De cómo construí mi opinión sobre la dolorosa enseñanza del 11 s al mundo
1. De cómo construí mi opinión sobre la dolorosa enseñanza del 11S al mundo
Creo que fue el primero de los documentales “Zeitgeist” el que, en el 2008, me hizo dudar de
que la versión oficial del “evento” del 11S fuera verdad. Desde entonces, he podido comprobar
que abrir sitio en el corazón a esta duda es una experiencia tan dolorosa que a la mayoría de la
gente nos hace reaccionar buscando desesperadamente coartadas para escurrir el bulto y
dejar la cosa al menos en un “Vaya usted a saber”; Y más aun cuando se pasa de los treinta
años.
Yo, que tengo 62 y pico, también lo intenté; Había posibilidades: Que si no me resultaba
creíble parte del documental, que si no podía creerme que la cosa era que unos “malos” bien
organizados estuvieran detrás de todo poder político y económico a nivel planetario, que si la
gente puede equivocarse pero que no puede ser tan horriblemente mala… Que se yo.
Pero no, no acababa de comprar ninguna coartada por más que lo intentaba, los edificios caían
de una manera tal que era muy difícil creer que aquello no se tratara de una voladura
controlada. Así que decidí ponerme a buscar a fondo en internet opiniones “frías” que me
sirvieran en uno u otro sentido sobre el porqué y el cómo del asunto. Y así fue como, entre
otras, supe de esta página (Investigar-11S) y me encontré con el video “11S mysteries”. Lo cito
porque “11S mysteries” fue definitivo; la cosa me quedó clara: Fuera como fuera, por quien
fuera y por las razones que fuera, pero los tres edificios del WTC efectivamente se habían
venido abajo por voladura controlada. Las probabilidades de que esto no fuera cierto eran muy,
muy pocas. La versión oficial no podía ser cierta.
Y con esta “Composición de lugar” lo primero que se me ocurrió fue ir a contrastarla con
familiares y amigos aquí y allá; Desoladora experiencia fue esta. En un circulo de unas docenas
de personas obtuve cómo un 75% por cierto de respuestas del tipo “Eso no puede ser cierto,
eso son teorías conspiranoides…” y otro 20% del tipo “Pues igual sí, no sé, quien sabe”. Y lo
que es peor, el 5% restante, el 5% al que le pareció más que creíble que la versión oficial no se
tenía, quedó mas “Sencillamente herido” que “Activado en dirección alguna”; Es decir, que
quedó con una preocupación más en la cabeza que no sabía ni cómo colocar, y menos como
resolver; preocupación que además, por lo brutal, le dejaba sin fuerzas para hacer mucho más
que intentar tragarse, por gorda que fuera esta, una frustración más en su vida.
Al final, el resultado de esta triste “encuesta” fue aportarme un solo dato, solo uno, pero que
bien mirado, no era poca cosa: Empezaba a darme cuenta de porqué funcionaba la versión
oficial. Por un lado era obvio que cualquier alternativa a la versión oficial llevaba a un infierno
sin puerta de salida clara y a nadie le gusta meterse ahí. Además ese infierno tenía muchas
puertas falsas (En general, búsquedas de “los malos” no suficientemente creíbles) y era cosa
relativamente fácil para “quien fuera” buscar los puntos flacos a esas puertas y ridiculizarlas
una tras otra; De hecho, abunda ese tipo de “desinformación” en la red. Y por otro lado lo de
siempre, que al fin y al cabo no hay que olvidar que la historia de la humanidad está llena de
horrores; Y peores que este. Que, nos guste o no, “Así son las cosas”
Vaya, que me había quedado más bien solo en aquel infierno. No me quedaba otra alternativa
que buscar una salida por mi mismo; tenía que haberla. Y de nuevo, a buscar arriba y abajo en
internet: Mucha puerta falsa y desinformación bien intencionada, mucha puerta falsa y
2. desinformación no tan bien intencionada… No parecía fácil aquello, no. Y así, hasta que
apareció una pista que podía ser útil: La psicopatía.
