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SE MUY BIEN EL CAMINO DE REGRESO A CASA
POEMAS Y SONETOS BURLESCOS, SATIRICOS Y OTROS
GASTON MATUTE
A las preguntas las responde el tiempo.
1 Soy como el sabio, que decía como coartada, que sabía que no
sabía nada.
Soy como quien pronuncia
el abecedario de corrido,
Y solo pretende la enjundia
Del susurro y el alarido.
Soy como quien denuncia,
siendo como somos, tal para cual,
Bajo a abrir cuando se anuncia,
casi siempre una fulana de tal.
Soy como el sabio,
que decía como coartada,
que sabía que no sabía nada.
Soy como los labios,
que le hablan a la almohada,
al filo de la madrugada.
2 De los sabios que hablan boludeces.
Qué problema hay si lo repito dos veces,
Si a tu sopa de letras le faltan eses,
Si al final, los que son bien como parece.
Soy más amigo, mal que te pese,
De los pedantes que no andan con dobleces,
De los sabios que dicen boludeces.
3 Mágico, para la fascinación y el encanto.
Mi crimen fue propagar en extraordinario,
Incendiar la hoguera de las vanidades,
Me cobre bien pagos mis honorarios,
Con un par de poemas, rimando verdades.
Mi error fue querer suspender el deseo,
Y confundieron rebeldía con acto temerario.
Se bien lo que decir cuando no lo veo,
Me enojo cuando el tiempo me pone horarios.
Solo escribo para sacarte del espanto,
Y oigo las voces que tienen su canto,
que encuentran en su tormenta la belleza.
Soy un capitán, arrojo un mensaje en una botella,
Si por lo menos, convirtiera la lluvia en llanto
Mágico, para la fascinación y el encanto.
4 Su oficio es escupir al firmamento.
Su oficio es escupir al firmamento,
Su vicio versearlo todo en el momento,
Su pasión, esculpir todo en un cuento,
Y lo repartan las musas por los 4 vientos.
Su grandeza el día que fue armado caballero,
de las letras y el polvo de los caminos,
Con su delicadeza, sedujo a los tinteros,
Su mayor proeza, hacer añicos los molinos.
5 Escribir bajo el reproche de la noche.
Escribir bajo el reproche de la noche,
Si tus ojos me piden que trasnoche,
Y que te desabroche una duda,
Y que te deje jugar a la maja desnuda.
Ver la cara oculta de la luna,
Y pensar que eres igual a ninguna.
Nombrar con tu nombre todas las estrellas,
Prefiero tus ojos sin mirar en ellas.
Fue un martes que alunizamos,
todavía no había cráter asfaltados,
por la razón
y los horarios.
Todo era como lo pensamos,
Éramos uno a cada lado,
Dos corazones
que no se vuelven rutinarios.
Llevabas de brújula una almohada,
De norte un cuento de hadas,
Y una canción que duro
hasta la madrugada.
Yo venía rodando por los planetas,
perdiendo mi tiempo en cuartetas,
cortándome las venas,
con mi pluma de poeta,
para dejarlo todo en el papel,
Y te tatuaste mi verso sobre tu piel.
Un jueves fue que regresamos,
Al séptimo cielo donde nos besamos,
Bajo un dios que nos decía,
Que en el suelo hay poesía,
Y un demonio que maldecía,
Si se acababa la fantasía.
Nos escapamos del maleficio,
Mirando juntos al precipicio,
Con más arte que oficio,
Y con fama de novicios,
Sellamos abrazados el armisticio.
Pudimos cometer errores,
Y tenemos una historia,
aunque la cataloguen de terrores.
Y escribir unas memorias,
graduadas con honores,
a todo público y espectadores.
Podríamos terminar este poema
ahora que la pasión no nos quema,
que nos vemos a oscuras
sobre unas rimas,
Yo terminado mis versos
y vos con mi beso,
Yo recupero mi sueño,
Y vos durmiendo tranquila.
6 Con el Capitán Vulgaridad
De Casona aprendí,
Con su Sirena Varada,
A llevar la fantasía,
A los extremos,
Hasta los abismos,
Que no vemos,
Hacia el hondo
Doble fondo,
De mí mismo.
También con Nuestra Natacha,
Que todo un tratado de botánica,
Jamás suplantará una flor.
Quise escribir en lenguas Románicas,
Para sacarte del dolor,
En postura carnaválica.
El día que le gane el sentimiento
A la masa encefálica.
Con Pinocho a mentir,
Solo ante el comefuegos,
Y convertirme en un niño bueno,
Más antes que mucho más luego.
Con Alicia a decir,
En sueños, cayendo por el agujero,
A no dejar nada en los tinteros,
Usar la poesía de sonajero.
Con el Quijote,
A ligarla de rebote,
A derribar molinos,
Con polvos de mis caminos.
Con el principito,
A dedicarle un poema
Cuando éramos chiquititos,
Con el Capitán Vulgaridad,
Hice un barco de papel con mis poemas,
Navegué sobre mis novelas,
Con mi susurro alenté mis velas,
Y de horizonte las historias
que vendrán.
7 El día que aprendan a tocarte mis versos, de repente.
Sabes que solo se hacer cuentos de cama,
Lacrimosos, a grandes rasgos, de melodrama,
Que tengo algún que otro truco de poesía,
Malabares con la fruta dulce de la fantasía.
Es la llama de tu mirada la que me llama,
El susurro de las musas del amor que clama,
Te quiero como el poeta a la melancolía,
Te ofrezco todas mis noches, por tus días.
Y sabrás que ya nadie podrá retenerte
Entrando en el laberinto de las pasiones,
avivando la melodía y letra de mis canciones.
Y querrás que ya nadie más, quiera quererte.
Ver tus ojos perderte en el bulevar de las emociones,
El día que aprendan a tocarte mis versos, de rrepente.
8 No quiero ser de tu boca aprendiz.
No quiero ser de tu boca aprendiz,
solo morder tus labios de regaliz.
Es sabida la postura de sabia caprichosa,
Aprendida la impostura
cuando en realidad no pasa
ninguna cosa.
9 Digamos que trepidante, por definición.
Digamos que trepidante, por definición,
Sabía razón con la que deliran los delirantes,
El estribillo repetido de una canción,
Con un coro de arcángeles y redoblantes.
Maestros del arte de la negación,
El No que convierte en Si un No negado.
A veces se me olvida quererte por omisión,
de lo que dictan las madrugadas y las almohadas,
los tratados de amor y los juzgados.
Y a veces, solo a veces,
te amo con devoción
como quien se sube a un corazón alado.
10 Quedaron estos lodos.
Del polvo de mis caminos,
Y de la lluvia de tormentas en tus ojos,
De mis guerras contra molinos,
Y del destello de tus zapatos rojos.
De mi afición a contarlo todo,
Y de tu fantasía de no decir nada,
De la poesía entre almohadas,
Quedaron estos lodos.
11 El desorden al que estoy acostumbrado
El desorden al que estoy acostumbrado,
convirtiendo carreteras en charcos de lodo,
La contraorden de la que voy aficionado,
Ante la nada lo invento, contándolo todo.
12 Yo que todo lo encuentro fascinante
Yo que todo lo encuentro fascinante,
Andar hasta en los infiernos del Dante,
Llevo embandera la poesía por estandarte,
Contra molinos, como caballero andante.
13 La noche de los lápices.
La noche de los lápices,
hizo temblar mis papeles,
Ya no habrá boleto,
ni verso breve ni soneto,
de vuelta a sus pieles,
Ojalá mi poema se lleve,
De una vez a dictadores,
Y mi canto se eleve,
Sobre falsos oradores.
