2. Inicio de la conspiración
Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el
concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas
señales. Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos,
y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación. Entonces Caifás,
uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis
nada; ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el
pueblo, y no que toda la nación perezca. Así que, desde aquel día
acordaron matarle.
Juan 11:47-50;53
3. Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus
discípulos: Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el
Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado. Entonces los
principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se
reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, y tuvieron
consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle. Pero decían: No
durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.
Mateo 26:1-5
4. Porque verdaderamente se unieron en esta
ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien
ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles
y el pueblo de Israel,
Hechos 4:27
5. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida,
para volverla a tomar.Nadie me la quita, sino que yo
de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y
tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento
recibí de mi Padre.
Juan 10:17-18
6. El traidor consuma el trato
Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue
a los principales sacerdotes,y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y
yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de
plata.Y desde entonces buscaba oportunidad para
entregarle.
Mateo 26:14-16
9. Jueces y oficiales pondrás en todas tus ciudades que
Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales
juzgarán al pueblo con justo juicio. No tuerzas el
derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes
soborno; porque el soborno ciega los ojos de los
sabios, y pervierte las palabras de los justos. La
justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la
tierra que Jehová tu Dios te da.
Deuteronomio 16:18-20
10. Derecho a juicios justos
1. Los acusados tenían derecho a un juicio público.
2. Tenían derecho a una defensa y a presentar testigos y pruebas de
descargo.
3. No estaban permitidos los testigos falsos. (Castigo haréis a él como él
pensó hacer con su hermano Dt. 19:19).
4. La tradición rabínica exigía un día completo de ayuno entre la
sentencia y la ejecución del criminal, si este era condenado a pena de
muerte.
5. Si habían acusaciones de parte de una persona del concilio, todo el
concilio era descalificado para llevar el caso.
11. 6. El testimonio de los testigos tenía que ser preciso respecto a hora,
fecha y lugar del suceso.
7. La persona acusada era tenida como inocente hasta que se llegaba
a un veredicto oficial donde se le declaraba culpable.
8. Los casos criminales no podían juzgarse de noche.
9. Nadie podía ser retenido sin una acusación formal.
10. Nadie estaba obligado a acusarse a sí mismo
14. Falsos testigos
Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio,
buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la
muerte, y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se
presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos que
dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres
días reedificarlo.
Mateo 26:59-61
15. Falsa acusación del Sumo sacerdote
El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el
Cristo, el Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al
Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y
viniendo en las nubes del cielo. Entonces el sumo sacerdote,
rasgando su vestidura, dijo: ¿Qué más necesidad tenemos de
testigos? Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos
ellos le condenaron, declarándole ser digno de muerte.
Marcos 14:61-64
16. No tenían un caso contra Jesús
Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de
mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no
contaminarse, y así poder comer la pascua. Entonces salió
Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este
hombre? Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera
malhechor, no te lo habríamos entregado.
Juan 18:28-30
17. Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos
hallado que pervierte a la nación, y que prohíbe dar
tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un
rey.Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el
Rey de los judíos? Y respondiéndole él, dijo: Tú lo
dices.Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la
gente: Ningún delito hallo en este hombre.
Juan 23:2-4