Pero claro, también esta pista se embarullaba con “desarrollos dudosos”. Recuerdo que tras
leer la primera propuesta de que la psicopatía estaba detrás del 11S (La más limpia, en un blog
que hoy ya no existe) acabé pronto en las conocidas páginas de SOTT, que dicen trabajar en la
influencia de la psicopatía en los poderes sociales a fondo. A fondo sí, pero aun menos que con
Zeitgest, su diagnóstico no casaba con mi intuición, que le iba a hacer yo. Eso sí, me compré un
buen puñado de libros de Laura Knight-Jadczyk y la “Political Ponerology” de Lobaczewski
(Interesantes en cualquier caso) pero no, la cosa no llegó hasta donde yo quería llegar; De
hecho, la propia Laura no tardó mucho en invitarme, y no muy amablemente, a irme de su
foro; y sin escribir yo nada ofensivo allí por cierto. Vaya, ¡Que complicado era todo esto!
Solo me quedaba una vía que explorar: Conocer lo mejor posible la naturaleza de la psicopatía
y, desde ahí, tratar de construirme una respuesta suficiente sino al quien, al menos al porqué y
al cómo del 11S. Y mira, no fue ya tan difícil esto; la primera referencia fueron los libros de
divulgación de Robert D. Hare, garantizados por una vida dedicada al estudio de la psicopatía y
por su reconocimiento internacional; Después, leí a algunos otros autores más que me
ayudaron a completar y centrar el asunto en mi cabeza y en fin, al año largo de “abrir los ojos
al 11S” al menos llegaba a esto:
1) Las torres se vinieron abajo por demolición controlada.
2) La versión oficial funciona de perlas porque solo atisbar la real es muy duro.
3) La sicopatía, en la forma que sea, parece estar detrás del 11S.
4) La desinformación alrededor de todo esto, mal intencionada y no, es exuberante.
Bien, esto había conseguido buscando y buscando pero, ya no encontré más que me sirviera;
De modo que solo me quedaba ponerme a sacar mis propias conclusiones sobre la forma en
que la psicopatía podía haber dado lugar al 11S. Pero para hablar de ellas, antes debo resumir
las características de la psicopatía en las que me he apoyado:
1) La sicopatía no es una enfermedad, es decir, el sicópata no es “inconsistente” en
ningún sentido; De hecho es mucho más sólido sicológicamente que el ser humano no
sicópata. Tanto es así, que el sicópata se siente muy bien siéndolo ya que para él, el ser
humano normal por su “peculiar” emocionalidad, es como un animal de granja, fácil de
manipular para obtener de él “cualquier cosa” que le pueda interesar.
Consecuentemente, el sicópata no tiene “cura”; No tiene nada que curar, nace
sicópata (Y lo comprende en sus primeros años de vida, desde luego antes de los siete)
y muere sicópata.
2) El sicópata no tiene la emocionalidad de un ser humano normal. Es decir, no siente en
ninguna medida la alegría o dolor emocional de un ser humano normal que se cruce en
su vida; Básicamente por eso, porque el sicópata no la tiene. No se trata de que tenga
la emocionalidad de un ser humano normal más o menos estropeada no, se trata de
que NO LA TIENE.
3) Pero sí, un sicópata tiene sus “propias” emociones, siempre espeluznantes para un ser
humano normal y, desde luego, sus correspondientes pasiones. Y la satisfacción de sus
pasiones siempre gira en torno a “la depredación” de seres humanos normales; Desde
3. explotándoles hasta asesinándoles; Consecuentemente con todo esto, un sicópata
nunca habla sin mentir. Si dice una verdad es solo porque le interesa lo cual,
obviamente, es la peor de las mentiras. Y es sencillo comprender la razón de sus
mentiras: si dijera algo de la verdad de lo que siente y de lo que busca sería rechazado,
incluso se pondría en serio peligro. Además pondría en guardia a los seres humanos
normales que tuviera cerca de él haciéndosele imposible manipularlos.
4) Hoy a nivel popular solo “se acepta” la existencia del sicópata asesino (Aquel al que,
“simplemente”, le gusta matar) y solo se acepta considerándolo una especie de
monstruo atípico y muy raro: Pero la realidad no es ni mucho menos esa. El sicópata
asesino es solo la punta del iceberg de la sicopatía, la naturaleza sicópata tiene una
amplia gama y son mucho más normales los denominados “Sicópatas integrados” que
los delincuentes. Se caracterizan estos por explotar a los seres humanos normales pero
evitando, en lo posible, delinquir. No les interesa para nada asesinarlos (Salvo que les
sea necesario) sino lo dicho, explotarlos; Por eso, su táctica es integrarse en la
sociedad y manipular “desde dentro”. De hecho cuando “necesitan asesinar” no es
raro que recurran al sicópata asesino, borrando lo mejor que pueden su contacto con
él. Y de estos sicópatas integrados yo diría que hay dos grandes subtipos: El parásito
(Fácil de encontrar en las tragedias familiares) y el Megalómano (Fácil de encontrar en
las jerarquías de todo poder, religioso, político y económico).