14 A cualquier cosa llaman poeta.
A cualquier cosa llaman poeta,
A una rima que no llega a panfleto.
Un pasaporte no es un soneto,
En migraciones de tu planeta.
No todo cabe en una cuarteta,
Me dijo, mientras, tirados en el suelo,
Pide un deseo, ahí pasa el cometa,
Que no llevará al séptimo cielo.
Deja, a tu pluma lo que deba, decir,
A los papeles escoger, al verso decidir,
La flor que crece de la melancolía.
No sé hacer otra cosa que escribir,
Bebo de los tinteros para vivir,
Me burlo de la fantasía con poesía.
15 La noche que mis lápices.
La noche que mis lápices,
hicieron temblar mis papeles,
Sobre las letras puse mis ápices,
Que deje en versos mis pieles.
Llegó tan pronto la madrugada,
Con sus cuentos de almohadas,
Y se hizo tan claro el día,
con el fulgor de la poesía.
16 Ni cuando habla, hace poesía.
Se come a las fieras,
No hay verso que lo hiera,
Se ríe de la melancolía,
Dice que es cosa de poetas.
Asegura que escribimos cuartetas,
para poder tocar alguna teta.
Es inmune a la poesía.
Tiene un corazón canalla,
Sabe hacer la batalla,
con el beso que te calla.
Sus ojos producen tormentas,
Las musas historias le inventan,
Y que salieron con él, te cuentan.
Su voz no está en venta.
Se hace el tonto, pero lo sabe,
Hablar de él ni en 1000 sonetos cabe,
Hace realidad todas las fantasías,
a sus pies se rinde la poesía.
Una vez leyó mi poema,
Las palabras casi se queman,
Al ver que él las leía,
Se sorprendieron de todo,
lo que con su mirada veía,
Y mis versos ni creían,
Al ver que su llanto crecía,
Y a los cuatro vientos decían,
Este tipo ni cuando habla,
hace poesía.
17 Cuando sepas que decir todo en un cuento.
Ya no habrá pueblo al que puedas engañar.
Con tu máscara robada a aquel Charlatán.
Ya no habrá audiencia a la que puedas fascinar.
Cuando empieces con tu misterioso: ta ta ta tan.
Cuando ya no puedas acudir contra el espanto,
Ya no puedas seducir con tu voz de canto,
Ya no puedas subsistir escribiendo poesía,
Ya no puedas hacer malabares con la fantasía.
Ya no puedas convertir en noche los días.
Cuando puedas prescindir de tus encantos,
Y puedas dejar asistir a todos en tu llanto.
Cuando te puedas reducir todo al viento,
Cuando sepas que decir todo en un cuento.
Escribo contra molinos cada vez que me agiganto,
De tanto leer y escribir versos me atraganto.
Consonantes parecen las veces que asonanto.
Si van a pasarme factura dejo un poema de adelanto,
Escribir a cuatro manos recién me levanto,
Pensar en el siguiente verso entretanto,
Con la rima a todas las palabras imanto,
Y quedo siendo poeta maldito, como un santo.
18 Yo siempre estuve, estoy y estaré, como en otro lado.
Yo siempre estuve,
como en otro lado.
Cuando daban la lección,
tarareaba mi canción.
Cuando fui de soldado,
estar con mis hermanos.
En la trinchera hasta la madrugada,
contigo en guerra de almohadas.
Cuando salí de viaje,
Volver con mi mejor traje.
Yo siempre estoy,
Como en otro lado.
Cuando me ovacionan,
A la intemperie, la multitud,
como entre fulanos.
Cuando hice de profeta,
entre moros y cristianos.
Cada vez que voy de poeta,
Escribir a cuatro manos,
Contra verso de escribano.
Yo siempre estaré,
como en otro lado.
Cuando pienso en ella,
Estar entre sus manos.
Cuando me invade la fantasía,
creer que todo es poesía.
Me corren las nueve musas,
Y yo corro a tu lado.
Cada vez que me arrojo,
del séptimo cielo.
Caigo bien parado.
Cada vez que me pierdo
en tus ojos,
Rodamos por el suelo,
En un susurro acelerado.
Cuando escribo soy un dios,
Y cuando me idolatran digo adiós,
Y me gusta estar solo como,
cualquier Mengano.
19 La décima Musa.
Dejó de competir
Con las otras nueve,
Y llegó para decir,
Por allá iluminó en Abril,
Como un candil
La primavera.
Y por acá,
Sobre un atril
Al viento,
En una esquina,
Como un cuadro
De Dalí,
Se posará
Este Jueves.
Ya no hace falta
Que pongamos excusas:
Ninfa de la fuente,
Oasis entre la gente,
Silencio de Fusa.
Lo entendió todo,
Y una vez al mes,
En mi mundo del revés
Jugó en mi lodo.
Yo la proclamo, con Platón,
En una canción,
La décima Musa.
20 Suena a canción
Es como la imaginación,
suena a canción,
Como arrastrada por el viento,
va en un cuento.
Le divierten las tormentas,
Historias inventa,
Un poema le puedes pedir,
En un verso sabe decir.
Va apurando, diciéndolo todo,
Solo para a jugar en los lodos,
No tiene caso, llamame poeta,
Yo seguiré dejando cuartetas.
21 Unos versos que educan al viento.
Unos ojos que desatan la tormenta,
Un poema que pide más de la cuenta,
Unos versos que educan al viento,
Una noche que se duerme con mi cuento.
Una que se divierte con lo que invento,
Escucha mi canción, en mis filas se sienta.
A mi corazón a mi ritmo al 100 por ciento,
Y que en un coro de ángeles me sienta.
La vida, cuando huele a veces a testamento,
Salto para ventilarme por los abismos,
y me refresco con el vértigo de mí mismo.
Mi virtud, rimar todo en el momento,
El agua y el aceite es un mágico ungüento,
Y a los días un color noche por colorismo.
22 Me invitan las bocas a que enmudezcan.
Me invitan las bocas a que enmudezcan,
Ante mi verso, ante mi beso.
Me incitan las bocas que no se detengan,
ante mi llanto, ante mi canto.
23 A un paso de la primavera.
A un paso de la primavera,
Aunque vengas mañana,
Y en abril crucemos la frontera,
Yo te espero como vez primera.
Convierte en lodo las aceras.
Todos mis versos oxidados,
Y mis besos de hierro,
En un poema de buena madera.
Hace al corazón, alado,
Y estos ojos ni en sueños, cierro,
Al ver pasar la primavera.
Al verte venir con tu enredadera,
el gánster cambia de vereda.
24 Voy de poeta con un verso de fantasía.
A las musas solo le pido
que protejan bien mi poesía,
Yo a cambio como buen cupido,
Voy de poeta con un verso de fantasía.
Y como añorar es un verbo transitivo,
Y como para extrañarte sobran motivos,
En tránsito estoy con polvo de mis caminos.
Suena mejor la canción
cuando huele a ausencia, a decepción
a añoranza.
Con la fragancia,
de la desolación.
En fin, no sé porque maravillosa,
siempre me rima con hermosa.
25 Míos son los versos desenfadados.
Míos son los versos desenfadados,
La flecha de cupido a mi costado,
Miro por el ojos de la tormenta,
Míos todos los cuentos que se cuenta.
De ella son las noches estrelladas,
Las guerras entre almohadas
pasadas las 3 de la madrugada,
entre cuentos y fabulas de hadas.
La fruta madura que atrae mi suelo
que cae rodando por mi paraíso,
Es para mí, mi séptimo cielo
Las malas lenguas, un séptimo piso.
Nuestros los domingos de novela,
Los barquitos poemas de papel
a la luz del susurro en la vela,
Navegan como mis versos por la piel
Colgado a tu boca como un Quinquela.
