2. EL CONFLICTO DE VALORES.
EN LA MEDICINA TRADICIONAL NUNCA SE HABÍA PRESENTADO EL
PROBLEMA RELATIVO A LA OBLIGACIÓN MORAL DE DEJAR MORIR A UNA
PERSONA O TENER QUE RESPETAR EL PEDIDO DEL ENFERMO A
MORIRSE O ACELERAR LA LLEGADA DE SU MUERTE.
EN NUESTROS DÍAS HAY QUE TENER EN CUENTA EL DERECHO DEL
PACIENTE A MORIR CON DIGNIDAD SU PROPIA MUERTE.
EN EL FONDO SE TRATA DEL CONFLICTO ENTRE LA CANTIDAD Y CALIDAD
DE LA VIDA.
MUCHOS SON LOS QUE EN NUESTRAS SOCIEDADES, SE PREGUNTAN SI
ES POSIBLE PROLONGAR LA DURACIÓN DE LA VIDA A TODO PRECIO O
RENUNCIAR A UNA MAYOR DURACIÓN DE LA MISMA, ASISTIDA DE
MODO ARTIFICIAL, PARA DEJAR A LA NATURALEZA SEGUIR SU CAMINO
HASTA UNA EXTINCIÓN DIGNA.
3. MEDIOS
ORDINARIOS
Terapias de utilización
éticamente obligatoria.
Si se omiten estaríamos -
según la moral católica -
ante algo éticamente
inaceptable, ya que se le
negaría al paciente algo de
lo que no se le puede privar.
Ej. Si se trata de una terapia
barata, de costes
económicos reducidos.
EXTRAORDINARIOS
Terapias de utilización
opcionales.
La omisión de la aplicación de
los medios extraordinarios en
un enfermo próximo a la
muerte podría calificarse
como una admisible eutanasia
pasiva. Ej. si se trata de una
terápia costosa, se tiende a
incluirla dentro de los medios
extraordinarios.
4. SITUACIONES EUTANÁSICAS
Desde los siglos XVI-XVII, se
comienza a distinguir entre
eutanasia:
Activa: puesta en práctica de una
acción médica positiva con la que se
acelera la muerte de un enfermo o
se pone término a su vida. Puede
ser de forma directa o indirecta.
5. Pasiva: no se aplica una
terapia o una acción que
podría prolongar la vida
del enfermo.
6. SITUACIONES DISTANASICAS
Empleo de una nueva
técnica terapéutica: la
reanimación.
Es la práctica que tiende a
alejar lo más posible la
muerte, prolongando la
vida de un enfermo sin
esperanza humana de
recuperación y para ello
utilizando no solo los
medios ordinarios, sino
los extraordinarios muy
costosos en sí mismos o
en relación con la
situación económica del
enfermo y su familia.
7. SITUACIONES ADISTANASICAS
Dejar morir en paz al
enfermo, sin proporcionarle
los medios extraordinarios
encaminados a retrasar su
muerte inminente.
8. Se lo asiste a través de los cuidados
paliativos que no se trata de curar,
sino de asistir al paciente al final de
su vida. Por otra parte, los cuidados
elementales, conllevan los
tratamientos necesarios para calmar
el sufrimiento y reducir la angustia.
El equipo de paliativos hace
todo lo que está a su alcance
para ayudar al enfermo y
conservar su capacidad de
comunicarse y su autonomía.
Le aseguran un
acompañamiento psicológico
y le ofrece presencia y
escucha para discernir las
9. REFLEXIONES ÉTICAS
El sufrimiento moral
Acompaña a menudo el dolor físico y puede
llevar al enfermo a pedir la eutanasia o a
pensar en el suicidio. Este sufrimiento
puede atenuarse por la compañía y por
un tratamiento médico apropiado.
El impacto de negar la muerte.
Una encuesta del BVS/Psycologie magazine
aporta el dato de que el 82% de las
personas interrogadas preferirían morirse
sin darse cuenta de ello. Hoy no se quiere
pensar en la muerte, se considera como
un fracaso. Sin embargo, mirar de frente a
la muerte y prepararse para ella da paz y
libera.
La aceptación de la muerte por la sociedad
permitiría más a menudo al paciente morir
en su casa, rodeado del cariño de los
suyos y del amor de su familia.
Morir con dignidad
En nombre de la noción
esencial de “dignidad”
unos defienden los
cuidados paliativos y
otros la eutanasia.
La dignidad es el estatuto
incondicional del ser
humano, cada uno tiene
una dignidad porque es
único y no puede ser
reemplazado por nada ni
por nadie. Todo ser
humano es digno,
independientemente de
su estado; morir en
dignidad implica, por
tanto, ser respetado y no
eutanasiado.
10. La vivencia
religiosa del
cristiano como
Santo Tomás
concibe la vida
como un don y una
bendición que ha
recibido de Dios y
de la que no puede
disponer. Esta
vivencia se
plasmará en la
afirmación de que
Dios es el único
dueño de la vida
humana, y el
hombre es su mero
administrador.
Hay dos textos especialmente relevantes del papa
Pacelli:
- No basta con que el corazón sea bueno, sensible,
generoso; debe ser también sabio y fuerte. Una de estas
falsas piedades es la que pretende justificar la eutanasia y
sustraer al hombre del sufrimiento purificador y meritorio,
no por medio de un consuelo laudable y caritativo, sino con
la muerte, como se hace con un animal sin razón y sin
inmortalidad. Este texto significa un rechazo general de
la eutanasia entendida como muerte piadosa.
- Si entre la narcosis y el acortamiento de la vida no existe
nexo causal alguno directo, puesto por la voluntad de los
interesados o por la naturaleza de las cosas y, si por el
contrario, la administración de narcóticos produjese por sí
misma dos efectos distintos: por una parte, el alivio de los
dolores y, por otra, la abreviación de la vida, entonces es
lícita. Pío XII acepta la llamada clásicamente eutanasia
activa indirecta, es decir, la administración de
calmantes que pudiesen también, de forma indirecta,
acelerar la muerte.
LA DOCTRINA CATÓLICA SOBRE LA EUTANASIA
La teología moral católica, a partir de los siglos XVI-XVII, se refiere al tema de la
eutanasia basándose en la distinción entre los medios ordinarios / extraordinarios, a los
que antes hicimos referencia.