A partir de aquí lo primero que comprendí, y que ya me produjo una cierta satisfacción porque
lo intuía así, es que no es necesario que exista una organización de “malos” bajo la cual se
dirija el planeta. ¿Porqué? Muy simple, porque los sicópatas no la necesitan; Les organiza su
propia naturaleza. No quiere decir esto que no las haya, es más, es sabido que las hay y que
siempre las ha habido pero no, no son las organizaciones en cuestión las que explican el cómo
del control sicópata sobre los seres humanos normales. Cuando los sicópatas megalómanos
promueven estas organizaciones lo hacen solo porque las necesitan para ejecutar sus planes
ya que una de las características “complementarias” del sicópata es que en general, es incapaz
del más mínimo esfuerzo, ni siquiera para obtener lo que más desee. Por tanto tiene que
conseguir que otros sicópatas menos “listos” (Inteligencia en el alto sentido de la palabra no
cabe en un sicópata pero sí pueden ser muy listos, y muy atractivos) lo hagan para él; O
conseguir “motivar” convenientemente a seres humanos normales para lo mismo (Todo un
tema en sí mismo este). Así es que montan esas organizaciones (las típicas Sociedades
secretas) pero cuando no las necesitan ya o cuando les ponen en peligro, las abandonan
(Incluso, no es raro que ellos mismos las delaten, tienen sangre fría para eso y para mucho más
que eso). Por esto, buscar en una Sociedad Secreta (O no tan secreta) una pista del origen de la
manipulación de seres humanos es siempre seguir una pista insuficiente, sino falsa. Esa
búsqueda es más difícil, mucho más,
Además, la estrategia más normal para un psicópata megalómano, más que promover
organizaciones secretas para explotar directamente a los seres humanos normales, es
infiltrarse en una organización “sana” (Dentro de lo que cabe, que las hay también – valga la
ironía) y subir con sus mentiras, su astucia y su atractivo personal, lo suficientemente arriba en
su jerarquía como para pudrirla y conseguir tener en la mano parte de o incluso todo su poder.
Así se comprenden los horrores que encontramos en organizaciones religiosas, políticas y
empresariales que descubrimos podridas en áreas relevantes o en su totalidad y que a la vez
4. nos dejan perplejos por la fiabilidad que encontramos en áreas sanas de las mismas o en su
pasado.
También es útil comprender que, organizaciones “más o menos secretas” del tipo, digamos,
“Relevantes Meetings Periódicos” más que núcleos desde los que se ejecute directamente el
poder sicopático, lo que son es foros temporales “de negocio”; En esos meetings , los sicópatas
megalómanos negocian entre ellos, o con seres humanos normales más o menos “motivados”;
Se introducen unos a otros si aun no se conocen y sobre todo, hacen valer sus respectivas
áreas de influencia con el objeto poder alcanzar en conjunto “más altos objetivos”, mas poder;
Para ese momento, o para en el futuro. Y es que otro aspecto de la naturaleza sicópata que
viene al caso citar aquí es que son insaciables; Si paran de depredar, se aburren mortalmente.
Es duro todo esto, muy duro; pero el 11S no podía esconder otra cosa que eso, dolor. A ver,
estoy diciendo en primer lugar que no solo toda organización alberga en el trayecto de su
jerarquía semillas sicópatas de corrupción que buscan convertirlas en útiles zombies para sus
fines, sino que siempre hay completamente operativas muchas organizaciones zombies ya en
mayor o menor grado.