De ella es la voz en trance cantarina,
Que hace bajar al sabio de la colina,
No te quejes de día de la melancolía,
Si por las noches duermes con poesía.
26 No guardo versos en mis cajones.
No guardo versos en mis cajones,
Me salen como besos a borbotones,
Escribo uno y la mitad del otro sale,
A la luz de un buen soneto me vale.
No esperes a la inspiración solo dale,
Como un coro de ángeles en canciones,
Arrimale una rima trombón y sumale,
Un verso susurro que aliente corazones.
Veras, y espera a que llegue la primavera,
Como crecen mis versos por la acera,
Ya sé que de este lado le llaman vereda.
Que se enroscan a tu piel como enredadera.
Que prende corazones como buena madera,
Y como rescoldos de poesía en tu boca queda.
27 El desorden al que estoy acostumbrado.
La cara de fascinación al escuchar mis historias,
alentó en mí el deseo de escribir mis memorias,
Se llamará El desorden al que estoy acostumbrado,
Espero que la traten bien hasta en los juzgados.
No sé a quién interesará pero a mí me entretiene,
Pero si buscas emociones fuertes algo tiene,
Leela como por la noche como un cuento,
Espero vivir 100 años más, que no suene a testamento.
No habrá nada de imaginación, menos invento,
Es todo lo que voy a contar hasta este momento,
Los nombres serán de verdad en honor a la melancolía.
Espero que remoline el pelo en tu frente al viento,
que cure tus cicatrices como cura la mía, como ungüento.
A veces parecerá que lees poesía, todo para que rías.
28 Tiene unos ojos en tormenta.
Tiene unos ojos en tormenta,
Que se ponen así cuando te cuenta,
Las historias que te inventa.
Lleva unos ojos de serpiente,
que encantan porque no miente,
a los encantadores y su gente.
Apuran unos ojos pasada la una,
que ven la cara oculta da la luna,
Mira como no mira ninguna.
Llegan sus ojos como la primavera,
a mirar como por vez primera,
crecer mis versos por la acera.
Titilan sus ojos como las estrellas,
Será que mira cosas bellas,
pongamos que hablo de ella.
Sus ojos imitan las miradas,
Y en ellos sueñan mis almohadas,
¿Has visto alguna vez ojos de hadas?
Tiene unos ojos que fascinan
Es un faro en cada esquina,
29 Las cartas suelen venir desde el frente.
Las cartas suelen venir de mi genio y frente,
Como el salmón me divierto contra la corriente,
Los domingos que no escribo son de novela,
Los susurros en tormenta levantan mis velas.
He naufragado por todos los puertos,
Me he despeinado con todos los vientos,
Me he dormido con todos los cuentos,
Encantado en los cantos de sirena,
Encallado en playas con rascacielos sin arena.
Con mi verso abrí todas las puertas
Anduve como un trovador por calles desiertas,
Juego como tahúr en el bulevar de los desaciertos.
Los versos los escribo casi todos de repente,
Con tracción a besos me muevo entre la gente,
A veces pinto mis poemas con sus acuarelas,
Otras ni todo su amor a pinceladas me consuela.
No voy a olvidarme de mis musas
Con ellas escribo a cuatro manos por excusa
A algunas para sacarles la blusa,
A otras para que le pongan a mis versos
Melodías y semifusas,
Poner claridad sobre mis letras confusas,
Poner en el horizonte el velo que difusa,
Y terminen de leer mis versos de rimas inconclusas.
Los cuadros no son todos del mismo color,
No todos están pintados con el rojo pasión,
Las canciones no hablan todas de dolor,
No todas disparan al lado de tu corazón.
Se pinta mejor cuando el cuadro es abigarrado,
De dudas, de alteraciones, de contradicciones,
Lleva tus pinturas, nos vemos a las 10 al costado
De la carretera en un café, con mis canciones.
Mis versos como barquitos de papel sin velas,
Mis 1000 cuentos, mensajes en una botella,
Arrojados a 1000 noches de 1000 estrellas.
Mis dedos sobre el teclado corren y vuelan.
Llevo un pasado emigrante, y de sonajero
El tintineo de unas errantes castañuelas,
Mi bendición es volver a mojar los tinteros,
Cada vez que mi pluma se desvela.
Mi corazón ni ante la indiferencia se congela,
Mi hoguera se alimenta de mi tinta y mi papel,
Soy como el poeta que en cuartetas se revela,
Y escribe hasta en las paredes, y sobre tu piel.
Y escribe aunque le aqueje un dolor de muela,
Para cambiarte el tema, para cruzar de acera,
Como cruza al ver la flor del este la primavera,
Y mi verso te inspire o acaso te consuela.
Va mi barca con la canción del pirata de Espronceda,
Pinto mundos con las acuarelas prestadas de Dalí,
Los veo venir desde lejos, tranquilo en mi Café Terrace
Por las noches estrelladas, cruzando por la vereda.
Lo dí casi, casi todo, en los versos que yo Dí.
Con Munch Yo quiero pegar el grito,
Y con ella hablarle al oído y bajito.
El catalejos se lo pedí prestado al Capitán Vulgaridad,
Con el veo las vanidades desnudarse ante mis verdades,
Con Alicia caigo en sueños por el agujero,
Con un globo poema doy la vuelta al mundo entero,
Con el Capitán Alatriste uso de capa y espada
Mi verso y pongo a todos contra mi poema y la pared.
Como un Quijote voy con una compañía apalabrada.
Y contra gigantes arremeto con el polvo de mis caminos.
Soy mitad principito y mi otra mitad pinocho,
Aunque no mienta ni un poquito, ni quiera un poco.
A veces parece que escribo para un circo de marionetas,
Tal vez mueva los hilos para que no se queden quietas.
Porque tenemos cara y no careta,
A veces voy por bailes de disfraces,
quitando los antifaces.
El que viene a una charla de café y se calla
¿Para qué vino? Mejor es que se vaya.
A no ser que sea la mona lisa,
Y deje esbozar una sonrisa.
Otras mis versos alunizan en otros planetas.
Escribo ni bien entrada la mañana y en piyamas,
Historias para leértelas por la noche en la cama.
Tantas veces pienso que mis versos son un lanzallamas,
Y prender fuego los caminos a Roma,
Y avivar a que encuentren sus caminos, con mis llamas.
Voy buscando mi voz por los desiertos que me claman.
Y acudo siempre con el mismo traje me llame quien me llama.
Voy jugando con alarde y malabares en la poesía,
Y digo por uso y abuso de la fantasía,
Convierto en mil y una noches los días,
Para que no lloren las princesas de melancolía.
Solo dejaré de pensar en aspirar a mis delirios de grandeza,
Cuando digan que mi poema les parece todo una belleza,
Sacaré a pasear por la calle todos los monstruos de mi cabeza,
Seguiré haciendo guerras de almohadas en mi pieza,
Y no dejaré la emoción del aprendiz que recién empieza.
30 Y en mi verso enmudezca la chusma.
No publico hasta nuevo aviso,
Voy a meterme en mi lodo
Para contarlo todo,
Y en mi verso enmudezca la chusma.
En poemas todo lo que quema,
En aventuras todas las locuras,
Y en memorias, ¿adivinan? mis historias.
31 La sombra de los rascacielos.
Cuando dejen de asfaltar los lodos,
en mi charco contarlo todo.
Cuando ya no den sombra los rascacielos,
amueblo con libros mi séptimo cielo.
Cuando te den calor mis inviernos,
A la hoguera de mis cuadernos.
Cuando te llegue la primavera,
Cambies de acera.
Cuando por los lugares donde fuimos felices,
echamos raíces.
32 Encuesta a mí mismo
¿Que busca en una canción?
