1. EDUCACIÓN, SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL Y ESCUELAS
La educación es un proceso constructivo que tiene como finalidad la generación de conocimientos
y destrezas intelectuales que pretende formar personas íntegras, con habilidades, conocimientos y
actitudes que contribuyan de manera activa al desarrollo de su localidad, región o país
armonizando en la medida de lo posible el crecimiento económico, el bienestar social y el
equilibrio ambiental.
Estamos viviendo una crisis ambiental de carácter global que requiere un cambio en la forma de
conceptualizar y alcanzar el desarrollo en los distintos países ya que los patrones actuales de
explotación, uso y consumo de los recursos naturales no son compatibles con su protección y
conservación. Se hace necesario un cambio en la conducta del ser humano con el propósito de
revertir el deterioro ambiental que se está produciendo como consecuencia de patrones de
consumo y uso de recursos que son incompatibles con la capacidad que tienen los ecosistemas
naturales de regenerarse y recuperarse de los impactos naturales que las actividades humanes
ejercen sobre ellos. Es posible dar un giro en nuestro accionar a través de la educación y para ello
debemos fortalecer el sistema educativo orientándolo hacia una educación transversal, que
considere vivir en un mundo ambientalmente equilibrado, en el que se creen condiciones de vida
favorables que sean compatibles con los objetivos del desarrollo humano y del desarrollo
sostenible. La educación como herramienta formadora del niño, adolescente o joven, puede
preparar al ser humano a lo largo de su vida para que este interactúe con su medio ambiente de
forma armónica y equilibrada, promoviendo la producción de bienes y servicios que sean los
estrictamente necesarios para lograr una buena calidad de vida, la formación de una conciencia
ambiental que fomente la preservación y desarrollo de la riqueza cultural de la humanidad,
asegurando oportunidades equitativas para todos, sin que ello implica poner en peligro nuestro
ambiente.
Los docentes hemos comenzado a enfocar el tema ambiental en las escuelas debido al creciente
deterioro ambiental que afecta directamente la calidad de vida, la disponibilidad y calidad de los
recursos naturales, la sobrevivencia de las especies, etc. Se hace indispensable promover la
enseñanza de valores y contenidos adecuados que generen los cambios de conducta en los
alumnos para que este esfuerzo se traduzca en acciones concretas dentro de la sociedad que
armonicen las legitimas aspiraciones de crecimiento y desarrollo de las comunidades humanas sin
que se ponga en peligro la existencia de los ecosistemas naturales de los que en última instancia
depende el ser humano para su existencia. Este esfuerzo se enmarca dentro de un marco global
de acción en el que las Naciones Unidas declararon el decenio 2005-2014 como la década de la
Educación para el Desarrollo Sostenible. Esta iniciativa se enfrenta, cuando menos, a dos retos:
por un lado el reto ecológico, que implica contribuir a formar y capacitar no sólo a jóvenes y niños,
sino también a los gestores, planificadores y las personas que toman las decisiones para que
orienten sus valores y comportamientos hacia una relación armónica con a naturaleza y por otro
lado, el desafío social que nos empuje a transformar radicalmente las estructuras sociales
eliminando las desigualdades económicas, la pobreza, la dispar distribución de recursos, los
conflictos bélicos, así como la inequidad e justicia sociales.