Pero en segundo lugar, lo que es aun mas duro de tragar, también digo que es necesario
comprender y aceptar que la naturaleza sicópata al igual que envenena las estructuras sociales,
envenena las familias; Y hablo no solo de parejas en las que una víctima es desangrada
emocionalmente por un psicópata no, hablo de un hermano/a sicópata, de un padre/madre
sicópata o de un hijo/a sicópata. Precisamente por la misma razón por la que funciona la
versión oficial del 11S, porque el ser humano normal al que le ha tocado ser “partner” de un
psicópata (padre, hijo, hermano, pareja) siempre es el último en aceptar la realidad sicopática
de con quien vive. Simplemente por lo mismo, porque es muy duro hacerlo: Piénsese por
ejemplo en los casos padre/hijo; aceptar la realidad sicópata en estos casos implica poco
menos que tumbar abajo todo lo que es la composición de lugar de uno sobre lo que uno
mismo es y sobre lo que es su vida y eso, deja ya poco en pié dentro de uno si se atreve a
hacerlo. Es más, por lo que yo he podido ver, solo he visto hacer esto cuando a alguien ya no le
ha quedado otro remedio apabullado por los hechos y en la mayoría de los casos, ni aun así. Y
por cierto, para complicar más aun las cosas, por lo que se ha investigado hasta la fecha no
parece que la psicopatía sea de transmisión genética y menos aun, como ya he dicho, que sea
adquirible a lo largo de su vida por un ser humano normal por traumática que pueda haber
sido esta (Un ser humano normal maltratado en su infancia podrá desarrollar serios trastornos
sicológicos pero nunca sicopatía). Resumiendo: El profundo porqué y como de la naturaleza
sicópata, hoy es aun un misterio.
Así que, por último en esto, quizás lo más duro es aceptar que consecuentemente con lo dicho,
la influencia sicópata hoy en la sociedad es insoluble y lo viene siendo en el planeta por miles
de años (Hasta el punto de que la sicopatía podría explicar buena parte de la deriva que hay en
la historia de la humanidad). Ahí creo ver yo el porqué a la citada y compresible actitud de
tanta gente pensando sobre el 11S: “Siempre ha sido así, en el mundo siempre ha habido
horrores como este”. Vaya, que con este asunto lo único que se puede hacer hoy es esto:
- Investigar y divulgar la realidad de la naturaleza sicópata
- Investigar y divulgar su influencia en la sociedad a todos los niveles
5. - Diseñar pautas de defensa de la sicopatía para familiares y para organizaciones
De hecho, aprovecho para decir que, con mis modestas fuerzas, si escribo esto lo hago para
tratar de aportar mi grano de arena en esas direcciones; Quizás algún día se llegue a poder
identificar y aislar a la naturaleza sicópata pero en cualquier caso y hasta entonces,
profundizar en estos tres puntos irá sirviendo cada vez más para defendernos nosotros, seres
humanos normales, de ella. Mucho, mucho mejor de lo que lo hacemos hoy.
Y en realidad, esto es casi todo lo que puedo decir; Digo casi porque lo más relevante ya está
dicho. Queda “solo” dar una opinión (más) del porqué y del como del “evento” 11S. Y es que
acabo pasándome lo que tantas veces en la vida, que tomas una dirección y encuentras más
cosas por el camino que en el final del trayecto (Si es que llegas alguna vez a algún final que no
sea el de “se acabó el tiempo”).
En fin en cualquier caso, voy a ello, esta es mi opinión (Solo una opinión, la mejor que he
podido formarme) sobre el 11S, sin perjuicio de que surjan más datos hoy desconocidos que
me hagan reajustarla; Pongámonos en el 2001:
- Hay un interés inmobiliario serio en las torres del WTC; son seriamente obsoletas y eso
no se puede dejar así, en mitad de “lo mejor de NYC”. Por otra parte, hay una
exigencia de que las torres estén preparadas para ser voladas controladamente,
exigencia de sus vecinos en el WTC (Real o promovida, y oculta al público) ante la
eventualidad de que se les puedan venir encima por un atentado terrorista.
- Irán, Irak, Afganistán… no parecen querer seguir la partitura más o menos razonable
que esperan las compañías petrolíferas occidentales. Además, y quizás
consecuentemente, sus regímenes políticos son manifiestamente opresivos con sus
propios pueblos.
- La industria del armamento occidental “de nivel” está de capa caída. No se puede
tener el tinglado de producción armamentística y militar que se tiene sin “Nada que
defender”.
Quiero subrayar antes de seguir que lo más significativo de estos tres puntos para mí es que yo
mismo hubiera considerado que eran tres problemas que debían afrontarse y que no era fácil
hacerlo. Vaya, que la problemática de origen es real, es simplemente una más; No sería de las
más nobles pero tampoco era perversa, sicopática.