Crear fascinación.
¿Y en una melodía?
Alegría.
Convertir en noche los días.
¿Sus primeros versos?
Movidos con Tracción a besos.
¿Ha quitado alguna blusa?
Imagínese, Escribí el Seductor de las musas.
¿Escribe novelas?
El Capitán Vulgaridad sopla mis velas.
¿Algo más para agregar a sus historias?
Estos escribiendo mis memorias.
¿Que mueve a su corazón?
De vuelta, crear fascinación.
33
Hice un verso y exhorte,
juegos con bocas marcadas,
Queme mi pasaporte,
En la primera parada.
Pagué gustoso el importe,
de todas las bobadas.
Puse poesía de entrecorte,
y un final a doble o nada.
Los días que acorté
con noches estrelladas,
Y como matute exporté
contrabando de almohadas.
Escribo como por deporte,
Puse coro a mis canciones,
alenté a mis bandas soporte.
Renegué de mi Norte
Y en el Sur un bufón,
entretiene a mi corte.
34 Deja que comience mi cuento.
Será un susurro por la noche,
Deja que comience mi cuento.
No podrán creerlo los fantoches,
Deja que comience mi cuento.
Verás cómo aplauden como bobos,
Deja que comience mi cuento.
Mi corazón danza con lobos,
Deja que comience mi cuento.
Mi canción atrae a los coros,
Deja que comience mi cuento,
Resuma poesía por mis poros,
Deja que comience mi cuento.
En versos te lo cuento todo,
Deja que comience mi cuento.
Hay un beso en el fondo del lodo,
Deja que comience mi cuento.
Haré que todos despierten,
Deja que comience mi cuento.
Del encanto de serpientes,
Deja que comience mi cuento.
Cuelga mis poemas de tus orejas,
Deja que comience mi cuento.
Como tus más preciados pendientes
Deja que comience mi cuento.
Sorprendida abre bien las cejas,
Deja que comience mi cuento.
Sé que no te gustan los finales,
Deja que comience mi cuento.
Tan suave que romperá los cristales,
Deja que comience mí cuento.
De los 7 pecados capitales.
Deja que comience mi cuento.
Alto hasta un séptimo cielo,
Deja que comience mi cuento.
Por los siete mares y el suelo,
Deja que comience mi cuento.
Había una vez, y en un segundo,
Deja que comience mi cuento.
Escucha como gime el mundo,
Deja que comience mi cuento.
35
¿Mi metáfora? Todo lo que sucedió.
¿Anáforas? Todos los te quiero que me dio.
¿Mi reloj? Un caramelo media hora.
Por tus piernas va mi actitud exploradora.
¿La trinchera? Un domingo Camboyano.
¿Las cuartetas? Todas de mi puño y mano.
¿Los poetas? No somos ni héroes ni villanos.
36 Voy a contarte un cuento
Ha veces voy de poeta:
Voy a contarte un cuento,
Otras dejo todo en cuartetas,
Y las arremolina el viento.
37 Avivar la pasión de un corazón helado.
No sé qué fue peor aún, si la batalla
O verte perderte entre tanta gente,
Mi boca solo ante el beso se calla,
Si recibe novedades de tu frente.
Mi barca, su rumbo, y no se encalla,
A los cantos de sirena en otras playa,
Hay otro mundo saltando la muralla,
Mi verso te seguirá vayas donde vayas.
Si sueño se defiende a capa y espada,
Y duerme entre hadas y almohadas,
Los ataques de los que miran de costado.
Sin cartas de despedida ni postdata,
Me levanto a escribir entrada la madrugada,
A Avivar la pasión de un corazón helado.
38 Que para dormir de sonajero, usas el clamor de mi poesía.
Rompí los lápices que mentían,
Y escribí sobre los papeles,
De lo que leía la mayoría.
Besé las bocas que me decían,
Tatúa tu verso sobre mis pieles,
Con un garabato reía la cofradía.
Di de comer a mis demonios,
Y de beber, de mis tinteros,
Tinta de noche, sonetos de día.
Yo tengo bien de testimonio,
Que para dormir de sonajero,
Usas el clamor de mi poesía.
39 Se muy bien el camino de regreso a casa
El día que llego hasta mi séptimo cielo,
como llega la primavera con su enredadera,
Me consagré tocando con las manos el suelo,
El día que vi amasar mis versos a la panadera.
Los poetas solo quieren, con tu boca, divertirse.
Mi voz de sabio con la de tu sirena, medirse.
Mis cuartetas pueden, con tu risa loca, reírse.
Y si llega a buen soneto, ¿Quién puede resistirse?
Con los ojos cerrados, contra el viento,
Con pocas migajas, como aconseja el cuento,
Se muy bien el camino de regreso a casa.
Consultando cien tratados, y un psiquiatra,
Tu voz está intacta, como me dijo el foniatra,
Yo sé muy bien todo lo que me pasa.
40 Victoria tiene un secreto. Victoria´s Secret.
Victoria tiene un secreto, Vistoria´s Secret.
Que guardo en su lencería,
También puso un soneto,
Y una noche de poesía.
Se lo contó a sus estrellas,
En un mensaje en una botella,
Lo hizo guerras de almohadas,
Lo sueña hasta la madrugada.
Aun lee cuentos de fantasía,
llora cataratas de melancolía,
Pero todo se arregla en un segundo,
cuando alunizo en sus mundos.
Apura la sopa porque se enfría,
Acuesta las noches, para los días,
Que no le pagan con el deseo,
Si se desnuda ni bien la veo.
Dentro de su muralla hay un lodo,
donde juega mi nada con su todo,
Desoye los consejos de la cofradía,
Abre la puerta al escuchar mi melodía.
41 Mi voz sigue igual y no ha sido viciada, la defiende mi verso a capa
y espada.
Guardo un secreto en mi caja fuerte,
Un Soneto Amuleto de la buena suerte.
Al final de los tercetos y entre cuartetas,
Se mece mi pluma a mi aire de poeta.
Las playas donde juego con castillos de arena,
Son bajo el susurro de un canto de sirena.
Todo castillo encantado y con almenas,
Puedes sentarte con un fantasma a la cena.
Mi voz sigue igual y no ha sido viciada,
Ni después de las doce, ni como estocada,
La defiende mi verso a capa y espada.
Mientras escribo se posa una musa alada,
Mis sueños se estiran hasta la madrugada,
duermen en tu almohada y cuentos de hadas.
42 El Rey Tormenta.
Los días del Rey Tormenta no se terminaron,
Las noches de sus revueltas se estrellaron,
Los amaneceres, al final de cuentas, se solearon.
43. Solo escribo para los martes de poesía.
Solo escribo para los martes de poesía,
Defiendo a capa y espada la fantasía,
Bebe los versos de mi tintero, que se enfrían,
Lleva mi mensaje los besos que me pedían.
Se pone como loca, se alterada la cofradía,
Cuando le anochezco con una musa alada,
con un par de cuentos de hadas, los días.
Y los fines de semana que no escribo,
Estiro las madrugadas a la luz de la vela,
me paso unos domingos de novela.
44 Los martes son de poesía.
Los lunes empieza a leer
el final queda lejos,
No lo adivinas ni con catalejos.
Los martes son de poesía,
has noche los días,
Los miércoles son de ceniza,
incendia las naves,
los caminos a roma,
solo deja los senderos,
que salen de los tinteros.
Has polvo de tus caminos
sácate la camisa,
viste tu sonrisa.
Los jueves son de fantasía,
parecidos a los martes de poesía.
Los viernes son una fiesta
para dormir una siesta
todo el sábado y el domingo,
Entre almohadas
y cuentos de hadas.
El último día no escribo,
y paso a la luz de la vela,
un domingo de novela.
