney no tuvo un proceso justo ni una condena
correcta.
Aunque la juez no señaló si Stinney era inocente o culpable, llegó a la conclusión de
que el proceso en su contra ni siquiera fue legal.
Sacado de: Reporte indico 2020
Por: Carlos Ramírez
https://www.reporteindigo.com/piensa/george-el-nino-que-fue-condenado-a-la-silla-
electrica-una-historia-de-terror-real/amp/