Pero la “solución” si, es obvio que la solución, el 11S, si lo fue. Y ciertamente, si como ejercicio
se leen despacio los tres ámbitos problemáticos descritos, claro que quitándose antes todo
escrúpulo de encima, casi que se le ocurre a uno directamente “un 11S”.
Y como ya he dicho antes, para poner “la idea” en marcha ni fue necesario que todo el poder
estuviera centralizado, ni que ese poder, centralizado o no, fuera 100% sicopático. Bastaba con
que dentro de cada una de las jerarquías afectadas hubiera “ámbitos sicopáticos” con
suficiente poder y que entre estos ámbitos se buscara y acordara un plan para “resolver” la
triple problemática. En este sentido recuerdo lo dicho en relación con “Relevantes Meetings
Periódicos”: Un sicópata reconoce rápidamente a otro sicópata cuando se le cruza en su vida,
por mucho que nos cueste a los seres humanos reconocerlos. Es decir, ellos sí saben bien que
6. “van a estar aquí y allí” y saben cómo encontrarse entre ellos cuando quieren encontrarse. Un
sicópata megalómano “de éxito” solo tiene que levantar el teléfono unas pocas veces, hacer
las llamadas correctas, y tendrá coordinada una reunión en cualquier lugar, abierto, lujoso y
discreto. No, no tiene que ir a ningún oculto “Palacio Oscuro” para hacerlo.
Y un último detalle; Aquí si puedo ser más concreto: Me llama especialmente la atención una
toma de video de una de las dos torres del WTC, desde abajo cuando esta empieza a
“derrumbarse”; Está en “911 Mysteries” (Minuto 22, segundo 42). Me refiero a la toma en la
que se ve, justo antes de comenzar a venirse abajo la torre entera, que el montón de plantas
sobre la planta en la que se estampó el avión se inclina lateralmente, que se “descabeza” la
torre, vaya (Probablemente porque la estructura metálica de la planta del impacto cede por un
lado antes que por otro por la mayor temperatura en ese lado). Ahí, la amenaza de que “el
paquete” de plantas por encima de la del impacto cayera entero sobre los edificios de
alrededor de la torre era ya más que una amenaza, ahí, en ese momento, se hizo una certeza.
Y ahí, justo en ese momento, comienza la demolición completa del de la torre. ¡Caramba que
curioso! Y lo que es más, sorprendentemente, comienza incluso la demolición de las plantas
SOBRE la planta del impacto. Para mí, simplemente de esto resulta apabullantemente claro
que en ese terrible instante alguien, desde alguna parte, dio la orden: “Ahora, hay que hacerlo
ahora”; Y se apretó el botón de la demolición controlada.
En fin, que parece que, además, el plan sicopático no salió tal y como se pretendía que saliera
(Probablemente el plan era volar las torres ordenadamente después de agotar todas las
posibilidades de evacuación)
Cito este “detalle” porque él solo, y en 5 segundos, ya da para poner mucho más que en duda
la versión oficial. Pero en realidad no, en realidad y especialmente lo cito porque…
¡Cómo me recuerda este hecho de que apenas nadie quiera aceptar esta obviedad y rechazar
la “Versión Oficial” a tantas relaciones psicópata/Partner que han hecho sufrir al partner por
décadas sin querer este aceptar la naturaleza del monstruo con el que le ha tocado compartir
relación familiar!
En fin, que en resumen y final, debo subrayar que lo más profundo y doloroso que yo planteo
aquí es que la aceptación de la versión oficial del 11S se parece demasiado a la aceptación que
un padre o hijo de sicópata hace de las consecuencias de su relación con él, hasta pagando el
precio de negar los hechos; Sí, se parece demasiado. Más aun, también planteo que la común
aceptación de expresa la frase “Siempre han sido así las cosas en este mundo” también me
hace evocar las consecuencias de la, siempre presente en este mundo, naturaleza sicópata.
Pero en este ajedrez que es nuestra vida no solo hay fichas negras, no podría haber juego si
fuera así; También hay fichas blancas y para ellas, para nosotros, el 11S, además de un horror,
creo que es… Una clave que necesitamos seguir hasta el final. Una clave que nos puede
permitir aprender algo que la humanidad necesita saber desde hace milenios.
Madrid, Julio 2012.