45 Me encanta que mi verso te encante.
Me encanta que mi verso te encante,
Que lo pongas junto a Quevedo en el estante,
Me encanta llevarme la poesía por delante,
Como va mi voz como caballero andante.
Tu voz a los cuatro vientos como parlantes,
Es todo lo que necesita un poema estimulante,
Y la mano de un poeta que lleva en su guante,
Un soneto con un par de rimas relampagueantes.
Con 1000 besos un tratado de amor delirante,
Para que se vea llena una luna menguante.
Mil y una noches de cuentos no parecen tantas.
El coro que le hace falta a los cantantes,
para cantar a todo lo que les encanta,
Sin preceptiva para decir lo que se les canta.

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SE MUY BIEN EL CAMINO DE REGRESO A CASA

  • 1. SE MUY BIEN EL CAMINO DE REGRESO A CASA POEMAS Y SONETOS BURLESCOS, SATIRICOS Y OTROS GASTON MATUTE A las preguntas las responde el tiempo. 1 Soy como el sabio, que decía como coartada, que sabía que no sabía nada. Soy como quien pronuncia el abecedario de corrido, Y solo pretende la enjundia Del susurro y el alarido. Soy como quien denuncia, siendo como somos, tal para cual, Bajo a abrir cuando se anuncia, casi siempre una fulana de tal. Soy como el sabio, que decía como coartada, que sabía que no sabía nada. Soy como los labios, que le hablan a la almohada, al filo de la madrugada. 2 De los sabios que hablan boludeces. Qué problema hay si lo repito dos veces, Si a tu sopa de letras le faltan eses, Si al final, los que son bien como parece. Soy más amigo, mal que te pese,
  • 2. De los pedantes que no andan con dobleces, De los sabios que dicen boludeces. 3 Mágico, para la fascinación y el encanto. Mi crimen fue propagar en extraordinario, Incendiar la hoguera de las vanidades, Me cobre bien pagos mis honorarios, Con un par de poemas, rimando verdades. Mi error fue querer suspender el deseo, Y confundieron rebeldía con acto temerario. Se bien lo que decir cuando no lo veo, Me enojo cuando el tiempo me pone horarios. Solo escribo para sacarte del espanto, Y oigo las voces que tienen su canto, que encuentran en su tormenta la belleza. Soy un capitán, arrojo un mensaje en una botella, Si por lo menos, convirtiera la lluvia en llanto Mágico, para la fascinación y el encanto. 4 Su oficio es escupir al firmamento. Su oficio es escupir al firmamento, Su vicio versearlo todo en el momento, Su pasión, esculpir todo en un cuento, Y lo repartan las musas por los 4 vientos. Su grandeza el día que fue armado caballero, de las letras y el polvo de los caminos, Con su delicadeza, sedujo a los tinteros, Su mayor proeza, hacer añicos los molinos.
  • 3. 5 Escribir bajo el reproche de la noche. Escribir bajo el reproche de la noche, Si tus ojos me piden que trasnoche, Y que te desabroche una duda, Y que te deje jugar a la maja desnuda. Ver la cara oculta de la luna, Y pensar que eres igual a ninguna. Nombrar con tu nombre todas las estrellas, Prefiero tus ojos sin mirar en ellas. Fue un martes que alunizamos, todavía no había cráter asfaltados, por la razón y los horarios. Todo era como lo pensamos, Éramos uno a cada lado, Dos corazones que no se vuelven rutinarios. Llevabas de brújula una almohada, De norte un cuento de hadas, Y una canción que duro hasta la madrugada. Yo venía rodando por los planetas, perdiendo mi tiempo en cuartetas, cortándome las venas, con mi pluma de poeta, para dejarlo todo en el papel, Y te tatuaste mi verso sobre tu piel. Un jueves fue que regresamos, Al séptimo cielo donde nos besamos, Bajo un dios que nos decía,
  • 4. Que en el suelo hay poesía, Y un demonio que maldecía, Si se acababa la fantasía. Nos escapamos del maleficio, Mirando juntos al precipicio, Con más arte que oficio, Y con fama de novicios, Sellamos abrazados el armisticio. Pudimos cometer errores, Y tenemos una historia, aunque la cataloguen de terrores. Y escribir unas memorias, graduadas con honores, a todo público y espectadores. Podríamos terminar este poema ahora que la pasión no nos quema, que nos vemos a oscuras sobre unas rimas, Yo terminado mis versos y vos con mi beso, Yo recupero mi sueño, Y vos durmiendo tranquila. 6 Con el Capitán Vulgaridad De Casona aprendí, Con su Sirena Varada, A llevar la fantasía, A los extremos, Hasta los abismos, Que no vemos, Hacia el hondo
  • 5. Doble fondo, De mí mismo. También con Nuestra Natacha, Que todo un tratado de botánica, Jamás suplantará una flor. Quise escribir en lenguas Románicas, Para sacarte del dolor, En postura carnaválica. El día que le gane el sentimiento A la masa encefálica. Con Pinocho a mentir, Solo ante el comefuegos, Y convertirme en un niño bueno, Más antes que mucho más luego. Con Alicia a decir, En sueños, cayendo por el agujero, A no dejar nada en los tinteros, Usar la poesía de sonajero. Con el Quijote, A ligarla de rebote, A derribar molinos, Con polvos de mis caminos. Con el principito, A dedicarle un poema Cuando éramos chiquititos, Con el Capitán Vulgaridad, Hice un barco de papel con mis poemas, Navegué sobre mis novelas, Con mi susurro alenté mis velas, Y de horizonte las historias que vendrán. 7 El día que aprendan a tocarte mis versos, de repente.
  • 6. Sabes que solo se hacer cuentos de cama, Lacrimosos, a grandes rasgos, de melodrama, Que tengo algún que otro truco de poesía, Malabares con la fruta dulce de la fantasía. Es la llama de tu mirada la que me llama, El susurro de las musas del amor que clama, Te quiero como el poeta a la melancolía, Te ofrezco todas mis noches, por tus días. Y sabrás que ya nadie podrá retenerte Entrando en el laberinto de las pasiones, avivando la melodía y letra de mis canciones. Y querrás que ya nadie más, quiera quererte. Ver tus ojos perderte en el bulevar de las emociones, El día que aprendan a tocarte mis versos, de rrepente. 8 No quiero ser de tu boca aprendiz. No quiero ser de tu boca aprendiz, solo morder tus labios de regaliz. Es sabida la postura de sabia caprichosa, Aprendida la impostura cuando en realidad no pasa ninguna cosa. 9 Digamos que trepidante, por definición. Digamos que trepidante, por definición, Sabía razón con la que deliran los delirantes, El estribillo repetido de una canción, Con un coro de arcángeles y redoblantes. Maestros del arte de la negación,
  • 7. El No que convierte en Si un No negado. A veces se me olvida quererte por omisión, de lo que dictan las madrugadas y las almohadas, los tratados de amor y los juzgados. Y a veces, solo a veces, te amo con devoción como quien se sube a un corazón alado. 10 Quedaron estos lodos. Del polvo de mis caminos, Y de la lluvia de tormentas en tus ojos, De mis guerras contra molinos, Y del destello de tus zapatos rojos. De mi afición a contarlo todo, Y de tu fantasía de no decir nada, De la poesía entre almohadas, Quedaron estos lodos. 11 El desorden al que estoy acostumbrado El desorden al que estoy acostumbrado, convirtiendo carreteras en charcos de lodo, La contraorden de la que voy aficionado, Ante la nada lo invento, contándolo todo. 12 Yo que todo lo encuentro fascinante Yo que todo lo encuentro fascinante, Andar hasta en los infiernos del Dante, Llevo embandera la poesía por estandarte, Contra molinos, como caballero andante. 13 La noche de los lápices.
