En julio de 2012 el gobierno británico ha tomado una medida para su sistema de investigación científica tan relevante que -desde mi punto de vista- significa el comienzo del fin de un modelo comercial de comunicación científica que lleva más de un siglo y que actualmente perjudica financieramente a las universidades (en millones de dólares para grandes universidades públicas) y a sus equipos de investigación y favorece a un pequeño grupo de editoriales privadas. Reino Unido ha decidido “que, dentro de dos años, todos los estudios científicos publicados que hayan sido subvencionados con dinero público deberán ser de acceso gratis para todo el público, sean de donde sean y se dediquen a lo que se dediquen.” http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/07/17/actualidad/1342504142_716017.html