  • 8. La noche de los lápices, hizo temblar mis papeles, Ya no habrá boleto, ni verso breve ni soneto, de vuelta a sus pieles, Ojalá mi poema se lleve, De una vez a dictadores, Y mi canto se eleve, Sobre falsos oradores. 14 A cualquier cosa llaman poeta. A cualquier cosa llaman poeta, A una rima que no llega a panfleto. Un pasaporte no es un soneto, En migraciones de tu planeta. No todo cabe en una cuarteta, Me dijo, mientras, tirados en el suelo, Pide un deseo, ahí pasa el cometa, Que no llevará al séptimo cielo. Deja, a tu pluma lo que deba, decir, A los papeles escoger, al verso decidir, La flor que crece de la melancolía. No sé hacer otra cosa que escribir, Bebo de los tinteros para vivir, Me burlo de la fantasía con poesía. 15 La noche que mis lápices. La noche que mis lápices, hicieron temblar mis papeles, Sobre las letras puse mis ápices, Que deje en versos mis pieles. Llegó tan pronto la madrugada, Con sus cuentos de almohadas,
  • 9. Y se hizo tan claro el día, con el fulgor de la poesía. 16 Ni cuando habla, hace poesía. Se come a las fieras, No hay verso que lo hiera, Se ríe de la melancolía, Dice que es cosa de poetas. Asegura que escribimos cuartetas, para poder tocar alguna teta. Es inmune a la poesía. Tiene un corazón canalla, Sabe hacer la batalla, con el beso que te calla. Sus ojos producen tormentas, Las musas historias le inventan, Y que salieron con él, te cuentan. Su voz no está en venta. Se hace el tonto, pero lo sabe, Hablar de él ni en 1000 sonetos cabe, Hace realidad todas las fantasías, a sus pies se rinde la poesía. Una vez leyó mi poema, Las palabras casi se queman, Al ver que él las leía, Se sorprendieron de todo, lo que con su mirada veía, Y mis versos ni creían, Al ver que su llanto crecía, Y a los cuatro vientos decían, Este tipo ni cuando habla, hace poesía. 17 Cuando sepas que decir todo en un cuento. Ya no habrá pueblo al que puedas engañar. Con tu máscara robada a aquel Charlatán. Ya no habrá audiencia a la que puedas fascinar. Cuando empieces con tu misterioso: ta ta ta tan.
  • 10. Cuando ya no puedas acudir contra el espanto, Ya no puedas seducir con tu voz de canto, Ya no puedas subsistir escribiendo poesía, Ya no puedas hacer malabares con la fantasía. Ya no puedas convertir en noche los días. Cuando puedas prescindir de tus encantos, Y puedas dejar asistir a todos en tu llanto. Cuando te puedas reducir todo al viento, Cuando sepas que decir todo en un cuento. Escribo contra molinos cada vez que me agiganto, De tanto leer y escribir versos me atraganto. Consonantes parecen las veces que asonanto. Si van a pasarme factura dejo un poema de adelanto, Escribir a cuatro manos recién me levanto, Pensar en el siguiente verso entretanto, Con la rima a todas las palabras imanto, Y quedo siendo poeta maldito, como un santo. 18 Yo siempre estuve, estoy y estaré, como en otro lado. Yo siempre estuve, como en otro lado. Cuando daban la lección, tarareaba mi canción. Cuando fui de soldado, estar con mis hermanos. En la trinchera hasta la madrugada, contigo en guerra de almohadas. Cuando salí de viaje, Volver con mi mejor traje. Yo siempre estoy, Como en otro lado. Cuando me ovacionan, A la intemperie, la multitud, como entre fulanos. Cuando hice de profeta, entre moros y cristianos. Cada vez que voy de poeta, Escribir a cuatro manos,
  • 11. Contra verso de escribano. Yo siempre estaré, como en otro lado. Cuando pienso en ella, Estar entre sus manos. Cuando me invade la fantasía, creer que todo es poesía. Me corren las nueve musas, Y yo corro a tu lado. Cada vez que me arrojo, del séptimo cielo. Caigo bien parado. Cada vez que me pierdo en tus ojos, Rodamos por el suelo, En un susurro acelerado. Cuando escribo soy un dios, Y cuando me idolatran digo adiós, Y me gusta estar solo como, cualquier Mengano. 19 La décima Musa. Dejó de competir Con las otras nueve, Y llegó para decir, Por allá iluminó en Abril, Como un candil La primavera. Y por acá, Sobre un atril Al viento, En una esquina, Como un cuadro De Dalí, Se posará Este Jueves. Ya no hace falta Que pongamos excusas: Ninfa de la fuente,
  • 12. Oasis entre la gente, Silencio de Fusa. Lo entendió todo, Y una vez al mes, En mi mundo del revés Jugó en mi lodo. Yo la proclamo, con Platón, En una canción, La décima Musa. 20 Suena a canción Es como la imaginación, suena a canción, Como arrastrada por el viento, va en un cuento. Le divierten las tormentas, Historias inventa, Un poema le puedes pedir, En un verso sabe decir. Va apurando, diciéndolo todo, Solo para a jugar en los lodos, No tiene caso, llamame poeta, Yo seguiré dejando cuartetas. 21 Unos versos que educan al viento. Unos ojos que desatan la tormenta, Un poema que pide más de la cuenta, Unos versos que educan al viento, Una noche que se duerme con mi cuento. Una que se divierte con lo que invento, Escucha mi canción, en mis filas se sienta. A mi corazón a mi ritmo al 100 por ciento, Y que en un coro de ángeles me sienta. La vida, cuando huele a veces a testamento,
  • 13. Salto para ventilarme por los abismos, y me refresco con el vértigo de mí mismo. Mi virtud, rimar todo en el momento, El agua y el aceite es un mágico ungüento, Y a los días un color noche por colorismo. 22 Me invitan las bocas a que enmudezcan. Me invitan las bocas a que enmudezcan, Ante mi verso, ante mi beso. Me incitan las bocas que no se detengan, ante mi llanto, ante mi canto. 23 A un paso de la primavera. A un paso de la primavera, Aunque vengas mañana, Y en abril crucemos la frontera, Yo te espero como vez primera. Convierte en lodo las aceras. Todos mis versos oxidados, Y mis besos de hierro, En un poema de buena madera. Hace al corazón, alado, Y estos ojos ni en sueños, cierro, Al ver pasar la primavera. Al verte venir con tu enredadera, el gánster cambia de vereda. 24 Voy de poeta con un verso de fantasía. A las musas solo le pido que protejan bien mi poesía, Yo a cambio como buen cupido, Voy de poeta con un verso de fantasía. Y como añorar es un verbo transitivo, Y como para extrañarte sobran motivos, En tránsito estoy con polvo de mis caminos. Suena mejor la canción
  • 14. cuando huele a ausencia, a decepción a añoranza. Con la fragancia, de la desolación. En fin, no sé porque maravillosa, siempre me rima con hermosa. 25 Míos son los versos desenfadados. Míos son los versos desenfadados, La flecha de cupido a mi costado, Miro por el ojos de la tormenta, Míos todos los cuentos que se cuenta. De ella son las noches estrelladas, Las guerras entre almohadas pasadas las 3 de la madrugada, entre cuentos y fabulas de hadas. La fruta madura que atrae mi suelo que cae rodando por mi paraíso, Es para mí, mi séptimo cielo Las malas lenguas, un séptimo piso. Nuestros los domingos de novela, Los barquitos poemas de papel a la luz del susurro en la vela, Navegan como mis versos por la piel Colgado a tu boca como un Quinquela. De ella es la voz en trance cantarina, Que hace bajar al sabio de la colina, No te quejes de día de la melancolía, Si por las noches duermes con poesía. 26 No guardo versos en mis cajones. No guardo versos en mis cajones, Me salen como besos a borbotones, Escribo uno y la mitad del otro sale,
  • 15. A la luz de un buen soneto me vale. No esperes a la inspiración solo dale, Como un coro de ángeles en canciones, Arrimale una rima trombón y sumale, Un verso susurro que aliente corazones. Veras, y espera a que llegue la primavera, Como crecen mis versos por la acera, Ya sé que de este lado le llaman vereda. Que se enroscan a tu piel como enredadera. Que prende corazones como buena madera, Y como rescoldos de poesía en tu boca queda. 27 El desorden al que estoy acostumbrado. La cara de fascinación al escuchar mis historias, alentó en mí el deseo de escribir mis memorias, Se llamará El desorden al que estoy acostumbrado, Espero que la traten bien hasta en los juzgados. No sé a quién interesará pero a mí me entretiene, Pero si buscas emociones fuertes algo tiene, Leela como por la noche como un cuento, Espero vivir 100 años más, que no suene a testamento. No habrá nada de imaginación, menos invento, Es todo lo que voy a contar hasta este momento, Los nombres serán de verdad en honor a la melancolía. Espero que remoline el pelo en tu frente al viento, que cure tus cicatrices como cura la mía, como ungüento. A veces parecerá que lees poesía, todo para que rías. 28 Tiene unos ojos en tormenta. Tiene unos ojos en tormenta, Que se ponen así cuando te cuenta, Las historias que te inventa.
  • 16. Lleva unos ojos de serpiente, que encantan porque no miente, a los encantadores y su gente. Apuran unos ojos pasada la una, que ven la cara oculta da la luna, Mira como no mira ninguna. Llegan sus ojos como la primavera, a mirar como por vez primera, crecer mis versos por la acera. Titilan sus ojos como las estrellas, Será que mira cosas bellas, pongamos que hablo de ella. Sus ojos imitan las miradas, Y en ellos sueñan mis almohadas, ¿Has visto alguna vez ojos de hadas? Tiene unos ojos que fascinan Es un faro en cada esquina, 29 Las cartas suelen venir desde el frente. Las cartas suelen venir de mi genio y frente, Como el salmón me divierto contra la corriente, Los domingos que no escribo son de novela, Los susurros en tormenta levantan mis velas. He naufragado por todos los puertos, Me he despeinado con todos los vientos, Me he dormido con todos los cuentos, Encantado en los cantos de sirena, Encallado en playas con rascacielos sin arena. Con mi verso abrí todas las puertas Anduve como un trovador por calles desiertas, Juego como tahúr en el bulevar de los desaciertos.
  • 17. Los versos los escribo casi todos de repente, Con tracción a besos me muevo entre la gente, A veces pinto mis poemas con sus acuarelas, Otras ni todo su amor a pinceladas me consuela. No voy a olvidarme de mis musas Con ellas escribo a cuatro manos por excusa A algunas para sacarles la blusa, A otras para que le pongan a mis versos Melodías y semifusas, Poner claridad sobre mis letras confusas, Poner en el horizonte el velo que difusa, Y terminen de leer mis versos de rimas inconclusas. Los cuadros no son todos del mismo color, No todos están pintados con el rojo pasión, Las canciones no hablan todas de dolor, No todas disparan al lado de tu corazón. Se pinta mejor cuando el cuadro es abigarrado, De dudas, de alteraciones, de contradicciones, Lleva tus pinturas, nos vemos a las 10 al costado De la carretera en un café, con mis canciones. Mis versos como barquitos de papel sin velas, Mis 1000 cuentos, mensajes en una botella, Arrojados a 1000 noches de 1000 estrellas. Mis dedos sobre el teclado corren y vuelan. Llevo un pasado emigrante, y de sonajero El tintineo de unas errantes castañuelas, Mi bendición es volver a mojar los tinteros, Cada vez que mi pluma se desvela. Mi corazón ni ante la indiferencia se congela, Mi hoguera se alimenta de mi tinta y mi papel, Soy como el poeta que en cuartetas se revela, Y escribe hasta en las paredes, y sobre tu piel.
  • 18. Y escribe aunque le aqueje un dolor de muela, Para cambiarte el tema, para cruzar de acera, Como cruza al ver la flor del este la primavera, Y mi verso te inspire o acaso te consuela. Va mi barca con la canción del pirata de Espronceda, Pinto mundos con las acuarelas prestadas de Dalí, Los veo venir desde lejos, tranquilo en mi Café Terrace Por las noches estrelladas, cruzando por la vereda. Lo dí casi, casi todo, en los versos que yo Dí. Con Munch Yo quiero pegar el grito, Y con ella hablarle al oído y bajito. El catalejos se lo pedí prestado al Capitán Vulgaridad, Con el veo las vanidades desnudarse ante mis verdades, Con Alicia caigo en sueños por el agujero, Con un globo poema doy la vuelta al mundo entero, Con el Capitán Alatriste uso de capa y espada Mi verso y pongo a todos contra mi poema y la pared. Como un Quijote voy con una compañía apalabrada. Y contra gigantes arremeto con el polvo de mis caminos. Soy mitad principito y mi otra mitad pinocho, Aunque no mienta ni un poquito, ni quiera un poco. A veces parece que escribo para un circo de marionetas, Tal vez mueva los hilos para que no se queden quietas. Porque tenemos cara y no careta, A veces voy por bailes de disfraces, quitando los antifaces. El que viene a una charla de café y se calla ¿Para qué vino? Mejor es que se vaya. A no ser que sea la mona lisa, Y deje esbozar una sonrisa. Otras mis versos alunizan en otros planetas. Escribo ni bien entrada la mañana y en piyamas, Historias para leértelas por la noche en la cama. Tantas veces pienso que mis versos son un lanzallamas, Y prender fuego los caminos a Roma, Y avivar a que encuentren sus caminos, con mis llamas. Voy buscando mi voz por los desiertos que me claman.
  • 19. Y acudo siempre con el mismo traje me llame quien me llama. Voy jugando con alarde y malabares en la poesía, Y digo por uso y abuso de la fantasía, Convierto en mil y una noches los días, Para que no lloren las princesas de melancolía. Solo dejaré de pensar en aspirar a mis delirios de grandeza, Cuando digan que mi poema les parece todo una belleza, Sacaré a pasear por la calle todos los monstruos de mi cabeza, Seguiré haciendo guerras de almohadas en mi pieza, Y no dejaré la emoción del aprendiz que recién empieza. 30 Y en mi verso enmudezca la chusma. No publico hasta nuevo aviso, Voy a meterme en mi lodo Para contarlo todo, Y en mi verso enmudezca la chusma. En poemas todo lo que quema, En aventuras todas las locuras, Y en memorias, ¿adivinan? mis historias. 31 La sombra de los rascacielos. Cuando dejen de asfaltar los lodos, en mi charco contarlo todo. Cuando ya no den sombra los rascacielos, amueblo con libros mi séptimo cielo. Cuando te den calor mis inviernos, A la hoguera de mis cuadernos. Cuando te llegue la primavera, Cambies de acera. Cuando por los lugares donde fuimos felices, echamos raíces. 32 Encuesta a mí mismo ¿Que busca en una canción? Crear fascinación.
  • 20. ¿Y en una melodía? Alegría. Convertir en noche los días. ¿Sus primeros versos? Movidos con Tracción a besos. ¿Ha quitado alguna blusa? Imagínese, Escribí el Seductor de las musas. ¿Escribe novelas? El Capitán Vulgaridad sopla mis velas. ¿Algo más para agregar a sus historias? Estos escribiendo mis memorias. ¿Que mueve a su corazón? De vuelta, crear fascinación. 33 Hice un verso y exhorte, juegos con bocas marcadas, Queme mi pasaporte, En la primera parada. Pagué gustoso el importe, de todas las bobadas. Puse poesía de entrecorte, y un final a doble o nada. Los días que acorté con noches estrelladas, Y como matute exporté contrabando de almohadas. Escribo como por deporte, Puse coro a mis canciones, alenté a mis bandas soporte. Renegué de mi Norte Y en el Sur un bufón, entretiene a mi corte. 34 Deja que comience mi cuento.
  • 21. Será un susurro por la noche, Deja que comience mi cuento. No podrán creerlo los fantoches, Deja que comience mi cuento. Verás cómo aplauden como bobos, Deja que comience mi cuento. Mi corazón danza con lobos, Deja que comience mi cuento. Mi canción atrae a los coros, Deja que comience mi cuento, Resuma poesía por mis poros, Deja que comience mi cuento. En versos te lo cuento todo, Deja que comience mi cuento. Hay un beso en el fondo del lodo, Deja que comience mi cuento. Haré que todos despierten, Deja que comience mi cuento. Del encanto de serpientes, Deja que comience mi cuento. Cuelga mis poemas de tus orejas, Deja que comience mi cuento. Como tus más preciados pendientes Deja que comience mi cuento. Sorprendida abre bien las cejas, Deja que comience mi cuento. Sé que no te gustan los finales, Deja que comience mi cuento. Tan suave que romperá los cristales, Deja que comience mí cuento. De los 7 pecados capitales. Deja que comience mi cuento. Alto hasta un séptimo cielo, Deja que comience mi cuento. Por los siete mares y el suelo, Deja que comience mi cuento. Había una vez, y en un segundo, Deja que comience mi cuento.
  • 22. Escucha como gime el mundo, Deja que comience mi cuento. 35 ¿Mi metáfora? Todo lo que sucedió. ¿Anáforas? Todos los te quiero que me dio. ¿Mi reloj? Un caramelo media hora. Por tus piernas va mi actitud exploradora. ¿La trinchera? Un domingo Camboyano. ¿Las cuartetas? Todas de mi puño y mano. ¿Los poetas? No somos ni héroes ni villanos. 36 Voy a contarte un cuento Ha veces voy de poeta: Voy a contarte un cuento, Otras dejo todo en cuartetas, Y las arremolina el viento. 37 Avivar la pasión de un corazón helado. No sé qué fue peor aún, si la batalla O verte perderte entre tanta gente, Mi boca solo ante el beso se calla, Si recibe novedades de tu frente. Mi barca, su rumbo, y no se encalla, A los cantos de sirena en otras playa, Hay otro mundo saltando la muralla, Mi verso te seguirá vayas donde vayas. Si sueño se defiende a capa y espada, Y duerme entre hadas y almohadas, Los ataques de los que miran de costado. Sin cartas de despedida ni postdata, Me levanto a escribir entrada la madrugada, A Avivar la pasión de un corazón helado.
  • 23. 38 Que para dormir de sonajero, usas el clamor de mi poesía. Rompí los lápices que mentían, Y escribí sobre los papeles, De lo que leía la mayoría. Besé las bocas que me decían, Tatúa tu verso sobre mis pieles, Con un garabato reía la cofradía. Di de comer a mis demonios, Y de beber, de mis tinteros, Tinta de noche, sonetos de día. Yo tengo bien de testimonio, Que para dormir de sonajero, Usas el clamor de mi poesía. 39 Se muy bien el camino de regreso a casa El día que llego hasta mi séptimo cielo, como llega la primavera con su enredadera, Me consagré tocando con las manos el suelo, El día que vi amasar mis versos a la panadera. Los poetas solo quieren, con tu boca, divertirse. Mi voz de sabio con la de tu sirena, medirse. Mis cuartetas pueden, con tu risa loca, reírse. Y si llega a buen soneto, ¿Quién puede resistirse? Con los ojos cerrados, contra el viento, Con pocas migajas, como aconseja el cuento, Se muy bien el camino de regreso a casa. Consultando cien tratados, y un psiquiatra, Tu voz está intacta, como me dijo el foniatra, Yo sé muy bien todo lo que me pasa. 40 Victoria tiene un secreto. Victoria´s Secret.
  • 24. Victoria tiene un secreto, Vistoria´s Secret. Que guardo en su lencería, También puso un soneto, Y una noche de poesía. Se lo contó a sus estrellas, En un mensaje en una botella, Lo hizo guerras de almohadas, Lo sueña hasta la madrugada. Aun lee cuentos de fantasía, llora cataratas de melancolía, Pero todo se arregla en un segundo, cuando alunizo en sus mundos. Apura la sopa porque se enfría, Acuesta las noches, para los días, Que no le pagan con el deseo, Si se desnuda ni bien la veo. Dentro de su muralla hay un lodo, donde juega mi nada con su todo, Desoye los consejos de la cofradía, Abre la puerta al escuchar mi melodía. 41 Mi voz sigue igual y no ha sido viciada, la defiende mi verso a capa y espada. Guardo un secreto en mi caja fuerte, Un Soneto Amuleto de la buena suerte. Al final de los tercetos y entre cuartetas, Se mece mi pluma a mi aire de poeta. Las playas donde juego con castillos de arena, Son bajo el susurro de un canto de sirena. Todo castillo encantado y con almenas, Puedes sentarte con un fantasma a la cena. Mi voz sigue igual y no ha sido viciada, Ni después de las doce, ni como estocada,
  • 25. La defiende mi verso a capa y espada. Mientras escribo se posa una musa alada, Mis sueños se estiran hasta la madrugada, duermen en tu almohada y cuentos de hadas. 42 El Rey Tormenta. Los días del Rey Tormenta no se terminaron, Las noches de sus revueltas se estrellaron, Los amaneceres, al final de cuentas, se solearon. 43. Solo escribo para los martes de poesía. Solo escribo para los martes de poesía, Defiendo a capa y espada la fantasía, Bebe los versos de mi tintero, que se enfrían, Lleva mi mensaje los besos que me pedían. Se pone como loca, se alterada la cofradía, Cuando le anochezco con una musa alada, con un par de cuentos de hadas, los días. Y los fines de semana que no escribo, Estiro las madrugadas a la luz de la vela, me paso unos domingos de novela. 44 Los martes son de poesía. Los lunes empieza a leer el final queda lejos, No lo adivinas ni con catalejos. Los martes son de poesía, has noche los días, Los miércoles son de ceniza, incendia las naves, los caminos a roma, solo deja los senderos, que salen de los tinteros. Has polvo de tus caminos
  • 26. sácate la camisa, viste tu sonrisa. Los jueves son de fantasía, parecidos a los martes de poesía. Los viernes son una fiesta para dormir una siesta todo el sábado y el domingo, Entre almohadas y cuentos de hadas. El último día no escribo, y paso a la luz de la vela, un domingo de novela. 45 Me encanta que mi verso te encante. Me encanta que mi verso te encante, Que lo pongas junto a Quevedo en el estante, Me encanta llevarme la poesía por delante, Como va mi voz como caballero andante. Tu voz a los cuatro vientos como parlantes, Es todo lo que necesita un poema estimulante, Y la mano de un poeta que lleva en su guante, Un soneto con un par de rimas relampagueantes. Con 1000 besos un tratado de amor delirante, Para que se vea llena una luna menguante. Mil y una noches de cuentos no parecen tantas. El coro que le hace falta a los cantantes, para cantar a todo lo que les encanta, Sin preceptiva para decir lo que se les canta.